4 palabras o frases que sabotean la confianza

El lenguaje es el espejo del universo. Así lo escribió el maestro José Manuel Briceño Guerrero. El lenguaje es un universo en sí, es el motor de las acciones, según dicta la filosofía de Emmanuel Kant.

Cada palabra tiene un poder especial sobre quien la dice y sobre quien la escucha o la lea. Por esa razón hay que escoger muy bien las palabras que se repiten diariamente, ya que éstas van a configurar la perspectiva que se tenga ante la vida y en el caso de los emprendedores ante los negocios.

La periodista estadounidense Melody Wilding escribió para Forbes una lista de las palabras o frases que las personas deben eliminar de sus vocabularios. Están prohibidas de ahora en adelante.

1.- “Sólo”. “Yo sólo quería ayudar”. Así comienza el camino a un conflicto seguro. Ese “sólo” nace por la necesidad de excusarnos y evitar el rechazo, pero al final lo único que hace es atizar el incendio. Es preferible reconocer el error directamente.

2.- “No soy un experto, pero…”. Este tipo de construcciones verbales generalmente se dicen para evitar ser arrogantes o si se tienen dudas de las capacidades para desarrollar una actividad. Sin embargo, son totalmente negativas porque ponen en duda la credibilidad. Si uno no es experto que lo demuestren los hechos, pero no poner obstáculos de antemano.

3.- “No puedo”. Cuando una persona dice “no puedo” está dejando ganar al miedo. El miedo es la emoción más paralizante que existe y la que lleva a echar a la basura los sueños. Por eso es muy peligroso, a pesar de que está allí para hacer bien y salvaguardar al ser humano de los peligros. Hay que saberlo manejar y una manera es execrando ese “no puedo”. Hay que ponerle el ojo a cada situación en la que se diga “no puedo”, porque quizá lo que se quiso decir era “no quiero”. Entender esa diferencia hará más fácil el proceso.

4.- “¿Y si intentamos…?”. Llevar a pregunta una idea que se tenga es un paso atrás. Las ideas son motores que no deben llevar signos de interrogación. Por más alocadas que sean hay que decirlas en voz alta con exclamativos. De esa manera no se estará saboteando desde su nacimiento una idea que puede ser genial.