Empresas venezolanas deben posicionarse antes de incursión de multinacionales

Como reseñamos anteriormente, especialistas redactaron para Harvard Business Review un artículo en el que explicaban que la situación en Venezuela debía esperar mejoras sustanciales a partir del 2018, por lo que esperan que para el año 2020 comiencen a incursionar las multinacionales en el país.

Se trata de algo que la población general ve de forma positiva ya que significaría la vuelta de muchas marcas y productos que desaparecieron en los últimos años. En el caso de algunas empresas, representaría también la facilidad de obtener insumos para reanudar la producción.

A pesar de que la crisis sea conceptualizada como algo negativo, muchos emprendedores también lo han visto como una forma de posicionar sus productos y servicios en un mercado desatendido por las empresas extranjeras. No se trata de una teoría, sino de un hecho que se ha notado en los últimos años.

Ejemplos de estos ya se vieron hace medio año, cuando la BBC informaba sobre el surgimiento de mercados como el del ron venezolano (en sustitución al whiskey), las cervezas artesanales (desplazando las marcas internacionales), empresas en el sector de limpieza como Fácil Química, e incluso la preferencia del Bitcoin por encima del bolívar y el dólar.

Esto no significa que ante la incursión de las multinacionales las empresas venezolanas no puedan competir (e incluso ganar), pero sí quiere decir que a partir del año 2020 las compañías nacionales van a tener una lucha mucho más reñida por ubicarse en el “Top of Mind” de los consumidores venezolanos.

¿Cómo puede lograrse el posicionamiento?

A pesar de que cada empresa es diferente, y sus necesidades o posibilidades para posicionarse son muy variadas, existe algo en lo que tienen que sobresalir los productos venezolanos de esta "camada de empresarios". Deben ser productos de calidad que pueda ser reconocida a nivel internacional.

Puede verse que muchas empresas locales se esfuerzan por crear bienes y servicios con altos estándares de calidad para mantenerse como favoritas, aun cuando vuelvan las grandes marcas. Sin embargo, también existen múltiples ejemplos de productos de baja calidad que solo existen para capitalizar la crisis mientras dure, sin pensar en la creación de una marca fuerte.

Como se mencionó al inicio, esta no debería ser la motivación principal de las compañías, sino que es mejor seguir ejemplos como los del ron nacional y las cervezas artesanales, al igual que productos con ingredientes naturales, y servicios con procedimientos ecológicos. Estos no solo han posicionado su calidad, sino también elementos diferenciadores de los productos tradicionales.

Otras empresas, como la antes mencionada Fácil Química, a través de su marca Clic, desarrollaron servicios únicos en el país como la primera máquina dispensadora de detergentes en Venezuela. Se trata también de una forma de demostrar la capacidad de innovación, y las posibilidades de emprender que pueden mostrarse en un país ante la crisis.

Estrategias como estas logran que las empresas se posicionen en la mente del consumidor, y dan mayores probabilidades a que estos los elijan por encima de las grandes marcas tradicionales. Esto puede verse comprobado en el trabajo de empresas como  Linio, Mercado Libre u Olx, que compitieron contra Amazon e eBay por un mercado que estas habían ignorado, y se quedaron como las plataformas predilectas por el venezolano.

Gracias a esto puede saberse que, como se ha reseñado en el pasado, es posible competir con las empresas más grandes del mundo. Aun así, es importante que los proyectos nacionales comprendan que la situación actual no solo es algo negativo, sino que es a su vez una oportunidad para liderar mercados insatisfechos y poder calar como la mejor opción, aun cuando vuelvan las multinacionales.