¿Aumento de producción de Toyota en Venezuela es suficiente para reactivar el sector?

Según la prensa nacional, el sector automotriz venezolano está atravesando actualmente su peor periodo histórico. La falta de repuestos e insumos, no solo para la fabricación de vehículos, sino para el mantenimiento de las plantas, ha hecho que la producción caiga de manera "meteórica".

Este no es el único problema, ya que la inflación ha hecho que los vehículos fabricados en el país tengan un precio casi inaccesible para la mayoría de la población, dándose incluso la posibilidad legal de que este tipo de empresas venda en divisa extranjera a los venezolanos. Durante el primer trimestre de este año solo se despacharon 665 vehículos en todo el país.

Es por eso que muchos fueron tomados por sorpresa cuando esta semana la automotriz nipona, Toyota, anunció que comenzarían a incrementar su producción en el país, para poder cerrar este año con al menos 1.200 unidades ensambladas, casi el doble del acumulado por todas las automotrices en los primeros 3 meses del año.

No solo eso, sino que la empresa también realizará un cambio en su modalidad de pago. Lanzando 2 modelos de vehículo al mercado venezolano, Toyota comercializará el modelo más económico en bolívares, mientras que su vehículo de "alta gama" se podrá cancelar de forma mixta.

¿Este esfuerzo es suficiente para reactivar el sector?

Uno de los principales argumentos de Toyota, y las demás automotrices que operan en Venezuela, es que desean traer nuevamente un mercado dinámico como el del 2007, donde se más de 500 mil unidades de manera anual. Sin embargo, al ver estas cifras, surgen una serie de cuestionamientos.

¿Cuántos ingresos generaron las grandes automotrices que operaban en Venezuela durante una de las mejores etapas económicas de nuestra historia moderna, y por qué no realizaron inversiones suficientes para lograr estableces un “parque” industrial capaz de satisfacer las necesidades del sector?

Resulta curioso ver cómo estas empresas vivieron algunos de sus mejores años en nuestra región capitalizando el alto consumo que caracteriza a Venezuela, pero no invirtieron lo suficiente como para crear un sistema para poder trabajar de forma independiente dentro del territorio nacional.

Este cuestionamiento surge debido a que el principal motivo por el que el sector automotriz está prácticamente detenido nuca fue la cantidad de vehículos que compraban los venezolanos, sino la cantidad que podían producir las grandes automotrices que operan en Venezuela.

Es por eso que resulta interesante ver cómo evolucionan las inversiones de esta empresa en nuestro país, y cuáles serán los esfuerzos de sus competidores para lograr reactivar el mercado automotriz venezolano. Aun así queda abierta la pregunta, ¿El aumento de producción de Toyota en Venezuela es suficiente para reactivar el sector?