Aseguran que no se requiere un coeficiente intelectual elevado para alcanzar el éxito en las inversiones

Para los inversionistas, la búsqueda de las mejores opciones de inversión que permitan un rendimiento superior al del mercado, son la clave para lograr el éxito en esta área de los negocios.

Al menos, así lo afirmó el afamado inversionista, autor y profesor Benjamín Graham, en su libro “El Inversor Inteligente”; pero para lograr ese cometido, muchos podrían pensar que se requiere de un cociente intelectual elevado, perspectivas de negocio inusuales o información privilegiada.

Sin embargo, pareciera que eso no es realmente lo indispensable, “solo hace falta un marco intelectual fiable para tomar decisiones y la habilidad para mantener las emociones a raya”, indica Warren Buffett, uno de los aprendices de Graham, y de quien se dice aplicó al pie de la letra las enseñanzas de este último.

En este sentido, Graham resalta algunos principios de inversión que lo ayudaron a tener éxito en los años 70, que podrían ser aplicables en la actualidad:

1. Una acción es una participación con un interés concreto en un negocio, y no una simple hoja de papel, es decir, que las acciones son participaciones reales de la propiedad de un negocio real, con un valor subyacente que no depende de la cotización de la acción. Ese negocio compartirá contigo sus beneficios en forma de dividendos.

2. El mercado es un péndulo en constante movimiento entre el optimismo insostenible y el pesimismo injustificado. Hay que comprarle a los pesimistas y venderle a los optimistas.

3. El valor de futuro de cada inversión es una función de su precio presente. Dicho de otra forma, si algo crees que vale 100, cuanto más barato lo compres, más ganarás cuando “eso” llegue a 100.

4. Nunca podemos eliminar el riesgo de estar equivocados, por eso es importante mantener un margen de seguridad, lo que te hará minimizar las posibilidades de error. De acuerdo con el autor, ese “margen de seguridad”, consiste en no pagar nunca un precio excesivo por muy interesante que pueda parecer una inversión. De esta forma, podemos minimizar (nunca eliminar) las probabilidades de cometer un error.

5. El secreto del éxito financiero radica en ser un pensador crítico y no dejarse llevar por el estado de ánimo de los demás. Si se llega a ser un pensador crítico que no acepta ningún “hecho” del mercado de valores como artículo de fe, y si se invierte con una confianza paciente, se podrá sacar un buen partido de forma sostenida, incluso en los peores períodos bajistas del mercado, sostiene Graham.

Aunque no existe la clave del éxito, los principios bien aplicados y adaptados a las realidades que se viven en el mundo empresarial, garantizan un buen camino para lograr el cometido, así que si consideras  estos consejos adaptables a tu idea de inversión, ¿por qué no aplicarlos?