¿Qué puede aprender Venezuela sobre el apoyo gubernamental al emprendedor?

A la comunidad de emprendedores que han surgido en diversos países con el pasar de los años y las nuevas necesidades de consumo, no se les estaría tomando en cuenta cómo es necesario, principalmente porque no se cuenta con leyes o políticas públicas que los respalden. Venezuela es un ejemplo de esta situación.

Sin embargo, existen excepciones. En Chile el presidente Sebastián Piñera promulgó la Ley de Pago a 30 días, que obliga a liquidar las facturas a proveedores del sector público y privado en ese plazo. Cada día de retraso generará intereses. No es la única medida que el gobierno ha implementado en los últimos cinco años a favor del ecosistema de los empresarios.

En Estados Unidos, Corea del Sur o Israel se han desarrollado leyes que facilitan los negocios, se crean políticas educativas y se invierte en investigación y desarrollo. También, otorgan subsidios a pymes y a emprendedores y se alían con el sector privado para crear fondos de inversión. Pero, ¿con qué ejemplos contamos para impulsar soluciones?

Países con instituciones que apoyan a los emprendedores:

• En Colombia, que en 2002 creó el Fondo Emprender, no sólo ha fortalecido la red de incubadora, sino que también destina cerca de 50 millones de dólares al año a fomentar diferentes industrias.
• En Chile existe la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo), agencia gubernamental que otorga subsidios a través de convocatorias a los emprendedores.
• En España el gobierno anunció una inversión de más de 130 millones de euros para convertir al país en una “nación start-up”, que incluirá un marco legal, medidas fiscales para investigación y desarrollo o el fortalecimiento de la red de emprendedores.

¿Qué puede aprender Venezuela de esto?

Los gobiernos en vez de ver la implementación de estas medidas como algo “tedioso” o “innecesario”, deberían tomar en cuenta que el surgimiento de nuevos emprendimientos podría ser un punto positivo para la economía del país.

En el caso de Venezuela, aunque se hayan desarrollado múltiples iniciativas para impulsar el emprendimiento, la realidad es que muy pocos han demostrado resultados medibles de su funcionamiento. Del mismo modo, la naturaleza polémica de la política venezolana, cartacterizada por una pugna entre el gobierno y la empresa privada, incrementan la desconfianza hacia el objetivo de estas iniciativas.

La creación de leyes que respalden o impulsen a los emprendedores contribuye significativamente a la situación económica de un país, pues habrá más fuentes de empleo, producción, innovación e ingresos, todos requisitos indispensables para un desempeño positivo.