Por qué la gestión del talento humano es ahora el mayor reto de los pequeños negocios de Venezuela
Mariana Polar y Daniel Rodríguez socios de la consultora MURGCF, explican al Emprendedor las claves que definen el futuro de las empresas familiares y emprendimientos venezolanos.
En un país donde las reglas del mercado cambian tan rápido como las expectativas de los trabajadores, la gestión del talento humano se ha convertido en uno de los mayores retos para empresas de todos los tamaños. Atrás quedaron los modelos rígidos y verticales: hoy, liderar personas implica adaptabilidad, visión estratégica y, sobre todo, cercanía.
Para entender este fenómeno, El Emprendedor conversó con Mariana Polar y Daniel Rodríguez, socios de la firma MURGCF, una consultora venezolana que asesora tanto a corporaciones como a pequeños emprendimientos en procesos de liderazgo, selección, formación y cultura organizacional.
“El líder no es un cargo, es un rol que debe adaptarse al contexto y al equipo”, afirma Mariana. Esta visión refleja el nuevo enfoque que empresas venezolanas están adoptando para atraer y retener talento en un entorno marcado por la incertidumbre económica y la acelerada transformación cultural del trabajo.
Del liderazgo al acompañamiento: el factor humano en la gestión del talento humano
La transformación del entorno laboral en Venezuela no solo ha impactado a las grandes corporaciones. Pequeñas y medianas empresas, emprendimientos familiares y startups enfrentan hoy el mismo desafío: cómo atraer, retener y desarrollar al talento humano en un país donde los recursos son limitados y la incertidumbre es constante.
La consultora MURGCF, fundada formalmente en 2018 y hoy parte de la red internacional Moore Global, ha vivido ese cambio de cerca. “Las necesidades de las empresas han cambiado. Hoy la identidad corporativa es más sensible, porque el compromiso del trabajador ya no se construye igual”, explica Mariana Polar, quien pasó de liderar procesos en el sector bancario a convertirse en socia de la firma.
Uno de los principales retos que enfrentan las organizaciones es la rotación de personal, acelerada por la inflación y por una generación que demanda desarrollo constante. “Cada vez es más eficiente retener a un talento que sustituirlo por un tema de competencia salarial en el mercado”, advierte Mariana.
En ese contexto, la gestión del talento humano se ha desplazado de un enfoque puramente administrativo a uno estratégico, donde el liderazgo, la formación y la cultura organizacional son protagonistas. “El líder tiene que movilizar resultados, sí, pero también generar identidad y compromiso. No se trata solo de dar órdenes, sino de inspirar desde la cercanía”, añade.
Uno de los cambios más notables, según la experiencia de MURGCF, ha sido la demanda creciente de servicios que antes se consideraban opcionales: estudios salariales, formación en liderazgo, evaluación de desempeño, cultura organizacional y selección de personal. “El producto más demandado actualmente es la selección de talento. Las empresas necesitan rapidez, pero también calidad en los procesos”, afirma Mariana.
Para responder a esa necesidad, la consultora ha construido metodologías ágiles que les permiten identificar perfiles en poco tiempo, sin sacrificar el análisis profundo. Esto es especialmente relevante para empresas que buscan cubrir desde cargos de alta gerencia hasta perfiles operativos. “Así sea personal mucho más base, si es importante para su operación, nosotros lo canalizamos”, comenta.
En los últimos años, la firma también ha ampliado su alcance hacia emprendedores y empresas familiares, sectores donde el liderazgo suele confundirse con autoridad. Como señala Daniel Rodríguez: “El reto no es solo tener gente, sino saber cómo gestionarla. Esa es la diferencia entre sobrevivir y crecer”.
Nuevos líderes para nuevos tiempos
En la Venezuela de hoy, la figura del líder ha dejado de ser un símbolo de autoridad vertical. En su lugar, surge una versión más humana, empática y consciente del entorno. Para las consultoras como MURGCF, esta transformación no es solo deseable, sino urgente.
“El líder no es un cargo, es un rol, casi una competencia”, explica Mariana Polar. “Debe adaptarse al contexto, al equipo, a la situación. A veces debe ser firme, otras veces más empático, pero siempre debe ser coherente”. Este concepto de liderazgo situacional es uno de los pilares de las formaciones que hoy imparten a empresas de diferentes escalas y sectores.
Uno de los elementos más complejos dentro de la gestión del talento humano es la convivencia de cuatro generaciones distintas en una misma empresa. Cada una con códigos, ritmos y expectativas distintas. “La clave está en la inteligencia emocional y en la escucha activa”, afirma Mariana. “Con esas dos herramientas, puedes surfear las olas de cada generación, aunque todas sean distintas”.
Este tipo de liderazgo adaptativo es particularmente relevante en un país donde el agotamiento emocional y la presión económica afectan tanto a colaboradores como a gerentes. “A veces se cree que la inteligencia emocional es no derrumbarse nunca, pero eso deshumaniza al líder. Todos necesitamos espacios para procesar lo que vivimos”, reflexiona Daniel Rodríguez.
Por eso, uno de los consejos más repetidos desde la consultora es la creación de rutinas de comunicación interna, planificación semanal y espacios donde se pueda conversar no solo de tareas, sino también del contexto. “Muchos líderes están tan inmersos en la operación que no pueden identificar lo que está fallando. Nosotros los ayudamos a ver lo que a veces no se ve desde dentro”, dice Daniel.
En ese acompañamiento, la firma busca no solo diagnosticar, sino también ejecutar con el cliente. “Nuestro valor agregado es que podemos adaptar los procesos a la realidad, personalidad y estructura de cada empresa. No traemos una receta, sino una solución ajustada”, afirma Mariana.
De cara al futuro, la recomendación es clara: apostar por el talento, incluso si los recursos son limitados. “La apertura y la proactividad son las competencias más valoradas hoy. El que esté dispuesto a aprender y a hacer cosas nuevas, tiene más oportunidades que nunca”, concluye Mariana.
En tiempos de cambios, la gestión del talento humano ya no es un área de soporte: es el corazón que puede hacer crecer —o frenar— a cualquier organización.
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- Publicado en Emprendedores