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La empresa pionera en servicios de streaming y hosting que mantiene clientes con más de 20 años de permanencia

Interven, es el proveedor tecnológico de centrooccidente que retiene clientes con hasta 24 años de fidelidad.



El ingeniero Elvis Garcés, fundador de Interven, comenzó su aventura empresarial en el mundo de la informática en los años 90, cuando el internet apenas daba sus primeros pasos en Venezuela. Lo que inició como una curiosidad por entender las nuevas tecnologías se transformó en una empresa pionera que ofrece servicios de hosting, streaming y desarrollo web, consolidándose como un referente en el mercado durante más de dos décadas.

Todo comenzó gracias a un profesor

La historia de Elvis Garcés se remonta a sus años de estudiante en el Instituto Politécnico de Barquisimeto, donde tuvo su primer contacto con la informática. Su interés por la tecnología lo llevó a trabajar con un ex socio de IBM, realizando mantenimiento e instalación de equipos en empresas locales.

Sin embargo, fue en la universidad donde descubrió el potencial del internet. “Gracias a un profesor que me dio acceso a internet, publiqué mi primera página web y experimenté con correo electrónico. Fue fascinante ver cómo estas herramientas podían conectar al mundo”, recuerda.

En el año 2000, junto a su profesor, fundó Public World Net, una empresa enfocada en diseño web y hosting. Aunque el internet era desconocido para muchos en Venezuela, Elvis vio una oportunidad en ofrecer soluciones digitales a empresas del sector industrial y agrícola en Portuguesa. “Fuimos pioneros en crear páginas web para empresas como Coposa y Oleica, mostrando a los empresarios el valor de tener presencia digital”.

Cuando el mercado desconocía el poder de Internet

En sus primeros años, Elvis enfrentó el desafío de educar a un mercado que desconocía el potencial del internet. Para fomentar el interés, abrió una academia de computación y creó un programa de radio dedicado a explicar cómo funcionaba la red. “Tuvimos que enseñar desde lo básico, pero eso nos permitió conectar con la comunidad y posicionarnos como expertos”.

En paralelo, comenzó a experimentar con el streaming, implementando esta tecnología para transmitir contenido de audio y video en tiempo real. Una de sus iniciativas más destacadas fue la transmisión de la historia del Silbón, una leyenda popular venezolana, en su página web. “En esa época, el streaming era algo casi imposible, pero logramos implementarlo y recibir comentarios de personas en todo el mundo”, comentó.

Enfrentando la separación de su socio

El camino de Elvis no estuvo exento de dificultades. Una de las pruebas más desafiantes fue la separación de su primer socio, lo que lo dejó al frente de una empresa con deudas significativas. “Tuve que asumir todo, pero los clientes renovaron sus contratos y eso me permitió salir adelante”, explica.

Más tarde, durante la crisis de las tarjetas de crédito internacionales en 2013, perdió acceso a algunos de los mejores data centers y sufrió pérdidas de clientes. Sin embargo, encontró formas de adaptarse utilizando plataformas como PayPal para seguir operando. “La clave fue no rendirme y buscar soluciones creativas para mantener el servicio”.

Clientes a largo plazo: el testimonio de su éxito

Lo que diferencia a la empresa de Elvis, ahora conocida como Interven, es su capacidad para mantener relaciones duraderas con sus clientes. “Tengo clientes que llevan 20 años conmigo, renovando contratos anuales desde el 2000. Eso demuestra la confianza que tienen en mi trabajo”, afirma orgulloso.

Entre sus clientes destacan empresas como Coposa, cines locales y negocios internacionales. Aún mantiene una relación cercana con muchos de ellos, ofreciendo soporte personalizado y garantizando la continuidad de sus servicios. “Para mí, la permanencia es el mayor valor agregado que puedo ofrecer”.

Mirando hacia el futuro

Con más de dos décadas de experiencia, Elvis reconoce que el mercado digital está en constante evolución. Actualmente, está enfocado en fortalecer su modelo de hosting para revendedores, ofreciendo plataformas robustas que permiten a otros emprendedores iniciar sus propios negocios. “El reseller garantiza permanencia porque su éxito depende de mi plataforma”.

Elvis también ve oportunidades en transformar las páginas web en aplicaciones funcionales que brinden valor directo a los clientes. “La web no solo debe ser un catálogo; tiene que convertirse en una herramienta interactiva que facilite las operaciones de las empresas”.

Reflexiones de un emprendedor resiliente

Para Elvis, el éxito no solo se mide en números, sino en la capacidad de adaptarse y mantener la confianza de los clientes. “He pasado por muchas crisis, pero siempre he encontrado la forma de seguir adelante. La clave está en ofrecer calidad, soporte y permanencia”, reflexiona.

Su historia es un testimonio de cómo la pasión por la tecnología, combinada con determinación y resiliencia, puede transformar una idea en un negocio sostenible. Desde sus primeros pasos en el internet hasta convertirse en un referente en hosting y streaming, Elvis Garcés demuestra que la permanencia es el verdadero secreto del éxito empresarial.

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La enfermera que logró la independencia profesional al devolver la energía a sus clientes

Tras 15 años trabajando en una institución de salud del estado, Karen Gutierrez, licenciada en enfermería, cuenta a El Emprendedor cómo comenzó su proyecto con los cócteles vitamínicos.



Karen Gutiérrez dedicó 15 años de su vida al hospital JM de Los Ríos, en Caracas, donde no solo creció como profesional de la salud, sino también como ser humano. Sin embargo, en 2019, tras enfrentar crisis políticas, sociales y personales, decidió dar un paso al costado y dejar la institución que había sido su segunda casa. Hoy, es una emprendedora que transformó su pasión por la enfermería en un negocio que combina ciencia, bienestar y estética, demostrando que es posible emprender sin abandonar la profesión.

Una trayectoria centrada en la vocación de servir

Desde joven, Karen tenía claro que quería dedicarse a la salud. En el hospital JM de Los Ríos, un centro pediátrico reconocido en Caracas, se profesionalizó a través de especializaciones y una maestría, llegando a ocupar roles de liderazgo. “El hospital fue mi universidad, donde aprendí y crecí como enfermera y como persona”, recuerda.

A pesar de su compromiso, las condiciones laborales eran cada vez más desafiantes. La falta de insumos, equipos y personal afectaba el trabajo diario. “Era frustrante trabajar sin los recursos adecuados, viendo cómo la crisis afectaba tanto a los pacientes como al personal”. A esto se sumaban las presiones políticas y la inseguridad que se vivía dentro de la institución.

La difícil decisión de renunciar

En 2019, tras meses de reflexión y episodios de hostigamiento, Karen tomó la difícil decisión de renunciar. “Fue un proceso emocionalmente complejo. Amaba mi trabajo, pero sabía que ya no era sostenible ni para mí ni para mi hija”. Añade que durante tres meses no pudo dormir debido a la presión y el desgaste acumulados.

La crisis política que vivía el país también influyó. “Era difícil ver cómo el sistema colapsaba y no podíamos hacer mucho para cambiarlo. Las protestas, la falta de seguridad y el hostigamiento hacia el personal de salud fueron determinantes”.

Tras la búsqueda de su verdadera vocación

Tras dejar el hospital, Karen exploró diferentes caminos, desde la repostería hasta la venta de ropa. Sin embargo, nada de esto la llenaba. “Sabía que quería algo más, algo que conectara con mi verdadera vocación”, admite. Fue durante una visita a un spa que encontró su nuevo rumbo.

Allí, descubrió que muchos procedimientos relacionados con la sueroterapia y la estética no eran realizados por profesionales de la salud. “Pensé: tengo la experiencia y el conocimiento para hacerlo de manera segura y con la garantía que un cliente merece”. Este momento marcó el inicio de su emprendimiento en el área de la sueroterapia y los cócteles vitamínicos.

Karen también recordó su experiencia ayudando a la esposa de un compadre, quien enfrentaba cáncer y recurría a los cócteles vitamínicos para sobrellevar las quimioterapias. “Era impresionante ver cómo estos tratamientos le devolvían la energía, le quitaban las náuseas y le permitían recuperar fuerzas”. Esta experiencia la inspiró a ofrecer un servicio que pudiera beneficiar tanto a personas enfermas como a quienes simplemente querían mejorar su calidad de vida. “Me di cuenta de que estos tratamientos podían transformar vidas, y decidí llevarlos a más personas”.

Integrando nuevas técnicas a su experiencia profesional 

Karen decidió combinar su experiencia clínica con nuevas habilidades. Realizó cursos en cosmiatría y esteticismo, integrando estas técnicas con su conocimiento médico para ofrecer un servicio integral, y creando así Vital Spa Gutierrez. Su primer cliente fue su abuela, quien presentaba dolores articulares y fatiga. “Los cócteles vitamínicos mejoraron su movilidad y le devolvieron la energía. Fue emocionante ver cómo algo tan sencillo podía cambiar su calidad de vida”.

Pronto, sus servicios comenzaron a expandirse. Incorporó masajes relajantes y terapias complementarias, creando experiencias personalizadas para cada cliente. Además, descubrió el impacto positivo de los cócteles vitamínicos en deportistas y personas con fatiga crónica, quienes notaron mejoras inmediatas en su energía y rendimiento.

Promoviendo la salud preventiva

Uno de los pilares de su negocio es educar a los clientes sobre la importancia de trabajar con profesionales capacitados. “Muchos no entienden los riesgos de someterse a tratamientos invasivos con personas no calificadas. Mi objetivo es garantizar seguridad y calidad en cada procedimiento”, explica.

Karen también promueve la salud preventiva. “Los cócteles vitamínicos no solo ayudan en casos de enfermedad, sino también en el bienestar diario, fortaleciendo el sistema inmunológico y mejorando la vitalidad”.

Mirando hacia el futuro

Con una base sólida y una visión clara, Karen planea expandir su negocio. Su objetivo es abrir un espacio propio donde pueda integrar servicios de salud y estética, ofreciendo una experiencia completa a sus clientes. También busca inspirar a otros profesionales de la salud a emprender. “El sector salud tiene un enorme potencial para crear negocios exitosos que impacten vidas positivamente”, asegura Karen.

Karen Gutiérrez es un ejemplo de resiliencia y pasión. Su historia demuestra que, con determinación y creatividad, es posible transformar los desafíos en oportunidades, sin abandonar aquello que uno ama hacer. Desde el hospital hasta su negocio actual, su compromiso con la salud sigue siendo el motor de su éxito.

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Ex funcionaria pública vió truncado su sueño de jubilarse y decidió transformar su hogar en la playa en una posada en la Guaira

Stella Maris es el nombre de la posada de quien trabajó durante 27 años en la administración pública, y que al ver que su salario ya no le alcanzaba, decidió dar el paso más importante de su vida: emprender.



Glenda Escalona dedicó 27 años de su vida al Seniat como licenciada en Ciencias Fiscales, pero en 2022 tomó una de las decisiones más importantes de su vida: convertir su casa frente a Playa Candilejas, en La Guaira, en la posada Stella Maris. Lo que comenzó como una idea llena de miedo e incertidumbre se transformó en un nuevo negocio de hospedaje que aporta al mercado del turismo guairense.

De funcionaria a emprendedora

El camino hacia el emprendimiento no fue sencillo. En 2016, los bonos y beneficios que hacían atractiva su posición en el Seniat desaparecieron, dejando su salario reducido a un monto insuficiente. “El sueldo no alcanzaba; solo nos sosteníamos con las proteínas que nos daban”, recuerda Glenda. Su trabajo dejó de ser atractivo con la llegada de una nueva administración. “Lo que me gustaba más era el ambiente, el compañerismo y la solidaridad que había entre los compañeros, en ese momento todo eso se acabó”, recordó.

A pesar de su experiencia en la administración pública, la situación económica del país y una enfermedad que padecía su madre, la llevaron a replantearse su futuro. “Siempre fui la proveedora de mi familia, pero la crisis me obligó a buscar alternativas para no depender de mi hijo”. Aunque había recibido sugerencias de vecinos para convertir su casa en una posada, el miedo a los cambios y la falta de experiencia en el sector la detuvieron de tomar esta decisión por varios años. “Tuve cierto miedo, porque no sabía qué tipo de personas iban a llegar”, destacó.

Un préstamo de 100$

En 2022, con la salud de su madre deteriorada y la necesidad económica apremiando, Glenda finalmente decidió actuar. Su primera acción fue habilitar la piscina de su casa. Con $100 que pidió prestado a su hermana, compró cuatro cisternas para asegurar el suministro de agua y comenzó a promocionar el espacio con tarjetas de presentación. “Tuve que empezar con lo que tenía; no podía esperar a tener todo perfecto”.

Glenda luchó consigo misma, hasta el día que tomó la decisión final. “El día que promocioné la piscina, dije, bueno, pa'lante es pa'llá, en mano de Dios me pongo, y veremos a ver qué sucede. Así que arranqué con miedo, bastante miedo”, dijo.

Su primer cliente fue un grupo de 46 personas que usó la piscina, lo que le dejó lecciones importantes. “Fue una experiencia complicada porque no tenía reglas claras; aprendí que establecer normas es fundamental para mantener el orden”. A pesar de los contratiempos, esta primera incursión la motivó a seguir adelante.

El miedo de abrir su hogar al público

Uno de los mayores obstáculos que enfrentó Glenda fue el miedo a los riesgos de abrir su hogar al público. “Me preocupaba quiénes entrarían y cómo garantizar mi seguridad”, admite. Este temor se hizo más palpable después de un incidente en una fiesta de 15 años, donde la falta de control resultó en daños a la propiedad y reclamos de los vecinos, incluso llegó la policía.

Sin embargo, aunque deprimida por la situación, lejos de rendirse, Glenda implementó sus primeras normas estrictas. Ahora, los horarios de la piscina están claramente establecidos y se decidió limitar la realización de eventos nocturnos. “Estas reglas me permiten mantener el control y asegurar una mejor experiencia para mis clientes”.

Un negocio con un mercado amplio

La posada Stella Maris comenzó a ganar reconocimiento gracias a plataformas como Marketplace de Facebook y recientemente en 2024, Airbnb. Su ubicación estratégica, a solo 100 metros de la playa y 10 minutos del aeropuerto internacional, la ha convertido en un punto ideal tanto para turistas tanto locales como extranjeros. “Muchos de mis clientes llegan por referencia; eso me demuestra que estoy haciendo las cosas bien”.

Además, Glenda ha diversificado sus servicios para adaptarse a las necesidades de su clientela. Ofrece espacios para fiestas infantiles, reuniones familiares y celebraciones de fin de año. “Quiero que cada cliente se sienta como en casa y disfrute al máximo de su estadía”.

Nuevos proyectos

Con una visión clara, Glenda planea expandir su negocio en 2025. Entre sus proyectos están la organización de talleres de crecimiento personal, sesiones de yoga y servicios de turismo local. También planea mejorar su presencia en redes sociales para atraer a más clientes y seguir reinvirtiendo en la remodelación de la posada. “Mi prioridad es mantener la casa en las mejores condiciones posibles para ofrecer una experiencia de calidad”.

Reflexiones de una ex funcionaria pública resiliente

La historia de Glenda es un ejemplo de cómo la determinación y la capacidad de enfrentar el miedo pueden transformar los desafíos en oportunidades. “El miedo es el mayor obstáculo para avanzar; hay que enfrentarlo y confiar en que el universo te guiará”, reflexiona.

Su consejo para otros emprendedores es claro: “si esperas a que todo esté perfecto, nunca comenzarás. Lo importante es dar el primer paso, aprender en el camino y no tener miedo de cometer errores”.

Desde una casa frente a la playa hasta una exitosa posada, Glenda Escalona ha demostrado que con esfuerzo, visión y perseverancia, cualquier sueño puede hacerse realidad.

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Los valencianos que desarrollaron con éxito su marca de alitas de pollo frito

Lo que comenzó con una sopa dominical entre amigos, se convirtió en Candela Food, un emprendimiento con una receta especializada en alitas y pollo frito.



Cuando la pandemia golpeó al mundo en 2020, Israel Pimentel y Javier Rivero se encontraron en una situación inesperada. Ambos habían dedicado años a la vida nocturna y los bares en Valencia, pero el cierre de estos negocios dejó sus carreras en pausa. “La pandemia frenó todo lo que hacíamos; tuvimos que buscar una opción para seguir adelante”, recuerda Javier. Entre las pocas alternativas viables estaba el sector de la comida, y así nació Candela Food.

La idea inicial de Candela Food fue sencilla pero efectiva: sopa dominical. “Comenzamos haciendo sopa de costilla los domingos desde nuestras cocinas”, dice Israel. Con ayuda de un amigo DJ que también era cocinero aficionado, comenzaron a experimentar con recetas.

Sus primeros clientes fueron amigos y familiares, quienes conocieron el proyecto a través de cadenas de WhatsApp. “Al principio, los amigos eran los que te apoyaban, los que compraban”, añade Javier. Pero sabían que un solo producto no sería suficiente para mantener un negocio a largo plazo.

La apuesta por el pollo frito

La transición hacia el pollo frito llegó tras analizar el mercado local y sus oportunidades. “Vimos que la idea del pollo frito era una buena opción”, comenta Israel. Con método de ensayo y error, crearon una receta única que se convertiría en el alma del negocio. “La receta que hoy tenemos fue creada por nosotros, investigando y tomando ideas”.

Comenzaron con pollo frito y, poco a poco, expandieron su menú para incluir alitas, tenders y bandejas familiares. Las alitas, en particular, se convirtieron en su producto estrella. “Hoy en día, nuestra carta de presentación son las alitas; tienen una textura y un sabor únicos”, destaca Javier. Estas alitas no solo tienen un empanizado especial, sino que también ofrecen ocho sabores diferentes, algo que los diferencia de la competencia.

El primer gran salto

En 2022, Candela Food logró establecer su primera sede física en el Páramo Jardín Gourmet, un espacio compartido con otros conceptos gastronómicos en Naguanagua.

Este cambio permitió consolidar su presencia en el mercado local y atraer a un público más amplio. “Nuestra primera sede fue un gran paso; nos ayudó a posicionarnos como una opción sólida para los amantes del pollo”, explica Israel.

La clave del éxito ha sido su enfoque en la calidad y en la experiencia del cliente. Sus bandejas para compartir, diseñadas para familias, se han convertido en un éxito rotundo.

“Nuestro público es principalmente familiar; las bandejas para compartir son lo que más rota en nuestro local”, comenta Javier. Estas opciones permiten a los clientes probar una variedad de productos en una sola comida, incluyendo alitas, tenders y ensaladas.

Las deficiencia de electricidad y gas

Como todo emprendimiento, Candela Food ha enfrentado retos significativos. Desde sus inicios, los fundadores tuvieron que adaptarse a trabajar con equipos básicos y superar la falta de experiencia en cocina profesional. “Tuvimos la idea absurda de usar freidoras de tres litros; hoy sabemos que eso era imposible”, recuerda Javier entre risas.

La situación económica también ha sido un obstáculo. “La electricidad y el gas son problemas constantes que afectan nuestro día a día”, admite Israel. Además, la fluctuación en la frecuencia de los clientes ha sido un desafío. “Teníamos clientes que venían tres veces a la semana; ahora vienen una vez al mes”. Sin embargo, han aprendido a adaptarse y a mantenerse resilientes.

El segundo local

Hoy, Candela Food también cuenta con un segundo local en El Viñedo, donde han ampliado su oferta para incluir bebidas alcohólicas. Este nuevo espacio les permite jugar con más opciones de menú, incluyendo pizzas y hamburguesas. “Queremos abarcar una gama más amplia; no sabemos hasta dónde llegaremos, pero seguimos avanzando”, dice Israel con optimismo.

Para quienes desean emprender, los fundadores de Candela Food tienen un consejo claro: constancia y visión. “Si crees en tu proyecto, sigue adelante con disciplina y perseverancia”, aconseja Javier. Con esta filosofía, esperan seguir expandiendo su marca y conquistar nuevos mercados.

Candela Food es un ejemplo de cómo una idea sencilla puede transformarse en un negocio exitoso con esfuerzo, creatividad y pasión. Desde una sopa dominical hasta convertirse en una marca competitiva de alitas de pollo frito en Valencia, su historia es otro testimonio de resiliencia y determinación. La próxima historia de éxito puede ser la tuya, comienza ahora.

 

Entrevistado por: José Rangel

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Lo que comenzó como una broma en la universidad se convirtió en esta exitosa marca de perros calientes gourmet

2 Sin Remordimiento, es la marca de perros calientes con ingredientes de alta calidad que encanta a los valencianos.



Gerardo Pacheco siempre tuvo una visión clara sobre lo que quería hacer, incluso cuando parecía una broma.  Durante sus años universitarios, este joven ingeniero mecánico soñaba con abrir un carrito de perros calientes. “Mis amigos se burlaban de mí porque yo decía que quería montar un carrito de perros calientes después de graduarme”, recuerda.

Hoy, ese sueño es una realidad tangible llamada 2 Sin Remordimiento, un negocio que mezcla la tradición de la comida callejera con ingredientes de alta calidad. Junto con su socio Francisco Aguilar, Gerardo ha logrado construir una marca que resalta en el competitivo mercado de la gastronomía en Valencia, en Venezuela.

Inspirado en sus tíos

Gerardo creció rodeado de negocios familiares de comida en Valencia y Mérida.  Desde los 13 años, estuvo involucrado en las operaciones de sus tíos, quienes gestionaban hamburgueserías y pizzerías con un enfoque en productos de alta calidad.  “Siempre me encantó la comida callejera, pero quería ofrecer algo distinto: que la gente pudiera disfrutar de un producto de calidad sin sacrificar el sabor o la experiencia”, explica.

En 2019, mientras migró a Los Ángeles, Estados Unidos, Gerardo decidió que era el momento de convertir su sueño en realidad.  Aunque no podía estar en Venezuela, su familia y su socio Francisco Aguilar fueron claves para materializar la idea.  “Quería emprender algo que también ayudara a otras personas, y abrir un negocio allá significaba dar trabajo a quienes lo necesitaban”, destaca Gerardo.

El nombre 2 Sin Remordimiento nació de una combinación de humor y amor por la comida. “La idea era que pudieras comerte dos perros calientes sin culpa, disfrutando cada bocado”, comenta con una sonrisa. 

 

La casa de la abuela

El primer paso fue instalar un carrito de perros calientes en el estacionamiento de la casa de su abuela, en la zona de Agua Blanca, Valencia. “Comenzamos con tres mesitas y un carrito sencillo, pero con una visión clara: ofrecer el mejor perro caliente de la ciudad”, dice Gerardo.

Desde el principio, la calidad fue su prioridad. “El pan lo hace una panadería específicamente para nosotros, usamos las mejores marcas de salchichas, y todos los vegetales se cortan y refrigeran el mismo día”.

Junto a Francisco, quien opera el negocio en Valencia, Gerardo supervisa cada detalle, incluso a distancia. Ambos compartieron la filosofía de que la comida callejera podía ser un producto de alta calidad. “Queríamos cambiar el concepto de que la comida de calle tenía que ser mediocre. Todo lo que ofrecemos tiene que ser fresco y bien preparado”, asegura Francisco.

Un fuerte golpe

Como todo negocio emergente, 2 Sin Remordimiento enfrentó numerosos desafíos, especialmente durante la pandemia. “Fue un golpe fuerte.  No podíamos abrir, pero decidimos dar un sueldo mínimo a nuestros empleados durante cuatro meses.  Sabíamos que era lo correcto”, comenta Gerardo.

El miedo al fracaso también estuvo presente desde el inicio.  “Siempre me preguntaba: ‘¿Y si no funciona?’, pero al final, el miedo a no intentarlo fue más grande”.  Una vez superados esos temores iniciales, el negocio comenzó a crecer rápidamente gracias al boca a boca.

El nicho de las bodas

El éxito inicial del carrito permitió a 2 Sin Remordimiento expandirse al mundo de los eventos.  “La gente comenzó a pedirnos para bodas, cumpleaños y hasta patinatas escolares.  Hoy, los eventos representan entre el 30 y 35% de nuestros ingresos mensuales”, explica Gerardo.  Esta diversificación les ha permitido mantener un flujo constante de ingresos mientras consolidan su presencia en el mercado local.

En 2021, abrieron su segunda sede en Valencia, marcando un hito en su desarrollo. Esta nueva etapa también trajo consigo un rebranding.  “Entendimos que no solo vendemos perros calientes, sino una experiencia.  Trabajamos en nuestra imagen, capacitamos al personal y mejoramos los tiempos de servicio”, dice Gerardo.  Estas mejoras fueron posibles gracias al trabajo con un asesor empresarial que los ayudó a estructurar procesos y cadenas de producción más eficientes.

Una futura nueva sede

Con el propósito de mejorar el servicio y dar mas comodidad a sus clientes, decidieron mudar su segunda sede a un nuevo espacio ubicado en el Parque Guaparo, siendo este un gran paso para 2 Sin Remordimiento.  “Queremos que esta sede refleje todo lo que hemos aprendido: desde los procesos internos hasta la experiencia del cliente”, comenta Gerardo.  Además, ambos socios están enfocados en fortalecer la identidad del negocio y posicionarlo como un referente de calidad en el mercado.

Gerardo también ha llevado su pasión por la comida callejera a Los Ángeles, donde opera un food truck bajo el nombre Dog R.  Aunque es una marca diferente, comparte la misma filosofía de calidad y frescura que caracteriza a 2 Sin Remordimiento.

Reflexiones y consejos para emprendedores

Para Gerardo, el éxito radica en la constancia, la disciplina y la capacidad de delegar. “Aprender a delegar nos ha permitido enfocarnos en nuevas ideas y en el crecimiento del negocio”, afirma. También destaca la importancia de crear una identidad clara y conectar con los clientes a través de una historia auténtica. “Un producto sin historia no tiene alma. La gente se conecta con los valores y metas que hay detrás de lo que haces”.

A pesar de los retos económicos en Venezuela, Gerardo ve un gran potencial para los emprendedores que están dispuestos a estudiar bien su mercado. “El problema no es invertir, sino entender tus costos, tener un sistema claro y planificar tu retorno”.

2 Sin Remordimiento es un ejemplo de cómo una idea aparentemente sencilla puede transformarse en un negocio exitoso con esfuerzo, pasión y una visión clara. Desde un carrito en el estacionamiento de una casa hasta convertirse en un referente de calidad, esta es una historia de perseverancia y amor por la comida callejera.

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El abogado que encontró un negocio exitoso en las masas para pastelitos

Carlos Pérez dejó la abogacía para emprender en Venezuela, convirtiendo las masas para pastelitos en su arte y negocio.



Carlos Pérez, abogado comercial egresado de la Universidad de Carabobo, nunca imaginó que su trayectoria profesional tomaría un giro tan inesperado. En 2015, decidió emigrar en busca de nuevas oportunidades.

Durante su travesía, vivió en Trinidad y Tobago, Argentina y Chile, enfrentando los retos de la adaptación y el empleo. “Viví siete meses en Trinidad y Tobago. Después, estuve un año en Buenos Aires y seis años en Santiago de Chile”, recuerda Carlos, quien comenzó a trabajar en cocina, y en donde tuvo su primer acercamiento a la producción y venta de alimentos.  Ese contacto inicial con la gastronomía despertó algo en él, una chispa que lo llevó a explorar un nuevo camino.

Sin embargo, lo que realmente marcó el inicio de su transformación fue un sentimiento profundo de nostalgia y pertenencia hacia su tierra natal. “Me hacía falta mi país, ese sentido de pertenencia que no tenía afuera”, confiesa.

Así que, en el año 2021, regresó a Venezuela con el sueño de construir algo propio, apostando por lo que había aprendido durante sus años fuera del país.

Encuentro con la fábrica de masas de trigo

La conexión con la cocina se fortaleció durante su estancia en Chile, donde conoció a su pareja, quien era la propietaria de una fábrica de masas. “A través de ella conocí cómo funciona la fábrica de masa y cómo ensamblar productos”, relata Carlos, quien aprovechó esta experiencia para adquirir un conocimiento profundo sobre el mundo de las masas.

Fue en este contexto que decidió fundar su negocio al regresar a Venezuela, inspirado por la idea de que la fabricación de masas era un arte. “Las masas son un arte porque no tienen una receta universal; cada una es única”, afirma con pasión.

Inicialmente, Carlos comenzó vendiendo pastelitos venezolanos y empanadas horneadas desde casa, utilizando redes sociales para llegar a sus primeros clientes. “Publicaba en redes sociales y vendía desde casa. Así comenzó todo”. Poco a poco, diversificó su oferta, incluyendo tequeños y otros productos populares. “Empecé a vender a cafés y fuentes de soda, logrando una base de clientes fijos”. Este crecimiento lo llevó a consolidar un modelo de ventas al mayor, ampliando su alcance en el mercado.

El regreso a Venezuela

El regreso a Venezuela no estuvo exento de desafíos. Carlos enfrentó de frente los efectos de la inestabilidad económica, con fluctuaciones constantes en el dólar y en los costos de los insumos. “El dólar subía desesperadamente; eso nos obligaba a reajustar precios casi a diario”, explica.

Además, reconoció la ausencia de una clase media sólida con capacidad adquisitiva, lo que lo llevó a adaptar su estrategia. “Hoy no existe la clase media con el poder adquisitivo de hace 15 años”, comenta, subrayando la necesidad de apuntar a segmentos populares.

La competencia fue otro de los obstáculos significativos. “Hay competencias buenas y malas, pero trabajo para que la calidad de mi producto sea mi ventaja”. Productos como el queso, esenciales para la preparación de tequeños, también representaron un reto debido a su precio fluctuante. “El precio del queso depende del clima y la oferta; eso complica la planificación”, señala.

A pesar de estas dificultades, Carlos nunca perdió la fe en su proyecto. “Siempre hay miedo de invertir aquí, pero decidí dar el paso”. Su determinación y visión lo ayudaron a enfrentar los problemas con valentía, adaptándose constantemente a las circunstancias del mercado.

El éxito de un modelo accesible

Uno de los mayores logros de Carlos ha sido conseguir que su negocio se mantuviera por sí solo desde el primer día. “Nunca tuve que sacar dinero de mi bolsillo para cubrir los gastos básicos del negocio”, afirma con orgullo.

Esto lo atribuye a su enfoque en ofrecer productos de calidad a precios competitivos, una estrategia que ha resonado bien con su público objetivo. “Si quieres vender masivo, ofrece calidad y precio competitivo; eso siempre funciona”.

Además, Carlos destaca que su independencia como emprendedor le ha dado una vida plena y satisfactoria. “Desde que decidí emprender y dejar de depender de un sueldo, he vivido bien”, asegura.  Este logro personal refleja su éxito como emprendedor y su capacidad para superar las adversidades.

El gran consejo de negocio

Mirando hacia el futuro, Carlos tiene planes ambiciosos para Arte Masas. Sueña con convertir su negocio en una franquicia, centralizando la producción y estableciendo puntos de venta en Caracas y otras ciudades clave. “Quiero expandir a un modelo de franquicia, con producción centralizada y locales de venta”, comparte, dejando claro que su visión va más allá del éxito inmediato.

Para él, el mercado venezolano sigue siendo un territorio lleno de oportunidades, pero requiere un análisis cuidadoso. “Analiza bien a quién quieres como cliente y sé realista con tu capital”, aconseja a otros emprendedores. “Si quieres vender masivo, vendes barato, pero con calidad. Eso siempre funciona”.

La historia de Carlos Pérez es un testimonio de resiliencia y creatividad, un recordatorio de que incluso en los momentos más inciertos, hay espacio para innovar y prosperar.

Arte Masas no solo es un negocio de apenas 1 año de fundado; es un sueño que mezcla esfuerzo, arte y sabor, un legado que promete seguir creciendo en el mercado venezolano.

 

Entrevistado por: José Rangel

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La marca de ropa casual porteña que crece al promover la identidad nacional

Icónica, la marca de ropa casual, diseñó una innovadora sudadera: una chaqueta deportiva creada para promover el turismo, logrando vender más 600 unidades durante un evento al que asistieron en su primer año de creación.



La marca que nació en 2022 como el proyecto de dos emprendedoras apasionadas por la moda y la identidad nacional, ha logrado posicionarse rápidamente en Puerto Cabello. Alicel Rodríguez y Celeimi González, las fundadoras de Icónica, presentan ahora la chaqueta Venezuela Icónica, un diseño que combina funcionalidad, estilo y un mensaje profundo de amor por el país.

Con la visión de crear prendas que reflejen lo mejor de la cultura venezolana y sus paisajes, la chaqueta Venezuela Icónica es inspirada en la cultura y belleza del país, “la chaqueta diseñada y creada para retarnos a nosotros mismos a conocer las bellezas que tiene el país, tiene una mezcla de moda con turismo” comentó Alicel Rodríguez en entrevista con El Emprendedor.

La chaqueta Venezuela Icónica “presenta varios sitios turísticos de nuestro país; el Ávila, la Colonia Tovar, Los Roques, la Ciénaga, Canaima, Pico Bolívar y Puerto Cabello”, indicó Alicel.

El poder de escuchar al mercado

El éxito de Icónica radica en su capacidad para escuchar a su comunidad. Sus clientes han sido una fuente constante de inspiración. "Cada producto que lanzamos responde a las ideas y necesidades de quienes confían en nosotras. La chaqueta Venezuela Icónica es una muestra de cómo tomamos esas voces y las convertimos en diseño", explicó Celeimi González.

La chaqueta destaca por su diseño versátil y gráfico, con elementos que rinden tributo a destinos icónicos como Canaima, Los Roques y la Gran Sabana. Es una prenda pensada para quienes buscan llevar consigo un pedazo de Venezuela en cada ocasión, ya sea casual o formal.

Una marca que transforma moda en identidad

Desde su creación, Icónica ha demostrado ser más que una marca de ropa casual. En dos años, ha expandido su catálogo con 12 productos que combinan creatividad, funcionalidad y sostenibilidad. Su compromiso con el uso de materiales locales refuerza su contribución al desarrollo económico nacional.

"Icónica es un proyecto que crece junto con nuestros clientes. Nos enorgullece ofrecer prendas que conectan con su identidad y que, al mismo tiempo, son útiles y duraderas", añadió Rodríguez.

Sobre Icónica

Fundada por Alicel Rodríguez y Celeimi González hace dos años, Icónica es una marca venezolana que combina moda, identidad y propósito. Con una propuesta que resalta la creatividad y el orgullo nacional, se ha posicionado como un ejemplo de innovación y conexión con su comunidad y la promoción del turismo.

 

 

Entrevistado por: María Armanda Gomez Goitía (Puerto Cabello)

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De la carne al postre: El valenciano que populariza con éxito el dulce de milhojas

Samir El basset, un comerciante que dejó atrás sus carnicerías para conquistar el mundo de los postres. En entrevista con El Emprendedor, cuenta su estrategia y cómo logró vender más de 5.000 milhojas diarias, acumulando miles de seguidores en redes sociales.



Samir El basset comenzó su carrera como comerciante desde los 14 años, construyendo una reputación sólida en el sector de la carne. Durante más de 12 años, lideró tres carnicerías en el estado Carabobo, que fueron una fuente estable de ingresos para su familia. Sin embargo, la pandemia trajo consigo retos insuperables. “Teníamos tres carnicerías [...] pero después de la pandemia, tuvimos que cerrar una, tratar de vender la otra, y ya la tercera carnicería la cerramos iniciando este año”, recuerda Samir.

Frente a este cambio abrupto, buscó nuevas oportunidades y encontró inspiración en Caracas, donde un emprendimiento de milhojas captó su atención. Motivado por su madre, quien siempre le inculcó la importancia de compartir y de buscar soluciones, decidió adaptar la idea al mercado de Valencia. Así nació Milhojas Valencia, que en tan solo diez días pasó de ser una idea a un negocio en marcha. “Del 13 de enero, que cerré la carnicería, al 23 de enero 2024, que empezamos a vender milhojas aquí en Milhojas Valencia”, explica.

Entra al mundo de la repostería con sus propia milhojas

Inicialmente, Milhojas Valencia se centró en la venta de milhojas elaboradas por terceros, pero Samir pronto notó que el producto no cumplía sus estándares. “Ya veía que a la milhoja que comprábamos fuera, la gente le tenía muy poca receptividad”, comenta. Esto lo llevó a un desafío mayor: crear su propio dulce desde cero.

El proceso no fue sencillo; su perfeccionismo lo llevó a descartar lotes enteros que no cumplían sus expectativas. “Hay momentos que el producto no me gusta y hemos tenido que descartar una producción completa porque no me convence”, admite.

Tras meses de ajustes y aprendizaje, Samir logró desarrollar una milhoja de alta calidad que conquistó a los consumidores. La aceptación fue inmediata, marcando un antes y un después en la trayectoria de Milhojas Valencia. La calidad y frescura del producto rápidamente lo posicionaron como un favorito en el mercado local, permitiéndole ganar la confianza de sus clientes y expandir su alcance.

Ahora Samir, ayuda a emprendedores a iniciarse en el negocio para arrancar rápido un negocio de fácil comercialización y buena rentabilidad como una de sus estrategias para lograr un alto nivel de ventas diarias.

Las redes sociales como motor del éxito

Más allá del producto, lo que realmente llevó a Milhojas Valencia al siguiente nivel fue la estrategia de Samir en redes sociales. Compartía no solo imágenes y videos de los dulces, sino también historias detrás de su proceso, conectando emocionalmente con su audiencia. “Las historias venden mucho [...] simplemente se hizo porque era algo muy sentimental y eso ha llamado mucho la atención de los clientes”, explica.

Actualmente, Milhojas Valencia cuenta con más de 45.000 seguidores en Instagram y 50.000 en TikTok, plataformas que han sido clave para atraer clientes y consolidar su popularidad. Gracias a este enfoque, Samir ha alcanzado la impresionante cifra de 5.000 milhojas vendidas diariamente, un logro que refleja tanto la calidad del producto como la conexión genuina con sus consumidores.

Los planes de expansión

Con el éxito de Milhojas Valencia, Samir ya planea la apertura de tiendas físicas en ciudades como Maracay, Caracas y Barquisimeto para 2025. Pero más allá del crecimiento empresarial, su visión sigue siendo la de ofrecer un producto accesible y de calidad, con un enfoque en tratar a sus clientes como familia. “Nosotros tratamos a nuestros clientes como familia [...] queremos que el dulce sea económico, pero también bueno”, asegura.

La historia de Samir El basset y Milhojas Valencia es un testimonio de resiliencia, innovación y amor por el trabajo bien hecho. Desde sus días como carnicero hasta convertirse en un referente de la repostería en Venezuela, su capacidad para reinventarse y conectar con las personas demuestra que, incluso en los momentos más difíciles, siempre hay espacio para crear algo extraordinario. “El país necesita gente que apueste a que todo se puede, no que solo quiera llenar sus bolsillos. Si hay que trabajar diez veces más, vamos a trabajar diez veces más”, concluyó.

 

Entrevistado por: José Rangel

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    Ella creó su propia agencia de diseño de moda y ahora se propone promover a jóvenes modelos de pasarela
    Ella creó su propia agencia de diseño de moda y ahora se propone promover a jóvenes modelos de pasarela

    Gabrielys Orsini es periodista y relata a El Emprendedor cómo su pasión la llevó a fundar la marca de ropa Gaby Orsini. Actualmente, busca apoyar a nuevos talentos en el modelaje de pasarela.



    En el mundo del emprendimiento, los cambios de carrera suelen ser arriesgados, pero para Gabrielys Orsini, fue la mejor decisión de su vida. Pasó de trabajar en medios de comunicación a fundar su propia marca de moda. Su trayectoria no solo muestra cómo reinventarse profesionalmente, sino también cómo construir un negocio desde la pasión y la constancia.

    Del periodismo a la moda

    Gabrielys se graduó de periodista en la Universidad Central de Venezuela (UCV) y trabajó en medios públicos como Radio Nacional de Venezuela, además de desempeñarse en comunicación corporativa. En 2007, mientras aún trabajaba en medios, decidió lanzar su primera empresa: una agencia de publicidad que gestionaba espacios para avisos publicitarios en medios de comunicación. Sin embargo, a pesar del éxito, sentía que su verdadera vocación estaba en otro lugar.

    El cambio de rumbo llegó en 2012, cuando tomó la difícil decisión de renunciar a su trabajo estable y dedicarse 100% a su negocio. “Me tomó cinco años dar el paso, tenía miedo porque tenía una hija pequeña, pero sentía que ya mi etapa en el periodismo había terminado”, recuerda Gabrielys.

    Lo que comenzó como una agencia de publicidad evolucionó inesperadamente cuando un cliente le solicitó uniformes para su empresa. Fue en ese momento cuando su infancia, marcada por el interés en la costura de su madre y su abuela, cobró sentido. “Crecí viendo cómo se confeccionaba ropa. Mi mamá y mi abuela llevaban telas a costureras, y yo participaba en la elección de colores y diseños”, cuenta. Sin dudarlo, tomó el pedido y buscó quién confeccionara los uniformes, pero al ver la alta demanda, decidió invertir en su propio taller de confección.

    De la producción de uniformes a su marca de moda

    A medida que el negocio crecía, Gabrielys vio la oportunidad de crear su propia línea de ropa. En 2016, fundó la marca Gaby Orsini, con el objetivo de ofrecer moda venezolana con estándares de exportación. “Quería demostrar que en Venezuela se podía hacer ropa con calidad internacional”, afirma.

    En poco tiempo, su marca empezó a expandirse, y en 2017 logró exportar a mercados como Miami, Puerto Rico y Argentina, vendiendo entre 2.000 y 3.000 piezas mensuales. Gracias a las redes sociales, especialmente Instagram, su negocio despegó y se conoció su sello personal, una marca orientada a la moda casual y cómoda.

    Uno de sus mayores éxitos fue la transformación del algodón en un material de alta demanda, creando los conjuntos viajeros, un producto estrella que redefinió el uso de esta tela en su negocio. “El algodón siempre fue visto como algo deportivo, pero nosotros lo convertimos en una prenda versátil para cualquier ocasión”, explica.

    Cuando llegaron los golpes duros

    A pesar del crecimiento de su empresa, Gabrielys enfrentó momentos difíciles. La inestabilidad económica del país, la inflación y los problemas con el sistema cambiario golpearon su negocio en 2017. “Vendíamos una prenda en la mañana y en la tarde el dólar subía, lo que significaba que ya estábamos perdiendo dinero”, cuenta.

    El 2019 llegaron las consecuencias de la crisis política que afectó las ventas y la obligó a reducir su equipo de costureras de 15 a solo una. Sin embargo, uno de los golpes más duros llegó en 2023, cuando fue desalojada de su fábrica tras haber invertido en mejorarla. “Era un edificio de cuatro pisos que adaptamos para la producción, pero luego el dueño triplicó el precio de venta y nos sacó”. Esta situación la obligó a detener su negocio y probar con otra iniciativas cómo fue la de montar su propia heladería, además de producir vasos para café.

    A pesar de estos obstáculos y gracias a su empeño e ingenio comercial, Gabrielys se mantuvo firme y logró reiniciar su producción en 2024, gracias a un crédito gubernamental que le permitió recuperar su taller. “Después de un año sin confeccionar, volvimos a arrancar”, celebra.

    Un 2025 con nuevos desafíos: impulsar el modelaje juvenil

    Con su negocio de moda en marcha, Gabrielys quiere ir más allá. En diciembre de 2024, lanzó su academia de modelaje, con el propósito de formar jóvenes modelos y ofrecerles oportunidades en la industria. “Siempre he trabajado con modelos en mi marca, así que decidí darles formación profesional y ayudarlas a proyectarse”.

    Ahora su academia no solo busca entrenar a modelos para sesiones fotográficas, sino que también les ofrece trabajo inmediato en campañas publicitarias, pasarelas y alianzas con otras marcas de moda. “Las chicas y chicos que se forman con nosotros tienen oportunidades reales de trabajo”, explica.

    Además, en 2025, Gabrielys planea lanzar una línea de ropa urbana para que emprendedores puedan comercializar al mayor. También, espera trabajar en la modernización del liquiliqui, la prenda tradicional venezolana, adaptándola con detalles de pedrería y versiones más versátiles para el uso diario.

    Lecciones de una emprendedora que supo reinventarse

    La historia de Gabrielys Orsini es un testimonio de perseverancia y visión. De ser periodista a empresaria del mundo de la moda, ha aprendido que el emprendimiento no se trata sólo de talento, sino de constancia y adaptación. Sus consejos para quienes desean empezar su propio negocio son claros:

    • No rendirse, aunque el camino sea difícil: “He pasado por desalojos, crisis económicas y momentos en los que pensé en parar, pero si te detienes, pierdes todo lo que construiste”
    • Ser constante es la clave del éxito: “Nada sucede de la noche a la mañana. El éxito es el resultado de años de trabajo constante”
    • Emprender con propósito hace la diferencia: “No es solo vender ropa, es crear un impacto, cambiar vidas y generar empleo”
    • No tengas miedo de cambiar de rumbo: “Lo que estudiaste o en lo que trabajaste no tiene que definirte para siempre. Si sientes que algo más te apasiona, arriésgate”
    • Aprovecha cada oportunidad: “Si un cliente te pide algo que nunca has hecho, inténtalo. Así fue como conecté mi pasión por la confección”
    • No dependas de una sola fuente de ingresos: “Mi otro negocio de vasos personalizados para café me salvó durante la pandemia. Tener varias opciones te ayuda a resistir las crisis”
    • Usa las redes sociales a tu favor: “Instagram fue clave en el crecimiento de mi marca.  Si estás en un negocio de moda o ventas, tienes que estar presente digitalmente
    • Aporta algo más allá del negocio: “Creamos el programa ‘Vestimos Corazones’, donde donamos ropa nueva a personas en situación vulnerable. Un negocio también debe tener propósito”

    Una marca con futuro y propósito

    Gabrielys no solo quiere seguir expandiendo su marca, sino que sueña con llevar su moda a Nueva York y República Dominicana en los próximos años. Su historia demuestra que la reinvención es clave en el mundo del emprendimiento y que, sin importar los obstáculos, siempre hay oportunidades para crecer.

    De la redacción de noticias a la confección de ropa y la formación de modelos, Gabrielys Orsini es un ejemplo de cómo la pasión y la determinación pueden convertir cualquier idea en una historia de éxito.

    Escrito el Lunes, 10 Febrero 2025 14:38 en Emprendedores ¡Deja el primer comentario! Visto 65 veces
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    La consultora en Trade Marketing que potencia los puntos de venta de consumo masivo en el mercado del retail
    La consultora en Trade Marketing que potencia los puntos de venta de consumo masivo en el mercado del retail

    La especialista en Trade Marketing, Lourdes González comparte con El Emprendedor cómo se independizó después de trabajar durante años en la industria del consumo masivo y vio su oportunidad para impulsar la experiencia de compra en el mercado del retail



    Desde sus primeros pasos en el mundo laboral, Lourdes González, fundadora de LG Consultora, supo que quería dedicarse a los negocios. Su camino comenzó en el sector aduanal, pero su curiosidad la llevó a explorar el consumo masivo o retail y el trade marketing, dos áreas que terminaron definiendo su carrera. Con el tiempo, Lourdes se convirtió en una especialista en estrategias de ventas y optimización de puntos de venta, trabajando en multinacionales y grandes empresas del sector retail. Sin embargo, su verdadera transformación ocurrió cuando decidió dejar atrás el empleo tradicional y emprender como consultora independiente, convirtiendo su conocimiento en su mayor activo.

    La influencia familiar

    Lourdes creció rodeada de conversaciones sobre economía y estrategias empresariales. Su tío Ricardo, economista y profesor en la Universidad de Carabobo, se convirtió en una de sus mayores influencias. Desde joven, lo observaba manejar proyectos, asesorar empresas y compartir su conocimiento con estudiantes y profesionales.

    “Siempre me gustó cómo mi tío enseñaba y guiaba a empresas para mejorar sus procesos. Creo que ahí nació mi interés por la consultoría”, recuerda Lourdes. Sin darse cuenta, esos aprendizajes marcaron el rumbo que más tarde tomaría su carrera.

    El mundo del retail

    Lourdes comenzó su camino en el 2005-2006, trabajando en una empresa aduanal, donde vendía servicios de colocación de contenedores. Sin embargo, su interés por el consumo masivo la llevó a dar un giro hacia el trade marketing, iniciándose como mercaderista en La Granja. Allí aprendió sobre la importancia de la exhibición de productos y el comportamiento de los consumidores en los puntos de venta.

    Su gran oportunidad llegó cuando ingresó a Del Monte, una multinacional donde tuvo acceso a formaciones en la casa matriz de Canadá y adquirió experiencia en estrategias de ventas en mercados altamente competitivos. Con jornadas laborales que se extendían desde las 07:30 a.m. y hasta las 08:00 p.m., Lourdes absorbió cada detalle sobre la dinámica de ventas, negociación con clientes y estrategias de distribución.

    A lo largo de los años, pasó por diferentes compañías de distribución y ventas como Friocarnes, Te Delicias y Máquimol, donde lideró equipos comerciales y fortaleció su conocimiento en el mercado del retail.

    El miedo a emprender y el primer intento fallido

    Aunque la idea de convertirse en consultora la acompañaba desde hacía tiempo, Lourdes dudó en dar el paso. En 2016, junto con un grupo de colegas, intentó lanzar Consulting Más Plus, una empresa de asesorías. Sin embargo, el miedo a soltar un empleo estable hizo que el proyecto nunca terminara de despegar.

    “Todos teníamos el conocimiento, pero nadie se atrevió a soltar su trabajo fijo y apostar completamente a la consultoría”, admite. Este fracaso fue una lección importante: sin compromiso total, un emprendimiento difícilmente prosperará.

    La reinvención tras la pandemia

    En 2018, Lourdes probó suerte en el mundo de la distribución independiente de productos de consumo masivo. Sin embargo, en 2020, la pandemia golpeó su negocio y la obligó a reinventarse. Durante un tiempo, se dedicó a dar clases de aeróbicos para mantenerse activa, hasta que finalmente decidió que era el momento de volver a su verdadera vocación.

    “La pandemia nos cambió a todos. Para mí, fue el punto de quiebre para decidirme por completo a la consultoría”, señala.

    Fue así como en 2023, Lourdes formalizó LG Consultora, su empresa de asesorías en retail y trade marketing, convirtiéndose en una estratega para marcas que buscan mejorar su presencia en los puntos de venta.

    El éxito de su consultoría y sus primeros clientes

    El primer gran impulso de su negocio ocurrió cuando dos vendedores la contactaron para que los entrenara en técnicas de ventas. Esto la llevó a desarrollar un curso intensivo de tres días, lo que marcó el inicio de su nueva etapa como consultora.

    Desde entonces, Lourdes ha trabajado con empresas como Noor Publicidad, donde reorganizó los departamentos de producción y mercadeo, y Tigo Venezuela, donde ayudó a estructurar estrategias de ventas para ocho estados del país.

    Además, ha colaborado con negocios familiares y empresas textiles, ayudándolas a estructurar sus estrategias comerciales y a profesionalizar sus operaciones. “No importa el tamaño de la empresa, todas necesitan estructura y planificación para crecer”, explica.

    Claves del éxito y consejos para emprendedores

    Tras años de experiencia en el sector, Lourdes comparte algunas lecciones que han sido clave en su transición de empleada a consultora:

    • Convierte tu experiencia en un negocio: “Si has trabajado por años en un área, ya tienes un conocimiento que otras personas necesitan”.
    • No postergues el emprendimiento por miedo: “Siempre vas a sentir que te falta algo. Si esperas demasiado, nunca darás el primer paso”.
    • Aprende a vender tu conocimiento: “Ser bueno en algo no es suficiente; debes saber comunicarlo y hacer que los demás lo valoren”.
    • El networking es fundamental: “Las mejores oportunidades han llegado a mí por referencias y contactos”.
    • Las estrategias deben adaptarse a cada mercado: “No existe una fórmula mágica. Cada empresa y cada punto de venta tienen su propia dinámica”.

    En 2024, Lourdes concentró su empresa en la consultoría, dándole una identidad formal y expandiendo su cartera de clientes. Ahora en 2025, su objetivo es ofrecer programas de formación en trade marketing, ayudar a más empresas a mejorar sus puntos de venta y expandir su alcance.

    El poder de la experiencia acumulada

    La historia de Lourdes González es un ejemplo de cómo la experiencia acumulada en un área puede transformarse en un negocio rentable. Su camino no fue lineal, pero cada experiencia, cada acierto y cada error la llevaron a encontrar su propósito: ayudar a empresas a vender mejor, conectar con los consumidores y fortalecer sus marcas en el competitivo mundo del retail.

    Para aquellos que, como ella, han acumulado años de experiencia en una industria y sueñan con independizarse, su mensaje es claro: “Si tienes el conocimiento y la pasión, hay una oportunidad esperando por ti. Solo tienes que atreverte a dar el primer paso”.

    Escrito el Viernes, 07 Febrero 2025 17:11 en Emprendedores ¡Deja el primer comentario! Visto 155 veces
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    El crea bombones saludables a base de frutas naturales después de intentarlo todo como migrante
    El crea bombones saludables a base de frutas naturales después de intentarlo todo como migrante

    Rafael Ramón, fundador de postres Crack, una novedosa marca de bombones rellenos con frutas, cuenta al Emprendedor cómo surgió su idea después de viajar a Argentina sin éxito como migrante.



    Cuando Rafael Ramón dejó Venezuela en 2018 para migrar a Argentina, no tenía un plan fijo sobre su futuro. Como muchos, salió en busca de estabilidad y oportunidades, enfrentándose a todo tipo de trabajos en su camino. Pasó de ser jardinero a mesonero, hasta llegar al mundo corporativo como analista de sistemas.

    Sin embargo, tras seis años, sintió que su lugar no estaba allí y decidió regresar a Venezuela con la idea de que solo sería temporal, mientras tramitaba su ciudadanía española. No sabía que en su regreso encontraría una idea que transformaría su vida: los bombones frutales saludables.

    Un regreso inesperado

    Al volver a Venezuela en 2023, Rafael pensaba que solo estaría en el país por unos meses. Su intención inicial era reencontrarse con su familia y completar el papeleo para poder mudarse a España. Sin embargo, algo lo hizo replantearse su camino. Mientras exploraba opciones de trabajo y probaba pequeños emprendimientos, notó que el mercado venezolano tenía espacio para productos innovadores en el sector de alimentos saludables.

    Desde Argentina había traído consigo el recuerdo de unos bombones congelados que disfrutaba allí, y se preguntó si podía adaptarlos al gusto local. No tenía experiencia previa en gastronomía, pero su curiosidad y deseo de crear algo propio lo impulsaron a experimentar con frutas naturales y recetas saludables.

    La creación de los bombones frutales saludables

    Los bombones de Rafael no son dulces comunes. Están elaborados con frutas naturales, sin azúcares añadidos ni ingredientes artificiales. Su propuesta se basa en ofrecer un postre saludable que sea atractivo para todos, sin importar restricciones alimenticias. Con versiones sin lactosa y sin azúcar, buscó que su producto fuera inclusivo y accesible para quienes buscan opciones más sanas sin sacrificar el sabor.

    “Quería que quien los probara sintiera que estaba disfrutando un postre real, sin que pareciera un producto dietético aburrido”, explica Rafael. Lograr esto no fue fácil. Tuvo que probar múltiples combinaciones hasta encontrar la fórmula perfecta, asegurándose de que los bombones tuvieran una textura cremosa y un sabor equilibrado.

    El reto de emprender en Venezuela

    Empezar un negocio en Venezuela no es tarea sencilla, y Rafael tuvo que enfrentar múltiples desafíos. Uno de los primeros fue garantizar la conservación de sus bombones en un país con constantes fallas eléctricas. “La cadena de frío es esencial para mi producto, así que tuve que buscar soluciones para evitar pérdidas”, comenta. Además, debió educar a los consumidores sobre su producto, ya que no era un dulce tradicional y muchos desconocían los beneficios de una opción saludable como la suya.

    Otro reto fue lidiar con los cambios constantes en los costos de producción. Con un mercado tan volátil, debía ajustar su modelo de negocio para seguir siendo competitivo sin comprometer la calidad de sus ingredientes. “Aprendí a ser flexible y a adaptarme rápidamente, porque cada semana podía cambiar algo en los costos”.

    El gran salto

    Lo que comenzó como un proyecto de prueba en su ciudad natal pronto empezó a crecer. Rafael empezó vendiendo sus bombones de manera directa, pero el boca a boca hizo que cada vez más personas los pidieran. Gracias a su diferenciación en el mercado, logró ingresar en supermercados y bodegones en varias ciudades de Venezuela, como Caracas, Valencia y Maracay. “No esperaba que el producto se moviera tan rápido, pero me di cuenta de que la gente estaba buscando opciones saludables y diferentes”.

    Hoy, su marca Crack Venezuela ha logrado posicionarse en el sector de postres saludables, y su meta es seguir expandiéndose. “Quiero que mis bombones lleguen a cada rincón del país y, en el futuro, a otros mercados”.

    ¿Qué sigue para Crack Venezuela?

    Rafael tiene grandes planes para el futuro. Quiere diversificar su línea de productos con más opciones de postres saludables y consolidar su producción con una planta propia. También busca fortalecer su estrategia digital para llegar a más consumidores y educarlos sobre la importancia de una alimentación equilibrada.

    A pesar de que su regreso a Venezuela no era parte de su plan original, hoy está convencido de que este giro inesperado en su vida le permitió descubrir su verdadera pasión. “A veces pensamos que nuestro destino está en otro lugar, pero cuando te atreves a intentarlo, descubres que puedes crear algo increíble donde menos lo esperas”.

    Consejos de Rafael para quienes quieren emprender

    A lo largo de su camino, Rafael ha aprendido valiosas lecciones sobre emprendimiento y comparte algunos consejos para aquellos que desean iniciar su propio negocio:

    • No esperes a tenerlo todo perfecto para empezar: “Siempre habrá algo por mejorar, pero si no comienzas, nunca sabrás hasta dónde puedes llegar”.
    • Adáptate a los cambios: “En Venezuela el mercado cambia rápido. La flexibilidad es clave para mantenerte a flote”.
    • Escucha a tus clientes: “El feedback es fundamental. A veces creemos que tenemos el producto perfecto, pero es el cliente quien realmente te dice qué funciona y qué no”.
    • Construye relaciones con tu comunidad: “No se trata solo de vender, sino de conectar con las personas y que sientan que forman parte de algo más grande”.
    • Mantén la pasión por lo que haces: “Habrá momentos difíciles, pero si amas lo que haces, encontrarás la forma de seguir adelante”.

    Su historia es un testimonio de resiliencia y creatividad, demostrando que con determinación y visión se pueden construir oportunidades incluso en los escenarios más inciertos.

    Escrito el Miércoles, 05 Febrero 2025 12:02 en Emprendedores ¡Deja el primer comentario! Visto 127 veces
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    Pasaron de crear sus propias gelatinas y flanes a impulsar emprendedores con sus mezclas para helados soft
    Pasaron de crear sus propias gelatinas y flanes a impulsar emprendedores con sus mezclas para helados soft

    Maght´s, es la fábrica de mezcla de helados soft con más de 30 años en el mercado que está impulsando el negocio de las heladerías en Venezuela.



    En el mundo empresarial, las grandes ideas suelen surgir de necesidades insatisfechas. Este fue el caso de Jean de Maght y su familia, quienes convirtieron un negocio familiar en una referencia en la industria de las mezclas para helados soft en Venezuela. Lo que comenzó como un pequeño emprendimiento en la década de los 90, enfocado en gelatinas y flanes, evolucionó hasta convertirse en un modelo de innovación y soporte para emprendedores en todo el país.

    Un inicio impulsado por la necesidad

    La historia de esta empresa comienza en 1995, cuando el padre de Jean, Federico de Maght, entonces propietario de un negocio de víveres, detectó un problema recurrente: las marcas de gelatinas que revendía no cumplían con las expectativas de los clientes. “La gente se quejaba de que las gelatinas no cuajaban bien o no tenían buen sabor”, recuerda Jean. Este descontento motivó a su padre a aprender sobre el proceso de fabricación y a desarrollar su propia fórmula.

    En un inicio, las mezclas eran rudimentarias, preparadas con equipos básicos y en pequeñas cantidades. “Era un trabajo artesanal; salíamos del proceso con polvo de colores por todos lados”, comenta Jean entre risas. Sin embargo, los clientes comenzaron a preferir las gelatinas fabricadas localmente sobre las marcas comerciales, lo que llevó al negocio a crecer rápidamente. En menos de dos años, la familia amplió su portafolio con flanes y pudines, consolidándose en el mercado local.

    La transición hacia los helados soft o cremosos

    A mediados de la década de 2000, la familia identificó una nueva oportunidad de mercado: las mezclas para helados soft. En ese momento, pocos fabricantes en Venezuela ofrecían productos de calidad para este segmento. “El helado soft es un postre accesible, pero muchos emprendedores tenían problemas para encontrar mezclas que garantizaran un buen resultado”, explica Jean.

    El desarrollo de estas mezclas requirió capacitación y un profundo conocimiento técnico. El padre de Jean se especializó en el proceso de formulación, aprendiendo sobre el papel que desempeñaba cada ingrediente en el producto final. “El helado soft no es solo leche y azúcar; es una ciencia que combina grasa, aire y temperaturas exactas”. Gracias a esta dedicación, crearon una mezcla equilibrada que destacó por su sabor y textura consistentes.

    Apertura de tiendas especializadas

    Con el tiempo, la mezcla para helados soft se convirtió en el producto estrella de la empresa. Actualmente, esta línea lidera su capacidad de producción, eclipsando incluso a las gelatinas y flanes que dieron origen al negocio. “Fabricamos alrededor de cinco toneladas de mezcla para helados cada semana, abasteciendo a clientes en todo el país”, detalla Jean.

    Para facilitar el acceso a sus productos, la empresa inauguró dos tiendas especializadas, una en Valencia y otra en Maracay. “Las tiendas son puntos clave donde los heladeros encuentran todo lo que necesitan, desde conos hasta asesoría técnica”, comenta. Este enfoque les permite apoyar tanto a negocios establecidos como a nuevos emprendedores que incursionan en el mundo de los helados soft.

    Asesoría para emprendedores

    Uno de los pilares del éxito de esta empresa es su compromiso con la educación de sus clientes. “Guiamos a los emprendedores desde el momento en que compran su primera máquina barquillera”, afirma Jean. La asesoría incluye desde la instalación del equipo hasta la optimización de costos y el mantenimiento de la cadena de frío. “Nuestro objetivo es que cada cliente arranque con las mejores herramientas para evitar errores costosos”.

    La empresa también organiza talleres y capacitaciones para enseñar buenas prácticas. Por ejemplo, explican la importancia del “overrun”, el proceso de incorporación de aire al helado que aumenta su volumen sin comprometer la calidad. “Un buen manejo del overrun puede incrementar la producción en un 35%, lo que se traduce en mayores ganancias para nuestros clientes”.

    El problema al rendir la mezcla

    Como toda empresa, han enfrentado desafíos. Uno de los más comunes es la tendencia de algunos clientes a intentar “rendir” el producto para abaratar costos. “Agregar más agua o menos mezcla puede parecer una buena idea, pero solo resulta en un helado de baja calidad que no fideliza al cliente”, advierte Jean.

    Otro obstáculo ha sido educar sobre la cadena de frío, un aspecto crucial para mantener la calidad del helado. “Si el producto no se almacena a la temperatura correcta, pierde sus propiedades, y eso afecta tanto al negocio como al consumidor final”.

    Mirando hacia el futuro

    Con una base sólida y una visión clara, la empresa planea seguir creciendo. Están aumentando su capacidad de producción al triple para atender la creciente demanda y expandir su red de tiendas en otros estados. Además, trabajan en el desarrollo de nuevas mezclas y sabores para diversificar su portafolio.

    Jean también destaca la importancia de seguir apoyando a los emprendedores. “Queremos que nuestros clientes no solo compren un producto, sino que también reciban el conocimiento necesario para triunfar”. Con este enfoque, esperan consolidarse como líderes en el mercado de helados soft en Venezuela.

    Reflexión final

    La historia de Jean, su padre y su familia es un testimonio de cómo la innovación, el trabajo duro y la pasión pueden crear un negocio familiar en una referencia nacional. Desde sus inicios con gelatinas y flanes hasta liderar el mercado de helados soft, esta empresa demuestra que con visión y compromiso, las oportunidades son infinitas.

    Escrito el Lunes, 03 Febrero 2025 09:40 en Emprendedores ¡Deja el primer comentario! Visto 151 veces
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    Un ex asesor de logística se convirtió en chef y terminó creando su propia marca de pastas y salsas artesanales
    Un ex asesor de logística se convirtió en chef y terminó creando su propia marca de pastas y salsas artesanales

    El chef Diego Morales, cuenta a El Emprendedor como descubrió el potencial de las pastas y creó la nueva marca de salsas y pastas artesanales Venezia.



    Venezuela es un país donde la pasta es un pilar fundamental de la alimentación diaria. Desde hogares hasta restaurantes, su consumo es parte de la cultura gastronómica del país. En este contexto, Diego Morales vio una oportunidad para emprender en un mercado con una gran demanda y decidió convertir esa visión en un negocio propio.

    Con una trayectoria en el mundo de la logística y la gestión empresarial, supo identificar la importancia de la distribución eficiente y la calidad del producto como pilares de un negocio exitoso. Su objetivo es construir una marca que ofrezca calidad, tradición y accesibilidad a quienes buscan pastas artesanales para comer en casa.

    De la logística a la gastronomía

    Durante años, Morales trabajó en logística y distribución, lo que le permitió desarrollar una visión clara sobre el manejo eficiente de negocios. Sin embargo, un encuentro fortuito con un amigo lo llevó a visitar una fábrica de pastas artesanales en Valencia. Lo que comenzó como una simple visita despertó su curiosidad y le mostró un mercado con potencial. "Cuando vi el proceso de producción y probé la calidad del producto, entendí que había una oportunidad para ofrecer algo diferente", recuerda.

    Este descubrimiento lo llevó a analizar qué hacía falta en la oferta local y detectar que la mayoría de las pastas frescas solo estaban disponibles en restaurantes de alta gama y todo este proceso lo llevó a convertirse en chef. De esta forma termina desarrollando Pastas y Salsas Venezia, una marca que permite a las familias cocinar pastas con calidad de restaurante en sus propios hogares.

    La importancia de la tradición y la adaptación al mercado

    Con más de 12 años en la elaboración de pastas artesanales, Morales aprendió que el éxito de un producto gastronómico no solo depende de la calidad, sino también de la capacidad de adaptación. Al entender el mercado, identificó que los consumidores venezolanos tienen preferencias muy marcadas. "Somos un país pulpastero, pero a la gente le gusta probar cosas nuevas dentro de lo conocido. Es clave ofrecer variedad", explica.

    Por eso, Pastas y Salsas Venezia ofrece no solo pastas clásicas como tortellinis, raviolis y ñoquis, sino también nuevas combinaciones de sabores que se adaptan al paladar local. Además, ha integrado salsas artesanales como boloñesa y pesto, permitiendo a los clientes ahorrar tiempo sin sacrificar la calidad de la comida.

    Los retos de educar al consumidor

    Como todo negocio en el país, Morales ha tenido que enfrentarse a diversos desafíos. Desde la inflación y la disponibilidad de materia prima hasta la construcción de una base de clientes fieles. "Los emprendedores deben estar preparados para adaptarse a cambios constantes y aprender sobre la marcha", aconseja.

    Uno de sus mayores retos ha sido la educación del consumidor. Muchas personas comparaban los precios de sus pastas con las industriales sin considerar la diferencia en calidad. Para solucionar esto, implementó estrategias de demostración y comunicación directa con los clientes, explicando el valor agregado de un producto fresco y sin conservantes.

    Consejos para quienes quieren emprender en el sector gastronómico

    Morales destaca tres claves fundamentales para iniciar un negocio en el sector de alimentos:

    • Conocer a tu cliente: Entender qué busca el consumidor y cómo puedes cubrir esa necesidad es esencial. "No basta con tener un buen producto, debes asegurarte de que la gente lo quiera y lo entienda".
    • Ser flexible y estar dispuesto a aprender: El mercado puede cambiar rápidamente. Adaptarse a nuevas tendencias y ajustar la oferta es fundamental. "Al principio vendíamos solo pastas frescas, pero los clientes pedían salsas, así que incorporamos opciones para facilitar su experiencia".
    • Construir una red de distribución eficiente: En Venezuela, garantizar la disponibilidad del producto es clave. Morales trabaja con distribuidores y opciones de entrega a domicilio para llegar a más clientes sin depender solo de un punto de venta físico.

    Una marca con futuro

    Con una base sólida en su nueva ubicación frente al C.C. Prebo, Morales tiene planes ambiciosos para Pastas y Salsas Venezia. Entre sus próximos pasos está la apertura de nuevas sucursales y la exploración de mercados internacionales. También busca mejorar su presencia digital y educar a más consumidores sobre las ventajas de las pastas artesanales.

    "No hay una fórmula mágica para emprender, pero hay algo claro: la constancia y la capacidad de adaptación son lo que realmente hace la diferencia", reflexiona Morales.

    Para quienes sueñan con iniciar un negocio en la gastronomía, su historia es un ejemplo de que identificar una necesidad, enfocarse en la calidad y mantenerse fiel a una visión pueden convertir una idea en una empresa sostenible y en crecimiento.

    Escrito el Jueves, 30 Enero 2025 16:27 en Emprendedores ¡Deja el primer comentario! Visto 245 veces