Estudio revela el elemento faltante para posicionar el Internet de las Cosas

Desde hace varios años que el Internet de las Cosas, la interconexión digital entre distintos artefactos con los que interactuamos en el día a día, ha comenzado a posicionarse como una de las formas más efectivas para el manejo de, prácticamente, cualquier cosa, desde espacios de oficina y apartamentos, hasta maquinaria industrial y para el control de animales de consumo.

Sin embargo, a pesar de ser considerada una de las revoluciones tecnológicas más influyentes de cara a la próxima década, la compañía especializada en Internet de las Cosas, Zingbox, afirmó que actualmente hay un elemento faltante al momento adecuar esta interconexión a los sectores menos preparados.

El elemento faltante: la seguridad

El estudio afirma que una de las grandes necesidades para lograr masificar el uso del Internet de las Cosas en el mundo es la ciberseguridad, que para muchos sectores ha sido difícil de adoptar, principalmente porque se han manejado de una manera poco tecnológica desde hace varias décadas.

En este caso la empresa decidió enfocarse principalmente en la adopción de la tecnología en el sector salud, donde estudiaron a más de 50 hospitales, clínicas y centros de atención médica en EE.UU., y determinaron que al menos el 51% de las vulnerabilidades de ciberseguridad que presentan estos establecimientos se estaría dando debido a la interconexión.

"Los hallazgos del informe reflejan fielmente lo que hemos estado escuchando a nuestros clientes sobre incidentes, riesgos y desafíos relacionados. Muchas organizaciones no tienen una idea clara de las vulnerabilidades en sus redes, o incluso qué dispositivos están conectados en esas redes ", afirma Xu Zou, CEO de Zingbox, en el inicio del informe.

Recomendaciones de la empresa

Es por esto que la empresa recomienda que todos los dispositivos que utilicen el Internet de las Cosas como un principio básico no solo estén limitados a funcionar dentro de los espacios autorizados, sino también que todos estos puedan ser rastreados en tiempo real, con lo que pueda verse exactamente que están haciendo con este, y en qué momento.

El estudio explica que esto no quiere decir únicamente que las empresas deban enfocarse en la contratación de equipos o terceros para la protección de la información, sino también que debe llevarse a cabo un proceso de formación del personal para que el empleado entienda los riesgos que conlleva una navegación imprudente.

Finalmente, las empresas deben tomar en cuenta y castigar cualquier mal uso que se detecte dentro del uso de las redes de información de la empresa, lo que no solo quiere decir que se impongan sanciones posteriores a la generación de una brecha, sino que además se deben tener en cuenta estrategias que prevenga este tipo de situaciones, como políticas organizacionales y bloqueo de dispositivos.

El estudio explica que no solo se trata de un tema de ciberseguridad enfocado en software de protección, sino un cambio completo en la forma en la que se instaura por completo esta tecnología a la cultura de la organización, por lo que puede determinarse que este elemento faltante además de ser una prioridad es una oportunidad.