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Del miedo a la fascinación por emprender

“Sortear los momentos difíciles, adecuarse a las nuevas circunstancias y salir adelante son actitudes que todo emprendedor debe tener”. Así comenzaba la nota publicada  en el diario Últimas Noticias, escrita por el periodista Diego Torrealba, para invitar al público, un día antes, al Foro “Emprender: desafío y oportunidades”, realizado en la sede del periódico 22 de marzo de 2018 (Caracas, Venezuela), en el que tuve el honor de participar como ponente.  Sin duda, el titular tiene el gancho periodístico que toda nota bien escrita debe tener.

Tengo que admitir que la nota de Torrealba, y especialmente la afirmación con la que comenzada, me ayudó a terminar de darle forma a la idea y al discurso que tenía previsto desarrollar en el foro.  Me pareció que en ella había el germen de la fascinación que me proponía explicar. Me resultó al mismo tiempo desafiante, y también un poco ingenua por su aparente certeza.

Cuando leí la afirmación, me surgieron varias preguntas (lo de las preguntas es habitual en mi por el trabajo que realizo como coach)…¿Qué todo emprendedor debe tener o debe aprender? ¿Se puede aprender esto de sortear las dificultades, adaptarse y salir adelante? Me adelanto a pensar que sí se puede.

De pronto recordé las palabras de Peter Senge, uno de los gurúes modernos de la administración empresarial, cuando afirmaba: “Debemos decidir qué es lo más importante para cada uno de nosotros: saber o aprender. El verdadero aprendizaje nos enfrenta al temor que genera la incertidumbre, a la vergüenza de aceptar nuestra incompetencia y a la sensación de vulnerabilidad que produce necesitar de los demás”

Por mi parte, elijo lo segundo (aprender) por todo el desafío que esto implica para dar con las oportunidades.

Para mí, hay sólo dos tipos de emprendedores: Los que aprenden y emprenden, y los que emprenden y aprenden.

Para mí, emprender significa aprender. Aprender a sortear los desafíos que esto implica, aprender a identificar las oportunidades y aprovecharlas, y aprender a vencer el miedo a emprender.    

El miedo es la fuente de todas las excusas: las razones finamente elaboradas que te das a ti mismo o a  misma, para no hacer algo, en éste u otro campo.

Es por esto que muchos emprendimientos se quedan en el intento y otros se transforman en experiencias reales de éxito.  

Mi madre, quien fue una emprendedora analfabeta me dijo una vez: “Las mismas excusas que uno encuentra para no hacer algo, sirven también para ponerse a hacerlo hasta conseguirlo. Eso sí, _me decía_, hay que tener constancia, disciplina y una buen pedazo de atrevimiento

Las excusas son tu razón para actuar en la forma en que lo haces.

En el caso del emprendimiento sucede que: Tienes la idea (de pronto, genial) de un negocio, un proyecto o iniciativa de otra índole, pero no arrancas. Y tienes razones para no hacerlo, las mismas que podrías utilizar para comenzar. Caes, sin darte cuenta, en tu propia  trampa mental para no tomar riesgos.

Te quedas, (paralizado por el miedo), pensando en las respuestas razonables a las preguntas razonables que tú mismo te has formulado.

Pero es que los emprendedores no son razonables, son atrevidos. ¿Qué tenía de razonable, por ejemplo, Walt Disney? Piense por un momento en cualquiera de las personas que usted sabe que han cambiado la historia y hágase la pregunta. ¿O será acaso que lo razonable es ser atrevido? Sólo triunfan los emprendedores que se atreven

¿Y si las preguntas que se hace un emprendedor fueran otras? Por ejemplo, ¿cómo pasar del miedo al ímpetu?, ¿qué es lo que impulsa este emprendimiento, lo que me moviliza realmente?

Tres atributos esenciales tienen los emprendedores:

  1. Conocimiento específico sobre lo que hace o se especializa en ello porque le apasiona.
  2. Es una persona íntegra.
  3. Capacidad para agregar valor con lo que hace.

Desde luego que estos atributos son fundamentales, pero no suficientes para emprender.  Los emprendedores deben hacer frente a los siguientes desafíos:

  1. Clarificar el propósito superior de su emprendimiento
  2. Imponer la idea por encima del rechazo inicial que muy posiblemente encontrará
  3. Desarrollar conocimientos, habilidades y experiencia en el área.
  4. Identificar el mercado (público) que va beneficiarse que su emprendimiento.
  5. Definir las primeras acciones y llevarlas a cabo rápidamente para iniciar o avanzar
  6. Mantener la fascinación por lo que se está haciendo

La fascinación por emprender, por crear proyectos de negocio o iniciativas de otra índole,  es la enfermedad que padece todo emprendedor de éxito. Se trata de una especie de virus de vitalidad que no tiene vacuna.  

Eso de la fascinación no es nada complicado como puede llegar a parecer. Un ejemplo de esto lo tenemos en el astrofísico mundialmente conocido y fallecido recientemente, Stephen Hawking. Este hombre padeció desde muy joven de Esclerosis Lateral Amiotrófica; lo que según él mismo, hizo que tratara de llevar una vida lo más normal posible, y no pensar en su enfermedad, ni lamentarse por las cosas que le impedía hacer, que no eran tantas, según él.

Hawking tuvo hasta su muerte una inagotable fascinación por entender la naturaleza del universo, cómo se formó y cómo podría terminar. Él dijo en cierta ocasión: "Mi objetivo es simple: Es entender completamente el universo, porqué es como es y porqué existe simplemente". ¿No les parece sencillo?

Muchos de sus trabajos se centraron en cosas simples como: Unir la relatividad (la naturaleza del espacio y del tiempo) y la teoría cuántica (la física de lo más pequeño) para explicar la creación y el funcionamiento del cosmos. Pues, lo de Hawking más allá de lo inspirador, es un ejemplo de sencillez digno de imitar  

Yo, por ejemplo, me he trazado un objetivo simple:  Es motivar a las personas a que emprendan un proyecto propio (de negocio o de otra índole), en cualquier parte del mundo, y tenga éxito.

Imaginen por un momento qué sucedería en nuestros países de América Latina  si se impusiera como un hábito la fascinación por emprender o por lo que se hace. Imaginen, por ejemplo, ¿cuánto mejoraría la educación si los maestros se sintieran fascinados con la labor de enseñar o dedicaran más tiempo en las escuelas a dejarse fascinar por las ideas (emprendimientos) de sus estudiantes?, o ¿cómo serían las escuelas si trazaran objetivos simples como el de Hawking? ¿Qué tal si las preguntas que hicieran los maestros a los estudiantes, y viceversa, fueran fascinantes e inquietantes?

Estos son los verdaderos grandes desafíos que deben afrontar los emprendedores para aprovechar mejor las oportunidades.

Un emprendimiento es, al fin y al cabo, una necesidad profundamente arraigada en el ser humano de hacer algo para salir adelante por cuenta propia. El mismo supera la mera supervivencia, cuando en el esfuerzo de emprender se dan respuestas a preguntas esenciales como: ¿para qué voy a emprender?, o ¿quién además de mí mismo va a beneficiarse con este emprendimiento?

Es las respuestas que des a estas dos preguntas está la fascinación por emprender.  

 

Ángel Barceló

Autor de LA EXCUSA PERFECTA, La fuerza secreta del éxito, Los 4 pasos para vencer las barreras mentales que impiden arrancar un negocio

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    Ella busca instalar la transparencia y el servicio al cliente en el mercado de repuestos del sector automotriz
    Ella busca instalar la transparencia y el servicio al cliente en el mercado de repuestos del sector automotriz

    En un sector saturado de imitaciones, Daniela Pereira apuesta por la calidad certificada y la transparencia para transformar la experiencia de compra del cliente.



    En el mundo del autorepuesto, donde las dudas sobre la calidad y el origen de los productos generan desconfianza entre los clientes, Daniela Pereira, se propuso cambiar las reglas del juego y para conocer los detalles de su historia aquí en El Emprendedor la entrevistamos. Con su nuevo negocio Repuestos Motrix, busca instalar un modelo centrado en la transparencia, la ética y la atención al cliente, ofreciendo soluciones que combinen calidad certificada con una experiencia de compra confiable.

    Un dolorosa transición de contadora a emprendedora automotriz

    Antes de fundar Repuestos Motrix, Daniela Pereira trabajó como contadora durante varios años, administrando su propia oficina y brindando servicios a empresas automotrices. En 2017, su carrera dio un giro inesperado cuando decidió unirse a una agencia de viajes. “La contabilidad era rutinaria y poco emocionante. En la agencia, conectaba con personas en sus momentos felices, y eso me encantó”, recuerda.

    Sin embargo, en 2023 tras varios años trabajando en el sector turístico con la agencia un punto de inflexión en su vida surge cuando, tras haber decidido enfocarse en ampliar su familia, queda embarazada y sufre la pérdida de su bebé. “Fue un momento devastador. Todo el proyecto de vida que había imaginado se derrumbó”, confiesa.

    Esa experiencia dolorosa la llevó a replantear sus metas y buscar un nuevo rumbo que le permitiera canalizar su energía y redescubrir su propósito. “Decidí que era hora de emprender y crear algo que realmente representara mis valores y mi visión de futuro”. Con ese objetivo en mente, fundó Repuestos Motrix, una tienda de autorepuestos dedicada a ofrecer productos de calidad con un enfoque ético.

    Un modelo basado en la transparencia

    Desde sus primeros días, Daniela enfrentó los retos comunes del sector automotriz: un mercado saturado de imitaciones, clientes desconfiados y un entorno competitivo dominado por hombres. Para diferenciarse, decidió apostar por la transparencia y el servicio al cliente. “Nuestro uniforme dice ‘asesor’ porque no solo vendemos, orientamos al cliente”, explica.

    Su objetivo es que cada persona que entre a su tienda reciba información clara sobre los productos, desde la diferencia entre un repuesto original y uno certificado, hasta las alternativas económicas de calidad.

    Una de las claves de su modelo es ofrecer varias opciones según las necesidades del cliente. “Hay quienes buscan lo mejor para su ‘bebé’, como llaman a sus carros, y otros que solo quieren reparar un vehículo para venderlo. Mi trabajo es explicarles las opciones y ayudarles a tomar la mejor decisión”.

    El problema de las imitaciones disfrazadas de productos originales

    El camino para instalar la transparencia en un mercado tan complejo no ha sido fácil. Desde su inicio en julio de 2024, Daniela se ha enfrentado a la falta de una cultura de crecimiento en su equipo. “Es complicado encontrar personas que quieran capacitarse y crecer junto al negocio”, admite.

    También ha lidiado con la competencia desleal de empresas que ofrecen imitaciones baratas disfrazadas de productos originales. “El cliente tiene derecho a saber lo que está comprando, y es mi responsabilidad educarlo sobre las diferencias”.

    Ganando confianza

    A pesar de los desafíos, Repuestos Motrix ha comenzado a ganar la confianza de sus clientes. Desde mecánicos que valoran la calidad de los productos hasta conductores que buscan asesoría personalizada, Daniela ha logrado fidelizar a una base de clientes recurrentes. “El 40%-50% de mis ventas provienen de mecánicos que aprecian nuestra honestidad y la calidad certificada de nuestras piezas”.

    Además, Daniela está implementado estrategias innovadoras, como alianzas con talleres mecánicos y la oferta de delivery gratuito. Su enfoque en el servicio posventa también ha sido clave para mantener la lealtad de sus clientes. “Hacemos un seguimiento después de cada compra para asegurarnos de que el cliente esté satisfecho y pueda volver con confianza”.

    Rompiendo la barrera cultural del mercado

    Con apenas unos meses en el mercado, Daniela ya tiene grandes planes para Repuestos Motrix. Planea fortalecer su presencia digital en plataformas como Instagram. También desea implementar talleres educativos para que los clientes aprendan a distinguir entre repuestos originales, certificados e imitaciones.

    “Quiero que mi tienda sea un lugar donde las mujeres también se sientan cómodas comprando. Quiero romper esa barrera cultural que hace que muchas prefieran enviar a un hombre a comprar por ellas”, comenta Daniela, quien está enfocada en crear un espacio inclusivo y confiable.

    El proceso de autodescubrimiento y superación

    Para Daniela, emprender ha sido un proceso de autodescubrimiento y superación. “Este camino me ha permitido cuestionarme, aprender y crecer. He entendido que el éxito no solo está en los números, sino en la capacidad de construir relaciones basadas en la confianza”.

    Su consejo para otros emprendedores es claro: “plantea metas claras y adáptate a los desafíos. La transparencia y la ética siempre serán recompensadas”.

    En un sector que muchas veces carece de confianza, Daniela Pereira y Repuestos Motrix están marcando la diferencia, demostrando que es posible transformar un mercado con transparencia, calidad y un servicio al cliente adaptado a sus necesidades personales.

    Escrito el Miércoles, 22 Enero 2025 12:41 en Emprendedores ¡Deja el primer comentario! Visto 47 veces
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    La empresa pionera en servicios de streaming y hosting que mantiene clientes con más de 20 años de permanencia
    La empresa pionera en servicios de streaming y hosting que mantiene clientes con más de 20 años de permanencia

    Interven, es el proveedor tecnológico de centrooccidente que retiene clientes con hasta 24 años de fidelidad.



    El ingeniero Elvis Garcés, fundador de Interven, comenzó su aventura empresarial en el mundo de la informática en los años 90, cuando el internet apenas daba sus primeros pasos en Venezuela. Lo que inició como una curiosidad por entender las nuevas tecnologías se transformó en una empresa pionera que ofrece servicios de hosting, streaming y desarrollo web, consolidándose como un referente en el mercado durante más de dos décadas.

    Todo comenzó gracias a un profesor

    La historia de Elvis Garcés se remonta a sus años de estudiante en el Instituto Politécnico de Barquisimeto, donde tuvo su primer contacto con la informática. Su interés por la tecnología lo llevó a trabajar con un ex socio de IBM, realizando mantenimiento e instalación de equipos en empresas locales.

    Sin embargo, fue en la universidad donde descubrió el potencial del internet. “Gracias a un profesor que me dio acceso a internet, publiqué mi primera página web y experimenté con correo electrónico. Fue fascinante ver cómo estas herramientas podían conectar al mundo”, recuerda.

    En el año 2000, junto a su profesor, fundó Public World Net, una empresa enfocada en diseño web y hosting. Aunque el internet era desconocido para muchos en Venezuela, Elvis vio una oportunidad en ofrecer soluciones digitales a empresas del sector industrial y agrícola en Portuguesa. “Fuimos pioneros en crear páginas web para empresas como Coposa y Oleica, mostrando a los empresarios el valor de tener presencia digital”.

    Cuando el mercado desconocía el poder de Internet

    En sus primeros años, Elvis enfrentó el desafío de educar a un mercado que desconocía el potencial del internet. Para fomentar el interés, abrió una academia de computación y creó un programa de radio dedicado a explicar cómo funcionaba la red. “Tuvimos que enseñar desde lo básico, pero eso nos permitió conectar con la comunidad y posicionarnos como expertos”.

    En paralelo, comenzó a experimentar con el streaming, implementando esta tecnología para transmitir contenido de audio y video en tiempo real. Una de sus iniciativas más destacadas fue la transmisión de la historia del Silbón, una leyenda popular venezolana, en su página web. “En esa época, el streaming era algo casi imposible, pero logramos implementarlo y recibir comentarios de personas en todo el mundo”, comentó.

    Enfrentando la separación de su socio

    El camino de Elvis no estuvo exento de dificultades. Una de las pruebas más desafiantes fue la separación de su primer socio, lo que lo dejó al frente de una empresa con deudas significativas. “Tuve que asumir todo, pero los clientes renovaron sus contratos y eso me permitió salir adelante”, explica.

    Más tarde, durante la crisis de las tarjetas de crédito internacionales en 2013, perdió acceso a algunos de los mejores data centers y sufrió pérdidas de clientes. Sin embargo, encontró formas de adaptarse utilizando plataformas como PayPal para seguir operando. “La clave fue no rendirme y buscar soluciones creativas para mantener el servicio”.

    Clientes a largo plazo: el testimonio de su éxito

    Lo que diferencia a la empresa de Elvis, ahora conocida como Interven, es su capacidad para mantener relaciones duraderas con sus clientes. “Tengo clientes que llevan 20 años conmigo, renovando contratos anuales desde el 2000. Eso demuestra la confianza que tienen en mi trabajo”, afirma orgulloso.

    Entre sus clientes destacan empresas como Coposa, cines locales y negocios internacionales. Aún mantiene una relación cercana con muchos de ellos, ofreciendo soporte personalizado y garantizando la continuidad de sus servicios. “Para mí, la permanencia es el mayor valor agregado que puedo ofrecer”.

    Mirando hacia el futuro

    Con más de dos décadas de experiencia, Elvis reconoce que el mercado digital está en constante evolución. Actualmente, está enfocado en fortalecer su modelo de hosting para revendedores, ofreciendo plataformas robustas que permiten a otros emprendedores iniciar sus propios negocios. “El reseller garantiza permanencia porque su éxito depende de mi plataforma”.

    Elvis también ve oportunidades en transformar las páginas web en aplicaciones funcionales que brinden valor directo a los clientes. “La web no solo debe ser un catálogo; tiene que convertirse en una herramienta interactiva que facilite las operaciones de las empresas”.

    Reflexiones de un emprendedor resiliente

    Para Elvis, el éxito no solo se mide en números, sino en la capacidad de adaptarse y mantener la confianza de los clientes. “He pasado por muchas crisis, pero siempre he encontrado la forma de seguir adelante. La clave está en ofrecer calidad, soporte y permanencia”, reflexiona.

    Su historia es un testimonio de cómo la pasión por la tecnología, combinada con determinación y resiliencia, puede transformar una idea en un negocio sostenible. Desde sus primeros pasos en el internet hasta convertirse en un referente en hosting y streaming, Elvis Garcés demuestra que la permanencia es el verdadero secreto del éxito empresarial.

    Escrito el Miércoles, 22 Enero 2025 11:52 en Emprendedores ¡Deja el primer comentario! Visto 62 veces
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    La enfermera que logró la independencia profesional al devolver la energía a sus clientes
    La enfermera que logró la independencia profesional al devolver la energía a sus clientes

    Tras 15 años trabajando en una institución de salud del estado, Karen Gutierrez, licenciada en enfermería, cuenta a El Emprendedor cómo comenzó su proyecto con los cócteles vitamínicos.



    Karen Gutiérrez dedicó 15 años de su vida al hospital JM de Los Ríos, en Caracas, donde no solo creció como profesional de la salud, sino también como ser humano. Sin embargo, en 2019, tras enfrentar crisis políticas, sociales y personales, decidió dar un paso al costado y dejar la institución que había sido su segunda casa. Hoy, es una emprendedora que transformó su pasión por la enfermería en un negocio que combina ciencia, bienestar y estética, demostrando que es posible emprender sin abandonar la profesión.

    Una trayectoria centrada en la vocación de servir

    Desde joven, Karen tenía claro que quería dedicarse a la salud. En el hospital JM de Los Ríos, un centro pediátrico reconocido en Caracas, se profesionalizó a través de especializaciones y una maestría, llegando a ocupar roles de liderazgo. “El hospital fue mi universidad, donde aprendí y crecí como enfermera y como persona”, recuerda.

    A pesar de su compromiso, las condiciones laborales eran cada vez más desafiantes. La falta de insumos, equipos y personal afectaba el trabajo diario. “Era frustrante trabajar sin los recursos adecuados, viendo cómo la crisis afectaba tanto a los pacientes como al personal”. A esto se sumaban las presiones políticas y la inseguridad que se vivía dentro de la institución.

    La difícil decisión de renunciar

    En 2019, tras meses de reflexión y episodios de hostigamiento, Karen tomó la difícil decisión de renunciar. “Fue un proceso emocionalmente complejo. Amaba mi trabajo, pero sabía que ya no era sostenible ni para mí ni para mi hija”. Añade que durante tres meses no pudo dormir debido a la presión y el desgaste acumulados.

    La crisis política que vivía el país también influyó. “Era difícil ver cómo el sistema colapsaba y no podíamos hacer mucho para cambiarlo. Las protestas, la falta de seguridad y el hostigamiento hacia el personal de salud fueron determinantes”.

    Tras la búsqueda de su verdadera vocación

    Tras dejar el hospital, Karen exploró diferentes caminos, desde la repostería hasta la venta de ropa. Sin embargo, nada de esto la llenaba. “Sabía que quería algo más, algo que conectara con mi verdadera vocación”, admite. Fue durante una visita a un spa que encontró su nuevo rumbo.

    Allí, descubrió que muchos procedimientos relacionados con la sueroterapia y la estética no eran realizados por profesionales de la salud. “Pensé: tengo la experiencia y el conocimiento para hacerlo de manera segura y con la garantía que un cliente merece”. Este momento marcó el inicio de su emprendimiento en el área de la sueroterapia y los cócteles vitamínicos.

    Karen también recordó su experiencia ayudando a la esposa de un compadre, quien enfrentaba cáncer y recurría a los cócteles vitamínicos para sobrellevar las quimioterapias. “Era impresionante ver cómo estos tratamientos le devolvían la energía, le quitaban las náuseas y le permitían recuperar fuerzas”. Esta experiencia la inspiró a ofrecer un servicio que pudiera beneficiar tanto a personas enfermas como a quienes simplemente querían mejorar su calidad de vida. “Me di cuenta de que estos tratamientos podían transformar vidas, y decidí llevarlos a más personas”.

    Integrando nuevas técnicas a su experiencia profesional 

    Karen decidió combinar su experiencia clínica con nuevas habilidades. Realizó cursos en cosmiatría y esteticismo, integrando estas técnicas con su conocimiento médico para ofrecer un servicio integral, y creando así Vital Spa Gutierrez. Su primer cliente fue su abuela, quien presentaba dolores articulares y fatiga. “Los cócteles vitamínicos mejoraron su movilidad y le devolvieron la energía. Fue emocionante ver cómo algo tan sencillo podía cambiar su calidad de vida”.

    Pronto, sus servicios comenzaron a expandirse. Incorporó masajes relajantes y terapias complementarias, creando experiencias personalizadas para cada cliente. Además, descubrió el impacto positivo de los cócteles vitamínicos en deportistas y personas con fatiga crónica, quienes notaron mejoras inmediatas en su energía y rendimiento.

    Promoviendo la salud preventiva

    Uno de los pilares de su negocio es educar a los clientes sobre la importancia de trabajar con profesionales capacitados. “Muchos no entienden los riesgos de someterse a tratamientos invasivos con personas no calificadas. Mi objetivo es garantizar seguridad y calidad en cada procedimiento”, explica.

    Karen también promueve la salud preventiva. “Los cócteles vitamínicos no solo ayudan en casos de enfermedad, sino también en el bienestar diario, fortaleciendo el sistema inmunológico y mejorando la vitalidad”.

    Mirando hacia el futuro

    Con una base sólida y una visión clara, Karen planea expandir su negocio. Su objetivo es abrir un espacio propio donde pueda integrar servicios de salud y estética, ofreciendo una experiencia completa a sus clientes. También busca inspirar a otros profesionales de la salud a emprender. “El sector salud tiene un enorme potencial para crear negocios exitosos que impacten vidas positivamente”, asegura Karen.

    Karen Gutiérrez es un ejemplo de resiliencia y pasión. Su historia demuestra que, con determinación y creatividad, es posible transformar los desafíos en oportunidades, sin abandonar aquello que uno ama hacer. Desde el hospital hasta su negocio actual, su compromiso con la salud sigue siendo el motor de su éxito.

    Escrito el Viernes, 17 Enero 2025 12:00 en Emprendedores ¡Deja el primer comentario! Visto 159 veces
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    Ex funcionaria pública vió truncado su sueño de jubilarse y decidió transformar su hogar en la playa en una posada en la Guaira
    Ex funcionaria pública vió truncado su sueño de jubilarse y decidió transformar su hogar en la playa en una posada en la Guaira

    Stella Maris es el nombre de la posada de quien trabajó durante 27 años en la administración pública, y que al ver que su salario ya no le alcanzaba, decidió dar el paso más importante de su vida: emprender.



    Glenda Escalona dedicó 27 años de su vida al Seniat como licenciada en Ciencias Fiscales, pero en 2022 tomó una de las decisiones más importantes de su vida: convertir su casa frente a Playa Candilejas, en La Guaira, en la posada Stella Maris. Lo que comenzó como una idea llena de miedo e incertidumbre se transformó en un nuevo negocio de hospedaje que aporta al mercado del turismo guairense.

    De funcionaria a emprendedora

    El camino hacia el emprendimiento no fue sencillo. En 2016, los bonos y beneficios que hacían atractiva su posición en el Seniat desaparecieron, dejando su salario reducido a un monto insuficiente. “El sueldo no alcanzaba; solo nos sosteníamos con las proteínas que nos daban”, recuerda Glenda. Su trabajo dejó de ser atractivo con la llegada de una nueva administración. “Lo que me gustaba más era el ambiente, el compañerismo y la solidaridad que había entre los compañeros, en ese momento todo eso se acabó”, recordó.

    A pesar de su experiencia en la administración pública, la situación económica del país y una enfermedad que padecía su madre, la llevaron a replantearse su futuro. “Siempre fui la proveedora de mi familia, pero la crisis me obligó a buscar alternativas para no depender de mi hijo”. Aunque había recibido sugerencias de vecinos para convertir su casa en una posada, el miedo a los cambios y la falta de experiencia en el sector la detuvieron de tomar esta decisión por varios años. “Tuve cierto miedo, porque no sabía qué tipo de personas iban a llegar”, destacó.

    Un préstamo de 100$

    En 2022, con la salud de su madre deteriorada y la necesidad económica apremiando, Glenda finalmente decidió actuar. Su primera acción fue habilitar la piscina de su casa. Con $100 que pidió prestado a su hermana, compró cuatro cisternas para asegurar el suministro de agua y comenzó a promocionar el espacio con tarjetas de presentación. “Tuve que empezar con lo que tenía; no podía esperar a tener todo perfecto”.

    Glenda luchó consigo misma, hasta el día que tomó la decisión final. “El día que promocioné la piscina, dije, bueno, pa'lante es pa'llá, en mano de Dios me pongo, y veremos a ver qué sucede. Así que arranqué con miedo, bastante miedo”, dijo.

    Su primer cliente fue un grupo de 46 personas que usó la piscina, lo que le dejó lecciones importantes. “Fue una experiencia complicada porque no tenía reglas claras; aprendí que establecer normas es fundamental para mantener el orden”. A pesar de los contratiempos, esta primera incursión la motivó a seguir adelante.

    El miedo de abrir su hogar al público

    Uno de los mayores obstáculos que enfrentó Glenda fue el miedo a los riesgos de abrir su hogar al público. “Me preocupaba quiénes entrarían y cómo garantizar mi seguridad”, admite. Este temor se hizo más palpable después de un incidente en una fiesta de 15 años, donde la falta de control resultó en daños a la propiedad y reclamos de los vecinos, incluso llegó la policía.

    Sin embargo, aunque deprimida por la situación, lejos de rendirse, Glenda implementó sus primeras normas estrictas. Ahora, los horarios de la piscina están claramente establecidos y se decidió limitar la realización de eventos nocturnos. “Estas reglas me permiten mantener el control y asegurar una mejor experiencia para mis clientes”.

    Un negocio con un mercado amplio

    La posada Stella Maris comenzó a ganar reconocimiento gracias a plataformas como Marketplace de Facebook y recientemente en 2024, Airbnb. Su ubicación estratégica, a solo 100 metros de la playa y 10 minutos del aeropuerto internacional, la ha convertido en un punto ideal tanto para turistas tanto locales como extranjeros. “Muchos de mis clientes llegan por referencia; eso me demuestra que estoy haciendo las cosas bien”.

    Además, Glenda ha diversificado sus servicios para adaptarse a las necesidades de su clientela. Ofrece espacios para fiestas infantiles, reuniones familiares y celebraciones de fin de año. “Quiero que cada cliente se sienta como en casa y disfrute al máximo de su estadía”.

    Nuevos proyectos

    Con una visión clara, Glenda planea expandir su negocio en 2025. Entre sus proyectos están la organización de talleres de crecimiento personal, sesiones de yoga y servicios de turismo local. También planea mejorar su presencia en redes sociales para atraer a más clientes y seguir reinvirtiendo en la remodelación de la posada. “Mi prioridad es mantener la casa en las mejores condiciones posibles para ofrecer una experiencia de calidad”.

    Reflexiones de una ex funcionaria pública resiliente

    La historia de Glenda es un ejemplo de cómo la determinación y la capacidad de enfrentar el miedo pueden transformar los desafíos en oportunidades. “El miedo es el mayor obstáculo para avanzar; hay que enfrentarlo y confiar en que el universo te guiará”, reflexiona.

    Su consejo para otros emprendedores es claro: “si esperas a que todo esté perfecto, nunca comenzarás. Lo importante es dar el primer paso, aprender en el camino y no tener miedo de cometer errores”.

    Desde una casa frente a la playa hasta una exitosa posada, Glenda Escalona ha demostrado que con esfuerzo, visión y perseverancia, cualquier sueño puede hacerse realidad.

    Escrito el Miércoles, 15 Enero 2025 18:08 en Emprendedores ¡Deja el primer comentario! Visto 168 veces
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    Los valencianos que desarrollaron con éxito su marca de alitas de pollo frito
    Los valencianos que desarrollaron con éxito su marca de alitas de pollo frito

    Lo que comenzó con una sopa dominical entre amigos, se convirtió en Candela Food, un emprendimiento con una receta especializada en alitas y pollo frito.



    Cuando la pandemia golpeó al mundo en 2020, Israel Pimentel y Javier Rivero se encontraron en una situación inesperada. Ambos habían dedicado años a la vida nocturna y los bares en Valencia, pero el cierre de estos negocios dejó sus carreras en pausa. “La pandemia frenó todo lo que hacíamos; tuvimos que buscar una opción para seguir adelante”, recuerda Javier. Entre las pocas alternativas viables estaba el sector de la comida, y así nació Candela Food.

    La idea inicial de Candela Food fue sencilla pero efectiva: sopa dominical. “Comenzamos haciendo sopa de costilla los domingos desde nuestras cocinas”, dice Israel. Con ayuda de un amigo DJ que también era cocinero aficionado, comenzaron a experimentar con recetas.

    Sus primeros clientes fueron amigos y familiares, quienes conocieron el proyecto a través de cadenas de WhatsApp. “Al principio, los amigos eran los que te apoyaban, los que compraban”, añade Javier. Pero sabían que un solo producto no sería suficiente para mantener un negocio a largo plazo.

    La apuesta por el pollo frito

    La transición hacia el pollo frito llegó tras analizar el mercado local y sus oportunidades. “Vimos que la idea del pollo frito era una buena opción”, comenta Israel. Con método de ensayo y error, crearon una receta única que se convertiría en el alma del negocio. “La receta que hoy tenemos fue creada por nosotros, investigando y tomando ideas”.

    Comenzaron con pollo frito y, poco a poco, expandieron su menú para incluir alitas, tenders y bandejas familiares. Las alitas, en particular, se convirtieron en su producto estrella. “Hoy en día, nuestra carta de presentación son las alitas; tienen una textura y un sabor únicos”, destaca Javier. Estas alitas no solo tienen un empanizado especial, sino que también ofrecen ocho sabores diferentes, algo que los diferencia de la competencia.

    El primer gran salto

    En 2022, Candela Food logró establecer su primera sede física en el Páramo Jardín Gourmet, un espacio compartido con otros conceptos gastronómicos en Naguanagua.

    Este cambio permitió consolidar su presencia en el mercado local y atraer a un público más amplio. “Nuestra primera sede fue un gran paso; nos ayudó a posicionarnos como una opción sólida para los amantes del pollo”, explica Israel.

    La clave del éxito ha sido su enfoque en la calidad y en la experiencia del cliente. Sus bandejas para compartir, diseñadas para familias, se han convertido en un éxito rotundo.

    “Nuestro público es principalmente familiar; las bandejas para compartir son lo que más rota en nuestro local”, comenta Javier. Estas opciones permiten a los clientes probar una variedad de productos en una sola comida, incluyendo alitas, tenders y ensaladas.

    Las deficiencia de electricidad y gas

    Como todo emprendimiento, Candela Food ha enfrentado retos significativos. Desde sus inicios, los fundadores tuvieron que adaptarse a trabajar con equipos básicos y superar la falta de experiencia en cocina profesional. “Tuvimos la idea absurda de usar freidoras de tres litros; hoy sabemos que eso era imposible”, recuerda Javier entre risas.

    La situación económica también ha sido un obstáculo. “La electricidad y el gas son problemas constantes que afectan nuestro día a día”, admite Israel. Además, la fluctuación en la frecuencia de los clientes ha sido un desafío. “Teníamos clientes que venían tres veces a la semana; ahora vienen una vez al mes”. Sin embargo, han aprendido a adaptarse y a mantenerse resilientes.

    El segundo local

    Hoy, Candela Food también cuenta con un segundo local en El Viñedo, donde han ampliado su oferta para incluir bebidas alcohólicas. Este nuevo espacio les permite jugar con más opciones de menú, incluyendo pizzas y hamburguesas. “Queremos abarcar una gama más amplia; no sabemos hasta dónde llegaremos, pero seguimos avanzando”, dice Israel con optimismo.

    Para quienes desean emprender, los fundadores de Candela Food tienen un consejo claro: constancia y visión. “Si crees en tu proyecto, sigue adelante con disciplina y perseverancia”, aconseja Javier. Con esta filosofía, esperan seguir expandiendo su marca y conquistar nuevos mercados.

    Candela Food es un ejemplo de cómo una idea sencilla puede transformarse en un negocio exitoso con esfuerzo, creatividad y pasión. Desde una sopa dominical hasta convertirse en una marca competitiva de alitas de pollo frito en Valencia, su historia es otro testimonio de resiliencia y determinación. La próxima historia de éxito puede ser la tuya, comienza ahora.

     

    Entrevistado por: José Rangel

    Escrito el Miércoles, 15 Enero 2025 11:58 en Emprendedores ¡Deja el primer comentario! Visto 148 veces