El deporte olímpico más igualitario del mundo es opción para los vulnerables

Correr es el deporte más igualitario del mundo, ya que los costos de practicarlos son mucho más bajos que otros. Kenia y Etiopía son ejemplo de países con importantes dificultades económicas que tienen una incontable cantidad de ganadores Olímpicos y de campeonatos mundiales en esta actividad.

Echando un vistazo a otros eventos Olímpicos, los atletas de ciclismo, por ejemplo, necesitan invertir unos 19 mil dólares en una bicicleta, mientras que en equitación un caballo podría costar unos 60 mil dólares. En deportes como baloncesto y fútbol se necesitan instalaciones y seguir dietas estrictas que también cuestan dinero.

Estos Juegos Olímpicos tienen la participación de un equipo con la bandera de las Naciones Unidas: son refugiados que han escapado de sus respectivos países de origen por problemas bélicos o riesgo de muerte inminente. Llama la atención que 6 de los 10 integrantes de este equipo son corredores.

En un reportaje publicado por el portal Quartz, Duke Mwancha, vocero de un campo de refugiados de Kenia, de donde provienen parte de los atletas refugiados que están en Río, dijo que ellos allí tienen un gran entusiasmo por correr, a pesar de vivir condiciones bastante precarias.

“Los residentes participan en espontáneas competencias de ateltismo para pasar el tiempo. Creo que parte de la razón de esto es que es un deporte que se puede practicar en cualquier lugar, en cualquier momento y sin equipos”, dijo Mwancha a Quartz.

En ese mismo texto, Amby Burfoot, ganador del Maratón de Boston de 1968, recalcó que los costos de correr son más bajos que cualquier otro deporte. “Tú no necesitas equipos caros, un campo especial de entrenamiento o una gran dieta. Correr es muy accesible en cualquier lugar”, manifestó.

Se espera que estos atletas que participaron como parte del equipo de refugiados continúen su preparación y estén, junto a otros, en la cita Olímpica de Tokio en cuatro años.