Luego de un viaje a Francia, un amor roto y una pandemia inesperada, la farmaceuta María Verónica Álvarez creó a Hola Granola.
María Verónica Álvarez, nacida y criada en Venezuela, siempre había sido una estudiante dedicada. Tras años de esfuerzo, se graduó como farmacéutica en la Universidad Santa María y, posteriormente, completó un máster en ingeniería de la salud en Marsella, Francia.
Su camino parecía claro: una carrera estable en la industria farmacéutica. En 2018, comenzó a trabajar en un laboratorio farmacéutico transnacional, donde la rutina y las investigaciones médicas ocupaban la mayor parte de su tiempo. Sin embargo, había una chispa creativa en María Verónica que buscaba algo más.
Desde joven, siempre había mostrado un interés por la nutrición y la alimentación saludable, influenciada por su madre, quien era aficionada a la cocina natural. Este interés latente la llevó a explorar la posibilidad de crear sus propios productos alimenticios.
Fue entonces cuando, a manera de experimento y como una manera de ahorrar para futuros proyectos, decidió aventurarse en la elaboración de granola casera. Sus primeros lotes, elaborados de manera casi rudimentaria en la cocina de su apartamento, fueron un éxito entre sus familiares y amigos.
Pronto, comenzaron a llegar pedidos de conocidos y compañeros de trabajo, quienes reconocían la calidad y el sabor único de su granola. Sin embargo, María Verónica no se imaginaba que este pequeño proyecto paralelo algún día eclipsaría su carrera en la farmacia.
Del caos de la pandemia a la producción artesanal
El año 2020 trajo consigo la pandemia de COVID-19, un evento global que cambió el curso de muchas vidas. Para la emprendedora, la pandemia fue un momento de reflexión. Con el confinamiento, el laboratorio farmacéutico donde trabajaba redujo sus operaciones, lo que le dejó más tiempo libre para dedicarse a su pasatiempo.
Fue entonces cuando decidió tomar en serio la producción de granola y convertirla en un negocio real. Observó cómo la gente empezaba a preocuparse más por su salud y bienestar, lo que incluía una mayor demanda de alimentos saludables.
Inspirada por esta tendencia, María Verónica decidió escalar su producción. "Cuando inicia la pandemia, paré como una semana y luego volví a trabajar", comenta. Sin embargo, esta vez no solo estaba trabajando en la producción de granola, sino también en la creación de una marca: "Hola Granola".
A medida que los días pasaban, su cocina se fue transformando en una pequeña fábrica artesanal. Desarrolló nuevas recetas, cada una con ingredientes cuidadosamente seleccionados para ofrecer no solo sabor, sino también beneficios nutricionales.
Álvarez comprendió que la clave del éxito en el mercado de alimentos saludables no era solo ofrecer un producto más, sino uno que realmente hiciera una diferencia en la vida de las personas.
El reto de diferenciarse y la presión financiera
El camino hacia el éxito estuvo lleno de desafíos para María Verónica. Al principio, la producción era limitada y el proceso de empaquetado y distribución era agotador.
Las primeras semanas, junto a su hermana, se dedicaban a vender su granola en mercados locales, bodegones y a través de redes sociales. "Estar en esos puntos de venta ha sido lo que nos ha mantenido todo este año", reflexiona la emprendedora, consciente de que esos pequeños pasos fueron cruciales para el crecimiento de su marca.
No obstante, la competencia en el mercado de productos saludables era feroz. La granola es un producto ampliamente disponible, por lo que diferenciar "Hola Granola" del resto fue un desafío constante.
La emprendedora decidió enfocarse en la autenticidad y calidad de sus ingredientes, así como en el mensaje que transmitía su marca: un producto hecho con amor, que promueve un estilo de vida saludable. Aun así, hubo momentos de duda. La presión financiera aumentaba, y María Verónica se preguntaba si realmente podría hacer de "Hola Granola" un negocio sostenible.
Pero la pasión por su producto y el feedback positivo de sus clientes la impulsaron a seguir adelante. Uno de los momentos más significativos fue cuando, después de solo dos meses de operaciones serias, María Verónica pudo pagar la nómina de su pequeña empresa. "Uno de los momentos súper felices fue el segundo mes que pudimos pagar nómina nosotras mismas", recuerda con orgullo.
La oportunidad de entrar en la cadena de farmacias más grande del país
Con el paso del tiempo, María Verónica y su hermana decidieron que era hora de dar el siguiente gran paso: expandir "Hola Granola" más allá de los pequeños puntos de venta. Comenzaron a investigar cómo ingresar a grandes cadenas de distribución, y fue entonces cuando surgió la oportunidad de entrar en la cadena de farmacias más grande del país.
No fue un camino fácil, pero la emprendedora se dedicó a presentar su producto con una propuesta de valor clara: una granola artesanal, saludable y de alta calidad, que se destacaba en un mercado saturado por su sabor y autenticidad.
El esfuerzo valió la pena. Hoy en día, "Hola Granola" se encuentra en más de 200 puntos de distribución, incluyendo las farmacias más importantes de Venezuela. "Queremos llegar por lo menos a 16 ciudades y tener al menos 60 puntos de venta en cada una de ellas", comenta María Verónica, demostrando su visión ambiciosa para el futuro de la marca.
“No subestimes el poder de la persistencia”
Consolidada en el mercado nacional, María Verónica ya mira hacia nuevos horizontes. Su próximo objetivo es expandirse a mercados internacionales, llevando "Hola Granola" a otros países donde la demanda de productos saludables sigue en aumento.
A lo largo de su viaje, la emprendedora ha aprendido valiosas lecciones que ahora comparte con otros emprendedores. "Nunca subestimes el poder de la persistencia", dice, recordando los días en los que luchaba por vender sus primeras cajas de granola. "Comienza con lo que tienes y ve creciendo poco a poco. Los desafíos siempre estarán presentes, pero la clave está en adaptarse y encontrar soluciones creativas ante las adversidades."
María Verónica también enfatiza la importancia de mantenerse fiel a la calidad del producto. "La calidad y la autenticidad de tu producto o servicio son lo que te diferenciarán en el mercado", afirma.
Hoy en día, "Hola Granola" es más que una marca; es un testimonio de cómo la pasión y la determinación pueden transformar una idea sencilla en un negocio exitoso.