Atraer inversores ya no es 'imposible' gracias a este método

A principios de este mes, publicábamos cómo Venezuela, con todo y crisis, ha venido mejorando en el Índice de Emprendimiento Global, lo cual arroja un mensaje claro, la gente está echando a andar ideas y proyectos en el país.

No obstante, no todas las cifras son alentadoras, pues cerca de 80% de las ideas sin un proceso de incubación mueren, según reseña la revista especializada Expansión.

El miedo y la falta de financiamiento son precisamente los dos elementos que “matan” las ideas. Ahora bien, la búsqueda de capital no tiene que ser del todo tarea imposible ni una encrucijada donde el inversor tiene necesariamente que confiar ciegamente en el proyecto.

Recientemente, el medio norteamericano Medium, explicaba esto mediante un artículo, refiriéndose a emplear la modalidad de las rondas de financiación, lo cual puede ser empleado con todavía más ahínco en economías como la venezolana.  

Ronda de financiación es un término relativamente nuevo y últimamente se ha convertido en la forma ‘predilecta’ de las startups para buscar financiamiento, pues muchas de ellas ni siquiera hubiesen salido del cascarón de no ser por esta metodología.

Existen diferentes tipos de rondas de financiación: serie A, B y C. “La serie A se caracteriza porque suele ser la primera vez que la startup se ofrece a inversores externos, como puede ser un “business angel” con mucho capital o algún grupo de inversión privado. Por su parte, la serie B suele darse cuando la startup ya es rentable y ésta desea crecer y expandirse para aumentar su margen de beneficios. Por último, la siguiente ronda pasaría a denominarse de serie C ya que cada nueva ronda de financiación pasa a la siguiente letra”, como explica el site de la institución financiera BBVA.

De esta forma, todo apunta a que sería más fácil atraer a inversionistas, tomando en cuenta esta metodología de ‘inversión parcial’ o por etapas, para beneficio y seguridad de ambas partes.

Otra de las vías que hemos visto en el país para alcanzar dichos financiamientos, son iniciativas como el Challenge Cup 1776 Caracas, llevado a cabo de la mano de la aceleradora e incubadora criolla ECOEM, donde Francisco Monteverde y su proyecto ZOMOZ  lograron llevar su proyecto a Nueva York y participar por un millón de dólares para el impulso del mismo ante los dueños de las empresas más importantes del mundo.