Nuevos datos hacen cuestionar la capacidad de liderazgo económico de China

Desde hace un par de años que los expertos en economía han afirmado que el crecimiento de China sería un indicio de que en, en las próximas décadas, el gigante asiático se convertiría en la principal potencia económica del mundo, quitándole por primera vez en muchas décadas el puesto a EE.UU.

Sin embargo, de acuerdo a datos oficiales publicados por la nación oriental, el desempeño del país durante el último año no fue el esperado, y no solo eso, sino que en incluso podría catalogarse de “preocupante”, comparándose a lo experimentado en los peores momentos de la década.

Los datos

Según la Administración General de Aduanas de China, el valor de las exportaciones habrían mostrado una caída de 4,4% en el último año, muy por debajo de lo previamente estimado. Por su parte, las importaciones habrían mostrado una caída cercana al 7,6%, los números más bajos desde el 2016.

Del mismo modo, el superávit comercial entre China y Estados Unidos mostró una ampliación de $323 millardos, la cifra más alta desde el 2016. Los números no solo serían negativos, sino que estarían distanciados de las expectativas de crecimiento estimadas por expertos.

La guerra comercial

Aunque habría varios factores en juego al analizar estos datos (siendo uno de los más conocidos la imposición de controles en la asignación de créditos por parte del estado), la realidad es que gran parte de las cifras previamente mencionadas tendrían su origen en un evento que ha captado la atención del mundo entero: la guerra comercial.

Este conflicto económico que se ha presenciado entre China y EE.UU. estaría causando estragos en el desempeño económico de la nación asiática. Aunque el país norteamericano no estaría mucho mejor, sí parecería posicionarse como el vencedor de esta contienda, con el gobierno chino incluso planificando el envío de emisarios a Washington para encontrar una solución rápida.

¿Cambio de marea?

Por su parte, a pesar de todas las polémicas atravesadas durante el mandato de Trump, Estados Unidos no solo habría logrado una suerte de estabilización, sino que además estaría creciendo, incrementando la brecha que existe entre su dominio económico, y el de su contraparte asiática.

Mientras, las inversiones en el mercado de valores asiático, así como el financiamiento de proyectos empresariales procedentes de China, habrían caído como consecuencia de los datos publicados. Así, el gran contendiente no solo estaría tambaleando, sino que estaría mostrando que aun no tiene lo que se requiere para alcanzar el dominio económico global.