La licenciada en Letras, Mayra Ladrón, comparte con El Emprendedor cómo nació Ecolágeno, una iniciativa que surgió al intentar ayudar a su madre a enfrentar los efectos de un ACV que había padecido.
Mayra nunca imaginó que su amor por la cocina se transformaría en un negocio innovador. Lo que comenzó como una búsqueda personal para mejorar la salud de su madre y su perro, terminó convirtiéndose en un producto revolucionario que hoy se vende en supermercados y bodegones. Con una combinación de pasión, ciencia y perseverancia, logró crear un colágeno sin olor ni sabor, conquistando a clientes que buscan bienestar sin químicos añadidos.
Una vida entre letras y sabores
Antes de convertirse en emprendedora y fundadora de Ecolágeno, Mayra Ladrón de Guevara había explorado múltiples caminos. Estudió Letras y se dedicó a escribir para teatro, cine y artes, colaborando con la Compañía Nacional de Teatro y la Escuela de Cine. Sin embargo, su conexión con la cocina venía de mucho antes. “Mi papá tenía hoteles en Margarita, y mi abuela dirigía la cocina. Siempre estuve rodeada de chefs y buena comida”, recuerda.
Aunque la literatura y el arte marcaron su vida, la pasión por la cocina se mantenía latente. Su primera incursión profesional en el mundo gastronómico fue en 2012, cuando participó como inversionista en un restaurante de Altamira, Caracas. Esto la llevó a estudiar barismo y mixología, hasta que en 2019 tomó la decisión de profesionalizarse y estudiar cocina en el Chef Campus Culinary Institute, institución que tiene alianzas con la Universidad Central de Venezuela y la Universidad Nebrija de España. “Decidí formalizar la relación con la cocina, como quien dice, ya era hora de dar el paso”, cuenta.
Un accidente familiar: La parálisis facial
El punto de inflexión llegó en 2019, cuando su madre sufrió un ACV que le causó una parálisis facial y pérdida de movilidad. “El geriatra nos recomendó caldo de huesos para proporcionarle colágeno de forma natural”, explica Mayra. Sin embargo, su madre no toleraba el olor ni el sabor, lo que la llevó a buscar formas creativas de incorporarlo en su alimentación sin que ella lo notara.
Paralelamente, su perro Matías, de 12 años, fue diagnosticado con desgaste óseo e insuficiencia renal. “El veterinario sugirió darle colágeno en pastillas o en polvo, pero lo rechazaba porque tenía químicos conservantes”, cuenta. Fue entonces cuando decidió encontrar una fórmula natural de colágeno, sin olor ni sabor, para ayudar tanto a su madre como a su mascota. “Ahí me dije: yo tengo que buscar la manera de hacer esto sin químicos y sin ese olor tan fuerte”, afirma.
El problema del olor
El camino para crear Ecolágeno no fue sencillo. Mayra comenzó experimentando en su propia cocina, haciendo pruebas con diferentes temperaturas y procesos de hidrólisis para extraer colágeno puro y eliminar su olor. “Me sentía como cuando era niña y me regalaban un juguete; yo lo desarmaba para entender cómo funcionaba”, recuerda entre risas. Durante 2022 y 2023, convirtió a sus amigos en “ratones de laboratorio”, pidiéndoles que probaran distintas versiones del producto hasta que finalmente logró la fórmula ideal.
Pero el reto no terminaba ahí. “En Venezuela, conseguir materiales de empaque es una odisea, y hacerlo sin recursos iniciales fue aún más difícil”, explica. En un principio, ella misma se encargaba de la producción y el empaquetado manualmente. “Era un trabajón, pero tenía claro que debía facilitarle al cliente una dosis exacta para que su consumo fuera sencillo”, dice.
El poder de las redes sociales
El gran salto ocurrió el 28 de diciembre de 2023, cuando decidió promocionar su producto en redes sociales. “Ese día tenía 800 mensajes en Instagram. No podía creer lo que estaba pasando”, relata. Lo que comenzó como una solución casera para su familia se convirtió en un producto con alta demanda. En solo unos meses, pasó de vender 10 paquetes semanales a 100 y de un negocio artesanal a uno semi-industrial.
En mayo de 2024, tras registrar formalmente la empresa y superar la burocracia venezolana, logró entrar a supermercados y bodegones. “Cuando empezaron a llamarme de cadenas como Plan Suárez y Fresco Market, supe que esto iba en serio”, comenta.
Actualmente, Ecolágeno se comercializa en más de 20 puntos de venta en Caracas, además de otros estados como Aragua, Miranda y Valencia. Además, ha logrado alianzas estratégicas con heladerías y pastelerías que incorporan su colágeno en sus productos. “A los helados les da cremosidad, y a los postres brillo y mejor conservación”, explica.
La expansión a nivel nacional
Para Mayra, el futuro de Ecolágeno es claro: expandir la marca a nivel nacional y mejorar el empaque con alternativas ecológicas. “¿Te imaginas un envase de colágeno hecho con colágeno? Eso sería un sueño”, dice con entusiasmo. También busca fortalecer su red de distribuidores, permitiendo que otros emprendedores comercialicen el producto. “Si hay alguien en La Guaira que quiera venderlo, nosotros lo apoyamos. La idea es crecer juntos”, asegura.
Más allá del negocio, su mayor satisfacción es ver el impacto en la salud de las personas. “Cuando alguien me dice que ya no le duelen las articulaciones, que su piel ha mejorado o que su digestión está mejor, sé que todo este esfuerzo vale la pena”, afirma.
Los consejos de la emprendedora
Para quienes sueñan con iniciar un negocio, Mayra comparte tres consejos fundamentales:
La historia de Ecolágeno demuestra que las mejores ideas pueden surgir de los momentos más difíciles. Lo que comenzó como un acto de amor para su madre y su mascota, hoy es un emprendimiento en expansión, llevando bienestar a cientos de personas.
Irwin Gutierrez, un comerciante especializado en el negocio de la charcutería cuenta a El Emprendedor, cómo pasó de tener un negocio próspero, a ser detenido por un supuesto acaparamiento y cómo resurgió de aquel devastador momento.
En un país donde reinventarse es parte del día a día, Irwin Gutiérrez encontró en la personalización de franelas y productos estampados la oportunidad de construir un negocio desde cero. "Siempre he sido comerciante, pero después de lo que pasé con la charcutería, supe que tenía que hacer algo diferente. No quería rendirme, pero tampoco quería volver a lo mismo".
Luego de años en el comercio de alimentos, una crisis inesperada lo llevó a cerrar su negocio de charcutería y frutas. Sin embargo, el Mundial de Rusia 2018 y la pandemia de 2020 se convirtieron en dos eventos clave que le permitieron arrancar Gekos Stores, una marca de franelas personalizadas que hoy sigue creciendo.
De la charcutería a la personalización de franelas
“Desde que era niño, siempre supe que me dedicaría al comercio, pero nunca imaginé que la vida me llevaría por este camino. Mi familia siempre tuvo negocios de alimentos, y ese fue mi mundo durante mucho tiempo”, contó Irwin.
Irwin creció en una familia de comerciantes y desde joven aprendió el arte del negocio. Durante años, manejó una frutería y charcutería en El Junquito, donde fidelizó clientes y se convirtió en uno de los negocios más importante en su zona. Sin embargo, la crisis económica en Venezuela entre 2013 y 2015 hizo que su negocio comenzara a tambalear. La escasez, los controles de precios y la inestabilidad lo obligaron a buscar nuevas alternativas.
En 2015, sufrió un golpe devastador cuando su depósito fue allanado por la Guardia Nacional bajo acusaciones de acaparamiento. Estuvo detenido 33 días, perdió toda su mercancía y tuvo que vender propiedades para cubrir los costos legales. Aunque intentó mantenerse en el negocio de alimentos, en 2018 decidió buscar un cambio.
El Mundial de Rusia 2018: un golpe de suerte
La oportunidad llegó cuando un amigo que tenía una tienda de personalización de franelas y tazas decidió emigrar y le ofreció venderle su negocio. Irwin aceptó sin pensarlo demasiado y, justo en ese momento, el Mundial de Rusia 2018 estaba a punto de comenzar.
“Hicimos muchísimos trabajos con franelas del Mundial y el negocio empezó a surgir. La gente quería camisetas personalizadas con los equipos de fútbol y eso fue un empuje increíble”, indicó Irwin.
Durante esa temporada, la demanda de franelas estampadas con los nombres de selecciones y jugadores se disparó, dándole la confianza de que este era el camino correcto. Aunque al principio aún mantenía su frutería, en 2019 decidió cerrar definitivamente para dedicarse por completo a la personalización de ropa.
El impacto de la pandemia en 2020: pijamas personalizadas y ventas online
Si el Mundial fue el primer impulso, la pandemia en 2020 consolidó su negocio de personalización. Con la cuarentena obligatoria, la gente pasó más tiempo en casa y la comodidad se convirtió en prioridad. Las pijamas personalizadas se volvieron una tendencia, y las franelas estampadas con frases, logos y mensajes especiales empezaron a venderse como nunca.
“La gente no podía salir, pero quería personalizar su ropa para sentirse bien en casa. Ese fue mi mercado. Empecé a vender pijamas y franelas con diseños exclusivos, y las ventas se dispararon”, recordó Irwin.
Usando Instagram y Marketplace, Irwin llevó su negocio al mundo digital, logrando captar clientes en toda Venezuela. La demanda creció tanto que en 2021 decidió mudarse de El Junquito a Caracas, donde encontró un mercado más amplio.
Nacimiento de Gekos Stores: una marca con identidad propia
En 2022, tras una separación sentimental, decidió darle un nuevo comienzo a su negocio y crear una identidad propia. Así nació Gekos Stores, con la idea de consolidarse como una marca reconocida en la personalización de ropa. “Sabía que debía seguir adelante, así que creé mi logo, organicé mi clientela y comencé de nuevo”, contó.
Desde entonces, Gekos Stores ha crecido, ofreciendo estampados de alta calidad, colaboraciones con empresas y expandiendo su línea de productos más allá de las franelas y pijamas.
Planes de expansión y crecimiento
Irwin tiene claro que su visión va más allá de un simple negocio de franelas personalizadas. Su meta es convertir Gekos Stores en una franquicia con tiendas en centros comerciales y ventas online. “Quiero que la gente pueda personalizar una franela en minutos y llevarse un producto de calidad”, comenta Irwin.
Además, está trabajando en alianzas con marcas para ofrecer colecciones exclusivas y ampliar su oferta a más productos de moda.
Consejos de Irwin para emprender en el negocio de personalización
1️⃣ Ofrece calidad sobre cantidad: “El 80% del éxito es ofrecer un producto que dure y que guste”.
2️⃣ Dale importancia al servicio al cliente: “Los detalles importan. Un buen servicio marca la diferencia y fideliza clientes”.
3️⃣ Rodéate de personas con experiencia: “Las alianzas estratégicas son clave para crecer y aprender del mercado”.
4️⃣ Aprovecha las tendencias: “El Mundial de 2018 y la pandemia fueron oportunidades clave. Siempre hay que estar atento a lo que la gente quiere”.
5️⃣ Digitaliza tu negocio: “Si no estás en redes sociales, no existes. La mayoría de mis clientes llegaron por Instagram y Marketplace”.
Un negocio que nació de la necesidad y se convirtió en oportunidad
La historia de Irwin Gutiérrez es un ejemplo de cómo la adversidad puede convertirse en una oportunidad de crecimiento. Lo que comenzó como una decisión impulsiva, hoy es un negocio sólido con una marca en crecimiento.
Desde franelas del Mundial hasta pijamas personalizadas en pandemia, Gekos Stores ha sabido adaptarse a las tendencias y necesidades del mercado, consolidándose como una empresa emergente en el mundo de la personalización textil en Venezuela.
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Sofía Briceño, directora de Padre Pío, una distribuidora de insumos para helados, contó a El Emprendedor cómo vió perder toda su base de clientes hasta levantarse de nuevo, además de compartir su plan para 2025.
Desde hace más de una década, Sofía Briceño ha estado al frente de Distribuidora Padre Pío, una empresa familiar que comenzó con la venta de conos de barquillas para heladerías y hoy se ha convertido en un importante distribuidor en el sector de insumos para helados en Venezuela. Pero ahora más allá de vender productos, su objetivo es impulsar a los emprendedores, ayudándolos a desarrollar negocios exitosos en un sector que sigue creciendo.
De un negocio familiar a un modelo de expansión
Distribuidora Padre Pío nació en 2009, cuando el padre de Sofía y un socio decidieron incursionar en la distribución de conos de helado y productos para pastelerías en Caracas. Con un enfoque basado en la atención personalizada y la constancia, lograron que su empresa creciera rápidamente y abasteciera a más de 30 heladerías en sus primeros años.
Cuando Sofía se graduó como licenciada en Administración de Recursos Humanos, se incorporó a la empresa y asumió la parte administrativa, ayudando a optimizar procesos y ampliar la cartera de clientes. Desde entonces, la empresa no solo ha crecido en clientes, sino también en servicios y soluciones para quienes buscan emprender en el mundo del helado. “Siempre hemos dicho que la clave del negocio es la constancia y el buen servicio. No solo vendemos productos, sino que acompañamos a nuestros clientes en su crecimiento”, indicó.
Cómo los emprendedores salvaron la empresa
A pesar del éxito inicial, 2016 marcó un punto crítico. La crisis económica en Venezuela llevó al cierre de muchas heladerías, y uno de sus mayores clientes, Artes Gelato, pasó de comprar 150 cajas semanales a solo 5, hasta terminar cerrando definitivamente. “De 150 cajas a 5 cajas… eso fue una caída del 99%. Muchas heladerías cerraron porque no podían sostenerse con los costos de alquiler y producción”, recordó.
El golpe fue duro, pero la solución llegó en un momento inesperado: los emprendedores. Durante la pandemia en 2020, surgió una nueva ola de negocios caseros y muchas personas comenzaron a vender helados desde casa. Sofía vio la oportunidad y apostó por ellos.
Usando Instagram y Marketplace, comenzó a promocionar sus productos a pequeños productores y emprendedores, facilitando el acceso a barquillas, premezclas y equipos. Fue una decisión que salvó a la empresa y le permitió expandirse en un mercado que antes no había explorado. “Fue gracias a los emprendedores que pudimos mantenernos en la pandemia. Descubrimos un nuevo mercado que sigue creciendo”.
Más que una distribuidora: formación y acompañamiento para nuevos negocios
Desde entonces, Distribuidora Padre Pío no solo ha crecido en ventas, sino también en su misión de capacitar a los nuevos emprendedores. Sofía comprendió que muchos de ellos no solo necesitaban insumos, sino también conocimiento y orientación para hacer rentable su negocio.
Por eso, hoy la empresa ofrece asesoría en producción de helados, enseñando a sus clientes sobre:
✅ Uso de máquinas y mantenimiento
✅ Selección de ingredientes y costos de producción
✅ Estrategias de comercialización
“No es solo vender una máquina, sino explicar cómo funciona, cómo se limpia y qué se puede hacer con ella para sacarle provecho”, explica Sofía.
El crecimiento del negocio y su impacto en el país
En 2024, la empresa participó en la Feria del Helado en el CCCT, donde Sofía pudo ver de cerca la gran demanda que existe para el emprendimiento en este sector. Muchos venezolanos están buscando formas de independizarse y el negocio del helado es una opción accesible y rentable.
Con este panorama, su visión a futuro es seguir ampliando su catálogo de productos y fortalecer su red de distribución para llegar a más ciudades del país. “Este negocio es perfecto para quien quiere independizarse, pero necesita orientación para hacerlo bien”, enfatiza.
Consejos de Sofía para emprender en el negocio del helado
1️⃣ Tener visión: “Hay que tener claro qué tipo de negocio se quiere y cómo hacerlo crecer”.
2️⃣ Ser constante: “No se trata solo de vender, sino de mantenerse y buscar nuevas oportunidades”.
3️⃣ Aprender a adaptarse: “El mercado cambia, y los que sobreviven son los que saben ajustarse a los nuevos tiempos”.
El futuro de Distribuidora Padre Pío
Con la creciente demanda de helados en Venezuela, el objetivo de Sofía Briceño es seguir posicionando su empresa como el principal proveedor de insumos para heladerías y emprendedores. Su enfoque no solo está en vender productos, sino en impulsar a nuevos negocios y ser un aliado estratégico para quienes ven en el helado una oportunidad de independencia financiera.
A lo largo de su trayectoria, Sofía ha demostrado que el éxito no es solo cuestión de vender, sino de entender el mercado, adaptarse y crear oportunidades para otros. Su historia es un reflejo de cómo la crisis puede convertirse en una oportunidad si se tiene la visión y la determinación para seguir adelante.
Verónica Sacieta, cuenta a El Emprendedor, cómo creó un stand de comida peruana para bodas y fiestas, incluyendo sus populares pastelitos peruanos, mientras trabaja como gerente de talento humano en otra empresa.
Cuando Verónica Sacieta decidió emprender en el mundo de la gastronomía, no tenía idea de que su éxito provendría de un stand de comida peruana y unos pastelitos de ají de gallina y claro de la sazón de su mamá. Administradora de profesión, con más de diez años de experiencia en gerencia, su vida cambió en 2020 cuando la pandemia la obligó a reinventarse y mirar con nuevos ojos las oportunidades a su alrededor. En un país donde la comida peruana era conocida, pero no representada en eventos y celebraciones, ella vio una brecha en el mercado y decidió aprovecharla.
Rodeada de sabores del Perú
Desde pequeña, Verónica estuvo rodeada de sabores peruanos. Su madre, de origen peruano, le enseñó no sólo recetas, sino también la historia detrás de cada plato. Esa conexión con la cocina despertó en ella un amor especial por la gastronomía, aunque nunca pensó en convertirlo en su profesión.
Sin embargo, en 2020, cuando la crisis generada por la pandemia amenazó su estabilidad económica, comenzó a cocinar y vender platos peruanos desde casa. Con solo 500 dólares de ahorros, lanzó Mix.Tura, un emprendimiento que inició con ceviche y papas a la huancaína, vendidos por encargo y promocionados a través de redes sociales. “Había mucha incertidumbre sobre si me quedaría sin trabajo. Debía pensar en cómo sostenerme a mí, a mi hijo y a mi mamá, así que decidí arriesgarme”, contó.
Una oportunidad que no dejó pasar
A medida que Mix.Tura crecía, Verónica comenzó a recibir pedidos más grandes y a atender a un público más exclusivo. Fue entonces cuando, en 2021, se dio cuenta de un detalle que cambiaría su negocio: en todas las bodas, fiestas y eventos privados había sushi, comida italiana y árabe, pero nunca había un stand de comida peruana. “Siempre encontraba ceviche en menús de restaurantes, pero nunca en eventos privados. Nadie ofrecía gastronomía peruana como parte del catering”, observó Verónica.
Decidió cambiar eso. Creó el primer stand de comida peruana para eventos, ofreciendo opciones como ceviche, ají de gallina y pasteles de harina de trigo rellenos de sabores tradicionales del Perú. Su idea no solo era innovadora, sino que también respondía a una demanda no cubierta en el mercado.
El salto a los eventos exclusivos
Uno de los momentos clave en la historia de Mix.Tura ocurrió cuando, gracias a un pedido casual, su comida llegó a manos de Daniela Alvarado, reconocida actriz venezolana. Lo que parecía un simple encargo se convirtió en una oportunidad de exposición, cuando Daniela compartió su experiencia en redes sociales, generando un boom inmediato en seguidores y pedidos. “Ella subió una historia en Instagram y en un solo día gané más de 500 seguidores. Eso me llevó a atender su boda y a entrar en el mercado de eventos”, recordó.
Con ese impulso, Mix.Tura comenzó a posicionarse en bodas, fiestas privadas y eventos corporativos. Su stand de comida peruana se convirtió en un sello de exclusividad y distinción, captando clientes que buscaban una experiencia gastronómica diferente.
Un nuevo protagonista en la escena gastronómica: El pastelito peruano
Para diferenciarse aún más, Verónica decidió innovar con un producto que fuera atractivo para el público venezolano, pero que mantuviera la esencia de la cocina peruana. Así nacieron los pasteles rellenos de ají de gallina, una versión adaptada del tradicional ají de gallina, pero en formato de pastelito salado, ideal para eventos. “Sabía que vender ají de gallina como plato tradicional sería difícil, pero en un pastelito todos lo compraban”, apuntó Verónica.
Esta apuesta le permitió expandirse no solo en eventos, sino también en la venta al mayor, colocando sus productos en hoteles y restaurantes como Lidotel y locales en Parque Cristal.
El futuro de Mix.Tura
Ahora, con Mix.Tura en el mundo de los eventos, Verónica se prepara para su próximo paso: la apertura de su primer local físico en 2025. Su objetivo es ofrecer una experiencia gastronómica completa, donde los clientes puedan disfrutar de la cocina peruana en un ambiente exclusivo.
Además, planea expandir la venta de sus pasteles peruanos a nivel nacional, posicionándolos en supermercados y tiendas especializadas. “Mi sueño es que los pasteles peruanos sean un producto reconocido y distribuido en todo el país”, aspira Verónica.
Lecciones de una emprendedora que supo abrirse camino
A lo largo de su camino, Verónica ha aprendido valiosas lecciones que ahora comparte con quienes buscan emprender en el sector gastronómico:
Un nuevo referente en la gastronomía peruana en Venezuela
Lo que comenzó como un negocio en casa con $500 de inversión, hoy se ha convertido en una marca emergente en el mercado de la gastronomía, el catering y los eventos en Venezuela.
Gracias a su visión, Verónica Sacieta no solo llevó la comida peruana a eventos privados, sino que también abrió camino para difundir la cultura del Perú.
Y aunque su camino aún sigue en construcción, una cosa es segura: la comida peruana ya no es solo un plato de restaurante en Venezuela, ahora es parte de celebraciones exclusivas.
Alejandro García, actual director del Grupo Arad, conversó con El Emprendedor para explicar cómo se están consolidando como el mayor aliado de las empresas y emprendedores con productos refrigerados de todo el país.
En un mercado donde la eficiencia y la tecnología son esenciales para el manejo de productos perecederos, Grupo Arad ha logrado posicionarse como una de las empresas de logística refrigerada más importantes de Venezuela. Lo que comenzó hace más de 25 años como una fábrica de paneles refrigerados, hoy es un sistema integral de almacenamiento, transporte y distribución en frío, ofreciendo soluciones a grandes empresas y emprendedores que buscan llevar sus productos con control de temperatura a nivel nacional.
De la fabricación a la logística integral
La historia de Grupo Arad comienza en 1997, cuando Alejandro García padre, ingeniero industrial con visión de futuro, fundó una empresa especializada en la fabricación de paneles refrigerados y cámaras de frío. Durante años, su empresa se dedicó a construir almacenes y sistemas de refrigeración para grandes marcas del sector alimenticio.
Pero en 2005-2007, una nueva necesidad en el mercado marcó su siguiente gran salto. Empresas Polar, una de las compañías más grandes del país, buscaba espacios refrigerados para almacenar materias primas. Fue entonces cuando Grupo Arad decidió no solo construir las cámaras de frío, sino también ofrecer el servicio de almacenamiento, convirtiéndose en un actor clave en la logística de productos en frío.
“Si ya construíamos las cámaras de frío, ¿por qué no aprovechar nuestra experiencia y gestionar los productos nosotros mismos?”, comenta Alejandro García hijo, actual director del grupo.
Abarcando todo el ciclo de la logistica refrigerada
Hoy en día, la empresa cuenta con tres divisiones que abarcan todo el ciclo de la logística refrigerada:
El modelo de negocio ha sido diseñado para ser más que un simple espacio de almacenamiento, convirtiéndose en un socio estratégico para empresas del sector alimenticio y de productos refrigerados.
Los desafíos de la logística refrigerada en Venezuela
El mercado de almacenamiento en frío en Venezuela ha sufrido una reducción del 50-60% en la última década. En 2013, el país contaba con 250.000 metros cúbicos de almacenamiento refrigerado, pero hoy solo quedan disponibles entre 80.000 y 100.000 metros cúbicos, dejando una gran brecha en la cadena de frío.
Además, el acceso a financiamiento para expansión es un reto constante. La inversión en infraestructura, equipos y transporte refrigerado es costosa y requiere un flujo de capital constante, lo que ha dificultado el crecimiento de muchas empresas en el sector.
Otro desafío es la integración de pequeños productores y emprendedores. Actualmente, el 65% de la capacidad de Grupo Arad está ocupada por grandes empresas, mientras que los emprendedores solo representan entre 5 y 10%. La empresa busca atraer más pequeños productores y facilitar su integración en la logística refrigerada.
Innovación y modelo de negocio: claves del éxito
Para hacer frente a estos desafíos, Grupo Arad ha implementado estrategias clave que han permitido su crecimiento sostenible:
“Si no sabes vender, si no tienes un buen trabajo, no vas a vender. No se trata solo del auge del mercado refrigerado, sino de saber llegar al público correcto”, afirmó Alejandro.
Rumbo a convertirse en la primera fuerza de distribución y logística en frío de Venezuela
Grupo Arad busca convertirse en la primera fuerza logística en frío de Venezuela, ampliando su capacidad y consolidando su red de distribución en más estados del país. Su objetivo es ofrecer una plataforma logística que permita a las empresas alimenticias y de productos refrigerados crecer sin preocuparse por la cadena de frío.
El futuro de la logística refrigerada en Venezuela sigue teniendo grandes oportunidades de expansión, y Grupo Arad está listo para liderar el camino. Con una estructura bien definida, una visión clara y estrategias innovadoras, esta empresa está en camino de convertirse en la mayor fuerza de almacenamiento y distribución de productos en frío en el país.