Reportan disminución en el consumo de pollo y carne

Con los aumentos de precios cada vez más comunes en el país, sorprenden los bajones de precios que han sufrido en las últimas semanas alimentos como el pollo y la carne, los cuales están regulados en 850 y 250 bolívares por kilo respectivamente (según información posteada en el portal web de la Superintendencia de Precios Justos), pero que se ofrecen en locales privados a montos más elevados.

Sin embargo, la respuesta parece ser más simple de lo que muchos piensan: los oferentes le colocaron un precio que el consumidor, el que demanda, ya no se siente dispuesto a pagar, lo que ha llevado a un cambio en el patrón de consumo.

Según testimonios de vendedores y compradores publicados por el portal web de El Estimulo, en los últimos 21 días los precios de la carne y el pollo han bajado de 4.800 a 3.900 bolívares en locales privados. Sectores como El Cafetal, Petare y Chacao han reportado una disminución de entre 22% y 25% de los precios en estos productos y alrededor de 50% de menor demanda.

Debido a cómo se ha manejado la asignación de precios, muchos vendedores están viendo el verdadero lado negativo. No solo se han visto obligados a disminuir los precios de sus productos, sino que la situación ha llevado a sus consumidores a buscar productos sustitutos, por lo cual aun bajando los precios no logran aumentar la demanda.

Este caso es un ejemplo de que el conocimiento sobre estrategias de asignación de precio es necesario a la hora de gerenciar un negocio, aun en un mercado como el venezolano, ya que el no manejarlo de la manera correcta puede traer consecuencias irreversibles para nuestros negocios.