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Cien años de historia: Farmacia La Torre mantiene la tradición y se expande en Valencia

Darly Herrera, gerente de compras de Farmacia La Torre, explicó a El Emprendedor lo que podría ser la fórmula secreta de su éxito.



Valencia — Farmacia La Torre, un ícono del casco histórico de Valencia, celebra más de 100 años de servicio ininterrumpido y anuncia la apertura de su sexta sede.

A lo largo de un siglo, la farmacia ha mantenido su imagen y tradición, lo que podría ser el secreto de su éxito; así como su especialización en fórmulas magistrales que la han convertido en un referente en la región.

“Farmacia La Torre se ha mantenido fiel a su imagen original. La fachada, los colores y el mobiliario son los mismos que hace 100 años, y eso ha sido clave para mantener nuestra identidad en el corazón de Valencia”, explicó Darly Herrera, gerente de compras, quien lleva 18 años trabajando en la farmacia. “Nosotros seguimos siendo una farmacia tradicional que ha logrado adaptarse a los cambios, pero sin perder su esencia”.

La expansión de Farmacia La Torre incluye nuevas sedes estratégicas en la ciudad. Con cinco sucursales ya operativas, se espera que la sexta abra sus puertas en Ricardo Urriera en los próximos meses, sumándose a las ya establecidas en la Avenida Bolívar, Mañongo y Naguanagua. “Queremos estar más cerca de nuestros clientes, llevarles el servicio de calidad que siempre nos ha caracterizado, ahora en más zonas de Valencia”, añadió Herrera.

Superando la crisis y la pandemia

Durante la crisis económica y la pandemia, Farmacia La Torre demostró resiliencia al asegurar el abastecimiento de productos farmacéuticos a través de la importación de medicamentos desde la India. “Fue un momento difícil para todos, pero buscamos nuevas formas de mantener nuestros estantes llenos. La importación fue clave para seguir atendiendo a nuestros clientes”, comentó Herrera.

A pesar de los retos, la farmacia mantuvo a todo su personal y continuó brindando atención personalizada. “Somos un equipo de más de 27 empleados, comprometidos con ofrecer lo mejor a nuestros pacientes. La fórmula siempre ha sido la misma: mantener la tradición, adaptarnos a los tiempos y no perder el foco en el servicio”, agregó el gerente.

Farmacia La Torre sigue siendo un pilar en la salud de los valencianos, combinando tradición e innovación para asegurar su lugar en el futuro.

Compromiso con el futuro

La expansión y modernización de sus operaciones no implican un cambio en su esencia. “A pesar de los avances y la apertura de nuevas sedes, mantenemos nuestras raíces. Seguimos siendo la farmacia que Valencia conoce y en la que confía”, concluyó Herrera.

La red de farmacias sigue ofreciendo una mezcla de tradición e innovación, siendo un pilar en la salud de los valencianos por más de un siglo.

 

Entrevistado por: Eduard Obispo

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Oro Café impulsa a emprendedores con un ambiente de trabajo flexible y gastronomía ligera

Carlos Eduardo Páez, chef y gerente de Oro Café compartió en entrevista con El Emprendedor el objetivo principal del negocio.



Los Palos Grandes, Caracas, — Oro Café se ha posicionado como un espacio ideal para emprendedores y trabajadores independientes que buscan un ambiente cómodo y flexible donde puedan desarrollar sus proyectos.

Ubicado en Los Palos Grandes, este local caraqueño ofrece más que solo una buena taza de café; es un punto de encuentro para profesionales que necesitan un lugar con una excelente conexión Wi-Fi y opciones de gastronomía ligera que se adapten a largas jornadas laborales.

Carlos Eduardo Páez, gerente de Oro Café, explicó: “el objetivo principal es que las personas puedan venir aquí no solo a disfrutar de una comida, sino a trabajar cómodamente con todos los servicios que necesitan; el espacio está diseñado para que emprendedores y profesionales digitales puedan conectarse y desarrollar sus proyectos en un entorno productivo”.

Una de las claves del éxito de Oro Café es su enfoque en crear un ambiente de trabajo colaborativo, donde los usuarios pueden reservar espacios para trabajar solos o en grupos pequeños.

Además, la oferta gastronómica se ha adaptado para que los clientes puedan consumir productos ligeros como ensaladas, sándwiches y hamburguesas, ideales para quienes pasan largas horas frente a su computador. “Tenemos clientes que pasan más de cuatro horas al día aquí, trabajando en sus proyectos. Queremos que la experiencia sea completa y cómoda, por eso estamos en constante prueba de nuevos platos que se adapten a esta dinámica”, comentó Carlos Eduardo.

Otra ventaja de Oro Café es su flexibilidad en el uso de espacios. Ofrecen dos salones grandes y otros más pequeños, adecuados para reuniones y capacitaciones, lo que ha llamado la atención de empresas y emprendedores que necesitan un lugar para organizar sus actividades. “Nos hemos dado cuenta de que muchos de nuestros clientes son emprendedores que necesitan espacios para reuniones o cursos. De hecho, tenemos una clienta que utiliza nuestras salas para dar clases de pintura,” agregó el gerente.

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Carlos Eduardo Páez, chef y gerente de Oro Café (foto PEE)

 

Nota del editor: Oro Café ofrece la posibilidad de reservar su sala para 12 personas, con solo un consumo mínimo, sin pago de alquiler. Esto es ideal para emprendedores que están dando sus primeros pasos en el negocio de los cursos y capacitaciones. Los usuarios pueden acceder a estos espacios y disfrutar de un ambiente perfecto para organizar sus actividades profesionales.

Para más información sobre cómo reservar los espacios de Oro Café y conocer su variada oferta gastronómica, puedes visitar sus redes sociales y hacer tu reserva hoy mismo.

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La tienda de gastronomía italiana Vía Appia alcanzó los 40 años de fundada y se mantiene a la vanguardia del e-commerce

Desde el lanzamiento de su tienda online en 2022, hasta la fecha, han registrado más de 4000 transacciones exitosas.



Blandin, Caracas, — Vía Appia, icono de la gastronomía gourmet en Caracas, celebra su 40 aniversario, marcando una trayectoria de constante evolución y adaptación tecnológica.

Fundada en 1984 como un restaurante italiano, la marca dio un giro innovador en 1992 al convertirse en pionera del concepto "gourmet para llevar", y en 2022, se consolidó con el lanzamiento de su tienda online.

A lo largo de estos 40 años, Vía Appia ha integrado tecnología en sus procesos, destacando el traslado de sus recetas a una nube informática en 2008, lo que permitió modernizar sus sistemas de operación.

En 2010, la empresa inició una actualización de marca y procesos, renovando desde sistemas de facturación hasta métodos de producción, logrando incorporar nuevos colaboradores a su equipo.

La pandemia de 2020 aceleró su enfoque digital, lanzando un robusto servicio de entregas a domicilio que se destacó por mantener la misma calidad que siempre ha caracterizado a la marca.

Para el 2022, Vía Appia lanzó su tienda online, permitiendo a los clientes seleccionar entre más de 300 recetas y programar entregas a su conveniencia. A la fecha, se han registrado más de 4.300 transacciones exitosas a través de la plataforma, reflejando un crecimiento constante en el ámbito digital.

“La tecnología nos ha permitido mejorar procesos, ganar tiempo, realizar controles y optimizar nuestro servicio”, comentó Gabriel Vaamonde, director de Vía Appia.

En octubre de 2023, la tienda física de La Castellana fue remodelada, fusionando un diseño clásico y moderno en sus 80m², con vitrinas y espacios de autoservicio.

El corazón de Vía Appia se mantiene en su centro de producción, de más de 900m², donde el equipo elabora su variada oferta de productos en diferentes áreas de la cocina.

Con la mirada puesta en el futuro, Vía Appia planea implementar nuevas herramientas virtuales para ventas corporativas y optimizar su sistema de delivery, permitiendo a los clientes rastrear sus pedidos en tiempo real.

Asimismo, se esperan nuevas alianzas estratégicas y sorpresas que se anunciarán en redes sociales próximamente.

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De madre joven a chef ejecutiva: La emprendedora que logró el éxito con un fruto amazónico en Caracas

María Evans, una ingeniera en sistema que fundó Azú, la famosa pastelería que vió en la sarrapia el ingrediente secreto del éxito.



María Evans, hoy reconocida como chef pastelera ejecutiva en Azú Pastelería, comenzó su vida profesional en circunstancias que muchos considerarían difíciles.

A los 18 años, siendo una joven madre, enfrentaba el reto de continuar con sus estudios mientras criaba a su hija. Sin embargo, en lugar de ceder ante las expectativas, María decidió demostrar que una madre joven también podía alcanzar sus sueños. “Nos da como esa energía extra de que tenemos que salir y dar lo mejor de nosotros para poder darle un buen futuro a nuestros chamos”, comenta María al reflexionar sobre esos primeros años​.

Determinada a triunfar, María continuó sus estudios en el área de sistemas, aunque en su corazón siempre había un lugar especial para la pastelería. Desde niña, se sintió atraída por el arte de hornear, una pasión que la acompañaría durante su vida. Sin embargo, las circunstancias y las expectativas familiares la llevaron primero a estudiar una carrera convencional antes de dedicarse a lo que realmente amaba​.

El viaje que encendió su pasión

El verdadero cambio llegó en 2014, cuando María decidió dar un giro radical a su vida. Tras una separación personal y con dos niñas pequeñas, tomó una decisión que cambiaría su destino: se mudó a España para seguir su sueño de convertirse en pastelera profesional. “Me fui a estudiar lo que amaba. No me veía toda mi vida en el mismo lugar, prefería arriesgarme y ver qué sucedía”, recuerda María​.

Estudió en la prestigiosa escuela Le Cordon Bleu en Madrid, donde no solo perfeccionó sus técnicas en pastelería, sino que también desarrolló su habilidad para combinar ingredientes locales con sabores internacionales. “Por ejemplo, la miel, si la calientas antes de utilizarla, aumenta su sabor. Cosas así son las que me encanta entender y aplicar”, comenta María sobre su obsesión por conocer el ‘porqué’ detrás de cada técnica​.

Durante su estancia en Europa, también tuvo la oportunidad de realizar pasantías en reconocidas pastelerías, como Mamá Framboise en Madrid. Allí, aprendió sobre los procesos industriales y la importancia de la estandarización en una pastelería, conocimientos que hoy aplica en su propia empresa​.

El cuestionado regreso a Venezuela en plena crisis

A pesar de todo el éxito y aprendizaje que adquirió en Europa, María se enfrentó a un nuevo desafío cuando decidió regresar a Venezuela en 2017. Mientras muchos amigos le decían que estaba “loca” por regresar en un momento de crisis en el país, María sentía que su lugar estaba en casa, construyendo su propio proyecto. “Me fue complicado poder llegar a fin de mes en Europa. No quería sacrificar la calidad de vida de mis hijas, así que decidí volver y comenzar con lo que tenía”, comenta​.

Con pocos recursos, abrió un pequeño taller de pastelería en San Bernardino, Caracas, donde comenzó a producir y vender sus creaciones. Al principio, era un trabajo arduo, pero poco a poco su negocio fue creciendo, y en 2020 pudo abrir su propia sede de Azú Pastelería en Las Mercedes​.

El éxito con los productos amazónicos

Uno de los mayores diferenciadores de Azú Pastelería es la utilización de productos amazónicos en sus postres. Tras una experiencia en un restaurante con estrellas Michelin en España, María comenzó a investigar los frutos amazónicos de Venezuela, como la sarrapia, que muchos desconocían. “¿Para qué usar vainilla si podemos usar sarrapia?”, se preguntaba María mientras descubría nuevas formas de integrar estos sabores en sus creaciones​.

Este enfoque único ha convertido a Azú Pastelería en un referente en la gastronomía venezolana, utilizando ingredientes autóctonos que conectan a los consumidores con la riqueza de su tierra. “Cada espacio de nuestra tienda cuenta una historia, desde las cestas hechas por comunidades indígenas hasta los chocolates locales que utilizamos. Todo tiene un significado”, comenta María​.

Mirando hacia el futuro

El éxito de María Evans y Azú Pastelería no ha pasado desapercibido. Además de consolidar su negocio en Venezuela, María ha sido invitada a conferencias internacionales, como la realizada en 2019 en Le Cordon Bleu de Estambul, donde compartió su experiencia trabajando con ingredientes amazónicos. “Ver a chefs franceses probar la sarrapia venezolana y quedar maravillados fue un momento increíble para mí”, relata​.

Con la mirada puesta en el futuro, María tiene planes ambiciosos para seguir expandiendo su negocio, siempre manteniendo su compromiso con la calidad y el uso de ingredientes locales. “Si trabajamos duro y hacemos algo diferente, creo que podemos lograr grandes cosas”, afirma María, convencida de que su historia es solo el comienzo​.

Recientemente en este mes, septiembre 2024, pudimos ver que Azú abrió una nueva sucursal en el Centro Comercial Cerro Verde.

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Diseña macetas personalizadas en 3D para fomentar la reforestación desde casa

Andrés Sanabría, egresado de la UCAB, comparte con El Emprendedor cómo, a los 17 años y al finalizar el bachillerato, se interesó en el activismo social, lo que lo llevó a fundar la reconocida empresa de impresión 3D Smiley 2 Go.



Andrés Sanabria, un joven emprendedor venezolano, inició su camino empresarial motivado por su activismo social. A los 17 años, inspirado por movimientos internacionales como el de Greta Thunberg, decidió contribuir al medio ambiente en Venezuela, por ser una de los países de nuestra región más afectados por la deforestación.

Junto a un amigo, fundó Smiley Plant Organization, una ONG dedicada a la reforestación. “Nunca había plantado un árbol en mi vida, pero decidí dar un salto de fe”, comenta Andrés, recordando cómo se adentró en el mundo del activismo sin experiencia previa.

El proyecto comenzó con entusiasmo, pero la pandemia trajo consigo grandes desafíos. A pesar de las restricciones, Andrés y su equipo intentaron mantener viva la organización mediante actividades en línea, pero sin ingresos suficientes, se enfrentaron a la gran pregunta: ¿cómo financiar las futuras actividades de reforestación?

La respuesta llevó a Andrés a una oportunidad que cambiaría el rumbo de su emprendimiento: usar plástico reciclado para fabricar macetas, cuya venta ayudaría a financiar la causa ambiental. Así nació Smiley 2 Go, una tienda de macetas ecológicas con impacto social.

El innovador producto para recaudar fondos

Lo que comenzó como una forma de recaudar fondos para una organización sin fines de lucro, pronto se convirtió en un negocio con su propio propósito. “Nos dimos cuenta de que el problema inicial era solo una excusa para una oportunidad de negocio más grande”, menciona Andrés.

Smiley 2 Go comenzó a atraer a clientes interesados no solo en apoyar una causa, sino también en decorar sus hogares de manera sostenible.

La pandemia había generado un aumento en la demanda de productos que trajeran naturaleza al hogar. A medida que las personas pasaban más tiempo en espacios cerrados, buscaban alternativas creativas y atractivas para integrar el verde en sus vidas.

Las macetas de Smiley 2 Go no eran simples recipientes; eran personalizadas, coloridas y ofrecían un toque único que reflejaba la personalidad de cada cliente. “Una maceta no es solo un cilindro de arcilla. Es una forma de adueñarte de tus espacios”, explica Andrés, resaltando cómo su producto conectaba emocionalmente con los consumidores.

La inesperada y llegada de la competencia

Como todo emprendedor, Andrés enfrentó varios retos al iniciar su negocio. Aunque la idea era buena, la ejecución presentó dificultades inesperadas. El Emprendedor menciona que la competencia fue uno de los aspectos más duros de su trayectoria. “El mercado se volvió muy competitivo rápidamente. De repente, todos estaban vendiendo macetas, y teníamos que diferenciarnos de alguna manera”, comenta

En un entorno donde muchos negocios similares comenzaron a surgir, Smiley 2 Go necesitaba encontrar su ventaja competitiva. Andrés enfrentó la realidad de que no bastaba con tener una buena causa detrás del producto.

“Me di cuenta de que, aunque nuestro impacto ambiental era importante, si no lograba conectar emocionalmente con los clientes, nos íbamos a quedar atrás”, reflexiona​. Así, la personalización y el enfoque en la decoración única se convirtieron en su sello distintivo.

Además, emprender en un contexto de triple impacto —donde parte de las ganancias se destinan a causas sociales— añadió otra capa de complejidad. “La carga impositiva es tremenda, y cuando tienes que dividir tus ganancias para apoyar una causa, es aún más desafiante”, explica Andrés.

Sin embargo, el joven emprendedor encontró en estos retos una motivación para seguir adelante, adaptando su modelo de negocio y buscando nuevas formas de conectar con su audiencia.

La alianza estratégica que impulsó otro nivel de crecimiento

A pesar de las dificultades, Andrés y su equipo han logrado expandir el negocio, atrayendo tanto a clientes individuales como a empresas. Uno de los momentos clave en su crecimiento fue la alianza con Senos Ayuda, una organización que se benefició de la venta de macetas a través de un modelo colaborativo. “Empezamos a darnos a conocer gracias a esta alianza, que nos permitió crecer más rápido y aumentar nuestras ventas”, recuerda.

En el horizonte, Andrés visualiza un futuro aún más prometedor para Smiley 2 Go. El proyecto está listo para entrar al sector corporativo, ofreciendo productos personalizados para empresas que buscan cómo crear un plan de reconocimiento empresarial, regalos corporativos sostenibles o decoraciones para sus oficinas.

“Smiley va a explotar dentro del sector corporativo”, comenta Andrés, entusiasmado por las nuevas oportunidades de negocio que se abren. Además, está desarrollando una nueva línea de productos llamada Smiley ad Space, que permitirá a los clientes corporativos utilizar las macetas como soportes publicitarios en restaurantes y otros locales comerciales.

Los consejos para los lectores de El Emprendedor

Al reflexionar sobre su recorrido, Andrés tiene un consejo para quienes buscan emprender: “Entender cuánto estás dispuesto a sacrificar es clave. Hay que jugar constantemente con esa balanza, entre el negocio y la vida personal”.

Él mismo ha aprendido a equilibrar su vida académica con el negocio, aprovechando los periodos de vacaciones para dedicarse de lleno a Smiley 2 Go. A pesar de las dificultades, Andrés sigue emocionado por lo que el futuro le depara, confiando en que los retos superados lo han preparado para lo que viene.

Así, Smiley 2 Go no es solo una tienda de macetas, sino un ejemplo de cómo un emprendimiento puede nacer de una causa social y evolucionar hacia algo más grande.

Andrés Sanabria ha demostrado que, con pasión, innovación y perseverancia, es posible convertir una pequeña idea en un negocio con impacto real en la vida de las personas y en el planeta.

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Ingeniera crea un negocio de jardinería gracias a un extraño tipo de planta japonesa

La ingeniera civil Julimar Rivero creó Garden to Love, un servicio de jardinería especializado en paisajismo que despegó gracias a las “kokedamas”.



Julimar Rivero, una ingeniera con una exitosa carrera en el ámbito corporativo, siempre sintió que algo faltaba en su vida. Aunque su trabajo le proporcionaba estabilidad, no lograba llenar el vacío que sentía.

Desde niña, había sentido una profunda conexión con la naturaleza, encontrando en las plantas un refugio que le daba paz y alivio al estrés diario. “Cuando logras esa conexión y vibrar en la misma frecuencia de la madre tierra, tienes al frente un tesoro”, reflexiona, señalando cómo su amor por la jardinería la ayudaba a sobrellevar la presión del trabajo.

Este vínculo especial con la naturaleza la llevó a explorar la jardinería más allá de un simple pasatiempo. Aunque no tenía formación en ventas o marketing, Julimar comenzó a compartir su pasión a través de Instagram, mostrando a otros cómo cuidar las plantas y crear espacios verdes en sus hogares.

“Empecé a educarme y a prepararme para lo que vendría después”, comenta, reconociendo que el deseo de conectar con la tierra la impulsaba a aprender nuevas habilidades.

La feria colegial que le abrió a un mundo de oportunidades

El giro en la vida de Julimar llegó de manera inesperada cuando decidió transformar su pasión en un negocio. Aunque inicialmente había comenzado a vender kokedamas —pequeñas bolas de musgo con plantas— como una forma de explorar su amor por la jardinería, pronto se dio cuenta de que había descubierto una oportunidad valiosa. “Mi primera experiencia fue en una feria colegial, donde empecé a vender kokedamas. No sabía qué esperar, pero la respuesta fue increíble”, recuerda, revelando cómo este simple producto resonó con muchas personas.

La pandemia jugó un papel crucial en la evolución de su negocio. Con más personas buscando formas de conectar con la naturaleza desde sus hogares, las kokedamas se convirtieron en un éxito inesperado. “La pandemia fue una oportunidad para mí, ya que mucha gente empezó a buscar formas de traer la naturaleza a sus hogares”, comenta Julimar. La demanda creciente la llevó a profesionalizar su emprendimiento, incorporando detalles como fichas técnicas y empaques personalizados que elevaban la calidad percibida de sus productos.

“Empecé a mejorar el producto, no solo en el empaque, sino también en cómo cuidar la planta”, explica, subrayando cómo estos pequeños cambios tuvieron un gran impacto en la satisfacción de sus clientes. Lo que comenzó como una simple afición se estaba convirtiendo rápidamente en un negocio exitoso.

El descubrimiento que la llevó a derrotar la barreras del negocio

Sin embargo, el camino hacia el éxito no estuvo exento de desafíos. Uno de los primeros problemas que enfrentó Julimar fue la logística de distribución. Debido a las características delicadas de las kokedamas, era difícil enviarlas fuera de Caracas sin comprometer su calidad. “La kokedama tiene un límite desde el punto de vista físico de traslado. Nos limitamos a la área geográfica de Caracas porque las empresas de traslado no transportan plantas”, explica, señalando una de las limitaciones que debió enfrentar.

Además, como ingeniera sin formación en ventas, Julimar tuvo que aprender sobre la marcha, enfrentando su falta de experiencia en marketing y estrategias comerciales. “No sabía cómo vender ni cómo promocionar mis productos, pero sabía que tenía que aprender”, comenta, subrayando la importancia de la perseverancia en su viaje emprendedor.

Otro reto significativo fue la educación del cliente. Muchos de sus compradores no sabían cómo cuidar adecuadamente una kokedama, lo que a veces resultaba en plantas maltratadas o muertas.

Para superar esto, Julimar comenzó a incluir fichas técnicas con cada venta y a ofrecer asesoramiento sobre el cuidado de las plantas. “Me di cuenta de que mis clientes necesitaban más que solo una planta; necesitaban saber cómo cuidarla, y eso cambió mi enfoque”, relata, describiendo cómo esta adaptación mejoró la experiencia del cliente y fortaleció su negocio.

El negocio del paisajismo y su mantenimiento

A pesar de los desafíos, Julimar continuó innovando y expandiendo su negocio. Además de las kokedamas, comenzó a diversificar su oferta, incluyendo suculentas en macetas pequeñas, accesorios de jardinería y productos personalizados. “Nuestro principal pilar es el área de paisajismo y mantenimiento, y ese es el que estamos desarrollando con más fuerza”, señala, hablando de cómo su empresa ha crecido para incluir servicios de jardinería y paisajismo.

La clave de su éxito radicó en mantener un fuerte enfoque en la calidad y la personalización, diferenciándose de la competencia al ofrecer productos únicos y bien pensados. “Quiero que cada cliente sienta que está recibiendo algo especial, algo hecho con amor”, dice Julimar, resaltando la importancia de agregar valor en cada aspecto de su negocio.

Además, aprovechó las plataformas digitales para promover su negocio, utilizando redes sociales y su tienda en línea para llegar a un público más amplio. “La tienda en línea ha sido una herramienta increíble para nosotros, permitiéndonos llegar a personas que de otra manera no habríamos alcanzado”, comenta, destacando el papel de la tecnología en el crecimiento de su emprendimiento.

El secreto de la mentalidad para tener un negocio exitoso

Con un negocio en crecimiento y una base de clientes cada vez más fiel, Julimar ya está mirando hacia el futuro. Una de sus ambiciones es abrir un showroom físico, donde los clientes puedan ver y comprar sus productos en persona, enriqueciendo así la experiencia del cliente. “Un showroom es algo que he estado soñando durante mucho tiempo, y estoy emocionada por hacerlo realidad”, comparte, dejando ver su entusiasmo por los próximos pasos.

Además, Julimar tiene la mira puesta en expandir su negocio más allá de Caracas, superando las limitaciones geográficas que hasta ahora han restringido su mercado. Aunque reconoce que este objetivo es desafiante, su conexión con la madre tierra y su espíritu innovador la impulsan a seguir adelante. “El reto es lidiar con tantas limitaciones, pero siempre trato de ver el vaso medio lleno”, comenta, reflejando su actitud positiva y resiliente.

Para otros emprendedores, Julimar ofrece un consejo inspirado en su propio recorrido: “Mi filosofía es hacer las cosas bien, con amor, y ofrecer al cliente cosas de calidad, bonitas y diferentes”. Con esta mentalidad, Julimar sigue cultivando su negocio, demostrando que una profunda conexión con la madre tierra puede ser la raíz de un emprendimiento exitoso y sostenible.

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Ella ayuda a cocinar en menos tiempo pero encontró en la autenticidad el secreto de su éxito

La influencer María Antonieta González especialista en la tendencia “Batch Cooking” encontró el verdadero amor en la cocina.



María Antonieta Gonzáles, mejor conocida como "Mandor", es una cocinera y emprendedora venezolana que ha logrado transformar su pasión por la cocina en un negocio exitoso, influenciando a miles de personas a través de las redes sociales y talleres culinarios. Su historia es un ejemplo claro de cómo la autenticidad y el compromiso pueden convertirse en los pilares fundamentales de un emprendimiento exitoso.

Ella estudió mercadeo y complementó su formación con un diplomado. Sus primeros pasos en el mundo culinario los dio en restaurantes locales, donde aprendió las bases de la cocina profesional. Sin embargo, su amor por la cocina no se limitó a los restaurantes.

En su hogar, aplicaba lo que aprendía en su vida diaria, compartiendo sus conocimientos y consejos con su familia y amigos. Esto demuestra cómo comenzó a compartir su pasión por la cocina con quienes la rodeaban, construyendo una base sólida para su futuro emprendimiento.

"Estudié mercadeo, me gradué, hice un diplomado en comida saludable en la Universidad Simón Bolívar", recuerda “Mandor”, mostrando cómo su formación académica influyó en su enfoque hacia la cocina.

El deseo de compartir sus experiencias y técnicas la llevó a utilizar las redes sociales como plataforma para llegar a un público más amplio. A través de estas, “Mandor” empezó a construir una comunidad de personas interesadas en la cocina, donde ofrecía herramientas y consejos para facilitar la labor en la cocina, combinando su formación académica con su experiencia práctica.

La llegada de su desilusión amorosa

El giro en la vida de “Mandor” ocurrió tras una desilusión amorosa significativa que la llevó a mudarse a Estados Unidos en busca de un nuevo comienzo.

Aunque el viaje inicialmente fue una manera de escapar del dolor, también se convirtió en la puerta de entrada a su verdadera pasión.

Al llegar a Estados Unidos, ella comenzó a trabajar en restaurantes, donde no sólo perfeccionó sus habilidades culinarias, sino que también empezó a entender la dinámica de la industria alimentaria.

"Cuando llegué a Estados Unidos, me metí a trabajar en restaurantes y ahí descubrí que la cocina era mi verdadera pasión", comenta sobre este periodo decisivo en su vida.

Esta realización fue fundamental para que considerara la posibilidad de emprender en el futuro. "La cocina dejó de ser solo un trabajo para mí; se convirtió en una forma de conectarme con otras personas", añade, destacando el momento en que comprendió que podía hacer una diferencia a través de su amor por la cocina.

Este descubrimiento la impulsó a considerar la posibilidad de emprender, visualizando cómo podría transformar su amor por la cocina en un negocio que le permitiera compartir su pasión con el mundo.

Los desafío de ser inmigrante

El camino hacia el emprendimiento no fue fácil. Al mudarse a Estados Unidos, María Antonieta tuvo que enfrentar los desafíos típicos de ser inmigrante: la barrera del idioma, la adaptación a una nueva cultura y las dificultades económicas iniciales. Además, trabajar en la industria culinaria en un país extranjero le mostró lo competitivo y exigente que podía ser este entorno.

"El inglés no es mi fuerte, y adaptarme a un nuevo país no fue fácil", admite, reflexionando sobre los obstáculos que enfrentó al mudarse a Estados Unidos.

A pesar de estos desafíos, nunca dudó de su decisión de seguir adelante. "Cada día que pasaba, corroboraba que estaba en el camino correcto", afirma, mostrando su determinación frente a las dificultades.

“Mandor” también enfrentó dilemas personales sobre si debía continuar con un trabajo estable en la cocina o arriesgarse a emprender por su cuenta.

Las dudas sobre cuál sería el mejor enfoque para llegar a su audiencia y monetizar su conocimiento se convirtieron en una constante en su mente. "Tuve muchas dudas sobre cómo convertir mi pasión en un negocio sostenible", confiesa, subrayando los momentos de indecisión que vivió durante su transición al emprendimiento.

Sin embargo, a pesar de estos retos, “Mandor” nunca dejó que el miedo al fracaso la detuviera.

La autenticidad, la base del éxito

La emprendedora encontró la solución en la autenticidad. Decidió enfocarse en crear contenido que resonara con su audiencia de manera genuina y cercana. Utilizó las redes sociales no sólo como un medio para compartir recetas, sino como una plataforma para conectar de manera profunda con su comunidad.

Esta autenticidad se convirtió en la base de su éxito, permitiéndole diferenciarse en un mercado saturado.

"Decidí ser auténtica y compartir lo que realmente me apasiona", explica “Mandor”. Este enfoque genuino fue clave para construir una relación sólida con su audiencia. "No quería ser sólo otra cocinera en redes sociales; quería conectar de verdad con las personas", añade, mostrando su intención de hacer algo más que simplemente compartir recetas.

Uno de los enfoques que la ayudó a destacarse fue el "batch cooking", una tendencia que consiste en preparar grandes cantidades de comida por adelantado.

La emprendedora se convirtió en una de las pioneras de este método en Venezuela, utilizando sus talleres y plataformas online para enseñar a otros cómo implementar esta práctica en sus vidas diarias.

"El 'batch cooking' no solo facilita la vida, sino que también te permite disfrutar de una alimentación saludable sin complicaciones", comenta, resaltando la importancia de esta técnica en su propuesta de valor.

Además, decidió utilizar Telegram como la plataforma principal para impartir sus cursos, aprovechando su flexibilidad y la capacidad de mantener una secuencia lógica en el contenido, lo que mejoró significativamente la experiencia de sus usuarios.

"Telegram me permite ofrecer una experiencia más personalizada y ordenada para mis estudiantes", señala, enfatizando cómo esta elección estratégica contribuyó a su éxito.

"Siempre he dicho que todos tenemos un llamado de locura que debemos seguir"

A lo largo de su trayectoria, “Mandor” ha compartido varios consejos valiosos para aquellos que buscan emprender. Uno de sus principales mensajes es seguir "el llamado de locura" que todos llevamos dentro.

Según ella, los grandes soñadores y emprendedores a menudo son considerados "locos" por ir en contra de la corriente, pero es precisamente esa "locura" lo que les permite innovar y tener éxito.

"Siempre he dicho que todos tenemos un llamado de locura que debemos seguir", dice “Mandor”, instando a los emprendedores a abrazar su pasión, aunque parezca irracional para otros. "Los grandes sueños requieren grandes riesgos", añade, subrayando la importancia de ser valiente en el camino hacia el éxito.

También destaca la importancia de la autenticidad sobre la perfección. Para la emprendedora, ser verdadero con uno mismo y con la audiencia es mucho más valioso que perseguir una imagen perfecta. "No busques la perfección, busca ser auténtico", aconseja, reflejando su propia filosofía en la gestión de su negocio.

Además, aconseja a los emprendedores diversificar sus esfuerzos y no depender de una sola fuente de ingresos.

Su propio éxito proviene de su capacidad para manejar varios proyectos al mismo tiempo, lo que ha fortalecido su marca y le ha permitido crecer de manera sostenible.

"Diversificar mis proyectos me ha permitido mantenerme relevante y resiliente en un mercado cambiante", comenta, destacando la importancia de no poner todos los huevos en una sola canasta.

Finalmente, “Mandor” enfatiza la importancia del compromiso y la energía diaria. Según ella, mantener la motivación y la energía, tanto propia como de la audiencia, es clave para el éxito a largo plazo.

"El compromiso diario es lo que marca la diferencia", concluye, recordando que el éxito no es un destino, sino un proceso continuo que requiere dedicación y pasión.

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La granola artesanal que conquistó las estanterías de la cadena de farmacias más importante del país

Luego de un viaje a Francia, un amor roto y una pandemia inesperada, la farmaceuta María Verónica Álvarez creó a Hola Granola.



María Verónica Álvarez, nacida y criada en Venezuela, siempre había sido una estudiante dedicada. Tras años de esfuerzo, se graduó como farmacéutica en la Universidad Santa María y, posteriormente, completó un máster en ingeniería de la salud en Marsella, Francia.

Su camino parecía claro: una carrera estable en la industria farmacéutica. En 2018, comenzó a trabajar en un laboratorio farmacéutico transnacional, donde la rutina y las investigaciones médicas ocupaban la mayor parte de su tiempo. Sin embargo, había una chispa creativa en María Verónica que buscaba algo más.

Desde joven, siempre había mostrado un interés por la nutrición y la alimentación saludable, influenciada por su madre, quien era aficionada a la cocina natural. Este interés latente la llevó a explorar la posibilidad de crear sus propios productos alimenticios.

Fue entonces cuando, a manera de experimento y como una manera de ahorrar para futuros proyectos, decidió aventurarse en la elaboración de granola casera. Sus primeros lotes, elaborados de manera casi rudimentaria en la cocina de su apartamento, fueron un éxito entre sus familiares y amigos.

Pronto, comenzaron a llegar pedidos de conocidos y compañeros de trabajo, quienes reconocían la calidad y el sabor único de su granola. Sin embargo, María Verónica no se imaginaba que este pequeño proyecto paralelo algún día eclipsaría su carrera en la farmacia.

Del caos de la pandemia a la producción artesanal

El año 2020 trajo consigo la pandemia de COVID-19, un evento global que cambió el curso de muchas vidas. Para la emprendedora, la pandemia fue un momento de reflexión. Con el confinamiento, el laboratorio farmacéutico donde trabajaba redujo sus operaciones, lo que le dejó más tiempo libre para dedicarse a su pasatiempo.

Fue entonces cuando decidió tomar en serio la producción de granola y convertirla en un negocio real. Observó cómo la gente empezaba a preocuparse más por su salud y bienestar, lo que incluía una mayor demanda de alimentos saludables.

Inspirada por esta tendencia, María Verónica decidió escalar su producción. "Cuando inicia la pandemia, paré como una semana y luego volví a trabajar", comenta. Sin embargo, esta vez no solo estaba trabajando en la producción de granola, sino también en la creación de una marca: "Hola Granola".

A medida que los días pasaban, su cocina se fue transformando en una pequeña fábrica artesanal. Desarrolló nuevas recetas, cada una con ingredientes cuidadosamente seleccionados para ofrecer no solo sabor, sino también beneficios nutricionales.

Álvarez comprendió que la clave del éxito en el mercado de alimentos saludables no era solo ofrecer un producto más, sino uno que realmente hiciera una diferencia en la vida de las personas.

El reto de diferenciarse y la presión financiera

El camino hacia el éxito estuvo lleno de desafíos para María Verónica. Al principio, la producción era limitada y el proceso de empaquetado y distribución era agotador.

Las primeras semanas, junto a su hermana, se dedicaban a vender su granola en mercados locales, bodegones y a través de redes sociales. "Estar en esos puntos de venta ha sido lo que nos ha mantenido todo este año", reflexiona la emprendedora, consciente de que esos pequeños pasos fueron cruciales para el crecimiento de su marca.

No obstante, la competencia en el mercado de productos saludables era feroz. La granola es un producto ampliamente disponible, por lo que diferenciar "Hola Granola" del resto fue un desafío constante.

La emprendedora decidió enfocarse en la autenticidad y calidad de sus ingredientes, así como en el mensaje que transmitía su marca: un producto hecho con amor, que promueve un estilo de vida saludable. Aun así, hubo momentos de duda. La presión financiera aumentaba, y María Verónica se preguntaba si realmente podría hacer de "Hola Granola" un negocio sostenible.

Pero la pasión por su producto y el feedback positivo de sus clientes la impulsaron a seguir adelante. Uno de los momentos más significativos fue cuando, después de solo dos meses de operaciones serias, María Verónica pudo pagar la nómina de su pequeña empresa. "Uno de los momentos súper felices fue el segundo mes que pudimos pagar nómina nosotras mismas", recuerda con orgullo.

La oportunidad de entrar en la cadena de farmacias más grande del país

Con el paso del tiempo, María Verónica y su hermana decidieron que era hora de dar el siguiente gran paso: expandir "Hola Granola" más allá de los pequeños puntos de venta. Comenzaron a investigar cómo ingresar a grandes cadenas de distribución, y fue entonces cuando surgió la oportunidad de entrar en la cadena de farmacias más grande del país.

No fue un camino fácil, pero la emprendedora se dedicó a presentar su producto con una propuesta de valor clara: una granola artesanal, saludable y de alta calidad, que se destacaba en un mercado saturado por su sabor y autenticidad.

El esfuerzo valió la pena. Hoy en día, "Hola Granola" se encuentra en más de 200 puntos de distribución, incluyendo las farmacias más importantes de Venezuela. "Queremos llegar por lo menos a 16 ciudades y tener al menos 60 puntos de venta en cada una de ellas", comenta María Verónica, demostrando su visión ambiciosa para el futuro de la marca.

“No subestimes el poder de la persistencia”

Consolidada en el mercado nacional, María Verónica ya mira hacia nuevos horizontes. Su próximo objetivo es expandirse a mercados internacionales, llevando "Hola Granola" a otros países donde la demanda de productos saludables sigue en aumento.

A lo largo de su viaje, la emprendedora ha aprendido valiosas lecciones que ahora comparte con otros emprendedores. "Nunca subestimes el poder de la persistencia", dice, recordando los días en los que luchaba por vender sus primeras cajas de granola. "Comienza con lo que tienes y ve creciendo poco a poco. Los desafíos siempre estarán presentes, pero la clave está en adaptarse y encontrar soluciones creativas ante las adversidades."

María Verónica también enfatiza la importancia de mantenerse fiel a la calidad del producto. "La calidad y la autenticidad de tu producto o servicio son lo que te diferenciarán en el mercado", afirma.

Hoy en día, "Hola Granola" es más que una marca; es un testimonio de cómo la pasión y la determinación pueden transformar una idea sencilla en un negocio exitoso.

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    El crea una hamburguesa benéfica para ayudar a niños que luchan contra el cáncer
    El crea una hamburguesa benéfica para ayudar a niños que luchan contra el cáncer

    Antonio Rodríguez cuenta a El Emprendedor cómo creó Chuy's, la primera hamburguesa benéfica para ayudar a la oncología infantil, tras enfrentar el cáncer de su propia hija.



    Cuando su hija fue diagnosticada con cáncer, Antonio Rodríguez lo perdió todo, excepto su determinación de ayudar. Tras desplazarse a Argentina y recibir apoyo de una fundación que le permitió salvar a su hija, regresó a Venezuela con una misión clara: hacer lo mismo por otros niños con cáncer. Así nació Chuy's, una hamburguesería con propósito donde cada hamburguesa vendida financia tratamientos y medicamentos para pequeños pacientes oncológicos. Lo que comenzó en su casa como un pequeño emprendimiento, hoy es un restaurante que aspira a convertirse en franquicia para llevar esperanza a más ciudades.

    “Cuando el cáncer tocó la vida de mi hija, todo cambió”

    Desde muy joven, Antonio supo que tenía talento para los negocios. “Yo soy comerciante de naturaleza, a mí me gusta hacer negocios. Vendía calcomanías en el colegio cuando tenía siete años, yo mismo las hacía”, recuerda.

    Con los años, fue perfeccionando su capacidad para emprender, hasta que fundó Lácteo Venezolano, una exitosa distribuidora de quesos en Venezuela. "Empecé vendiendo de puerta en puerta y llegué a vender 100 toneladas semanales, abasteciendo a supermercados y panaderías en todo el país", explica. Su conocimiento en la producción de alimentos creció tanto que llegó a convertirse en maestro quesero, aprendiendo a fabricar quesos en Panamá, Argentina y Estados Unidos.

    Para 2016, Antonio tenía una vida económicamente estable. "Yo tenía absolutamente todo lo que compra el dinero: varios carros, varias motos, lanchas, varias casas. Pero, cuando el cáncer tocó la vida de mi hija, todo cambió", afirma.

    Ese año, su hija, de tan solo dos años, fue diagnosticada con cáncer. Como en muchos casos en Venezuela, la escasez de medicamentos complicó el acceso al tratamiento. “A finales del 2016, ya no se conseguía la quimioterapia, ni con plata, ni pagándola”, cuenta.

    Desesperado, hizo una promesa: "Llévame a un país donde tengan todo y me la curen, y yo luego, trabajo por ti. Pero tú y yo, directo, con los niños con cáncer". Milagrosamente, en solo 15 días llegó a Argentina, donde su hija recibió el tratamiento gratuito gracias a una fundación. "Nos abrazó una fundación con casa, una quinta gigantesca donde vivimos durante el tratamiento, con comida, traslado y todo gratis", recuerda.

    Cinco años después, su hija estaba sana. En 2023, decidió regresar a Venezuela con una misión clara: devolver la ayuda que había recibido a otros niños con cáncer.

    Un compromiso de vida con los niños con cáncer

    Al volver, Antonio intentó replicar la ayuda que había recibido en Argentina. "Traté de hacer una casa de abrigo como la que me ayudó en Argentina, pero no se dio", explica. Luego, quiso aliarse con una fundación para proveer comida a los niños que recibían quimioterapia en el Hospital de Carabobo, pero tampoco funcionó. "Los niños reciben quimioterapia los martes, quería llevarles un almuerzo diferente, pero no conseguí apoyo", cuenta.

    Fue entonces cuando ideó una forma innovadora de recaudar fondos sin depender de donaciones: vender hamburguesas. "Se me ocurrió hacer hamburguesas. Comencé vendiendo en mi casa los jueves, viernes y domingo para autofinanciar los almuerzos de los martes", explica. Así nació Chuy's, un emprendimiento con propósito.

    La voces acusadoras

    Desde el principio, enfrentó dudas y críticas. "Hay gente que dice que me estoy aprovechando de la miseria de los niños", menciona. Pero su respuesta es clara: "Si no lo hago público, ¿cómo sumo a más personas al movimiento?".

    Además, su modelo de negocio también generó cuestionamientos. "Fundación significa pedir, y yo no quería depender de donaciones. Yo quería autofinanciarme con mi trabajo", explica.

    A nivel operativo, Antonio también enfrentó desafíos. Utilizando productos importados y de alta calidad, tuvo que manejar costos y abastecimiento en un contexto económico complicado. Sin embargo, su experiencia en el mundo de los negocios le permitió encontrar soluciones. "En Venezuela, si te lo propones, el éxito es posible. Hay obstáculos, pero también muchas oportunidades", afirma.

    Nace el primer restaurante benéfico

    La iniciativa tomó fuerza cuando un empresario se enteró de lo que hacía y decidió apoyarlo. "Un empresario me preguntó qué estaba haciendo y me donó un local. Otros ayudaron con los materiales y así nació el primer restaurante Chuy's Smash Burger, una hamburguesería con propósito en Valencia", cuenta emocionado.

    Con la nueva sede, el proyecto evolucionó: ahora, cada hamburguesa vendida financia los tratamientos de niños con cáncer. "El papá del niño me trae el presupuesto del medicamento, calculamos cuántas hamburguesas hay que vender, hacemos la campaña y con el dinero recaudado compramos los medicamentos", explica sobre el modelo de ayuda.

    Además, su visión ha inspirado a otros empresarios y comerciantes. "El dueño de una panadería decidió sumarse y donar pan para las hamburguesas benéficas", menciona como ejemplo de cómo el proyecto ha ido sumando aliados.

    Las franquicias solidarias

    Ahora, su meta es que Chuy's Smash Burger se convierta en un modelo replicable. "La idea es tener un Chuy's en cada ciudad, y que cada franquiciado se haga cargo de la unidad oncológica del hospital local", afirma.

    Su experiencia como comerciante ha sido clave en su enfoque. "Yo no inventé la hamburguesa, pero estudié lo que hacen otros y lo fusioné en un producto con identidad propia", explica sobre el éxito del menú. La calidad y el precio accesible han sido parte de la fórmula ganadora. "Diseñé hamburguesas de primera calidad, pero a un precio justo. Así, una familia de siete puede comer bien sin gastar más de 30 dólares", detalla.

    El consejo de Antonio para quienes quieren emprender es claro: "No te rindas. Siempre habrá obstáculos, pero si crees en tu idea y trabajas en ella, el éxito llega solo".

    Con esta iniciativa, Antonio ha logrado convertir su dolor en esperanza y transformar algo tan cotidiano como una hamburguesa en una fuente de ayuda para quienes más lo necesitan. Su historia demuestra que la solidaridad también puede ser un modelo de negocio exitoso y sostenible.

    Escrito el Miércoles, 19 Marzo 2025 16:26 en Emprendedores ¡Deja el primer comentario! Visto 120 veces
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    ¿Por qué tu cable de carga Modo 2 podría estar limitando la autonomía de tu vehículo eléctrico?
    ¿Por qué tu cable de carga Modo 2 podría estar limitando la autonomía de tu vehículo eléctrico?

    La popularidad de los vehículos eléctricos (VE) sigue creciendo gracias a su contribución a un futuro sostenible y su bajo coste operativo. Sin embargo, no todos los propietarios de estos vehículos comprenden el impacto que tiene el tipo de cable de carga que utilizan en el rendimiento diario de su VE, particularmente el cable Modo 2.

    En este post, exploraremos las características técnicas de los cables de carga Modo 2, sus limitaciones de potencia, en qué situaciones son más apropiados, y qué alternativas existen para optimizar la carga de tu vehículo. Además, incluiremos comparativas de tiempos de carga entre diferentes modelos y consejos prácticos para sacar el máximo provecho de tu sistema de carga.

    ¿Qué es un cable de carga Modo 2?

    El cable de carga Modo 2 es uno de los métodos básicos para cargar un vehículo eléctrico. Este tipo de cable incluye una unidad de control integrada denominada "caja de control" y permite cargar el vehículo desde un enchufe doméstico normal o tipo Schuko.

    El Modo 2 es una solución práctica, sobre todo para aquellos usuarios que necesitan cargar su vehículo en casa o en lugares donde no existe infraestructura específica para VE. A pesar de su versatilidad, este tipo de cable tiene limitaciones notables que podrían influir en la experiencia general de usar un vehículo eléctrico.

    Características clave de los cables Modo 2:

    • Compatibilidad con enchufes estándar: Perfecto para uso doméstico sin necesidad de instalación especial.
    • Potencia limitada: Normalmente ofrecen tasas de carga más bajas, de entre 2,3 kW y 3,7 kW, dependiendo de la configuración eléctrica de tu hogar.
    • Diseño portátil: Se puede transportar fácilmente en el maletero para emergencias o carga ocasional.
    • Caja de control integrada: Esta protege el vehículo de posibles sobrecargas o fallos eléctricos.

    Limitaciones de los cables Modo 2

    Aunque los cables Modo 2 son convenientes, no están diseñados para todas las situaciones. De hecho, utilizarlos regularmente podría estar limitando la autonomía y el rendimiento de tu vehículo eléctrico.

    1. Tiempo de carga prolongado

    La potencia limitada de un cable Modo 2 significa que los tiempos de carga pueden ser considerablemente más largos. Por ejemplo:

    • Un vehículo con una batería estándar de 40 kWh puede tardar hasta 18 horas en cargarse completamente usando un enchufe doméstico con un cable Modo 2 (2,3 kW).
    • Con un cable Modo 3 conectado a un punto de carga Wallbox de 7,4 kW, el mismo vehículo tardaría aproximadamente 6 horas.

    Esto representa una diferencia significativa, especialmente para conductores que necesitan utilizar su vehículo con frecuencia o tienen poco tiempo para recargar.

    2. Riesgo de sobrecalentamiento

    El uso continuo de cables Modo 2 puede causar sobrecalentamiento en enchufes estándar, que no están diseñados para manejar cargas prolongadas a alta potencia. Esto no solo afecta la seguridad, sino que también podría resultar en daños permanentes a la instalación eléctrica.

    3. Carga ineficiente

    Al operar con tasas de carga más bajas, los cables Modo 2 son menos eficientes. Parte de la energía se pierde en forma de calor, lo que puede incrementar ligeramente el consumo eléctrico y, a largo plazo, los costes asociados con la carga.

    ¿Cuándo utilizar un cable Modo 2?

    A pesar de sus limitaciones, los cables Modo 2 cumplen un propósito valioso en determinadas condiciones:

    1. Carga ocasional o de emergencia: Son útiles si necesitas cargar esporádicamente tu vehículo en casa o en un lugar sin un cargador específico para VE.
    2. Viajes largos: Llevar un cable Modo 2 en el maletero proporciona tranquilidad en caso de que no encuentres un punto de carga público y necesites recurrir a un enchufe estándar.
    3. Usuarios con bajas necesidades de autonomía: Si utilizas tu vehículo mayoritariamente para trayectos cortos, el tiempo de carga más largo podría no ser un inconveniente significativo.

    Alternativas mejoradas

    Aquellos que desean optimizar su experiencia de carga deben considerar opciones más avanzadas que los cables Modo 2.

    1. Puntos de carga Wallbox

    Un Wallbox Modo 3 puede instalarse fácilmente en hogares o lugares de trabajo, ofreciendo velocidades de carga mucho mayores (entre 7,4 kW y 22 kW). Estos dispositivos reducen drásticamente los tiempos de carga, lo que hace que la experiencia sea mucho más eficiente y cómoda.

    2. Estaciones de carga públicas

    Las estaciones de carga rápida o ultrarrápida son ideales para recargar tu batería en cuestión de minutos. Aunque el coste puede ser más alto que cargar en casa, ofrecen una solución rápida para viajeros frecuentes.

    3. Cables Modo 3

    Los cables Modo 3 están diseñados para trabajar con puntos de carga específicos y permiten aprovechar totalmente la capacidad de carga de estos sistemas. Esto no solo reduce los tiempos de carga, sino que también aumenta la seguridad y la eficiencia.

    Consejos para optimizar el rendimiento de los cables Modo 2

    Si decides utilizar un cable de carga Modo 2 como parte de tu rutina de carga, aquí tienes algunos consejos prácticos:

    • Realiza revisiones regulares de tu instalación eléctrica para garantizar su buen estado y evitar riesgos de sobrecalentamiento.
    • Carga durante la noche, cuando la demanda eléctrica suele ser menor, y verifica si tu proveedor de electricidad ofrece tarifas nocturnas reducidas.
    • Evita extensiones eléctricas, porque pueden generar caídas de tensión y aumentar el riesgo de sobrecalentamiento.

    Diseña tu experiencia de carga ideal

    Si bien los cables Modo 2 son útiles para ciertas situaciones, sus limitaciones pueden afectar la autonomía de tu vehículo eléctrico y la comodidad de la carga diaria. Optar por alternativas como un Wallbox o estaciones de carga públicas puede transformar significativamente tu experiencia como propietario de un vehículo eléctrico.

    Escrito el Martes, 18 Marzo 2025 10:42 en Estrategia ¡Deja el primer comentario! Visto 78 veces
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    Ella descubrió una fórmula para consumir el colágeno mientras combatía el ACV de su mamá
    Ella descubrió una fórmula para consumir el colágeno mientras combatía el ACV de su mamá

    La licenciada en Letras, Mayra Ladrón, comparte con El Emprendedor cómo nació Ecolágeno, una iniciativa que surgió al intentar ayudar a su madre a enfrentar los efectos de un ACV que había padecido.



    Mayra nunca imaginó que su amor por la cocina se transformaría en un negocio innovador. Lo que comenzó como una búsqueda personal para mejorar la salud de su madre y su perro, terminó convirtiéndose en un producto revolucionario que hoy se vende en supermercados y bodegones. Con una combinación de pasión, ciencia y perseverancia, logró crear un colágeno sin olor ni sabor, conquistando a clientes que buscan bienestar sin químicos añadidos.

    Una vida entre letras y sabores

    Antes de convertirse en emprendedora y fundadora de Ecolágeno, Mayra Ladrón de Guevara había explorado múltiples caminos. Estudió Letras y se dedicó a escribir para teatro, cine y artes, colaborando con la Compañía Nacional de Teatro y la Escuela de Cine. Sin embargo, su conexión con la cocina venía de mucho antes. “Mi papá tenía hoteles en Margarita, y mi abuela dirigía la cocina. Siempre estuve rodeada de chefs y buena comida”, recuerda.

    Aunque la literatura y el arte marcaron su vida, la pasión por la cocina se mantenía latente. Su primera incursión profesional en el mundo gastronómico fue en 2012, cuando participó como inversionista en un restaurante de Altamira, Caracas. Esto la llevó a estudiar barismo y mixología, hasta que en 2019 tomó la decisión de profesionalizarse y estudiar cocina en el Chef Campus Culinary Institute, institución que tiene alianzas con la Universidad Central de Venezuela y la Universidad Nebrija de España. “Decidí formalizar la relación con la cocina, como quien dice, ya era hora de dar el paso”, cuenta.

    Un accidente familiar: La parálisis facial

    El punto de inflexión llegó en 2019, cuando su madre sufrió un ACV que le causó una parálisis facial y pérdida de movilidad. “El geriatra nos recomendó caldo de huesos para proporcionarle colágeno de forma natural”, explica Mayra. Sin embargo, su madre no toleraba el olor ni el sabor, lo que la llevó a buscar formas creativas de incorporarlo en su alimentación sin que ella lo notara.

    Paralelamente, su perro Matías, de 12 años, fue diagnosticado con desgaste óseo e insuficiencia renal. “El veterinario sugirió darle colágeno en pastillas o en polvo, pero lo rechazaba porque tenía químicos conservantes”, cuenta. Fue entonces cuando decidió encontrar una fórmula natural de colágeno, sin olor ni sabor, para ayudar tanto a su madre como a su mascota. “Ahí me dije: yo tengo que buscar la manera de hacer esto sin químicos y sin ese olor tan fuerte”, afirma.

    El problema del olor

    El camino para crear Ecolágeno no fue sencillo. Mayra comenzó experimentando en su propia cocina, haciendo pruebas con diferentes temperaturas y procesos de hidrólisis para extraer colágeno puro y eliminar su olor. “Me sentía como cuando era niña y me regalaban un juguete; yo lo desarmaba para entender cómo funcionaba”, recuerda entre risas. Durante 2022 y 2023, convirtió a sus amigos en “ratones de laboratorio”, pidiéndoles que probaran distintas versiones del producto hasta que finalmente logró la fórmula ideal.

    Pero el reto no terminaba ahí. “En Venezuela, conseguir materiales de empaque es una odisea, y hacerlo sin recursos iniciales fue aún más difícil”, explica. En un principio, ella misma se encargaba de la producción y el empaquetado manualmente. “Era un trabajón, pero tenía claro que debía facilitarle al cliente una dosis exacta para que su consumo fuera sencillo”, dice.

    El poder de las redes sociales

    El gran salto ocurrió el 28 de diciembre de 2023, cuando decidió promocionar su producto en redes sociales. “Ese día tenía 800 mensajes en Instagram. No podía creer lo que estaba pasando”, relata. Lo que comenzó como una solución casera para su familia se convirtió en un producto con alta demanda. En solo unos meses, pasó de vender 10 paquetes semanales a 100 y de un negocio artesanal a uno semi-industrial.

    En mayo de 2024, tras registrar formalmente la empresa y superar la burocracia venezolana, logró entrar a supermercados y bodegones. “Cuando empezaron a llamarme de cadenas como Plan Suárez y Fresco Market, supe que esto iba en serio”, comenta.

    Actualmente, Ecolágeno se comercializa en más de 20 puntos de venta en Caracas, además de otros estados como Aragua, Miranda y Valencia. Además, ha logrado alianzas estratégicas con heladerías y pastelerías que incorporan su colágeno en sus productos. “A los helados les da cremosidad, y a los postres brillo y mejor conservación”, explica.

    La expansión a nivel nacional

    Para Mayra, el futuro de Ecolágeno es claro: expandir la marca a nivel nacional y mejorar el empaque con alternativas ecológicas. “¿Te imaginas un envase de colágeno hecho con colágeno? Eso sería un sueño”, dice con entusiasmo. También busca fortalecer su red de distribuidores, permitiendo que otros emprendedores comercialicen el producto. “Si hay alguien en La Guaira que quiera venderlo, nosotros lo apoyamos. La idea es crecer juntos”, asegura.

    Más allá del negocio, su mayor satisfacción es ver el impacto en la salud de las personas. “Cuando alguien me dice que ya no le duelen las articulaciones, que su piel ha mejorado o que su digestión está mejor, sé que todo este esfuerzo vale la pena”, afirma.

    Los consejos de la emprendedora

    Para quienes sueñan con iniciar un negocio, Mayra comparte tres consejos fundamentales:

    1. Cree en tu idea: “Muchas personas me dijeron que estaba loca cuando hablé de hacer colágeno sin olor ni sabor. Si yo les hubiera hecho caso, no estaría aquí”.
    2. Persevera, incluso cuando el camino es difícil: “Los obstáculos siempre estarán, pero si realmente crees en lo que haces, debes seguir adelante”.
    3. Haz lo que te apasiona: “Si te gusta lo que haces, lo harás bien. No será solo un negocio, será tu propósito”.

    La historia de Ecolágeno demuestra que las mejores ideas pueden surgir de los momentos más difíciles. Lo que comenzó como un acto de amor para su madre y su mascota, hoy es un emprendimiento en expansión, llevando bienestar a cientos de personas.

    Escrito el Lunes, 10 Marzo 2025 15:22 en Emprendedores ¡Deja el primer comentario! Visto 204 veces
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    El aprovechó la fiebre del fútbol y las pijamas en pandemia para arrancar con éxito su negocio de franelas personalizadas
    El aprovechó la fiebre del fútbol y las pijamas en pandemia para arrancar con éxito su negocio de franelas personalizadas

    Irwin Gutierrez, un comerciante especializado en el negocio de la charcutería cuenta a El Emprendedor, cómo pasó de tener un negocio próspero, a ser detenido por un supuesto acaparamiento y cómo resurgió de aquel devastador momento.



    En un país donde reinventarse es parte del día a día, Irwin Gutiérrez encontró en la personalización de franelas y productos estampados la oportunidad de construir un negocio desde cero. "Siempre he sido comerciante, pero después de lo que pasé con la charcutería, supe que tenía que hacer algo diferente. No quería rendirme, pero tampoco quería volver a lo mismo".

    Luego de años en el comercio de alimentos, una crisis inesperada lo llevó a cerrar su negocio de charcutería y frutas. Sin embargo, el Mundial de Rusia 2018 y la pandemia de 2020 se convirtieron en dos eventos clave que le permitieron arrancar Gekos Stores, una marca de franelas personalizadas que hoy sigue creciendo.

    De la charcutería a la personalización de franelas

    “Desde que era niño, siempre supe que me dedicaría al comercio, pero nunca imaginé que la vida me llevaría por este camino. Mi familia siempre tuvo negocios de alimentos, y ese fue mi mundo durante mucho tiempo”, contó Irwin.

    Irwin creció en una familia de comerciantes y desde joven aprendió el arte del negocio. Durante años, manejó una frutería y charcutería en El Junquito, donde fidelizó clientes y se convirtió en uno de los negocios más importante en su zona. Sin embargo, la crisis económica en Venezuela entre 2013 y 2015 hizo que su negocio comenzara a tambalear. La escasez, los controles de precios y la inestabilidad lo obligaron a buscar nuevas alternativas.

    En 2015, sufrió un golpe devastador cuando su depósito fue allanado por la Guardia Nacional bajo acusaciones de acaparamiento. Estuvo detenido 33 días, perdió toda su mercancía y tuvo que vender propiedades para cubrir los costos legales. Aunque intentó mantenerse en el negocio de alimentos, en 2018 decidió buscar un cambio.

    El Mundial de Rusia 2018: un golpe de suerte

    La oportunidad llegó cuando un amigo que tenía una tienda de personalización de franelas y tazas decidió emigrar y le ofreció venderle su negocio. Irwin aceptó sin pensarlo demasiado y, justo en ese momento, el Mundial de Rusia 2018 estaba a punto de comenzar.

    “Hicimos muchísimos trabajos con franelas del Mundial y el negocio empezó a surgir. La gente quería camisetas personalizadas con los equipos de fútbol y eso fue un empuje increíble”, indicó Irwin.

    Durante esa temporada, la demanda de franelas estampadas con los nombres de selecciones y jugadores se disparó, dándole la confianza de que este era el camino correcto. Aunque al principio aún mantenía su frutería, en 2019 decidió cerrar definitivamente para dedicarse por completo a la personalización de ropa.

    El impacto de la pandemia en 2020: pijamas personalizadas y ventas online

    Si el Mundial fue el primer impulso, la pandemia en 2020 consolidó su negocio de personalización. Con la cuarentena obligatoria, la gente pasó más tiempo en casa y la comodidad se convirtió en prioridad. Las pijamas personalizadas se volvieron una tendencia, y las franelas estampadas con frases, logos y mensajes especiales empezaron a venderse como nunca.

    “La gente no podía salir, pero quería personalizar su ropa para sentirse bien en casa. Ese fue mi mercado. Empecé a vender pijamas y franelas con diseños exclusivos, y las ventas se dispararon”, recordó Irwin.

    Usando Instagram y Marketplace, Irwin llevó su negocio al mundo digital, logrando captar clientes en toda Venezuela. La demanda creció tanto que en 2021 decidió mudarse de El Junquito a Caracas, donde encontró un mercado más amplio.

    Nacimiento de Gekos Stores: una marca con identidad propia

    En 2022, tras una separación sentimental, decidió darle un nuevo comienzo a su negocio y crear una identidad propia. Así nació Gekos Stores, con la idea de consolidarse como una marca reconocida en la personalización de ropa. “Sabía que debía seguir adelante, así que creé mi logo, organicé mi clientela y comencé de nuevo”, contó.

    Desde entonces, Gekos Stores ha crecido, ofreciendo estampados de alta calidad, colaboraciones con empresas y expandiendo su línea de productos más allá de las franelas y pijamas.

    Planes de expansión y crecimiento

    Irwin tiene claro que su visión va más allá de un simple negocio de franelas personalizadas. Su meta es convertir Gekos Stores en una franquicia con tiendas en centros comerciales y ventas online. “Quiero que la gente pueda personalizar una franela en minutos y llevarse un producto de calidad”, comenta Irwin.

    Además, está trabajando en alianzas con marcas para ofrecer colecciones exclusivas y ampliar su oferta a más productos de moda.

    Consejos de Irwin para emprender en el negocio de personalización

    1️⃣ Ofrece calidad sobre cantidad: “El 80% del éxito es ofrecer un producto que dure y que guste”.

    2️⃣ Dale importancia al servicio al cliente: “Los detalles importan. Un buen servicio marca la diferencia y fideliza clientes”.

    3️⃣ Rodéate de personas con experiencia: “Las alianzas estratégicas son clave para crecer y aprender del mercado”.

    4️⃣ Aprovecha las tendencias: “El Mundial de 2018 y la pandemia fueron oportunidades clave. Siempre hay que estar atento a lo que la gente quiere”.

    5️⃣ Digitaliza tu negocio: “Si no estás en redes sociales, no existes. La mayoría de mis clientes llegaron por Instagram y Marketplace”.

    Un negocio que nació de la necesidad y se convirtió en oportunidad

    La historia de Irwin Gutiérrez es un ejemplo de cómo la adversidad puede convertirse en una oportunidad de crecimiento. Lo que comenzó como una decisión impulsiva, hoy es un negocio sólido con una marca en crecimiento.

    Desde franelas del Mundial hasta pijamas personalizadas en pandemia, Gekos Stores ha sabido adaptarse a las tendencias y necesidades del mercado, consolidándose como una empresa emergente en el mundo de la personalización textil en Venezuela.

    NOTA: ¿Eres una empresa y te gustaría atraer a emprendedores dispuestos a iniciar un negocio propio para presentarles tu producto o servicio como una oportunidad de negocio? Entonces este es un buen momento para expandir tu negocio. Solo necesitas una estrategia para lograrlo. Pulsa el enlace para agendar una llamada con nuestro asesor de estrategias de negocio

    Escrito el Miércoles, 05 Marzo 2025 16:55 en Emprendedores ¡Deja el primer comentario! Visto 263 veces
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    Ella lidera una reconocida distribuidora de insumos para helados y busca impulsar a emprendedores
    Ella lidera una reconocida distribuidora de insumos para helados y busca impulsar a emprendedores

    Sofía Briceño, directora de Padre Pío, una distribuidora de insumos para helados, contó a El Emprendedor cómo vió perder toda su base de clientes hasta levantarse de nuevo, además de compartir su plan para 2025.



    Desde hace más de una década, Sofía Briceño ha estado al frente de Distribuidora Padre Pío, una empresa familiar que comenzó con la venta de conos de barquillas para heladerías y hoy se ha convertido en un importante distribuidor en el sector de insumos para helados en Venezuela. Pero ahora más allá de vender productos, su objetivo es impulsar a los emprendedores, ayudándolos a desarrollar negocios exitosos en un sector que sigue creciendo.

    De un negocio familiar a un modelo de expansión

    Distribuidora Padre Pío nació en 2009, cuando el padre de Sofía y un socio decidieron incursionar en la distribución de conos de helado y productos para pastelerías en Caracas. Con un enfoque basado en la atención personalizada y la constancia, lograron que su empresa creciera rápidamente y abasteciera a más de 30 heladerías en sus primeros años.

    Cuando Sofía se graduó como licenciada en Administración de Recursos Humanos, se incorporó a la empresa y asumió la parte administrativa, ayudando a optimizar procesos y ampliar la cartera de clientes. Desde entonces, la empresa no solo ha crecido en clientes, sino también en servicios y soluciones para quienes buscan emprender en el mundo del helado. “Siempre hemos dicho que la clave del negocio es la constancia y el buen servicio. No solo vendemos productos, sino que acompañamos a nuestros clientes en su crecimiento”, indicó.

    Cómo los emprendedores salvaron la empresa

    A pesar del éxito inicial, 2016 marcó un punto crítico. La crisis económica en Venezuela llevó al cierre de muchas heladerías, y uno de sus mayores clientes, Artes Gelato, pasó de comprar 150 cajas semanales a solo 5, hasta terminar cerrando definitivamente. “De 150 cajas a 5 cajas… eso fue una caída del 99%. Muchas heladerías cerraron porque no podían sostenerse con los costos de alquiler y producción”, recordó.

    El golpe fue duro, pero la solución llegó en un momento inesperado: los emprendedores. Durante la pandemia en 2020, surgió una nueva ola de negocios caseros y muchas personas comenzaron a vender helados desde casa. Sofía vio la oportunidad y apostó por ellos.

    Usando Instagram y Marketplace, comenzó a promocionar sus productos a pequeños productores y emprendedores, facilitando el acceso a barquillas, premezclas y equipos. Fue una decisión que salvó a la empresa y le permitió expandirse en un mercado que antes no había explorado. “Fue gracias a los emprendedores que pudimos mantenernos en la pandemia. Descubrimos un nuevo mercado que sigue creciendo”.

    Más que una distribuidora: formación y acompañamiento para nuevos negocios

    Desde entonces, Distribuidora Padre Pío no solo ha crecido en ventas, sino también en su misión de capacitar a los nuevos emprendedores. Sofía comprendió que muchos de ellos no solo necesitaban insumos, sino también conocimiento y orientación para hacer rentable su negocio.

    Por eso, hoy la empresa ofrece asesoría en producción de helados, enseñando a sus clientes sobre:

    ✅ Uso de máquinas y mantenimiento

    ✅ Selección de ingredientes y costos de producción

    ✅ Estrategias de comercialización

    “No es solo vender una máquina, sino explicar cómo funciona, cómo se limpia y qué se puede hacer con ella para sacarle provecho”, explica Sofía.

    El crecimiento del negocio y su impacto en el país

    En 2024, la empresa participó en la Feria del Helado en el CCCT, donde Sofía pudo ver de cerca la gran demanda que existe para el emprendimiento en este sector. Muchos venezolanos están buscando formas de independizarse y el negocio del helado es una opción accesible y rentable.

    Con este panorama, su visión a futuro es seguir ampliando su catálogo de productos y fortalecer su red de distribución para llegar a más ciudades del país. “Este negocio es perfecto para quien quiere independizarse, pero necesita orientación para hacerlo bien”, enfatiza.

    Consejos de Sofía para emprender en el negocio del helado

    1️⃣ Tener visión: “Hay que tener claro qué tipo de negocio se quiere y cómo hacerlo crecer”.

    2️⃣ Ser constante: “No se trata solo de vender, sino de mantenerse y buscar nuevas oportunidades”.

    3️⃣ Aprender a adaptarse: “El mercado cambia, y los que sobreviven son los que saben ajustarse a los nuevos tiempos”.

    El futuro de Distribuidora Padre Pío

    Con la creciente demanda de helados en Venezuela, el objetivo de Sofía Briceño es seguir posicionando su empresa como el principal proveedor de insumos para heladerías y emprendedores. Su enfoque no solo está en vender productos, sino en impulsar a nuevos negocios y ser un aliado estratégico para quienes ven en el helado una oportunidad de independencia financiera.

    A lo largo de su trayectoria, Sofía ha demostrado que el éxito no es solo cuestión de vender, sino de entender el mercado, adaptarse y crear oportunidades para otros. Su historia es un reflejo de cómo la crisis puede convertirse en una oportunidad si se tiene la visión y la determinación para seguir adelante.

    Escrito el Martes, 25 Febrero 2025 12:24 en Emprendedores ¡Deja el primer comentario! Visto 314 veces