Ética empresarial, valor intangible para los emprendedores

Uno de los temas que resulta indispensable resaltar en el área de negocios es el de la ética empresarial, entendiéndose como tal, al conjunto de principios y normas bajo las cuales se rigen las actividades que desempeñan los emprendedores.

Este es un valioso concepto, es la conciencia que ayuda a distinguir entre los actos que son honestos o no y que generan responsabilidades y beneficios para todos los involucrados con éste ente empresarial.

¿Cuándo o cómo ostentamos esa conciencia? Por ejemplo, al producir o comercializar un bien o servicio de alta calidad que satisfaga una necesidad en el mercado sin pretender obtener ganancias exorbitantes, se puede leer en una nota publicada en el portal web de Forbes.

Otro ejemplo podría ser dar un trato digno a los empleados, a través de escuchar sus ideas, necesidades e inquietudes, invitándolos a ser productivos y ofrecerles la mejor remuneración posible asociada a su productividad y a la situación financiera de la empresa.

Un último es presentar la información financiera mostrando los resultados reales por la gestión realizada. Esto brinda la oportunidad de tomar oportunamente las decisiones que fueren  necesarias para todos los usuarios de dicha información y evitar caer en desviaciones peligrosas que atenten contra la reputación de la empresa.

El costo de no tener este activo, que representa la ética empresarial, puede ser alto. Se puede perder el esfuerzo de toda una vida, perder el patrimonio y perjudicar a las familias para las cuales representa una fuente de ingresos y desarrollo profesional.

Una empresa o empresario sin ética al momento de realizar sus negocios, es decir, sin principios y normas de comportamiento, está condenado, tarde o temprano, al fracaso.

Cuestión de virtud y hábito

En ese sentido, el director del Departamento de Filosofía y Sociología de la Universidad Jaume I de Castellón en España, Domingo García Marzá, dijo que "la ética no es un pasivo, es decir, actuar bien, actuar correctamente, puede significar perder un negocio a corto plazo, pero puede significar ganar reputación y ganar muchos negocios a medio y largo plazo".

Durante una visita que realizó a Chile, el investigador manifestó: "La discusión no está en que la ética, actuar honestamente, significa que 'ya no puedes ser empresario porque el contexto te obliga'. El contexto no te obliga”, según reseñó una información publicada en el portal Cooperativa del país austral.

Aseguró que la ética puede aprenderse, pero lo complicado es aplicarla, pues esas son dos cosas diferentes. "A una persona se le puede enseñar qué significa ser honesto y se puede enseñar con ejemplos, pero practicarlo ya dependerá de si ese valor lo hemos convertido en una virtud y un hábito".