Propuestas de economistas constituyentes no serían viables

El fin de semana, un grupo de 28 economistas y académicos, que en su mayoría forman parte de la Asamblea Nacional Constituyente, lanzaron un documento que aseguraban contenía las medidas necesarias para “atender la coyuntura económica y marcar un nuevo rumbo de la economía venezolana”.

Se trata de un documento polémico, ya que el mismo no estaría realizando propuestas realmente innovadoras en temas de gran importancia como la inversión (nacional y extranjera), o la producción, sino que se centraría principalmente en el aumento de los controles que tiene el estado venezolano sobre las distintas áreas de la economía nacional.

El gobierno asegura que, en su mayoría, no son viables

Sin embargo, de acuerdo al economista y exministro de Comercio Exterior, Jesús Faría, gran parte de estas propuestas no serían viables porque fallan al momento de responder planteamientos clave. El primero es cómo planean materializar estas medidas; el segundo, por qué se sigue incentivando el recrudecimiento de los controles; y finalmente, dónde quedan las medidas para problemas tan importantes como el déficit fiscal y la producción petrolera.

“Toda propuesta debe definir su contexto, pero este documento adolece de ello, lo cual incluso dificulta el debate”, afirma Faría, quien además explica que en el país no es que no existan planes y debates en los que se trate el sinceramiento de la economía, sino que gran parte de las propuestas no estarían siendo tomadas en cuenta.

Del mismo modo, Faría asegura que “no tocar el abultado déficit fiscal, que debe estar por encima el 15% del PIB, así como su financiamiento inflacionario, esencial para entender lo que está ocurriendo, hace inviable e irrealista cualquier propuesta económica”. Asegura que en el documento ocurre lo mismo con temas esenciales como el petróleo y la falta de practicidad en el uso de divisas alternas como el petro o patrón Bolívar-oro.

Pero, ¿qué proponían en el documento?

El documento trataba una serie de distintos ejes en los que se apuntala la economía venezolana, y que serían algunos de los grandes afectados durante el periodo de crisis que atraviesa el país. Estos eran las políticas monetarias, el manejo de las entidades bancarias, el control de cambio, el cobro de impuestos, la producción y distribución de alimentos y medicinas, el comercio exterior, el transporte, los medios de pago, entre otros.

Aunque se tratara de un documento relativamente extenso, en resumen lo que se proponía era el incremento del poder del estado en el manejo de estas áreas, así como un recrudecimiento de los controles, incluyendo que se elimine la posibilidad de que las empresas privadas tengan acceso a divisas públicas, y el uso del petro como una divisa únicamente para el comercio exterior.

¿Se atienden las necesidades reales?

Aunque es imposible determinar si alguna de estas medidas podría causar un impacto real en la economía, la realidad es que las acciones llevadas por el gobierno venezolano en los últimos años, en las que se insiste en un reforzamiento de los controles, así como brindarle más participación al estado en la cadena de producción y distribución, parecen no estar dando resultados (véase la inflación, el desabastecimiento y la caída en la inversión y las reservas internacionales).

Un ejemplo claro de esto es el control de cambio, que desde hace algunos años ha venido reforzándose, y solo ha traído consigo un incremento en el valor del dólar, tanto oficial como paralelo, ambos ubicándose por encima de los 2 millones de bolívares. Pero su parte, operaciones como la denominada "Manos de Papel", solo han venido acompañadas de un incremento en el precio de las divisas.

Del mismo modo, y reafirmando lo criticado por Faría, los economistas parecen olvidarse de temas de gran importancia como lo es la recuperación de la producción petrolera en nuestro país, la recuperación de las inversiones nacionales y extranjeras, e incluso de la protección de las reservas internacionales, que estarían mostrando su peor cifra en casi 30 años.

Los mismo ha ocurrido con gran parte de las medidas propuestas en el documento, que hasta ahora ya han sido aplicadas en los últimos años de gobierno (en mayor o menor medida), lo que hace que se cuestione si realmente estas podrían tener éxito en algún momento. Sea cual fuere la respuesta, ha sido el mismo gobierno el que se ha encargado de negar la viabilidad de las propuestas.