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Ella superó la ruina y ahora lidera un novedoso salón de belleza boutique en el Zulia

Mayira Paz contó en entrevista con El Emprendedor: “Me llegaron pensamientos de agarrar el carro y lanzarme por el puente”, antes de que una pastora de Dios la salvara.



En el mundo del emprendimiento, la resiliencia es clave para salir adelante. Mayira Paz lo sabe bien. En 2019, perdió todo: su negocio colapsó, su vehículo desapareció y su madre enfermó gravemente. Lo que parecía el fin de su carrera se convirtió en el punto de partida para una historia de superación que hoy la posiciona como una de las empresarias más innovadoras del sector de la belleza en el estado Zulia.  Hoy, su salón boutique combina estética, bienestar y moda, marcando una diferencia en la industria y brindando una experiencia integral a sus clientes.

Una crisis emocional

Antes de convertirse en una emprendedora del mundo de la belleza, Mayira había trabajado en diferentes áreas del comercio y siempre tuvo un espíritu emprendedor. Sin embargo, el 2019 marcó un antes y un después en su vida. No solo perdió su negocio, sino que también enfrentó una crisis emocional que la llevó al borde del colapso. 

“Me quedé sin nada. Todo colapsó en mi vida. Llegaron pensamientos de desesperación, pero una pastora psicóloga me ayudó a salir de ese estado.”

Sin embargo, fue ella misma quien encontró la fuerza para salir adelante. Tras días de encierro, reflexionando sobre su vida y aferrándose a su fe, logró levantarse de nuevo. “Yo salgo de la crisis, yo misma, encerrada, yo misma, con Dios”. Su determinación y fe fueron claves para su recuperación, pero también encontró fortaleza en el apoyo que brindaba a otros. Durante ese período, ayudaba a una iglesia que sostenía comedores, lo que le permitió ver que aún tenía la capacidad de impactar vidas y generar cambios positivos.

Con el apoyo de su fe y la guía de mentores, entendió que debía reinventarse y recuperar lo que había construido con tanto esfuerzo. En lugar de rendirse, decidió regresar con más fuerza, buscando nuevas oportunidades y adaptándose a un mercado cambiante.

Convierte el salón de belleza en un salon boutique

El regreso de Mayira al mundo de los negocios no fue solo una reconstrucción de lo que ya tenía, sino una evolución. En vez de enfocarse únicamente en servicios de peluquería y spa, convirtió su negocio en un salón boutique, integrando moda, estética y bienestar en un solo lugar. “Cuando entra un cliente, dice ‘Guau, aquí hay de todo’. Ahora con la boutique más, quedan asombrados”, comenta.

Esta estrategia le permitió ofrecer una experiencia diferente a sus clientes, quienes no solo van por un tratamiento de belleza, sino que también pueden encontrar ropa de calidad, accesorios y otros productos que complementan su estilo de vida.

El reto de diversificar, la gran idea

Uno de los mayores desafíos de Mayira fue diversificar su negocio sin perder su identidad. En un sector donde la competencia es alta y los cambios en tendencias son constantes, tuvo que aprender a equilibrar la innovación con la estabilidad.

En el aniversario de su negocio, lanzó su boutique de ropa deportiva colombiana, expandiendo su marca y atrayendo a un público más amplio. “El día del aniversario inauguré la boutique. Incluso tuvimos varias ventas porque invité a las clientas”.

Apostar por la moda dentro de un espacio de belleza fue un movimiento arriesgado, pero efectivo. Ahora, sus clientas pueden salir del salón con un nuevo look y un nuevo outfit, algo que diferencia su negocio de los salones tradicionales.

El reconocimiento de esfuerzo no tardó en llegar

El impacto de su negocio no pasó desapercibido. En 2022, su salón fue nominado al premio "Salón del Año", consolidando su reputación en el Zulia. “La prensa zuliana me quiso dar el premio al Salón del Año. Me hice muy reconocida en la ciudad”.

Más allá de los reconocimientos, su éxito se ha medido en la fidelización de sus clientes, quienes han confiado en su visión y en la calidad de su servicio.

Lecciones de una empresaria que se negó a rendirse

Para Mayira, su historia no es solo otro testimonio de éxito, sino una oportunidad para inspirar a otros emprendedores. A lo largo de su camino, ha aprendido valiosas lecciones que ahora comparte con quienes buscan iniciar o reinventar su negocio:

  1. La constancia es clave: “Las crisis llegan, pero la constancia es lo que te mantiene en pie. No puedes rendirte solo porque las cosas se ponen difíciles”.
  2. No aferrarse al pasado: “Si algo ya no funciona, hay que soltarlo y buscar nuevas oportunidades. Reinventarse es parte del éxito”.
  3. Construye relaciones con tu equipo: “Aprendí que el personal rota mucho en este sector, pero si creas un buen ambiente de trabajo, puedes formar un equipo sólido”.
  4. Diversificar es una ventaja: “Si dependes de una sola fuente de ingresos, cualquier crisis puede derrumbar tu negocio. Tener diferentes líneas de negocio te da estabilidad”.
  5. Celebrar el esfuerzo: “Tú tienes que celebrar con tus colaboradores. Tienes que celebrar tus logros”.
  6. La imagen importa: “No solo es vender un servicio, es vender una experiencia. Un cliente satisfecho vuelve y recomienda”.

Sobre su futuro crecimiento y expansión

El próximo objetivo de Mayira es consolidar su marca, fortaleciendo su modelo de salón boutique y expandiendo la venta de ropa deportiva. Además, busca mejorar la gestión del negocio, para seguir ofreciendo un servicio de alta calidad. “La clave es estructurar mejor los procesos y hacer que el negocio funcione de manera más organizada”.

Para Mayira Paz, el camino del emprendimiento ha sido una montaña rusa de altibajos, pero su determinación la ha llevado a construir algo mucho más grande de lo que imaginó. Su historia demuestra que la resiliencia, la adaptabilidad y la innovación son esenciales para triunfar en los negocios.

Hoy, Mayira Paz no solo lidera un exitoso salón boutique en el Zulia, sino que también es un ejemplo de cómo convertir la adversidad en una oportunidad para crecer y reinventarse.

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Inspirado en una crema de pistacho conquista a pastelerías y heladerías premium de Venezuela

Tony Di Benedetto, bajo la marca internacional Stramondo e inspirado en un viaje a Italia pasó de vender una crema de pistacho a un catálogo de más 40 productos en 4 años.



Tony Di Benedetto (@soytonyelchef) no imaginó que un viaje a Italia cambiaría el rumbo de su vida empresarial. Representante de una reconocida fábrica de calzado infantil en Venezuela con más de 60 años de trayectoria, Tony enfrentaba los desafíos de una industria en crisis. Durante una visita a Europa, descubrió una crema de pistacho que revolucionó su perspectiva. “Vi el potencial de este producto y supe que podría ser una gran oportunidad para Venezuela”, recuerda.

Inspirado en Italia

El viaje inicial a Italia lo cambiaría todo; no solo descubrió la crema de pistacho, sino también una industria con 90 años de experiencia en bases y esencias para helados. “Me di cuenta de que esta empresa tenía todos los procesos certificados y una calidad insuperable”. La posibilidad de traer estos productos a Venezuela lo motivó a dar un giro a su carrera, buscando estandarizar y elevar el nivel de los postres en el país.

Comenzó trayendo 40 kilos de crema de pistacho y ofreciendo muestras a pastelerías. La respuesta fue inmediata. “Cuando los clientes probaban el producto, quedaban impactados por su sabor”. Este éxito inicial lo impulsó a negociar la representación exclusiva de la marca europea Stramondo para Venezuela.

La transición al mundo de los helados

El gran punto de inflexión llegó hace dos años, durante una masterclass organizada para mostrar las aplicaciones de sus productos en la industria de pastelería y heladería. “Fue entonces cuando nos conectamos con el mundo del helado y vimos el potencial de las bases y esencias”. Desde ese momento, Tony comenzó a diversificar su catálogo, pasando de una simple crema de pistacho a más de 40 productos, incluyendo coberturas y esencias premium.

La estrategia precios premium y sus desafíos

El mercado local presentó retos significativos. En un entorno donde los helados económicos predominan, competir por precio no era una opción. “Venden barquillas, dos por un dólar, pero nosotros ofrecemos calidad, no cantidad”, afirma Tony. En lugar de enfocarse en el consumo masivo, optaron por trabajar con heladerías, pastelerías y restaurantes que valoran los productos premium.

Otro desafío fue educar al mercado sobre la importancia de la estandarización. “Queremos que los clientes siempre encuentren el mismo sabor y calidad, sin importar dónde lo compren”. Para lograrlo, se apoyaron en talleres y capacitaciones dirigidos a profesionales del sector.

Un crecimiento constante

En dos años, la marca ha logrado consolidarse en el mercado premium con un crecimiento constante. “Hoy contamos con un catálogo de más de 40 productos, incluyendo bases para helados, esencias y coberturas”. Este logro se debe tanto a la calidad de los productos como a la confianza de sus clientes, quienes destacan la superioridad en sabor y consistencia.

El pistacho sigue siendo su producto estrella, junto con las coberturas para helados. “Los clientes nos dicen que no quieren probar otras marcas porque confían plenamente en nuestros productos”. Esta fidelidad ha permitido a la empresa mantener una posición destacada en un mercado competitivo.

Proyecciones hacia el futuro

El próximo gran paso para Tony es expandir su alcance. Planea asistir a ferias internacionales en Italia para identificar nuevas tendencias y productos. Además, evalúa llevar sus productos al consumidor final a través de bodegones y supermercados, adaptando los empaques a presentaciones más accesibles.

Otra estrategia clave es continuar educando a los emprendedores interesados en ingresar al negocio de los helados. “Ya hemos ayudado a tres heladerías a comenzar desde cero, ofreciendo capacitaciones y guía en el uso de nuestros productos”. Este enfoque no solo fortalece la industria local, sino que también posiciona a la marca como un aliado estratégico para nuevos negocios.

Reflexiones de un empresario visionario

Para Tony, la clave del éxito radica en la adaptación y la confianza en el mercado venezolano. “Confiamos en lo que hacemos y en el potencial de Venezuela para crecer”. También enfatiza la importancia de las redes sociales y las capacitaciones como herramientas fundamentales para educar y atraer nuevos clientes.

El camino no ha sido fácil, pero Tony Di Benedetto demuestra que con visión, esfuerzo y un compromiso con la calidad, es posible transformar una idea sencilla en un negocio exitoso. Desde una crema de pistacho hasta un portafolio de productos premium, esta historia es un testimonio de perseverancia y pasión por la excelencia.

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Descubrió el negocio de los helados mientras intentaba mantener su pasión por la gerencia de salas de teatro

Kimberly Zambrano es la gerente de la reconocida sala de teatro Trasnocho, quien cuenta a El Emprendedor cómo combatió la crisis para vivir de su vocación.



Durante dos décadas, Kimberly Zambrano ha dedicado su vida al teatro. Ha pisado escenarios, gerenciado proyectos y explorado su pasión por la expresión artística. Sin embargo, como ocurre con muchos artistas en Venezuela, la estabilidad económica en este campo no siempre es fácil de alcanzar. Enfrentando la necesidad de diversificar sus ingresos, encontró en el mundo de los helados una oportunidad que la convirtió en distribuidora de Milkiss Baruta sin tener que abandonar su verdadera vocación y años de experiencia.

Un cambio impulsado por la crisis y gracias al apoyo familiar

El arte siempre ha sido el centro de la vida de Kimberly, pero como profesional del teatro entendía que debía buscar alternativas económicas que le permitieran seguir con su pasión sin sacrificar su bienestar. Fue en este proceso que su familia jugó un papel clave. Su esposo, con experiencia en distribución y ventas, la motivó a considerar la posibilidad de emprender en un sector distinto al que estaba acostumbrada.

Con su apoyo y el de su madre, decidió dar el paso y convertirse en distribuidora de la marca de helados Milkiss en la zona de Baruta, Caracas (@milkissbaruta). “No quería renunciar al teatro, pero necesitaba una fuente de ingresos que me diera flexibilidad y estabilidad”, explica Kimberly. Esta decisión le permitió equilibrar su carrera artística con un negocio propio que le ofrecía seguridad financiera.

Las habilidades del mundo artístico

Aunque el teatro y la venta de helados parecen mundos opuestos, Kimberly ha encontrado similitudes en ambos. “En el teatro, trabajamos con el público, entendemos sus emociones y buscamos conectar con ellos. En la distribución, también hay que saber interpretar lo que el cliente quiere y ofrecerle un producto que realmente disfrute”, nos comenta.

Para ella, la clave del éxito ha sido aplicar habilidades que ya dominaba en su carrera artística: la comunicación, la empatía y la capacidad de resolver problemas. Estas herramientas le han permitido desenvolverse en el sector comercial con confianza, incluso sin experiencia previa en ventas.

Retos de emprender en un negocio desconocido

Como cualquier emprendedora, Kimberly enfrentó desafíos al entrar en un sector completamente nuevo. Aprender sobre logística, distribución y negociación con clientes fue un proceso que requirió paciencia y dedicación. “No tenía experiencia en ventas, pero mi esposo me guió en cada paso y fui aprendiendo en el camino”.

Otro reto fue ganarse la confianza de los clientes en una zona donde ya existían otros distribuidores de helados. Su estrategia fue consistente: ofrecer un servicio de calidad, entregas puntuales y una atención cercana que la diferenciara de la competencia. Con el tiempo, logró establecer una clientela fiel que aprecia su compromiso y dedicación.

El equilibrio entre la pasión y el dinero

Lo más importante para Kimberly es que este negocio no le ha hecho alejarse del teatro. “Pensé que tendría que escoger entre mi pasión y mi estabilidad económica, pero encontré un equilibrio”. Gracias a la flexibilidad de su negocio, puede organizar su tiempo para seguir en la gerencia de producciones teatrales mientras maneja su distribución de helados.

Además, ve su emprendimiento como una forma de aprender y evolucionar. Ha incorporado estrategias de comunicación y mercadeo que también aplica en sus proyectos teatrales, entendiendo mejor cómo promocionar su trabajo y conectar con su audiencia.

Consejos para profesionales que buscan emprender sin dejar su pasión

Kimberly sabe que muchos profesionales en Venezuela enfrentan la misma disyuntiva: cómo mantenerse en su campo sin sacrificar la estabilidad económica. Por eso, comparte algunos consejos basados en su experiencia:

  1. Explora alternativas sin miedo: “No te limites por la idea de que solo puedes hacer una cosa en la vida. A veces, emprender en algo nuevo te abre puertas inesperadas”.
  2. Apóyate en tu círculo cercano: “Tener una red de apoyo es clave. Mi esposo y mi madre han sido fundamentales para que este negocio funcione”.
  3. Aplica tus habilidades en cualquier ámbito: “La comunicación, el manejo del público y la creatividad que usas en tu profesión pueden servirte en cualquier negocio”.
  4. Encuentra un equilibrio: “No es necesario abandonar lo que amas para emprender. Si organizas bien tu tiempo, puedes hacer ambas cosas”.
  5. Construye una relación con tus clientes: “Así como en el teatro conectas con el público, en un negocio es clave conectar con quienes te compran”.
  6. Un futuro con dos caminos que se complementan

Kimberly Zambrano no ve su emprendimiento como una salida del teatro, sino como una manera de seguir en él sin la presión económica que muchos artistas enfrentan. Su historia demuestra que es posible construir estabilidad financiera sin renunciar a la pasión que te define. Con su negocio creciendo y nuevas oportunidades en el teatro, su camino sigue desarrollándose en dos escenarios distintos, pero igualmente importantes en su vida.

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Ella creó su propia agencia de diseño de moda y ahora se propone promover a jóvenes modelos de pasarela

Gabrielys Orsini es periodista y relata a El Emprendedor cómo su pasión la llevó a fundar la marca de ropa Gaby Orsini. Actualmente, busca apoyar a nuevos talentos en el modelaje de pasarela.



En el mundo del emprendimiento, los cambios de carrera suelen ser arriesgados, pero para Gabrielys Orsini, fue la mejor decisión de su vida. Pasó de trabajar en medios de comunicación a fundar su propia marca de moda. Su trayectoria no solo muestra cómo reinventarse profesionalmente, sino también cómo construir un negocio desde la pasión y la constancia.

Del periodismo a la moda

Gabrielys se graduó de periodista en la Universidad Central de Venezuela (UCV) y trabajó en medios públicos como Radio Nacional de Venezuela, además de desempeñarse en comunicación corporativa. En 2007, mientras aún trabajaba en medios, decidió lanzar su primera empresa: una agencia de publicidad que gestionaba espacios para avisos publicitarios en medios de comunicación. Sin embargo, a pesar del éxito, sentía que su verdadera vocación estaba en otro lugar.

El cambio de rumbo llegó en 2012, cuando tomó la difícil decisión de renunciar a su trabajo estable y dedicarse 100% a su negocio. “Me tomó cinco años dar el paso, tenía miedo porque tenía una hija pequeña, pero sentía que ya mi etapa en el periodismo había terminado”, recuerda Gabrielys.

Lo que comenzó como una agencia de publicidad evolucionó inesperadamente cuando un cliente le solicitó uniformes para su empresa. Fue en ese momento cuando su infancia, marcada por el interés en la costura de su madre y su abuela, cobró sentido. “Crecí viendo cómo se confeccionaba ropa. Mi mamá y mi abuela llevaban telas a costureras, y yo participaba en la elección de colores y diseños”, cuenta. Sin dudarlo, tomó el pedido y buscó quién confeccionara los uniformes, pero al ver la alta demanda, decidió invertir en su propio taller de confección.

De la producción de uniformes a su marca de moda

A medida que el negocio crecía, Gabrielys vio la oportunidad de crear su propia línea de ropa. En 2016, fundó la marca Gaby Orsini, con el objetivo de ofrecer moda venezolana con estándares de exportación. “Quería demostrar que en Venezuela se podía hacer ropa con calidad internacional”, afirma.

En poco tiempo, su marca empezó a expandirse, y en 2017 logró exportar a mercados como Miami, Puerto Rico y Argentina, vendiendo entre 2.000 y 3.000 piezas mensuales. Gracias a las redes sociales, especialmente Instagram, su negocio despegó y se conoció su sello personal, una marca orientada a la moda casual y cómoda.

Uno de sus mayores éxitos fue la transformación del algodón en un material de alta demanda, creando los conjuntos viajeros, un producto estrella que redefinió el uso de esta tela en su negocio. “El algodón siempre fue visto como algo deportivo, pero nosotros lo convertimos en una prenda versátil para cualquier ocasión”, explica.

Cuando llegaron los golpes duros

A pesar del crecimiento de su empresa, Gabrielys enfrentó momentos difíciles. La inestabilidad económica del país, la inflación y los problemas con el sistema cambiario golpearon su negocio en 2017. “Vendíamos una prenda en la mañana y en la tarde el dólar subía, lo que significaba que ya estábamos perdiendo dinero”, cuenta.

El 2019 llegaron las consecuencias de la crisis política que afectó las ventas y la obligó a reducir su equipo de costureras de 15 a solo una. Sin embargo, uno de los golpes más duros llegó en 2023, cuando fue desalojada de su fábrica tras haber invertido en mejorarla. “Era un edificio de cuatro pisos que adaptamos para la producción, pero luego el dueño triplicó el precio de venta y nos sacó”. Esta situación la obligó a detener su negocio y probar con otra iniciativas cómo fue la de montar su propia heladería, además de producir vasos para café.

A pesar de estos obstáculos y gracias a su empeño e ingenio comercial, Gabrielys se mantuvo firme y logró reiniciar su producción en 2024, gracias a un crédito gubernamental que le permitió recuperar su taller. “Después de un año sin confeccionar, volvimos a arrancar”, celebra.

Un 2025 con nuevos desafíos: impulsar el modelaje juvenil

Con su negocio de moda en marcha, Gabrielys quiere ir más allá. En diciembre de 2024, lanzó su academia de modelaje, con el propósito de formar jóvenes modelos y ofrecerles oportunidades en la industria. “Siempre he trabajado con modelos en mi marca, así que decidí darles formación profesional y ayudarlas a proyectarse”.

Ahora su academia no solo busca entrenar a modelos para sesiones fotográficas, sino que también les ofrece trabajo inmediato en campañas publicitarias, pasarelas y alianzas con otras marcas de moda. “Las chicas y chicos que se forman con nosotros tienen oportunidades reales de trabajo”, explica.

Además, en 2025, Gabrielys planea lanzar una línea de ropa urbana para que emprendedores puedan comercializar al mayor. También, espera trabajar en la modernización del liquiliqui, la prenda tradicional venezolana, adaptándola con detalles de pedrería y versiones más versátiles para el uso diario.

Lecciones de una emprendedora que supo reinventarse

La historia de Gabrielys Orsini es un testimonio de perseverancia y visión. De ser periodista a empresaria del mundo de la moda, ha aprendido que el emprendimiento no se trata sólo de talento, sino de constancia y adaptación. Sus consejos para quienes desean empezar su propio negocio son claros:

  • No rendirse, aunque el camino sea difícil: “He pasado por desalojos, crisis económicas y momentos en los que pensé en parar, pero si te detienes, pierdes todo lo que construiste”
  • Ser constante es la clave del éxito: “Nada sucede de la noche a la mañana. El éxito es el resultado de años de trabajo constante”
  • Emprender con propósito hace la diferencia: “No es solo vender ropa, es crear un impacto, cambiar vidas y generar empleo”
  • No tengas miedo de cambiar de rumbo: “Lo que estudiaste o en lo que trabajaste no tiene que definirte para siempre. Si sientes que algo más te apasiona, arriésgate”
  • Aprovecha cada oportunidad: “Si un cliente te pide algo que nunca has hecho, inténtalo. Así fue como conecté mi pasión por la confección”
  • No dependas de una sola fuente de ingresos: “Mi otro negocio de vasos personalizados para café me salvó durante la pandemia. Tener varias opciones te ayuda a resistir las crisis”
  • Usa las redes sociales a tu favor: “Instagram fue clave en el crecimiento de mi marca.  Si estás en un negocio de moda o ventas, tienes que estar presente digitalmente
  • Aporta algo más allá del negocio: “Creamos el programa ‘Vestimos Corazones’, donde donamos ropa nueva a personas en situación vulnerable. Un negocio también debe tener propósito”

Una marca con futuro y propósito

Gabrielys no solo quiere seguir expandiendo su marca, sino que sueña con llevar su moda a Nueva York y República Dominicana en los próximos años. Su historia demuestra que la reinvención es clave en el mundo del emprendimiento y que, sin importar los obstáculos, siempre hay oportunidades para crecer.

De la redacción de noticias a la confección de ropa y la formación de modelos, Gabrielys Orsini es un ejemplo de cómo la pasión y la determinación pueden convertir cualquier idea en una historia de éxito.

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Pasaron de crear sus propias gelatinas y flanes a impulsar emprendedores con sus mezclas para helados soft

Maght´s, es la fábrica de mezcla de helados soft con más de 30 años en el mercado que está impulsando el negocio de las heladerías en Venezuela.



En el mundo empresarial, las grandes ideas suelen surgir de necesidades insatisfechas. Este fue el caso de Jean de Maght y su familia, quienes convirtieron un negocio familiar en una referencia en la industria de las mezclas para helados soft en Venezuela. Lo que comenzó como un pequeño emprendimiento en la década de los 90, enfocado en gelatinas y flanes, evolucionó hasta convertirse en un modelo de innovación y soporte para emprendedores en todo el país.

Un inicio impulsado por la necesidad

La historia de esta empresa comienza en 1995, cuando el padre de Jean, Federico de Maght, entonces propietario de un negocio de víveres, detectó un problema recurrente: las marcas de gelatinas que revendía no cumplían con las expectativas de los clientes. “La gente se quejaba de que las gelatinas no cuajaban bien o no tenían buen sabor”, recuerda Jean. Este descontento motivó a su padre a aprender sobre el proceso de fabricación y a desarrollar su propia fórmula.

En un inicio, las mezclas eran rudimentarias, preparadas con equipos básicos y en pequeñas cantidades. “Era un trabajo artesanal; salíamos del proceso con polvo de colores por todos lados”, comenta Jean entre risas. Sin embargo, los clientes comenzaron a preferir las gelatinas fabricadas localmente sobre las marcas comerciales, lo que llevó al negocio a crecer rápidamente. En menos de dos años, la familia amplió su portafolio con flanes y pudines, consolidándose en el mercado local.

La transición hacia los helados soft o cremosos

A mediados de la década de 2000, la familia identificó una nueva oportunidad de mercado: las mezclas para helados soft. En ese momento, pocos fabricantes en Venezuela ofrecían productos de calidad para este segmento. “El helado soft es un postre accesible, pero muchos emprendedores tenían problemas para encontrar mezclas que garantizaran un buen resultado”, explica Jean.

El desarrollo de estas mezclas requirió capacitación y un profundo conocimiento técnico. El padre de Jean se especializó en el proceso de formulación, aprendiendo sobre el papel que desempeñaba cada ingrediente en el producto final. “El helado soft no es solo leche y azúcar; es una ciencia que combina grasa, aire y temperaturas exactas”. Gracias a esta dedicación, crearon una mezcla equilibrada que destacó por su sabor y textura consistentes.

Apertura de tiendas especializadas

Con el tiempo, la mezcla para helados soft se convirtió en el producto estrella de la empresa. Actualmente, esta línea lidera su capacidad de producción, eclipsando incluso a las gelatinas y flanes que dieron origen al negocio. “Fabricamos alrededor de cinco toneladas de mezcla para helados cada semana, abasteciendo a clientes en todo el país”, detalla Jean.

Para facilitar el acceso a sus productos, la empresa inauguró dos tiendas especializadas, una en Valencia y otra en Maracay. “Las tiendas son puntos clave donde los heladeros encuentran todo lo que necesitan, desde conos hasta asesoría técnica”, comenta. Este enfoque les permite apoyar tanto a negocios establecidos como a nuevos emprendedores que incursionan en el mundo de los helados soft.

Asesoría para emprendedores

Uno de los pilares del éxito de esta empresa es su compromiso con la educación de sus clientes. “Guiamos a los emprendedores desde el momento en que compran su primera máquina barquillera”, afirma Jean. La asesoría incluye desde la instalación del equipo hasta la optimización de costos y el mantenimiento de la cadena de frío. “Nuestro objetivo es que cada cliente arranque con las mejores herramientas para evitar errores costosos”.

La empresa también organiza talleres y capacitaciones para enseñar buenas prácticas. Por ejemplo, explican la importancia del “overrun”, el proceso de incorporación de aire al helado que aumenta su volumen sin comprometer la calidad. “Un buen manejo del overrun puede incrementar la producción en un 35%, lo que se traduce en mayores ganancias para nuestros clientes”.

El problema al rendir la mezcla

Como toda empresa, han enfrentado desafíos. Uno de los más comunes es la tendencia de algunos clientes a intentar “rendir” el producto para abaratar costos. “Agregar más agua o menos mezcla puede parecer una buena idea, pero solo resulta en un helado de baja calidad que no fideliza al cliente”, advierte Jean.

Otro obstáculo ha sido educar sobre la cadena de frío, un aspecto crucial para mantener la calidad del helado. “Si el producto no se almacena a la temperatura correcta, pierde sus propiedades, y eso afecta tanto al negocio como al consumidor final”.

Mirando hacia el futuro

Con una base sólida y una visión clara, la empresa planea seguir creciendo. Están aumentando su capacidad de producción al triple para atender la creciente demanda y expandir su red de tiendas en otros estados. Además, trabajan en el desarrollo de nuevas mezclas y sabores para diversificar su portafolio.

Jean también destaca la importancia de seguir apoyando a los emprendedores. “Queremos que nuestros clientes no solo compren un producto, sino que también reciban el conocimiento necesario para triunfar”. Con este enfoque, esperan consolidarse como líderes en el mercado de helados soft en Venezuela.

Reflexión final

La historia de Jean, su padre y su familia es un testimonio de cómo la innovación, el trabajo duro y la pasión pueden crear un negocio familiar en una referencia nacional. Desde sus inicios con gelatinas y flanes hasta liderar el mercado de helados soft, esta empresa demuestra que con visión y compromiso, las oportunidades son infinitas.

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Diseña macetas personalizadas en 3D para fomentar la reforestación desde casa

Andrés Sanabría, egresado de la UCAB, comparte con El Emprendedor cómo, a los 17 años y al finalizar el bachillerato, se interesó en el activismo social, lo que lo llevó a fundar la reconocida empresa de impresión 3D Smiley 2 Go.



Andrés Sanabria, un joven emprendedor venezolano, inició su camino empresarial motivado por su activismo social. A los 17 años, inspirado por movimientos internacionales como el de Greta Thunberg, decidió contribuir al medio ambiente en Venezuela, por ser una de los países de nuestra región más afectados por la deforestación.

Junto a un amigo, fundó Smiley Plant Organization, una ONG dedicada a la reforestación. “Nunca había plantado un árbol en mi vida, pero decidí dar un salto de fe”, comenta Andrés, recordando cómo se adentró en el mundo del activismo sin experiencia previa.

El proyecto comenzó con entusiasmo, pero la pandemia trajo consigo grandes desafíos. A pesar de las restricciones, Andrés y su equipo intentaron mantener viva la organización mediante actividades en línea, pero sin ingresos suficientes, se enfrentaron a la gran pregunta: ¿cómo financiar las futuras actividades de reforestación?

La respuesta llevó a Andrés a una oportunidad que cambiaría el rumbo de su emprendimiento: usar plástico reciclado para fabricar macetas, cuya venta ayudaría a financiar la causa ambiental. Así nació Smiley 2 Go, una tienda de macetas ecológicas con impacto social.

El innovador producto para recaudar fondos

Lo que comenzó como una forma de recaudar fondos para una organización sin fines de lucro, pronto se convirtió en un negocio con su propio propósito. “Nos dimos cuenta de que el problema inicial era solo una excusa para una oportunidad de negocio más grande”, menciona Andrés.

Smiley 2 Go comenzó a atraer a clientes interesados no solo en apoyar una causa, sino también en decorar sus hogares de manera sostenible.

La pandemia había generado un aumento en la demanda de productos que trajeran naturaleza al hogar. A medida que las personas pasaban más tiempo en espacios cerrados, buscaban alternativas creativas y atractivas para integrar el verde en sus vidas.

Las macetas de Smiley 2 Go no eran simples recipientes; eran personalizadas, coloridas y ofrecían un toque único que reflejaba la personalidad de cada cliente. “Una maceta no es solo un cilindro de arcilla. Es una forma de adueñarte de tus espacios”, explica Andrés, resaltando cómo su producto conectaba emocionalmente con los consumidores.

La inesperada y llegada de la competencia

Como todo emprendedor, Andrés enfrentó varios retos al iniciar su negocio. Aunque la idea era buena, la ejecución presentó dificultades inesperadas. El Emprendedor menciona que la competencia fue uno de los aspectos más duros de su trayectoria. “El mercado se volvió muy competitivo rápidamente. De repente, todos estaban vendiendo macetas, y teníamos que diferenciarnos de alguna manera”, comenta

En un entorno donde muchos negocios similares comenzaron a surgir, Smiley 2 Go necesitaba encontrar su ventaja competitiva. Andrés enfrentó la realidad de que no bastaba con tener una buena causa detrás del producto.

“Me di cuenta de que, aunque nuestro impacto ambiental era importante, si no lograba conectar emocionalmente con los clientes, nos íbamos a quedar atrás”, reflexiona​. Así, la personalización y el enfoque en la decoración única se convirtieron en su sello distintivo.

Además, emprender en un contexto de triple impacto —donde parte de las ganancias se destinan a causas sociales— añadió otra capa de complejidad. “La carga impositiva es tremenda, y cuando tienes que dividir tus ganancias para apoyar una causa, es aún más desafiante”, explica Andrés.

Sin embargo, el joven emprendedor encontró en estos retos una motivación para seguir adelante, adaptando su modelo de negocio y buscando nuevas formas de conectar con su audiencia.

La alianza estratégica que impulsó otro nivel de crecimiento

A pesar de las dificultades, Andrés y su equipo han logrado expandir el negocio, atrayendo tanto a clientes individuales como a empresas. Uno de los momentos clave en su crecimiento fue la alianza con Senos Ayuda, una organización que se benefició de la venta de macetas a través de un modelo colaborativo. “Empezamos a darnos a conocer gracias a esta alianza, que nos permitió crecer más rápido y aumentar nuestras ventas”, recuerda.

En el horizonte, Andrés visualiza un futuro aún más prometedor para Smiley 2 Go. El proyecto está listo para entrar al sector corporativo, ofreciendo productos personalizados para empresas que buscan cómo crear un plan de reconocimiento empresarial, regalos corporativos sostenibles o decoraciones para sus oficinas.

“Smiley va a explotar dentro del sector corporativo”, comenta Andrés, entusiasmado por las nuevas oportunidades de negocio que se abren. Además, está desarrollando una nueva línea de productos llamada Smiley ad Space, que permitirá a los clientes corporativos utilizar las macetas como soportes publicitarios en restaurantes y otros locales comerciales.

Los consejos para los lectores de El Emprendedor

Al reflexionar sobre su recorrido, Andrés tiene un consejo para quienes buscan emprender: “Entender cuánto estás dispuesto a sacrificar es clave. Hay que jugar constantemente con esa balanza, entre el negocio y la vida personal”.

Él mismo ha aprendido a equilibrar su vida académica con el negocio, aprovechando los periodos de vacaciones para dedicarse de lleno a Smiley 2 Go. A pesar de las dificultades, Andrés sigue emocionado por lo que el futuro le depara, confiando en que los retos superados lo han preparado para lo que viene.

Así, Smiley 2 Go no es solo una tienda de macetas, sino un ejemplo de cómo un emprendimiento puede nacer de una causa social y evolucionar hacia algo más grande.

Andrés Sanabria ha demostrado que, con pasión, innovación y perseverancia, es posible convertir una pequeña idea en un negocio con impacto real en la vida de las personas y en el planeta.

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Adulteramiento: cómo la sociedad nos configura y limita nuestro potencial

  • La insatisfacción tiene 4 caras: el impostor, el improvisador, el castrado psicológico y el inconsciente.
  • El adulteramiento comienza con nuestros protectores: nuestros padres, familiares cercanos y otras figuras de autoridad.
  • Al seguir metas que provienen de fuentes externas, experimentamos un vacío existencial.
  • El sufrimiento que esto genera se perpetúa a lo largo de nuestras vidas.

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El negocio que pasó de vender 10 hamburguesas diarias a vender 861 en un día

  • Empezaron vendiendo hamburguesas en su casa, pero pronto se atrevieron a dar un paso de fe y alquilaron su primer local.
  • Actualmente, Silvanitos Grill Burger puede vender más de 1200 hamburguesas en un fin de semana, sin contar otras opciones de platillos que ofrecen en su menú.
  • Gracias a la fe, la constancia y la reinvención constante de esta pareja de emprendedores, hoy cuentan con varios locales en la ciudad de Mérida.

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    Mayira Paz contó en entrevista con El Emprendedor: “Me llegaron pensamientos de agarrar el carro y lanzarme por el puente”, antes de que una pastora de Dios la salvara.



    En el mundo del emprendimiento, la resiliencia es clave para salir adelante. Mayira Paz lo sabe bien. En 2019, perdió todo: su negocio colapsó, su vehículo desapareció y su madre enfermó gravemente. Lo que parecía el fin de su carrera se convirtió en el punto de partida para una historia de superación que hoy la posiciona como una de las empresarias más innovadoras del sector de la belleza en el estado Zulia.  Hoy, su salón boutique combina estética, bienestar y moda, marcando una diferencia en la industria y brindando una experiencia integral a sus clientes.

    Una crisis emocional

    Antes de convertirse en una emprendedora del mundo de la belleza, Mayira había trabajado en diferentes áreas del comercio y siempre tuvo un espíritu emprendedor. Sin embargo, el 2019 marcó un antes y un después en su vida. No solo perdió su negocio, sino que también enfrentó una crisis emocional que la llevó al borde del colapso. 

    “Me quedé sin nada. Todo colapsó en mi vida. Llegaron pensamientos de desesperación, pero una pastora psicóloga me ayudó a salir de ese estado.”

    Sin embargo, fue ella misma quien encontró la fuerza para salir adelante. Tras días de encierro, reflexionando sobre su vida y aferrándose a su fe, logró levantarse de nuevo. “Yo salgo de la crisis, yo misma, encerrada, yo misma, con Dios”. Su determinación y fe fueron claves para su recuperación, pero también encontró fortaleza en el apoyo que brindaba a otros. Durante ese período, ayudaba a una iglesia que sostenía comedores, lo que le permitió ver que aún tenía la capacidad de impactar vidas y generar cambios positivos.

    Con el apoyo de su fe y la guía de mentores, entendió que debía reinventarse y recuperar lo que había construido con tanto esfuerzo. En lugar de rendirse, decidió regresar con más fuerza, buscando nuevas oportunidades y adaptándose a un mercado cambiante.

    Convierte el salón de belleza en un salon boutique

    El regreso de Mayira al mundo de los negocios no fue solo una reconstrucción de lo que ya tenía, sino una evolución. En vez de enfocarse únicamente en servicios de peluquería y spa, convirtió su negocio en un salón boutique, integrando moda, estética y bienestar en un solo lugar. “Cuando entra un cliente, dice ‘Guau, aquí hay de todo’. Ahora con la boutique más, quedan asombrados”, comenta.

    Esta estrategia le permitió ofrecer una experiencia diferente a sus clientes, quienes no solo van por un tratamiento de belleza, sino que también pueden encontrar ropa de calidad, accesorios y otros productos que complementan su estilo de vida.

    El reto de diversificar, la gran idea

    Uno de los mayores desafíos de Mayira fue diversificar su negocio sin perder su identidad. En un sector donde la competencia es alta y los cambios en tendencias son constantes, tuvo que aprender a equilibrar la innovación con la estabilidad.

    En el aniversario de su negocio, lanzó su boutique de ropa deportiva colombiana, expandiendo su marca y atrayendo a un público más amplio. “El día del aniversario inauguré la boutique. Incluso tuvimos varias ventas porque invité a las clientas”.

    Apostar por la moda dentro de un espacio de belleza fue un movimiento arriesgado, pero efectivo. Ahora, sus clientas pueden salir del salón con un nuevo look y un nuevo outfit, algo que diferencia su negocio de los salones tradicionales.

    El reconocimiento de esfuerzo no tardó en llegar

    El impacto de su negocio no pasó desapercibido. En 2022, su salón fue nominado al premio "Salón del Año", consolidando su reputación en el Zulia. “La prensa zuliana me quiso dar el premio al Salón del Año. Me hice muy reconocida en la ciudad”.

    Más allá de los reconocimientos, su éxito se ha medido en la fidelización de sus clientes, quienes han confiado en su visión y en la calidad de su servicio.

    Lecciones de una empresaria que se negó a rendirse

    Para Mayira, su historia no es solo otro testimonio de éxito, sino una oportunidad para inspirar a otros emprendedores. A lo largo de su camino, ha aprendido valiosas lecciones que ahora comparte con quienes buscan iniciar o reinventar su negocio:

    1. La constancia es clave: “Las crisis llegan, pero la constancia es lo que te mantiene en pie. No puedes rendirte solo porque las cosas se ponen difíciles”.
    2. No aferrarse al pasado: “Si algo ya no funciona, hay que soltarlo y buscar nuevas oportunidades. Reinventarse es parte del éxito”.
    3. Construye relaciones con tu equipo: “Aprendí que el personal rota mucho en este sector, pero si creas un buen ambiente de trabajo, puedes formar un equipo sólido”.
    4. Diversificar es una ventaja: “Si dependes de una sola fuente de ingresos, cualquier crisis puede derrumbar tu negocio. Tener diferentes líneas de negocio te da estabilidad”.
    5. Celebrar el esfuerzo: “Tú tienes que celebrar con tus colaboradores. Tienes que celebrar tus logros”.
    6. La imagen importa: “No solo es vender un servicio, es vender una experiencia. Un cliente satisfecho vuelve y recomienda”.

    Sobre su futuro crecimiento y expansión

    El próximo objetivo de Mayira es consolidar su marca, fortaleciendo su modelo de salón boutique y expandiendo la venta de ropa deportiva. Además, busca mejorar la gestión del negocio, para seguir ofreciendo un servicio de alta calidad. “La clave es estructurar mejor los procesos y hacer que el negocio funcione de manera más organizada”.

    Para Mayira Paz, el camino del emprendimiento ha sido una montaña rusa de altibajos, pero su determinación la ha llevado a construir algo mucho más grande de lo que imaginó. Su historia demuestra que la resiliencia, la adaptabilidad y la innovación son esenciales para triunfar en los negocios.

    Hoy, Mayira Paz no solo lidera un exitoso salón boutique en el Zulia, sino que también es un ejemplo de cómo convertir la adversidad en una oportunidad para crecer y reinventarse.

    Escrito el Lunes, 17 Febrero 2025 10:38 en Emprendedores ¡Deja el primer comentario! Visto 78 veces
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    Inspirado en una crema de pistacho conquista a pastelerías y heladerías premium de Venezuela
    Inspirado en una crema de pistacho conquista a pastelerías y heladerías premium de Venezuela

    Tony Di Benedetto, bajo la marca internacional Stramondo e inspirado en un viaje a Italia pasó de vender una crema de pistacho a un catálogo de más 40 productos en 4 años.



    Tony Di Benedetto (@soytonyelchef) no imaginó que un viaje a Italia cambiaría el rumbo de su vida empresarial. Representante de una reconocida fábrica de calzado infantil en Venezuela con más de 60 años de trayectoria, Tony enfrentaba los desafíos de una industria en crisis. Durante una visita a Europa, descubrió una crema de pistacho que revolucionó su perspectiva. “Vi el potencial de este producto y supe que podría ser una gran oportunidad para Venezuela”, recuerda.

    Inspirado en Italia

    El viaje inicial a Italia lo cambiaría todo; no solo descubrió la crema de pistacho, sino también una industria con 90 años de experiencia en bases y esencias para helados. “Me di cuenta de que esta empresa tenía todos los procesos certificados y una calidad insuperable”. La posibilidad de traer estos productos a Venezuela lo motivó a dar un giro a su carrera, buscando estandarizar y elevar el nivel de los postres en el país.

    Comenzó trayendo 40 kilos de crema de pistacho y ofreciendo muestras a pastelerías. La respuesta fue inmediata. “Cuando los clientes probaban el producto, quedaban impactados por su sabor”. Este éxito inicial lo impulsó a negociar la representación exclusiva de la marca europea Stramondo para Venezuela.

    La transición al mundo de los helados

    El gran punto de inflexión llegó hace dos años, durante una masterclass organizada para mostrar las aplicaciones de sus productos en la industria de pastelería y heladería. “Fue entonces cuando nos conectamos con el mundo del helado y vimos el potencial de las bases y esencias”. Desde ese momento, Tony comenzó a diversificar su catálogo, pasando de una simple crema de pistacho a más de 40 productos, incluyendo coberturas y esencias premium.

    La estrategia precios premium y sus desafíos

    El mercado local presentó retos significativos. En un entorno donde los helados económicos predominan, competir por precio no era una opción. “Venden barquillas, dos por un dólar, pero nosotros ofrecemos calidad, no cantidad”, afirma Tony. En lugar de enfocarse en el consumo masivo, optaron por trabajar con heladerías, pastelerías y restaurantes que valoran los productos premium.

    Otro desafío fue educar al mercado sobre la importancia de la estandarización. “Queremos que los clientes siempre encuentren el mismo sabor y calidad, sin importar dónde lo compren”. Para lograrlo, se apoyaron en talleres y capacitaciones dirigidos a profesionales del sector.

    Un crecimiento constante

    En dos años, la marca ha logrado consolidarse en el mercado premium con un crecimiento constante. “Hoy contamos con un catálogo de más de 40 productos, incluyendo bases para helados, esencias y coberturas”. Este logro se debe tanto a la calidad de los productos como a la confianza de sus clientes, quienes destacan la superioridad en sabor y consistencia.

    El pistacho sigue siendo su producto estrella, junto con las coberturas para helados. “Los clientes nos dicen que no quieren probar otras marcas porque confían plenamente en nuestros productos”. Esta fidelidad ha permitido a la empresa mantener una posición destacada en un mercado competitivo.

    Proyecciones hacia el futuro

    El próximo gran paso para Tony es expandir su alcance. Planea asistir a ferias internacionales en Italia para identificar nuevas tendencias y productos. Además, evalúa llevar sus productos al consumidor final a través de bodegones y supermercados, adaptando los empaques a presentaciones más accesibles.

    Otra estrategia clave es continuar educando a los emprendedores interesados en ingresar al negocio de los helados. “Ya hemos ayudado a tres heladerías a comenzar desde cero, ofreciendo capacitaciones y guía en el uso de nuestros productos”. Este enfoque no solo fortalece la industria local, sino que también posiciona a la marca como un aliado estratégico para nuevos negocios.

    Reflexiones de un empresario visionario

    Para Tony, la clave del éxito radica en la adaptación y la confianza en el mercado venezolano. “Confiamos en lo que hacemos y en el potencial de Venezuela para crecer”. También enfatiza la importancia de las redes sociales y las capacitaciones como herramientas fundamentales para educar y atraer nuevos clientes.

    El camino no ha sido fácil, pero Tony Di Benedetto demuestra que con visión, esfuerzo y un compromiso con la calidad, es posible transformar una idea sencilla en un negocio exitoso. Desde una crema de pistacho hasta un portafolio de productos premium, esta historia es un testimonio de perseverancia y pasión por la excelencia.

    Escrito el Miércoles, 12 Febrero 2025 14:58 en Emprendedores ¡Deja el primer comentario! Visto 90 veces
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    Descubrió el negocio de los helados mientras intentaba mantener su pasión por la gerencia de salas de teatro
    Descubrió el negocio de los helados mientras intentaba mantener su pasión por la gerencia de salas de teatro

    Kimberly Zambrano es la gerente de la reconocida sala de teatro Trasnocho, quien cuenta a El Emprendedor cómo combatió la crisis para vivir de su vocación.



    Durante dos décadas, Kimberly Zambrano ha dedicado su vida al teatro. Ha pisado escenarios, gerenciado proyectos y explorado su pasión por la expresión artística. Sin embargo, como ocurre con muchos artistas en Venezuela, la estabilidad económica en este campo no siempre es fácil de alcanzar. Enfrentando la necesidad de diversificar sus ingresos, encontró en el mundo de los helados una oportunidad que la convirtió en distribuidora de Milkiss Baruta sin tener que abandonar su verdadera vocación y años de experiencia.

    Un cambio impulsado por la crisis y gracias al apoyo familiar

    El arte siempre ha sido el centro de la vida de Kimberly, pero como profesional del teatro entendía que debía buscar alternativas económicas que le permitieran seguir con su pasión sin sacrificar su bienestar. Fue en este proceso que su familia jugó un papel clave. Su esposo, con experiencia en distribución y ventas, la motivó a considerar la posibilidad de emprender en un sector distinto al que estaba acostumbrada.

    Con su apoyo y el de su madre, decidió dar el paso y convertirse en distribuidora de la marca de helados Milkiss en la zona de Baruta, Caracas (@milkissbaruta). “No quería renunciar al teatro, pero necesitaba una fuente de ingresos que me diera flexibilidad y estabilidad”, explica Kimberly. Esta decisión le permitió equilibrar su carrera artística con un negocio propio que le ofrecía seguridad financiera.

    Las habilidades del mundo artístico

    Aunque el teatro y la venta de helados parecen mundos opuestos, Kimberly ha encontrado similitudes en ambos. “En el teatro, trabajamos con el público, entendemos sus emociones y buscamos conectar con ellos. En la distribución, también hay que saber interpretar lo que el cliente quiere y ofrecerle un producto que realmente disfrute”, nos comenta.

    Para ella, la clave del éxito ha sido aplicar habilidades que ya dominaba en su carrera artística: la comunicación, la empatía y la capacidad de resolver problemas. Estas herramientas le han permitido desenvolverse en el sector comercial con confianza, incluso sin experiencia previa en ventas.

    Retos de emprender en un negocio desconocido

    Como cualquier emprendedora, Kimberly enfrentó desafíos al entrar en un sector completamente nuevo. Aprender sobre logística, distribución y negociación con clientes fue un proceso que requirió paciencia y dedicación. “No tenía experiencia en ventas, pero mi esposo me guió en cada paso y fui aprendiendo en el camino”.

    Otro reto fue ganarse la confianza de los clientes en una zona donde ya existían otros distribuidores de helados. Su estrategia fue consistente: ofrecer un servicio de calidad, entregas puntuales y una atención cercana que la diferenciara de la competencia. Con el tiempo, logró establecer una clientela fiel que aprecia su compromiso y dedicación.

    El equilibrio entre la pasión y el dinero

    Lo más importante para Kimberly es que este negocio no le ha hecho alejarse del teatro. “Pensé que tendría que escoger entre mi pasión y mi estabilidad económica, pero encontré un equilibrio”. Gracias a la flexibilidad de su negocio, puede organizar su tiempo para seguir en la gerencia de producciones teatrales mientras maneja su distribución de helados.

    Además, ve su emprendimiento como una forma de aprender y evolucionar. Ha incorporado estrategias de comunicación y mercadeo que también aplica en sus proyectos teatrales, entendiendo mejor cómo promocionar su trabajo y conectar con su audiencia.

    Consejos para profesionales que buscan emprender sin dejar su pasión

    Kimberly sabe que muchos profesionales en Venezuela enfrentan la misma disyuntiva: cómo mantenerse en su campo sin sacrificar la estabilidad económica. Por eso, comparte algunos consejos basados en su experiencia:

    1. Explora alternativas sin miedo: “No te limites por la idea de que solo puedes hacer una cosa en la vida. A veces, emprender en algo nuevo te abre puertas inesperadas”.
    2. Apóyate en tu círculo cercano: “Tener una red de apoyo es clave. Mi esposo y mi madre han sido fundamentales para que este negocio funcione”.
    3. Aplica tus habilidades en cualquier ámbito: “La comunicación, el manejo del público y la creatividad que usas en tu profesión pueden servirte en cualquier negocio”.
    4. Encuentra un equilibrio: “No es necesario abandonar lo que amas para emprender. Si organizas bien tu tiempo, puedes hacer ambas cosas”.
    5. Construye una relación con tus clientes: “Así como en el teatro conectas con el público, en un negocio es clave conectar con quienes te compran”.
    6. Un futuro con dos caminos que se complementan

    Kimberly Zambrano no ve su emprendimiento como una salida del teatro, sino como una manera de seguir en él sin la presión económica que muchos artistas enfrentan. Su historia demuestra que es posible construir estabilidad financiera sin renunciar a la pasión que te define. Con su negocio creciendo y nuevas oportunidades en el teatro, su camino sigue desarrollándose en dos escenarios distintos, pero igualmente importantes en su vida.

    Escrito el Miércoles, 12 Febrero 2025 11:43 en Emprendedores ¡Deja el primer comentario! Visto 155 veces
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    Ella creó su propia agencia de diseño de moda y ahora se propone promover a jóvenes modelos de pasarela
    Ella creó su propia agencia de diseño de moda y ahora se propone promover a jóvenes modelos de pasarela

    Gabrielys Orsini es periodista y relata a El Emprendedor cómo su pasión la llevó a fundar la marca de ropa Gaby Orsini. Actualmente, busca apoyar a nuevos talentos en el modelaje de pasarela.



    En el mundo del emprendimiento, los cambios de carrera suelen ser arriesgados, pero para Gabrielys Orsini, fue la mejor decisión de su vida. Pasó de trabajar en medios de comunicación a fundar su propia marca de moda. Su trayectoria no solo muestra cómo reinventarse profesionalmente, sino también cómo construir un negocio desde la pasión y la constancia.

    Del periodismo a la moda

    Gabrielys se graduó de periodista en la Universidad Central de Venezuela (UCV) y trabajó en medios públicos como Radio Nacional de Venezuela, además de desempeñarse en comunicación corporativa. En 2007, mientras aún trabajaba en medios, decidió lanzar su primera empresa: una agencia de publicidad que gestionaba espacios para avisos publicitarios en medios de comunicación. Sin embargo, a pesar del éxito, sentía que su verdadera vocación estaba en otro lugar.

    El cambio de rumbo llegó en 2012, cuando tomó la difícil decisión de renunciar a su trabajo estable y dedicarse 100% a su negocio. “Me tomó cinco años dar el paso, tenía miedo porque tenía una hija pequeña, pero sentía que ya mi etapa en el periodismo había terminado”, recuerda Gabrielys.

    Lo que comenzó como una agencia de publicidad evolucionó inesperadamente cuando un cliente le solicitó uniformes para su empresa. Fue en ese momento cuando su infancia, marcada por el interés en la costura de su madre y su abuela, cobró sentido. “Crecí viendo cómo se confeccionaba ropa. Mi mamá y mi abuela llevaban telas a costureras, y yo participaba en la elección de colores y diseños”, cuenta. Sin dudarlo, tomó el pedido y buscó quién confeccionara los uniformes, pero al ver la alta demanda, decidió invertir en su propio taller de confección.

    De la producción de uniformes a su marca de moda

    A medida que el negocio crecía, Gabrielys vio la oportunidad de crear su propia línea de ropa. En 2016, fundó la marca Gaby Orsini, con el objetivo de ofrecer moda venezolana con estándares de exportación. “Quería demostrar que en Venezuela se podía hacer ropa con calidad internacional”, afirma.

    En poco tiempo, su marca empezó a expandirse, y en 2017 logró exportar a mercados como Miami, Puerto Rico y Argentina, vendiendo entre 2.000 y 3.000 piezas mensuales. Gracias a las redes sociales, especialmente Instagram, su negocio despegó y se conoció su sello personal, una marca orientada a la moda casual y cómoda.

    Uno de sus mayores éxitos fue la transformación del algodón en un material de alta demanda, creando los conjuntos viajeros, un producto estrella que redefinió el uso de esta tela en su negocio. “El algodón siempre fue visto como algo deportivo, pero nosotros lo convertimos en una prenda versátil para cualquier ocasión”, explica.

    Cuando llegaron los golpes duros

    A pesar del crecimiento de su empresa, Gabrielys enfrentó momentos difíciles. La inestabilidad económica del país, la inflación y los problemas con el sistema cambiario golpearon su negocio en 2017. “Vendíamos una prenda en la mañana y en la tarde el dólar subía, lo que significaba que ya estábamos perdiendo dinero”, cuenta.

    El 2019 llegaron las consecuencias de la crisis política que afectó las ventas y la obligó a reducir su equipo de costureras de 15 a solo una. Sin embargo, uno de los golpes más duros llegó en 2023, cuando fue desalojada de su fábrica tras haber invertido en mejorarla. “Era un edificio de cuatro pisos que adaptamos para la producción, pero luego el dueño triplicó el precio de venta y nos sacó”. Esta situación la obligó a detener su negocio y probar con otra iniciativas cómo fue la de montar su propia heladería, además de producir vasos para café.

    A pesar de estos obstáculos y gracias a su empeño e ingenio comercial, Gabrielys se mantuvo firme y logró reiniciar su producción en 2024, gracias a un crédito gubernamental que le permitió recuperar su taller. “Después de un año sin confeccionar, volvimos a arrancar”, celebra.

    Un 2025 con nuevos desafíos: impulsar el modelaje juvenil

    Con su negocio de moda en marcha, Gabrielys quiere ir más allá. En diciembre de 2024, lanzó su academia de modelaje, con el propósito de formar jóvenes modelos y ofrecerles oportunidades en la industria. “Siempre he trabajado con modelos en mi marca, así que decidí darles formación profesional y ayudarlas a proyectarse”.

    Ahora su academia no solo busca entrenar a modelos para sesiones fotográficas, sino que también les ofrece trabajo inmediato en campañas publicitarias, pasarelas y alianzas con otras marcas de moda. “Las chicas y chicos que se forman con nosotros tienen oportunidades reales de trabajo”, explica.

    Además, en 2025, Gabrielys planea lanzar una línea de ropa urbana para que emprendedores puedan comercializar al mayor. También, espera trabajar en la modernización del liquiliqui, la prenda tradicional venezolana, adaptándola con detalles de pedrería y versiones más versátiles para el uso diario.

    Lecciones de una emprendedora que supo reinventarse

    La historia de Gabrielys Orsini es un testimonio de perseverancia y visión. De ser periodista a empresaria del mundo de la moda, ha aprendido que el emprendimiento no se trata sólo de talento, sino de constancia y adaptación. Sus consejos para quienes desean empezar su propio negocio son claros:

    • No rendirse, aunque el camino sea difícil: “He pasado por desalojos, crisis económicas y momentos en los que pensé en parar, pero si te detienes, pierdes todo lo que construiste”
    • Ser constante es la clave del éxito: “Nada sucede de la noche a la mañana. El éxito es el resultado de años de trabajo constante”
    • Emprender con propósito hace la diferencia: “No es solo vender ropa, es crear un impacto, cambiar vidas y generar empleo”
    • No tengas miedo de cambiar de rumbo: “Lo que estudiaste o en lo que trabajaste no tiene que definirte para siempre. Si sientes que algo más te apasiona, arriésgate”
    • Aprovecha cada oportunidad: “Si un cliente te pide algo que nunca has hecho, inténtalo. Así fue como conecté mi pasión por la confección”
    • No dependas de una sola fuente de ingresos: “Mi otro negocio de vasos personalizados para café me salvó durante la pandemia. Tener varias opciones te ayuda a resistir las crisis”
    • Usa las redes sociales a tu favor: “Instagram fue clave en el crecimiento de mi marca.  Si estás en un negocio de moda o ventas, tienes que estar presente digitalmente
    • Aporta algo más allá del negocio: “Creamos el programa ‘Vestimos Corazones’, donde donamos ropa nueva a personas en situación vulnerable. Un negocio también debe tener propósito”

    Una marca con futuro y propósito

    Gabrielys no solo quiere seguir expandiendo su marca, sino que sueña con llevar su moda a Nueva York y República Dominicana en los próximos años. Su historia demuestra que la reinvención es clave en el mundo del emprendimiento y que, sin importar los obstáculos, siempre hay oportunidades para crecer.

    De la redacción de noticias a la confección de ropa y la formación de modelos, Gabrielys Orsini es un ejemplo de cómo la pasión y la determinación pueden convertir cualquier idea en una historia de éxito.

    Escrito el Lunes, 10 Febrero 2025 14:38 en Emprendedores ¡Deja el primer comentario! Visto 183 veces
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    La consultora en Trade Marketing que potencia los puntos de venta de consumo masivo en el mercado del retail
    La consultora en Trade Marketing que potencia los puntos de venta de consumo masivo en el mercado del retail

    La especialista en Trade Marketing, Lourdes González comparte con El Emprendedor cómo se independizó después de trabajar durante años en la industria del consumo masivo y vio su oportunidad para impulsar la experiencia de compra en el mercado del retail



    Desde sus primeros pasos en el mundo laboral, Lourdes González, fundadora de LG Consultora, supo que quería dedicarse a los negocios. Su camino comenzó en el sector aduanal, pero su curiosidad la llevó a explorar el consumo masivo o retail y el trade marketing, dos áreas que terminaron definiendo su carrera. Con el tiempo, Lourdes se convirtió en una especialista en estrategias de ventas y optimización de puntos de venta, trabajando en multinacionales y grandes empresas del sector retail. Sin embargo, su verdadera transformación ocurrió cuando decidió dejar atrás el empleo tradicional y emprender como consultora independiente, convirtiendo su conocimiento en su mayor activo.

    La influencia familiar

    Lourdes creció rodeada de conversaciones sobre economía y estrategias empresariales. Su tío Ricardo, economista y profesor en la Universidad de Carabobo, se convirtió en una de sus mayores influencias. Desde joven, lo observaba manejar proyectos, asesorar empresas y compartir su conocimiento con estudiantes y profesionales.

    “Siempre me gustó cómo mi tío enseñaba y guiaba a empresas para mejorar sus procesos. Creo que ahí nació mi interés por la consultoría”, recuerda Lourdes. Sin darse cuenta, esos aprendizajes marcaron el rumbo que más tarde tomaría su carrera.

    El mundo del retail

    Lourdes comenzó su camino en el 2005-2006, trabajando en una empresa aduanal, donde vendía servicios de colocación de contenedores. Sin embargo, su interés por el consumo masivo la llevó a dar un giro hacia el trade marketing, iniciándose como mercaderista en La Granja. Allí aprendió sobre la importancia de la exhibición de productos y el comportamiento de los consumidores en los puntos de venta.

    Su gran oportunidad llegó cuando ingresó a Del Monte, una multinacional donde tuvo acceso a formaciones en la casa matriz de Canadá y adquirió experiencia en estrategias de ventas en mercados altamente competitivos. Con jornadas laborales que se extendían desde las 07:30 a.m. y hasta las 08:00 p.m., Lourdes absorbió cada detalle sobre la dinámica de ventas, negociación con clientes y estrategias de distribución.

    A lo largo de los años, pasó por diferentes compañías de distribución y ventas como Friocarnes, Te Delicias y Máquimol, donde lideró equipos comerciales y fortaleció su conocimiento en el mercado del retail.

    El miedo a emprender y el primer intento fallido

    Aunque la idea de convertirse en consultora la acompañaba desde hacía tiempo, Lourdes dudó en dar el paso. En 2016, junto con un grupo de colegas, intentó lanzar Consulting Más Plus, una empresa de asesorías. Sin embargo, el miedo a soltar un empleo estable hizo que el proyecto nunca terminara de despegar.

    “Todos teníamos el conocimiento, pero nadie se atrevió a soltar su trabajo fijo y apostar completamente a la consultoría”, admite. Este fracaso fue una lección importante: sin compromiso total, un emprendimiento difícilmente prosperará.

    La reinvención tras la pandemia

    En 2018, Lourdes probó suerte en el mundo de la distribución independiente de productos de consumo masivo. Sin embargo, en 2020, la pandemia golpeó su negocio y la obligó a reinventarse. Durante un tiempo, se dedicó a dar clases de aeróbicos para mantenerse activa, hasta que finalmente decidió que era el momento de volver a su verdadera vocación.

    “La pandemia nos cambió a todos. Para mí, fue el punto de quiebre para decidirme por completo a la consultoría”, señala.

    Fue así como en 2023, Lourdes formalizó LG Consultora, su empresa de asesorías en retail y trade marketing, convirtiéndose en una estratega para marcas que buscan mejorar su presencia en los puntos de venta.

    El éxito de su consultoría y sus primeros clientes

    El primer gran impulso de su negocio ocurrió cuando dos vendedores la contactaron para que los entrenara en técnicas de ventas. Esto la llevó a desarrollar un curso intensivo de tres días, lo que marcó el inicio de su nueva etapa como consultora.

    Desde entonces, Lourdes ha trabajado con empresas como Noor Publicidad, donde reorganizó los departamentos de producción y mercadeo, y Tigo Venezuela, donde ayudó a estructurar estrategias de ventas para ocho estados del país.

    Además, ha colaborado con negocios familiares y empresas textiles, ayudándolas a estructurar sus estrategias comerciales y a profesionalizar sus operaciones. “No importa el tamaño de la empresa, todas necesitan estructura y planificación para crecer”, explica.

    Claves del éxito y consejos para emprendedores

    Tras años de experiencia en el sector, Lourdes comparte algunas lecciones que han sido clave en su transición de empleada a consultora:

    • Convierte tu experiencia en un negocio: “Si has trabajado por años en un área, ya tienes un conocimiento que otras personas necesitan”.
    • No postergues el emprendimiento por miedo: “Siempre vas a sentir que te falta algo. Si esperas demasiado, nunca darás el primer paso”.
    • Aprende a vender tu conocimiento: “Ser bueno en algo no es suficiente; debes saber comunicarlo y hacer que los demás lo valoren”.
    • El networking es fundamental: “Las mejores oportunidades han llegado a mí por referencias y contactos”.
    • Las estrategias deben adaptarse a cada mercado: “No existe una fórmula mágica. Cada empresa y cada punto de venta tienen su propia dinámica”.

    En 2024, Lourdes concentró su empresa en la consultoría, dándole una identidad formal y expandiendo su cartera de clientes. Ahora en 2025, su objetivo es ofrecer programas de formación en trade marketing, ayudar a más empresas a mejorar sus puntos de venta y expandir su alcance.

    El poder de la experiencia acumulada

    La historia de Lourdes González es un ejemplo de cómo la experiencia acumulada en un área puede transformarse en un negocio rentable. Su camino no fue lineal, pero cada experiencia, cada acierto y cada error la llevaron a encontrar su propósito: ayudar a empresas a vender mejor, conectar con los consumidores y fortalecer sus marcas en el competitivo mundo del retail.

    Para aquellos que, como ella, han acumulado años de experiencia en una industria y sueñan con independizarse, su mensaje es claro: “Si tienes el conocimiento y la pasión, hay una oportunidad esperando por ti. Solo tienes que atreverte a dar el primer paso”.

    Escrito el Viernes, 07 Febrero 2025 17:11 en Emprendedores ¡Deja el primer comentario! Visto 244 veces