Un coach y su espejo

Cuando hablamos del coaching encontramos innumerables especializaciones, ya que se ha descubierto la importancia de la herramienta para el descubrimiento de un potencial determinado en un individuo o grupo de personas.

Por esa razón, podemos afirmar que a través del coaching se tiene la capacidad de servir de instrumento para la construcción o para la destrucción de un ser humano.

A que me refiero con esto: ser coach es una decisión que debe ser tomada con la verdadera consciencia de lo que significa para la persona. Debe asumir una efectiva preparación para tal rol. Nunca lo podemos asumir como un tema de moda o como la verdadera alternativa actual de producir dinero.

¿Qué significa la preparación de un coach? Indudablemente, dependiendo de la escuela donde nos entrenemos, aprenderemos modelos aplicables para poder desempeñarse como coach, pero la verdadera y más importante preparación está dentro de ti.

Un coach no puede ejercer si no se conoce así mismo, tiene que trabajar su mente, su espíritu, debe identificar sus miedos, sus creencias, sus limitaciones, desarrollar la capacidad de controlar tanto sus emociones como sus pensamientos. Esta actividad pasa a ser parte de tu estilo de vida.

Un coach se presenta ante el cliente con la verdadera claridad, conocimiento de sí mismo, que le permite ser una persona “neutral”, capaz verdaderamente de servir de instrumento para que el cliente se auto descubra, se auto libere, se auto desarrolle, se auto confirme.

Si esto no se asume de esta manera, lo que estamos haciendo a través del título de coach es ser transmisor inconsciente de nuestras creencias, de nuestras limitaciones, de nuestros miedos y podemos llevar a un cliente a la zona más oscura de su vida.

Cuando se decide este camino se debe:

1.- Mirar constantemente hacia adentro.

2.- Descubrir constantemente qué pasa dentro de ti.

3.- Buscar espacios de relajación, meditación.

4.- Leer constantemente temas de desarrollo personal y de cualquier índole.

5.- Trabajar tu mente.

6.- Tener actitud de servir.

7.- Manejar la resiliencia.

8.- Estar dispuesto a aprender.

Si logras esto descubrirás las maravillas que hay dentro de ti y estarás más dispuesto a servir para que otros también lo logren.