Redes sociales han revolucionado la industria del restaurante

En la última década, las redes sociales se han convertido prácticamente en una extensión de las personas del mundo, permitiendo que compartan su estilo de vida, las cosas que hacen, cómo se sienten, en incluso qué es lo que comen y cómo luce.

Esto ha causado una gran impresión en la industria de la comida y principalmente los restaurantes, ya que poco a poco han comenzado a cambiar lo que ofrecen y la presentación que brindan. Así puede hacerse notorio en distintas investigaciones periodísticas de todo el mundo, donde se asegura que gracias a las redes sociales, los gerentes de estos negocios han tomado importantes decisiones.

Con las redes sociales no se habla solamente de plataformas como Facebook, Instagram o Twitter, sino también en sitios más especializados como Yelp. Este último es un espacio en el que los consumidores pueden escribir reseñas sobre establecimientos que han visitados, tomando en cuenta principalmente el servicio de atención al cliente.

Según uno de estos estudios, los restaurantes cuya cantidad de estrellas (valoración dada por el público) incremente por una, experimentan un crecimiento de entre 5 y 9% en cuanto a sus ganancias netas. Por otro lado, quienes sean reseñados de forma negativa, ven cómo empeora su desempeño.

Sin embargo, este es solo uno de los ejemplos que se presentan en el mercado, ya que la influencia de sitios como Yelp puede variar según el país en el que se viva. Por otro lado, la popularidad de otras redes ha obligado a que los cambios en la industria sean aún mayores.

Lo que se ha notado principalmente es un cambio en lo que ofrecen los establecimientos, ya sean de alimentos tradicionales o de comida rápida. Desde ampliar la selección de alimentos, hasta mejorar su presentación, e incluso buscar la creación de experiencias que inviten a la interacción digital.

Un claro ejemplo de esto, que se ha visto incluso en Venezuela, son las merengadas que tienen contenidos calóricos excesivamente altos, incluyendo trozos de torta, helado, distintos jarabes y otros topping, para hacer más atractivo el producto, no solo para su consumo, sino para la creación de una experiencia única (y compartible).

Además de los alimentos que se ofrecen, según los reportajes, también ha comenzado a evolucionar la infraestructura de los establecimientos, haciendo que tengan zonas específicas para realizar publicaciones en redes sociales, desde murales y paredes con decoraciones únicas, hasta mensajes “inspiracionales” en luces de neón y atracciones similares.

Aunque en nuestro país, tanto la calidad del producto y la infraestructura, como la atención al cliente, han pasado desapercibidos en los últimos años, principalmente en los espacios de consumo masivo (debido a la crisis), gracias a las redes sociales también se puede tener una visión muy clara sobre el rendimiento de establecimientos de comida, y de cómo comienza a evolucionar el mercado gracias a estas nuevas formas de comunicarse.