¿Es necesario ser un “Einstein, Zuckerberg o Gates” para triunfar en los negocios? Esta historia lo responderá
Loria Oliver era hasta hace poco una mujer común y corriente, profesional, pero que después de dar a luz a sus dos hijos de forma consecutiva en 2011 y 2012 se dedicó a su hogar.
“Había sido un empresario a tiempo parcial durante seis años, así que sabía que me gustó mucho el proceso de construcción de un negocio y trabajar fuera del hogar”, comentó a la revista Forbes.
Resulta que hace dos años, durante uno de sus largos viajes en automóvil ella se dio cuenta de que los asientos traseros carecen de organizadores, estaba convencida de que podía hacer algo mejor y así fue como vio la oportunidad de hacer de su invención un negocio.
Pero la cosa no acaba allí, pues su invento, llamado el Tot de mano, se trata de un bolso multifuncional que se puede colgar en el carro como un organizador de asiento trasero, puede ser usado como una mochila, incluso por niños pequeños o también llevado como un bolso de mano.
“Nuestra filosofía es que si su viaje es corto o largo, especialmente con los niños, se va mucho más cómodo cuando se está organizado”, comentó Oliver.
Actualmente, la cofundadora de Turtle Place Brands, junto a su esposo está centrando sus esfuerzos en los procesos de ventas de su invento, alianzas con fabricantes, fortalecimiento de las relaciones con los minoristas, el embalaje y obtención de su respectiva patente.
“Nunca en un millón de años se me había ocurrido que el desarrollo de productos podría ser mi carrera. A través de los Tot de mano, he descubierto que me encanta crear cosas para hacer la vida más fácil”, puntualizó la creadora.
Venezuela también tiene su caso de éxito y por qué no de innovación, pues hace algún tiempo reseñamos la historia de Luis Enrique Sardi es un joven empresario venezolano residente en Milán con una serie de inventos en su haber siendo el más famoso su célebre taza de café comestible.
En el área de los morrales hay una amplia gama de opciones en nuestro país, donde se encuentra la firma Columpio, por sólo citar un ejemplo, quienes han fabricado este, entre muchos otros accesorios en el país.
¿Y a usted, qué le pareció esta historia? ¿Conoce alguna idea similar en Venezuela?