Explican cómo manejar la demanda de atención de un empleado

El espacio laboral no es simplemente un lugar donde trabajar para hacer dinero y mantenerse, sino que es espacio para desarrollar una serie de habilidades importantes para la vida. Entre ellas destacan el liderazgo, la visión, la creatividad, y la independencia. Sin embargo, para muchos empleados a veces es complicado desempeñarse sin tener a su jefe al lado todo el tiempo.

Es por eso que Linda Hill, conferencista en charlas TED, economista y profesora de administración de negocios en la Universidad de Harvard explicó cómo deben desempeñarse los jefes y gerentes al momento de lidiar con un empleado que demanda demasiada atención.

Hill asegura que lo principal es detectar cuál es la causa de este fenómeno. Dependiendo de los antecedentes del empleado puede que actúe de una u otra manera. Esto no significa que un jefe o gerente tiene que ser psicólogo para entenderlo, pero si tiene que tener las capacidades para indagar y empatizar con su equipo.

Lo siguiente es tener una conversación con el empleado, ya sea desde una perspectiva ajena o propia, es decir, asegurar que este empleado pide demasiada atención, o que sea el jefe quien asegura sentirse demasiado involucrado en las labores del empleado.

A partir de la información obtenida, un líder debe ser capaz de entender la situación y desarrollar una estrategia a corto o largo plazo para solventar la situación. Esto suele incluir aumentar el tiempo que se invierte en el empleado para poder dar con la manera más idónea de hacer frente al problema.

Algunas de estas estrategias incluyen ver como conectar a un nivel laboral con el empleado: ayudarlo a que sienta parte importante de la empresa; Darle un feedback constante sobre su buen desempeño en la empresa; e incluso enfatizar la importancia del trabajo independiente dentro de la compañía.

Con esto en mente, un jefe puede pasar a otorgarle más confianza a su empleado, dándole pase libre ante ciertos procedimientos o tareas. Se trata de una forma de ayudarlos a crecer y desarrollar sus habilidades dentro de la empresa, siempre enfocándolo desde el punto de vista laboral, no personal.

Una vez el empleado entienda que es libre de tener su propio enfoque hacia las actividades diarias, la labor del jefe será ponerse límites claros, es decir, hacerle saber al empleado cuales son las expectativas de la empresa y cuáles son los objetivos que debe cumplirse en cada tarea. De esta manera pueden eliminarse los patrones de conducta inservibles.

Sin embargo no quiere decir que efectivamente podrá solventarse el problema a través del modo más empático, por lo que Hill asegura que un jefe debe estar preparado para llevar a cabo una conversación más difícil. Asegura que esto no significa un despido automático, pero el hecho de llevar de la mano a tus empleados ante cada tarea es un signo de que no pueden hacerlo solos, lo que significa que no son buenos para la empresa.