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La empresa pionera en servicios de streaming y hosting que mantiene clientes con más de 20 años de permanencia

Interven, es el proveedor tecnológico de centro occidente que retiene clientes con hasta 24 años de fidelidad.



El ingeniero Elvis Garcés, fundador de Interven, comenzó su aventura empresarial en el mundo de la informática en los años 90, cuando el internet apenas daba sus primeros pasos en Venezuela. Lo que inició como una curiosidad por entender las nuevas tecnologías se transformó en una empresa pionera que ofrece servicios de hosting, streaming y desarrollo web, consolidándose como un referente en el mercado durante más de dos décadas.

Todo comenzó gracias a un profesor

La historia de Elvis Garcés se remonta a sus años de estudiante en el Instituto Politécnico de Barquisimeto, donde tuvo su primer contacto con la informática. Su interés por la tecnología lo llevó a trabajar con un ex socio de IBM, realizando mantenimiento e instalación de equipos en empresas locales.

Sin embargo, fue en la universidad donde descubrió el potencial del internet. “Gracias a un profesor que me dio acceso a internet, publiqué mi primera página web y experimenté con correo electrónico. Fue fascinante ver cómo estas herramientas podían conectar al mundo”, recuerda.

En el año 2000, junto a su profesor, fundó Public World Net, una empresa enfocada en diseño web y hosting. Aunque el internet era desconocido para muchos en Venezuela, Elvis vio una oportunidad en ofrecer soluciones digitales a empresas del sector industrial y agrícola en Portuguesa. “Fuimos pioneros en crear páginas web para empresas como Coposa y Oleica, mostrando a los empresarios el valor de tener presencia digital”.

Cuando el mercado desconocía el poder de Internet

En sus primeros años, Elvis enfrentó el desafío de educar a un mercado que desconocía el potencial del internet. Para fomentar el interés, abrió una academia de computación y creó un programa de radio dedicado a explicar cómo funcionaba la red. “Tuvimos que enseñar desde lo básico, pero eso nos permitió conectar con la comunidad y posicionarnos como expertos”.

En paralelo, comenzó a experimentar con el streaming, implementando esta tecnología para transmitir contenido de audio y video en tiempo real. Una de sus iniciativas más destacadas fue la transmisión de la historia del Silbón, una leyenda popular venezolana, en su página web. “En esa época, el streaming era algo casi imposible, pero logramos implementarlo y recibir comentarios de personas en todo el mundo”, comentó.

Enfrentando la separación de su socio

El camino de Elvis no estuvo exento de dificultades. Una de las pruebas más desafiantes fue la separación de su primer socio, lo que lo dejó al frente de una empresa con deudas significativas. “Tuve que asumir todo, pero los clientes renovaron sus contratos y eso me permitió salir adelante”, explica.

Más tarde, durante la crisis de las tarjetas de crédito internacionales en 2013, perdió acceso a algunos de los mejores data centers y sufrió pérdidas de clientes. Sin embargo, encontró formas de adaptarse utilizando plataformas como PayPal para seguir operando. “La clave fue no rendirme y buscar soluciones creativas para mantener el servicio”.

Clientes a largo plazo: el testimonio de su éxito

Lo que diferencia a la empresa de Elvis, ahora conocida como Interven, es su capacidad para mantener relaciones duraderas con sus clientes. “Tengo clientes que llevan 20 años conmigo, renovando contratos anuales desde el 2000. Eso demuestra la confianza que tienen en mi trabajo”, afirma orgulloso.

Entre sus clientes destacan empresas como Coposa, cines locales y negocios internacionales. Aún mantiene una relación cercana con muchos de ellos, ofreciendo soporte personalizado y garantizando la continuidad de sus servicios. “Para mí, la permanencia es el mayor valor agregado que puedo ofrecer”.

Mirando hacia el futuro

Con más de dos décadas de experiencia, Elvis reconoce que el mercado digital está en constante evolución. Actualmente, está enfocado en fortalecer su modelo de hosting para revendedores, ofreciendo plataformas robustas que permiten a otros emprendedores iniciar sus propios negocios. “El reseller garantiza permanencia porque su éxito depende de mi plataforma”.

Elvis también ve oportunidades en transformar las páginas web en aplicaciones funcionales que brinden valor directo a los clientes. “La web no solo debe ser un catálogo; tiene que convertirse en una herramienta interactiva que facilite las operaciones de las empresas”.

Reflexiones de un emprendedor resiliente

Para Elvis, el éxito no solo se mide en números, sino en la capacidad de adaptarse y mantener la confianza de los clientes. “He pasado por muchas crisis, pero siempre he encontrado la forma de seguir adelante. La clave está en ofrecer calidad, soporte y permanencia”, reflexiona.

Su historia es un testimonio de cómo la pasión por la tecnología, combinada con determinación y resiliencia, puede transformar una idea en un negocio sostenible. Desde sus primeros pasos en el internet hasta convertirse en un referente en hosting y streaming, Elvis Garcés demuestra que la permanencia es el verdadero secreto del éxito empresarial.

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La enfermera que logró la independencia profesional al devolver la energía a sus clientes

Tras 15 años trabajando en una institución de salud del estado, Karen Gutierrez, licenciada en enfermería, cuenta a El Emprendedor cómo comenzó su proyecto con los cócteles vitamínicos.



Karen Gutiérrez dedicó 15 años de su vida al hospital JM de Los Ríos, en Caracas, donde no solo creció como profesional de la salud, sino también como ser humano. Sin embargo, en 2019, tras enfrentar crisis políticas, sociales y personales, decidió dar un paso al costado y dejar la institución que había sido su segunda casa. Hoy, es una emprendedora que transformó su pasión por la enfermería en un negocio que combina ciencia, bienestar y estética, demostrando que es posible emprender sin abandonar la profesión.

Una trayectoria centrada en la vocación de servir

Desde joven, Karen tenía claro que quería dedicarse a la salud. En el hospital JM de Los Ríos, un centro pediátrico reconocido en Caracas, se profesionalizó a través de especializaciones y una maestría, llegando a ocupar roles de liderazgo. “El hospital fue mi universidad, donde aprendí y crecí como enfermera y como persona”, recuerda.

A pesar de su compromiso, las condiciones laborales eran cada vez más desafiantes. La falta de insumos, equipos y personal afectaba el trabajo diario. “Era frustrante trabajar sin los recursos adecuados, viendo cómo la crisis afectaba tanto a los pacientes como al personal”. A esto se sumaban las presiones políticas y la inseguridad que se vivía dentro de la institución.

La difícil decisión de renunciar

En 2019, tras meses de reflexión y episodios de hostigamiento, Karen tomó la difícil decisión de renunciar. “Fue un proceso emocionalmente complejo. Amaba mi trabajo, pero sabía que ya no era sostenible ni para mí ni para mi hija”. Añade que durante tres meses no pudo dormir debido a la presión y el desgaste acumulados.

La crisis política que vivía el país también influyó. “Era difícil ver cómo el sistema colapsaba y no podíamos hacer mucho para cambiarlo. Las protestas, la falta de seguridad y el hostigamiento hacia el personal de salud fueron determinantes”.

Tras la búsqueda de su verdadera vocación

Tras dejar el hospital, Karen exploró diferentes caminos, desde la repostería hasta la venta de ropa. Sin embargo, nada de esto la llenaba. “Sabía que quería algo más, algo que conectara con mi verdadera vocación”, admite. Fue durante una visita a un spa que encontró su nuevo rumbo.

Allí, descubrió que muchos procedimientos relacionados con la sueroterapia y la estética no eran realizados por profesionales de la salud. “Pensé: tengo la experiencia y el conocimiento para hacerlo de manera segura y con la garantía que un cliente merece”. Este momento marcó el inicio de su emprendimiento en el área de la sueroterapia y los cócteles vitamínicos.

Karen también recordó su experiencia ayudando a la esposa de un compadre, quien enfrentaba cáncer y recurría a los cócteles vitamínicos para sobrellevar las quimioterapias. “Era impresionante ver cómo estos tratamientos le devolvían la energía, le quitaban las náuseas y le permitían recuperar fuerzas”. Esta experiencia la inspiró a ofrecer un servicio que pudiera beneficiar tanto a personas enfermas como a quienes simplemente querían mejorar su calidad de vida. “Me di cuenta de que estos tratamientos podían transformar vidas, y decidí llevarlos a más personas”.

Integrando nuevas técnicas a su experiencia profesional 

Karen decidió combinar su experiencia clínica con nuevas habilidades. Realizó cursos en cosmiatría y esteticismo, integrando estas técnicas con su conocimiento médico para ofrecer un servicio integral, y creando así Vital Spa Gutierrez. Su primer cliente fue su abuela, quien presentaba dolores articulares y fatiga. “Los cócteles vitamínicos mejoraron su movilidad y le devolvieron la energía. Fue emocionante ver cómo algo tan sencillo podía cambiar su calidad de vida”.

Pronto, sus servicios comenzaron a expandirse. Incorporó masajes relajantes y terapias complementarias, creando experiencias personalizadas para cada cliente. Además, descubrió el impacto positivo de los cócteles vitamínicos en deportistas y personas con fatiga crónica, quienes notaron mejoras inmediatas en su energía y rendimiento.

Promoviendo la salud preventiva

Uno de los pilares de su negocio es educar a los clientes sobre la importancia de trabajar con profesionales capacitados. “Muchos no entienden los riesgos de someterse a tratamientos invasivos con personas no calificadas. Mi objetivo es garantizar seguridad y calidad en cada procedimiento”, explica.

Karen también promueve la salud preventiva. “Los cócteles vitamínicos no solo ayudan en casos de enfermedad, sino también en el bienestar diario, fortaleciendo el sistema inmunológico y mejorando la vitalidad”.

Mirando hacia el futuro

Con una base sólida y una visión clara, Karen planea expandir su negocio. Su objetivo es abrir un espacio propio donde pueda integrar servicios de salud y estética, ofreciendo una experiencia completa a sus clientes. También busca inspirar a otros profesionales de la salud a emprender. “El sector salud tiene un enorme potencial para crear negocios exitosos que impacten vidas positivamente”, asegura Karen.

Karen Gutiérrez es un ejemplo de resiliencia y pasión. Su historia demuestra que, con determinación y creatividad, es posible transformar los desafíos en oportunidades, sin abandonar aquello que uno ama hacer. Desde el hospital hasta su negocio actual, su compromiso con la salud sigue siendo el motor de su éxito.

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Ex funcionaria pública vió truncado su sueño de jubilarse y decidió transformar su hogar en la playa en una posada en la Guaira

Stella Maris es el nombre de la posada de quien trabajó durante 27 años en la administración pública, y que al ver que su salario ya no le alcanzaba, decidió dar el paso más importante de su vida: emprender.



Glenda Escalona dedicó 27 años de su vida al Seniat como licenciada en Ciencias Fiscales, pero en 2022 tomó una de las decisiones más importantes de su vida: convertir su casa frente a Playa Candilejas, en La Guaira, en la posada Stella Maris. Lo que comenzó como una idea llena de miedo e incertidumbre se transformó en un nuevo negocio de hospedaje que aporta al mercado del turismo guairense.

De funcionaria a emprendedora

El camino hacia el emprendimiento no fue sencillo. En 2016, los bonos y beneficios que hacían atractiva su posición en el Seniat desaparecieron, dejando su salario reducido a un monto insuficiente. “El sueldo no alcanzaba; solo nos sosteníamos con las proteínas que nos daban”, recuerda Glenda. Su trabajo dejó de ser atractivo con la llegada de una nueva administración. “Lo que me gustaba más era el ambiente, el compañerismo y la solidaridad que había entre los compañeros, en ese momento todo eso se acabó”, recordó.

A pesar de su experiencia en la administración pública, la situación económica del país y una enfermedad que padecía su madre, la llevaron a replantearse su futuro. “Siempre fui la proveedora de mi familia, pero la crisis me obligó a buscar alternativas para no depender de mi hijo”. Aunque había recibido sugerencias de vecinos para convertir su casa en una posada, el miedo a los cambios y la falta de experiencia en el sector la detuvieron de tomar esta decisión por varios años. “Tuve cierto miedo, porque no sabía qué tipo de personas iban a llegar”, destacó.

Un préstamo de 100$

En 2022, con la salud de su madre deteriorada y la necesidad económica apremiando, Glenda finalmente decidió actuar. Su primera acción fue habilitar la piscina de su casa. Con $100 que pidió prestado a su hermana, compró cuatro cisternas para asegurar el suministro de agua y comenzó a promocionar el espacio con tarjetas de presentación. “Tuve que empezar con lo que tenía; no podía esperar a tener todo perfecto”.

Glenda luchó consigo misma, hasta el día que tomó la decisión final. “El día que promocioné la piscina, dije, bueno, pa'lante es pa'llá, en mano de Dios me pongo, y veremos a ver qué sucede. Así que arranqué con miedo, bastante miedo”, dijo.

Su primer cliente fue un grupo de 46 personas que usó la piscina, lo que le dejó lecciones importantes. “Fue una experiencia complicada porque no tenía reglas claras; aprendí que establecer normas es fundamental para mantener el orden”. A pesar de los contratiempos, esta primera incursión la motivó a seguir adelante.

El miedo de abrir su hogar al público

Uno de los mayores obstáculos que enfrentó Glenda fue el miedo a los riesgos de abrir su hogar al público. “Me preocupaba quiénes entrarían y cómo garantizar mi seguridad”, admite. Este temor se hizo más palpable después de un incidente en una fiesta de 15 años, donde la falta de control resultó en daños a la propiedad y reclamos de los vecinos, incluso llegó la policía.

Sin embargo, aunque deprimida por la situación, lejos de rendirse, Glenda implementó sus primeras normas estrictas. Ahora, los horarios de la piscina están claramente establecidos y se decidió limitar la realización de eventos nocturnos. “Estas reglas me permiten mantener el control y asegurar una mejor experiencia para mis clientes”.

Un negocio con un mercado amplio

La posada Stella Maris comenzó a ganar reconocimiento gracias a plataformas como Marketplace de Facebook y recientemente en 2024, Airbnb. Su ubicación estratégica, a solo 100 metros de la playa y 10 minutos del aeropuerto internacional, la ha convertido en un punto ideal tanto para turistas tanto locales como extranjeros. “Muchos de mis clientes llegan por referencia; eso me demuestra que estoy haciendo las cosas bien”.

Además, Glenda ha diversificado sus servicios para adaptarse a las necesidades de su clientela. Ofrece espacios para fiestas infantiles, reuniones familiares y celebraciones de fin de año. “Quiero que cada cliente se sienta como en casa y disfrute al máximo de su estadía”.

Nuevos proyectos

Con una visión clara, Glenda planea expandir su negocio en 2025. Entre sus proyectos están la organización de talleres de crecimiento personal, sesiones de yoga y servicios de turismo local. También planea mejorar su presencia en redes sociales para atraer a más clientes y seguir reinvirtiendo en la remodelación de la posada. “Mi prioridad es mantener la casa en las mejores condiciones posibles para ofrecer una experiencia de calidad”.

Reflexiones de una ex funcionaria pública resiliente

La historia de Glenda es un ejemplo de cómo la determinación y la capacidad de enfrentar el miedo pueden transformar los desafíos en oportunidades. “El miedo es el mayor obstáculo para avanzar; hay que enfrentarlo y confiar en que el universo te guiará”, reflexiona.

Su consejo para otros emprendedores es claro: “si esperas a que todo esté perfecto, nunca comenzarás. Lo importante es dar el primer paso, aprender en el camino y no tener miedo de cometer errores”.

Desde una casa frente a la playa hasta una exitosa posada, Glenda Escalona ha demostrado que con esfuerzo, visión y perseverancia, cualquier sueño puede hacerse realidad.

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Los valencianos que desarrollaron con éxito su marca de alitas de pollo frito

Lo que comenzó con una sopa dominical entre amigos, se convirtió en Candela Food, un emprendimiento con una receta especializada en alitas y pollo frito.



Cuando la pandemia golpeó al mundo en 2020, Israel Pimentel y Javier Rivero se encontraron en una situación inesperada. Ambos habían dedicado años a la vida nocturna y los bares en Valencia, pero el cierre de estos negocios dejó sus carreras en pausa. “La pandemia frenó todo lo que hacíamos; tuvimos que buscar una opción para seguir adelante”, recuerda Javier. Entre las pocas alternativas viables estaba el sector de la comida, y así nació Candela Food.

La idea inicial de Candela Food fue sencilla pero efectiva: sopa dominical. “Comenzamos haciendo sopa de costilla los domingos desde nuestras cocinas”, dice Israel. Con ayuda de un amigo DJ que también era cocinero aficionado, comenzaron a experimentar con recetas.

Sus primeros clientes fueron amigos y familiares, quienes conocieron el proyecto a través de cadenas de WhatsApp. “Al principio, los amigos eran los que te apoyaban, los que compraban”, añade Javier. Pero sabían que un solo producto no sería suficiente para mantener un negocio a largo plazo.

La apuesta por el pollo frito

La transición hacia el pollo frito llegó tras analizar el mercado local y sus oportunidades. “Vimos que la idea del pollo frito era una buena opción”, comenta Israel. Con método de ensayo y error, crearon una receta única que se convertiría en el alma del negocio. “La receta que hoy tenemos fue creada por nosotros, investigando y tomando ideas”.

Comenzaron con pollo frito y, poco a poco, expandieron su menú para incluir alitas, tenders y bandejas familiares. Las alitas, en particular, se convirtieron en su producto estrella. “Hoy en día, nuestra carta de presentación son las alitas; tienen una textura y un sabor únicos”, destaca Javier. Estas alitas no solo tienen un empanizado especial, sino que también ofrecen ocho sabores diferentes, algo que los diferencia de la competencia.

El primer gran salto

En 2022, Candela Food logró establecer su primera sede física en el Páramo Jardín Gourmet, un espacio compartido con otros conceptos gastronómicos en Naguanagua.

Este cambio permitió consolidar su presencia en el mercado local y atraer a un público más amplio. “Nuestra primera sede fue un gran paso; nos ayudó a posicionarnos como una opción sólida para los amantes del pollo”, explica Israel.

La clave del éxito ha sido su enfoque en la calidad y en la experiencia del cliente. Sus bandejas para compartir, diseñadas para familias, se han convertido en un éxito rotundo.

“Nuestro público es principalmente familiar; las bandejas para compartir son lo que más rota en nuestro local”, comenta Javier. Estas opciones permiten a los clientes probar una variedad de productos en una sola comida, incluyendo alitas, tenders y ensaladas.

Las deficiencia de electricidad y gas

Como todo emprendimiento, Candela Food ha enfrentado retos significativos. Desde sus inicios, los fundadores tuvieron que adaptarse a trabajar con equipos básicos y superar la falta de experiencia en cocina profesional. “Tuvimos la idea absurda de usar freidoras de tres litros; hoy sabemos que eso era imposible”, recuerda Javier entre risas.

La situación económica también ha sido un obstáculo. “La electricidad y el gas son problemas constantes que afectan nuestro día a día”, admite Israel. Además, la fluctuación en la frecuencia de los clientes ha sido un desafío. “Teníamos clientes que venían tres veces a la semana; ahora vienen una vez al mes”. Sin embargo, han aprendido a adaptarse y a mantenerse resilientes.

El segundo local

Hoy, Candela Food también cuenta con un segundo local en El Viñedo, donde han ampliado su oferta para incluir bebidas alcohólicas. Este nuevo espacio les permite jugar con más opciones de menú, incluyendo pizzas y hamburguesas. “Queremos abarcar una gama más amplia; no sabemos hasta dónde llegaremos, pero seguimos avanzando”, dice Israel con optimismo.

Para quienes desean emprender, los fundadores de Candela Food tienen un consejo claro: constancia y visión. “Si crees en tu proyecto, sigue adelante con disciplina y perseverancia”, aconseja Javier. Con esta filosofía, esperan seguir expandiendo su marca y conquistar nuevos mercados.

Candela Food es un ejemplo de cómo una idea sencilla puede transformarse en un negocio exitoso con esfuerzo, creatividad y pasión. Desde una sopa dominical hasta convertirse en una marca competitiva de alitas de pollo frito en Valencia, su historia es otro testimonio de resiliencia y determinación. La próxima historia de éxito puede ser la tuya, comienza ahora.

 

Entrevistado por: José Rangel

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Con 40 sabores únicos, esta empresa celebrará su legado y aniversario en la industria de los helados

En el marco del reporte especial “El Negocio del Helado” El Emprendedor entrevistó a Fátima Miranda, coordinadora de comercialización de Concentrados Flavors, quien conmemora 35 años de aniversario.



Mariche, Caracas, 19 de diciembre de 2024 — La fábrica venezolana Concentrados Flavors, especialista en la creación de saborizantes y colorantes para la industria alimentaria, celebra su 35º aniversario con un catálogo de más de 40 sabores únicos, consolidando su legado como líder en la industria alimentaria y del sector heladero.

La coordinadora de comercialización Fátima Miranda, destacó el enfoque innovador y estratégico que ha permitido a la empresa posicionarse como un aliado clave para pequeños y grandes productores del país.

"Nuestros saborizantes y colorantes son adaptables a cualquier producto alimenticio, desde helados hasta preparaciones saladas, lo que nos ha permitido trabajar con importantes marcas nacionales que confían en nuestra calidad", afirmó la coordinadora de comercialización.

Entre las propuestas más exitosas que han conquistado el mercado destacan sabores como fresa samba, piña colada, galleta Oreo y Nutella. Estos sabores reflejan no solo la creatividad, sino también la capacidad de la empresa para anticiparse a las tendencias del mercado y las necesidades de los consumidores.

Sus claves para el éxito

El sector heladero, tanto artesanal como industrial, ha sido un pilar fundamental en el crecimiento de Concentrados Flavors. La empresa colabora con reconocidas marcas como Heladería La Poma, Coco Factory y Tu Paleta Fiesta, con quienes ha co-creado sabores innovadores y adaptados a las tendencias actuales del mercado venezolano. Esta relación cercana con sus clientes ha sido clave para garantizar soluciones que realmente impulsen el éxito de cada producto.

La capacidad de adaptación a las necesidades de los clientes es una de las estrategias más destacadas de la compañía. Gracias a un equipo especializado en investigación y desarrollo, Concentrados Flavors ofrece soluciones personalizadas para pequeños productores que buscan diferenciarse en un mercado cada vez más competitivo. "Fomentamos la relación cercana con nuestros clientes, ayudándoles a identificar qué sabores y productos pueden potenciar su crecimiento. Nuestra meta es apoyar el desarrollo económico a través de productos de calidad", agregó la coordinadora.

Crecimiento y proyección a futuro

Con una red sólida de distribuidores nacionales, Concentrados Flavors garantiza la disponibilidad de sus productos en todo el país, convirtiéndose en un actor clave en la cadena de suministro alimentario. Esta cobertura nacional permite llegar a negocios de todos los tamaños, desde emprendimientos locales hasta grandes industrias que requieren soluciones a mayor escala.

De cara al futuro, la empresa apuesta por nuevos desarrollos como su base de jugos en polvo, una innovación diseñada para ampliar su impacto en el mercado y responder a las nuevas demandas de la industria. La celebración del 35º aniversario no solo destaca la solidez y la trayectoria de la compañía, sino que también refuerza su compromiso con la calidad, la innovación y el impulso del sector alimentario venezolano.

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Diseña macetas personalizadas en 3D para fomentar la reforestación desde casa

Andrés Sanabría, egresado de la UCAB, comparte con El Emprendedor cómo, a los 17 años y al finalizar el bachillerato, se interesó en el activismo social, lo que lo llevó a fundar la reconocida empresa de impresión 3D Smiley 2 Go.



Andrés Sanabria, un joven emprendedor venezolano, inició su camino empresarial motivado por su activismo social. A los 17 años, inspirado por movimientos internacionales como el de Greta Thunberg, decidió contribuir al medio ambiente en Venezuela, por ser una de los países de nuestra región más afectados por la deforestación.

Junto a un amigo, fundó Smiley Plant Organization, una ONG dedicada a la reforestación. “Nunca había plantado un árbol en mi vida, pero decidí dar un salto de fe”, comenta Andrés, recordando cómo se adentró en el mundo del activismo sin experiencia previa.

El proyecto comenzó con entusiasmo, pero la pandemia trajo consigo grandes desafíos. A pesar de las restricciones, Andrés y su equipo intentaron mantener viva la organización mediante actividades en línea, pero sin ingresos suficientes, se enfrentaron a la gran pregunta: ¿cómo financiar las futuras actividades de reforestación?

La respuesta llevó a Andrés a una oportunidad que cambiaría el rumbo de su emprendimiento: usar plástico reciclado para fabricar macetas, cuya venta ayudaría a financiar la causa ambiental. Así nació Smiley 2 Go, una tienda de macetas ecológicas con impacto social.

El innovador producto para recaudar fondos

Lo que comenzó como una forma de recaudar fondos para una organización sin fines de lucro, pronto se convirtió en un negocio con su propio propósito. “Nos dimos cuenta de que el problema inicial era solo una excusa para una oportunidad de negocio más grande”, menciona Andrés.

Smiley 2 Go comenzó a atraer a clientes interesados no solo en apoyar una causa, sino también en decorar sus hogares de manera sostenible.

La pandemia había generado un aumento en la demanda de productos que trajeran naturaleza al hogar. A medida que las personas pasaban más tiempo en espacios cerrados, buscaban alternativas creativas y atractivas para integrar el verde en sus vidas.

Las macetas de Smiley 2 Go no eran simples recipientes; eran personalizadas, coloridas y ofrecían un toque único que reflejaba la personalidad de cada cliente. “Una maceta no es solo un cilindro de arcilla. Es una forma de adueñarte de tus espacios”, explica Andrés, resaltando cómo su producto conectaba emocionalmente con los consumidores.

La inesperada y llegada de la competencia

Como todo emprendedor, Andrés enfrentó varios retos al iniciar su negocio. Aunque la idea era buena, la ejecución presentó dificultades inesperadas. El Emprendedor menciona que la competencia fue uno de los aspectos más duros de su trayectoria. “El mercado se volvió muy competitivo rápidamente. De repente, todos estaban vendiendo macetas, y teníamos que diferenciarnos de alguna manera”, comenta

En un entorno donde muchos negocios similares comenzaron a surgir, Smiley 2 Go necesitaba encontrar su ventaja competitiva. Andrés enfrentó la realidad de que no bastaba con tener una buena causa detrás del producto.

“Me di cuenta de que, aunque nuestro impacto ambiental era importante, si no lograba conectar emocionalmente con los clientes, nos íbamos a quedar atrás”, reflexiona​. Así, la personalización y el enfoque en la decoración única se convirtieron en su sello distintivo.

Además, emprender en un contexto de triple impacto —donde parte de las ganancias se destinan a causas sociales— añadió otra capa de complejidad. “La carga impositiva es tremenda, y cuando tienes que dividir tus ganancias para apoyar una causa, es aún más desafiante”, explica Andrés.

Sin embargo, el joven emprendedor encontró en estos retos una motivación para seguir adelante, adaptando su modelo de negocio y buscando nuevas formas de conectar con su audiencia.

La alianza estratégica que impulsó otro nivel de crecimiento

A pesar de las dificultades, Andrés y su equipo han logrado expandir el negocio, atrayendo tanto a clientes individuales como a empresas. Uno de los momentos clave en su crecimiento fue la alianza con Senos Ayuda, una organización que se benefició de la venta de macetas a través de un modelo colaborativo. “Empezamos a darnos a conocer gracias a esta alianza, que nos permitió crecer más rápido y aumentar nuestras ventas”, recuerda.

En el horizonte, Andrés visualiza un futuro aún más prometedor para Smiley 2 Go. El proyecto está listo para entrar al sector corporativo, ofreciendo productos personalizados para empresas que buscan cómo crear un plan de reconocimiento empresarial, regalos corporativos sostenibles o decoraciones para sus oficinas.

“Smiley va a explotar dentro del sector corporativo”, comenta Andrés, entusiasmado por las nuevas oportunidades de negocio que se abren. Además, está desarrollando una nueva línea de productos llamada Smiley ad Space, que permitirá a los clientes corporativos utilizar las macetas como soportes publicitarios en restaurantes y otros locales comerciales.

Los consejos para los lectores de El Emprendedor

Al reflexionar sobre su recorrido, Andrés tiene un consejo para quienes buscan emprender: “Entender cuánto estás dispuesto a sacrificar es clave. Hay que jugar constantemente con esa balanza, entre el negocio y la vida personal”.

Él mismo ha aprendido a equilibrar su vida académica con el negocio, aprovechando los periodos de vacaciones para dedicarse de lleno a Smiley 2 Go. A pesar de las dificultades, Andrés sigue emocionado por lo que el futuro le depara, confiando en que los retos superados lo han preparado para lo que viene.

Así, Smiley 2 Go no es solo una tienda de macetas, sino un ejemplo de cómo un emprendimiento puede nacer de una causa social y evolucionar hacia algo más grande.

Andrés Sanabria ha demostrado que, con pasión, innovación y perseverancia, es posible convertir una pequeña idea en un negocio con impacto real en la vida de las personas y en el planeta.

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Ingeniera crea un negocio de jardinería gracias a un extraño tipo de planta japonesa

La ingeniera civil Julimar Rivero creó Garden to Love, un servicio de jardinería especializado en paisajismo que despegó gracias a las “kokedamas”.



Julimar Rivero, una ingeniera con una exitosa carrera en el ámbito corporativo, siempre sintió que algo faltaba en su vida. Aunque su trabajo le proporcionaba estabilidad, no lograba llenar el vacío que sentía.

Desde niña, había sentido una profunda conexión con la naturaleza, encontrando en las plantas un refugio que le daba paz y alivio al estrés diario. “Cuando logras esa conexión y vibrar en la misma frecuencia de la madre tierra, tienes al frente un tesoro”, reflexiona, señalando cómo su amor por la jardinería la ayudaba a sobrellevar la presión del trabajo.

Este vínculo especial con la naturaleza la llevó a explorar la jardinería más allá de un simple pasatiempo. Aunque no tenía formación en ventas o marketing, Julimar comenzó a compartir su pasión a través de Instagram, mostrando a otros cómo cuidar las plantas y crear espacios verdes en sus hogares.

“Empecé a educarme y a prepararme para lo que vendría después”, comenta, reconociendo que el deseo de conectar con la tierra la impulsaba a aprender nuevas habilidades.

La feria colegial que le abrió a un mundo de oportunidades

El giro en la vida de Julimar llegó de manera inesperada cuando decidió transformar su pasión en un negocio. Aunque inicialmente había comenzado a vender kokedamas —pequeñas bolas de musgo con plantas— como una forma de explorar su amor por la jardinería, pronto se dio cuenta de que había descubierto una oportunidad valiosa. “Mi primera experiencia fue en una feria colegial, donde empecé a vender kokedamas. No sabía qué esperar, pero la respuesta fue increíble”, recuerda, revelando cómo este simple producto resonó con muchas personas.

La pandemia jugó un papel crucial en la evolución de su negocio. Con más personas buscando formas de conectar con la naturaleza desde sus hogares, las kokedamas se convirtieron en un éxito inesperado. “La pandemia fue una oportunidad para mí, ya que mucha gente empezó a buscar formas de traer la naturaleza a sus hogares”, comenta Julimar. La demanda creciente la llevó a profesionalizar su emprendimiento, incorporando detalles como fichas técnicas y empaques personalizados que elevaban la calidad percibida de sus productos.

“Empecé a mejorar el producto, no solo en el empaque, sino también en cómo cuidar la planta”, explica, subrayando cómo estos pequeños cambios tuvieron un gran impacto en la satisfacción de sus clientes. Lo que comenzó como una simple afición se estaba convirtiendo rápidamente en un negocio exitoso.

El descubrimiento que la llevó a derrotar la barreras del negocio

Sin embargo, el camino hacia el éxito no estuvo exento de desafíos. Uno de los primeros problemas que enfrentó Julimar fue la logística de distribución. Debido a las características delicadas de las kokedamas, era difícil enviarlas fuera de Caracas sin comprometer su calidad. “La kokedama tiene un límite desde el punto de vista físico de traslado. Nos limitamos a la área geográfica de Caracas porque las empresas de traslado no transportan plantas”, explica, señalando una de las limitaciones que debió enfrentar.

Además, como ingeniera sin formación en ventas, Julimar tuvo que aprender sobre la marcha, enfrentando su falta de experiencia en marketing y estrategias comerciales. “No sabía cómo vender ni cómo promocionar mis productos, pero sabía que tenía que aprender”, comenta, subrayando la importancia de la perseverancia en su viaje emprendedor.

Otro reto significativo fue la educación del cliente. Muchos de sus compradores no sabían cómo cuidar adecuadamente una kokedama, lo que a veces resultaba en plantas maltratadas o muertas.

Para superar esto, Julimar comenzó a incluir fichas técnicas con cada venta y a ofrecer asesoramiento sobre el cuidado de las plantas. “Me di cuenta de que mis clientes necesitaban más que solo una planta; necesitaban saber cómo cuidarla, y eso cambió mi enfoque”, relata, describiendo cómo esta adaptación mejoró la experiencia del cliente y fortaleció su negocio.

El negocio del paisajismo y su mantenimiento

A pesar de los desafíos, Julimar continuó innovando y expandiendo su negocio. Además de las kokedamas, comenzó a diversificar su oferta, incluyendo suculentas en macetas pequeñas, accesorios de jardinería y productos personalizados. “Nuestro principal pilar es el área de paisajismo y mantenimiento, y ese es el que estamos desarrollando con más fuerza”, señala, hablando de cómo su empresa ha crecido para incluir servicios de jardinería y paisajismo.

La clave de su éxito radicó en mantener un fuerte enfoque en la calidad y la personalización, diferenciándose de la competencia al ofrecer productos únicos y bien pensados. “Quiero que cada cliente sienta que está recibiendo algo especial, algo hecho con amor”, dice Julimar, resaltando la importancia de agregar valor en cada aspecto de su negocio.

Además, aprovechó las plataformas digitales para promover su negocio, utilizando redes sociales y su tienda en línea para llegar a un público más amplio. “La tienda en línea ha sido una herramienta increíble para nosotros, permitiéndonos llegar a personas que de otra manera no habríamos alcanzado”, comenta, destacando el papel de la tecnología en el crecimiento de su emprendimiento.

El secreto de la mentalidad para tener un negocio exitoso

Con un negocio en crecimiento y una base de clientes cada vez más fiel, Julimar ya está mirando hacia el futuro. Una de sus ambiciones es abrir un showroom físico, donde los clientes puedan ver y comprar sus productos en persona, enriqueciendo así la experiencia del cliente. “Un showroom es algo que he estado soñando durante mucho tiempo, y estoy emocionada por hacerlo realidad”, comparte, dejando ver su entusiasmo por los próximos pasos.

Además, Julimar tiene la mira puesta en expandir su negocio más allá de Caracas, superando las limitaciones geográficas que hasta ahora han restringido su mercado. Aunque reconoce que este objetivo es desafiante, su conexión con la madre tierra y su espíritu innovador la impulsan a seguir adelante. “El reto es lidiar con tantas limitaciones, pero siempre trato de ver el vaso medio lleno”, comenta, reflejando su actitud positiva y resiliente.

Para otros emprendedores, Julimar ofrece un consejo inspirado en su propio recorrido: “Mi filosofía es hacer las cosas bien, con amor, y ofrecer al cliente cosas de calidad, bonitas y diferentes”. Con esta mentalidad, Julimar sigue cultivando su negocio, demostrando que una profunda conexión con la madre tierra puede ser la raíz de un emprendimiento exitoso y sostenible.

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Ella ayuda a cocinar en menos tiempo pero encontró en la autenticidad el secreto de su éxito

La influencer María Antonieta González especialista en la tendencia “Batch Cooking” encontró el verdadero amor en la cocina.



María Antonieta Gonzáles, mejor conocida como "Mandor", es una cocinera y emprendedora venezolana que ha logrado transformar su pasión por la cocina en un negocio exitoso, influenciando a miles de personas a través de las redes sociales y talleres culinarios. Su historia es un ejemplo claro de cómo la autenticidad y el compromiso pueden convertirse en los pilares fundamentales de un emprendimiento exitoso.

Ella estudió mercadeo y complementó su formación con un diplomado. Sus primeros pasos en el mundo culinario los dio en restaurantes locales, donde aprendió las bases de la cocina profesional. Sin embargo, su amor por la cocina no se limitó a los restaurantes.

En su hogar, aplicaba lo que aprendía en su vida diaria, compartiendo sus conocimientos y consejos con su familia y amigos. Esto demuestra cómo comenzó a compartir su pasión por la cocina con quienes la rodeaban, construyendo una base sólida para su futuro emprendimiento.

"Estudié mercadeo, me gradué, hice un diplomado en comida saludable en la Universidad Simón Bolívar", recuerda “Mandor”, mostrando cómo su formación académica influyó en su enfoque hacia la cocina.

El deseo de compartir sus experiencias y técnicas la llevó a utilizar las redes sociales como plataforma para llegar a un público más amplio. A través de estas, “Mandor” empezó a construir una comunidad de personas interesadas en la cocina, donde ofrecía herramientas y consejos para facilitar la labor en la cocina, combinando su formación académica con su experiencia práctica.

La llegada de su desilusión amorosa

El giro en la vida de “Mandor” ocurrió tras una desilusión amorosa significativa que la llevó a mudarse a Estados Unidos en busca de un nuevo comienzo.

Aunque el viaje inicialmente fue una manera de escapar del dolor, también se convirtió en la puerta de entrada a su verdadera pasión.

Al llegar a Estados Unidos, ella comenzó a trabajar en restaurantes, donde no sólo perfeccionó sus habilidades culinarias, sino que también empezó a entender la dinámica de la industria alimentaria.

"Cuando llegué a Estados Unidos, me metí a trabajar en restaurantes y ahí descubrí que la cocina era mi verdadera pasión", comenta sobre este periodo decisivo en su vida.

Esta realización fue fundamental para que considerara la posibilidad de emprender en el futuro. "La cocina dejó de ser solo un trabajo para mí; se convirtió en una forma de conectarme con otras personas", añade, destacando el momento en que comprendió que podía hacer una diferencia a través de su amor por la cocina.

Este descubrimiento la impulsó a considerar la posibilidad de emprender, visualizando cómo podría transformar su amor por la cocina en un negocio que le permitiera compartir su pasión con el mundo.

Los desafío de ser inmigrante

El camino hacia el emprendimiento no fue fácil. Al mudarse a Estados Unidos, María Antonieta tuvo que enfrentar los desafíos típicos de ser inmigrante: la barrera del idioma, la adaptación a una nueva cultura y las dificultades económicas iniciales. Además, trabajar en la industria culinaria en un país extranjero le mostró lo competitivo y exigente que podía ser este entorno.

"El inglés no es mi fuerte, y adaptarme a un nuevo país no fue fácil", admite, reflexionando sobre los obstáculos que enfrentó al mudarse a Estados Unidos.

A pesar de estos desafíos, nunca dudó de su decisión de seguir adelante. "Cada día que pasaba, corroboraba que estaba en el camino correcto", afirma, mostrando su determinación frente a las dificultades.

“Mandor” también enfrentó dilemas personales sobre si debía continuar con un trabajo estable en la cocina o arriesgarse a emprender por su cuenta.

Las dudas sobre cuál sería el mejor enfoque para llegar a su audiencia y monetizar su conocimiento se convirtieron en una constante en su mente. "Tuve muchas dudas sobre cómo convertir mi pasión en un negocio sostenible", confiesa, subrayando los momentos de indecisión que vivió durante su transición al emprendimiento.

Sin embargo, a pesar de estos retos, “Mandor” nunca dejó que el miedo al fracaso la detuviera.

La autenticidad, la base del éxito

La emprendedora encontró la solución en la autenticidad. Decidió enfocarse en crear contenido que resonara con su audiencia de manera genuina y cercana. Utilizó las redes sociales no sólo como un medio para compartir recetas, sino como una plataforma para conectar de manera profunda con su comunidad.

Esta autenticidad se convirtió en la base de su éxito, permitiéndole diferenciarse en un mercado saturado.

"Decidí ser auténtica y compartir lo que realmente me apasiona", explica “Mandor”. Este enfoque genuino fue clave para construir una relación sólida con su audiencia. "No quería ser sólo otra cocinera en redes sociales; quería conectar de verdad con las personas", añade, mostrando su intención de hacer algo más que simplemente compartir recetas.

Uno de los enfoques que la ayudó a destacarse fue el "batch cooking", una tendencia que consiste en preparar grandes cantidades de comida por adelantado.

La emprendedora se convirtió en una de las pioneras de este método en Venezuela, utilizando sus talleres y plataformas online para enseñar a otros cómo implementar esta práctica en sus vidas diarias.

"El 'batch cooking' no solo facilita la vida, sino que también te permite disfrutar de una alimentación saludable sin complicaciones", comenta, resaltando la importancia de esta técnica en su propuesta de valor.

Además, decidió utilizar Telegram como la plataforma principal para impartir sus cursos, aprovechando su flexibilidad y la capacidad de mantener una secuencia lógica en el contenido, lo que mejoró significativamente la experiencia de sus usuarios.

"Telegram me permite ofrecer una experiencia más personalizada y ordenada para mis estudiantes", señala, enfatizando cómo esta elección estratégica contribuyó a su éxito.

"Siempre he dicho que todos tenemos un llamado de locura que debemos seguir"

A lo largo de su trayectoria, “Mandor” ha compartido varios consejos valiosos para aquellos que buscan emprender. Uno de sus principales mensajes es seguir "el llamado de locura" que todos llevamos dentro.

Según ella, los grandes soñadores y emprendedores a menudo son considerados "locos" por ir en contra de la corriente, pero es precisamente esa "locura" lo que les permite innovar y tener éxito.

"Siempre he dicho que todos tenemos un llamado de locura que debemos seguir", dice “Mandor”, instando a los emprendedores a abrazar su pasión, aunque parezca irracional para otros. "Los grandes sueños requieren grandes riesgos", añade, subrayando la importancia de ser valiente en el camino hacia el éxito.

También destaca la importancia de la autenticidad sobre la perfección. Para la emprendedora, ser verdadero con uno mismo y con la audiencia es mucho más valioso que perseguir una imagen perfecta. "No busques la perfección, busca ser auténtico", aconseja, reflejando su propia filosofía en la gestión de su negocio.

Además, aconseja a los emprendedores diversificar sus esfuerzos y no depender de una sola fuente de ingresos.

Su propio éxito proviene de su capacidad para manejar varios proyectos al mismo tiempo, lo que ha fortalecido su marca y le ha permitido crecer de manera sostenible.

"Diversificar mis proyectos me ha permitido mantenerme relevante y resiliente en un mercado cambiante", comenta, destacando la importancia de no poner todos los huevos en una sola canasta.

Finalmente, “Mandor” enfatiza la importancia del compromiso y la energía diaria. Según ella, mantener la motivación y la energía, tanto propia como de la audiencia, es clave para el éxito a largo plazo.

"El compromiso diario es lo que marca la diferencia", concluye, recordando que el éxito no es un destino, sino un proceso continuo que requiere dedicación y pasión.

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    Experto en comercio exterior analiza el impacto de la gestión aduanera en el futuro de Venezuela postcrisis
    Experto en comercio exterior analiza el impacto de la gestión aduanera en el futuro de Venezuela postcrisis

    David Quijada, profesor y asesor en comercio exterior, en entrevista con El Emprendedor, explica las oportunidades de la gestión aduanera para el desarrollo futuro de Venezuela.



    ¿Es el comercio internacional y la gestión aduanera una carrera con futuro en Venezuela?

    La respuesta es sí, y no solo por la globalización. En Venezuela, donde se importa desde un alfiler hasta una casa prefabricada, entender cómo se mueve el mundo a través de las fronteras es más necesario que nunca. Para explorar esta oportunidad, El Emprendedor entrevistó al profesor David Quijada, especialista en gestión aduanera, tributos nacionales y asesor en comercio exterior, con más de dos décadas de experiencia formando talento desde el Colegio Universitario de Administración y Mercadeo (CUAM).

    “Estamos viviendo en un mundo donde el comercio internacional afecta directamente la economía de todos los países. Venezuela necesita personas que se capaciten para asesorar a empresas y mover productos”, afirma Quijada. En esta entrevista David Quijada nos explica por qué los agentes de aduanas están en auge y cómo prepararse para incursionar en un campo que mezcla normativa, estrategia y logística global.

    Una carrera técnica con impacto nacional

    En un país donde las importaciones son esenciales para abastecer al mercado, el conocimiento sobre procesos aduaneros se ha convertido en una herramienta clave para empresas, emprendedores y ciudadanos. Por eso, hoy más que nunca, los agentes de aduanas son profesionales con alta demanda en el mercado venezolano.

    David Quijada, profesor del CUAM y asesor en comercio exterior, lo dice sin rodeos: “En Venezuela no se produce lo que se consume. Eso nos obliga a importar, y para importar, hay que entender el proceso aduanero. Si no estás capacitado, puedes perder tiempo, dinero y mercancía”.

    Desde el año 1999, Quijada ha visto cómo el sistema aduanero venezolano ha pasado de ser un proceso lento y manual, a implementar herramientas como el SIDUNEA, un sistema automatizado que permite agilizar los procedimientos y aplicar filtros de control (verde, amarillo, rojo) para detectar riesgos o errores. Este cambio, según explica, exige más preparación técnica que antes: “Hoy el conocimiento técnico y normativo no es opcional, es obligatorio”.

    La carrera de un agente aduanal ya no se limita a conocer formularios. Ahora abarca desde clasificación arancelaria, hasta normativas internacionales y convenios multilaterales. “Hay que estudiar economía, comercio, incluso marketing, porque los productos cambian, el mercado se transforma y uno tiene que adaptarse”, señala el experto.

    Lo que muchos no saben es que existen múltiples oportunidades dentro del sector aduanero:

    • Trabajar como agente autorizado para representar a importadores ante la administración pública.
    • Ser asesor externo para empresas o emprendedores.
    • Especializarse en sectores clave como salud, repuestos, tecnología, alimentos o bienes de consumo.

    Según Quijada, incluso el consumidor final está participando más activamente en este mercado: “Muchas personas naturales están trayendo productos del exterior, pero no saben por dónde empezar. Por eso buscan asesoría técnica para no cometer errores costosos”.

    Y es que un error simple, como clasificar mal un producto o no cumplir con una permisología específica, puede resultar en la pérdida de mercancía, multas dobles o abandono del producto en almacén. Todo esto afecta a la empresa, al consumidor final y a la economía nacional.  Para Quijada, el mensaje es claro: “La capacitación es la única manera de evitar esos errores y convertirte en una pieza valiosa en la cadena del comercio internacional”.

    Formarse para crecer: así se construye una carrera en aduanas

    Ante la amplitud del campo aduanero, muchas personas podrían sentirse intimidadas. Sin embargo, esa misma amplitud representa una gran ventaja: hay espacio para todo tipo de profesionales. “Hay quienes se especializan en valorar mercancías, otros en clasificación arancelaria, y muchos en interpretar acuerdos internacionales. Cuanto más te especialices, mayor será tu éxito”, asegura David Quijada.

    Uno de los conceptos clave que destaca es el valor en aduana, que no se basa únicamente en lo que dice la factura. “Hay que conocer acuerdos comerciales, métodos de valoración establecidos por la OMC, y entender cómo se aplican en Venezuela. No se puede improvisar”, explica. En paralelo, dominar el arancel de aduanas permite entender qué productos pueden entrar al país, bajo qué condiciones y con qué beneficios arancelarios.

    Para quienes desean iniciarse en este mundo, Quijada recomienda empezar con cursos de extensión o diplomados cortos, enfocados en temas esenciales. “Lo ideal es comenzar con nociones básicas de arancel y valor en aduana. Son cursos específicos, prácticos y adaptados a emprendedores o profesionales de otras áreas”. Incluso abogados, economistas y técnicos de otras ramas se han formado con él para apoyar o desarrollar proyectos de importación y exportación.

    El comercio exterior en Venezuela no es exclusivo de grandes empresas. “Hoy en día vemos personas naturales importando motos, electrónicos o insumos para sus negocios. El asesoramiento profesional ya no es un lujo, es una necesidad”, insiste. Este fenómeno ha impulsado la demanda de agentes de aduanas con habilidades técnicas y una comprensión real del mercado global.

    Pero no formarse también tiene sus consecuencias. Quijada es claro al respecto: “Una mala clasificación puede costarte una multa o incluso hacer que pierdas tu mercancía. Y si esa mercancía era un insumo crítico, afecta al negocio, al consumidor y a la economía”. El resultado: escasez, inflación y desconfianza.

    Frente a este escenario, el mensaje de cierre es contundente: “La educación es una inversión, no un gasto. Si quieres participar del comercio internacional, ayudar a tu país o emprender sin miedo, empieza por formarte. El conocimiento es tu pasaporte”, afirma Quijada.

    Para quienes deseen dar el primer paso, el profesor David Quijada ofrece asesorías y cursos a través de su cuenta de Instagram: @david._q. El futuro del sector está abierto, y los agentes de aduanas son hoy más necesarios que nunca.

    Escrito el Miércoles, 26 Marzo 2025 16:03 en Promotores del éxito ¡Deja el primer comentario! Visto 63 veces
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    El crea una hamburguesa benéfica para ayudar a niños que luchan contra el cáncer
    El crea una hamburguesa benéfica para ayudar a niños que luchan contra el cáncer

    Antonio Rodríguez cuenta a El Emprendedor cómo creó Chuy's, la primera hamburguesa benéfica para ayudar a la oncología infantil, tras enfrentar el cáncer de su propia hija.



    Cuando su hija fue diagnosticada con cáncer, Antonio Rodríguez lo perdió todo, excepto su determinación de ayudar. Tras desplazarse a Argentina y recibir apoyo de una fundación que le permitió salvar a su hija, regresó a Venezuela con una misión clara: hacer lo mismo por otros niños con cáncer. Así nació Chuy's, una hamburguesería con propósito donde cada hamburguesa vendida financia tratamientos y medicamentos para pequeños pacientes oncológicos. Lo que comenzó en su casa como un pequeño emprendimiento, hoy es un restaurante que aspira a convertirse en franquicia para llevar esperanza a más ciudades.

    “Cuando el cáncer tocó la vida de mi hija, todo cambió”

    Desde muy joven, Antonio supo que tenía talento para los negocios. “Yo soy comerciante de naturaleza, a mí me gusta hacer negocios. Vendía calcomanías en el colegio cuando tenía siete años, yo mismo las hacía”, recuerda.

    Con los años, fue perfeccionando su capacidad para emprender, hasta que fundó Lácteo Venezolano, una exitosa distribuidora de quesos en Venezuela. "Empecé vendiendo de puerta en puerta y llegué a vender 100 toneladas semanales, abasteciendo a supermercados y panaderías en todo el país", explica. Su conocimiento en la producción de alimentos creció tanto que llegó a convertirse en maestro quesero, aprendiendo a fabricar quesos en Panamá, Argentina y Estados Unidos.

    Para 2016, Antonio tenía una vida económicamente estable. "Yo tenía absolutamente todo lo que compra el dinero: varios carros, varias motos, lanchas, varias casas. Pero, cuando el cáncer tocó la vida de mi hija, todo cambió", afirma.

    Ese año, su hija, de tan solo dos años, fue diagnosticada con cáncer. Como en muchos casos en Venezuela, la escasez de medicamentos complicó el acceso al tratamiento. “A finales del 2016, ya no se conseguía la quimioterapia, ni con plata, ni pagándola”, cuenta.

    Desesperado, hizo una promesa: "Llévame a un país donde tengan todo y me la curen, y yo luego, trabajo por ti. Pero tú y yo, directo, con los niños con cáncer". Milagrosamente, en solo 15 días llegó a Argentina, donde su hija recibió el tratamiento gratuito gracias a una fundación. "Nos abrazó una fundación con casa, una quinta gigantesca donde vivimos durante el tratamiento, con comida, traslado y todo gratis", recuerda.

    Cinco años después, su hija estaba sana. En 2023, decidió regresar a Venezuela con una misión clara: devolver la ayuda que había recibido a otros niños con cáncer.

    Un compromiso de vida con los niños con cáncer

    Al volver, Antonio intentó replicar la ayuda que había recibido en Argentina. "Traté de hacer una casa de abrigo como la que me ayudó en Argentina, pero no se dio", explica. Luego, quiso aliarse con una fundación para proveer comida a los niños que recibían quimioterapia en el Hospital de Carabobo, pero tampoco funcionó. "Los niños reciben quimioterapia los martes, quería llevarles un almuerzo diferente, pero no conseguí apoyo", cuenta.

    Fue entonces cuando ideó una forma innovadora de recaudar fondos sin depender de donaciones: vender hamburguesas. "Se me ocurrió hacer hamburguesas. Comencé vendiendo en mi casa los jueves, viernes y domingo para autofinanciar los almuerzos de los martes", explica. Así nació Chuy's, un emprendimiento con propósito.

    La voces acusadoras

    Desde el principio, enfrentó dudas y críticas. "Hay gente que dice que me estoy aprovechando de la miseria de los niños", menciona. Pero su respuesta es clara: "Si no lo hago público, ¿cómo sumo a más personas al movimiento?".

    Además, su modelo de negocio también generó cuestionamientos. "Fundación significa pedir, y yo no quería depender de donaciones. Yo quería autofinanciarme con mi trabajo", explica.

    A nivel operativo, Antonio también enfrentó desafíos. Utilizando productos importados y de alta calidad, tuvo que manejar costos y abastecimiento en un contexto económico complicado. Sin embargo, su experiencia en el mundo de los negocios le permitió encontrar soluciones. "En Venezuela, si te lo propones, el éxito es posible. Hay obstáculos, pero también muchas oportunidades", afirma.

    Nace el primer restaurante benéfico

    La iniciativa tomó fuerza cuando un empresario se enteró de lo que hacía y decidió apoyarlo. "Un empresario me preguntó qué estaba haciendo y me donó un local. Otros ayudaron con los materiales y así nació el primer restaurante Chuy's Smash Burger, una hamburguesería con propósito en Valencia", cuenta emocionado.

    Con la nueva sede, el proyecto evolucionó: ahora, cada hamburguesa vendida financia los tratamientos de niños con cáncer. "El papá del niño me trae el presupuesto del medicamento, calculamos cuántas hamburguesas hay que vender, hacemos la campaña y con el dinero recaudado compramos los medicamentos", explica sobre el modelo de ayuda.

    Además, su visión ha inspirado a otros empresarios y comerciantes. "El dueño de una panadería decidió sumarse y donar pan para las hamburguesas benéficas", menciona como ejemplo de cómo el proyecto ha ido sumando aliados.

    Las franquicias solidarias

    Ahora, su meta es que Chuy's Smash Burger se convierta en un modelo replicable. "La idea es tener un Chuy's en cada ciudad, y que cada franquiciado se haga cargo de la unidad oncológica del hospital local", afirma.

    Su experiencia como comerciante ha sido clave en su enfoque. "Yo no inventé la hamburguesa, pero estudié lo que hacen otros y lo fusioné en un producto con identidad propia", explica sobre el éxito del menú. La calidad y el precio accesible han sido parte de la fórmula ganadora. "Diseñé hamburguesas de primera calidad, pero a un precio justo. Así, una familia de siete puede comer bien sin gastar más de 30 dólares", detalla.

    El consejo de Antonio para quienes quieren emprender es claro: "No te rindas. Siempre habrá obstáculos, pero si crees en tu idea y trabajas en ella, el éxito llega solo".

    Con esta iniciativa, Antonio ha logrado convertir su dolor en esperanza y transformar algo tan cotidiano como una hamburguesa en una fuente de ayuda para quienes más lo necesitan. Su historia demuestra que la solidaridad también puede ser un modelo de negocio exitoso y sostenible.

    Escrito el Miércoles, 19 Marzo 2025 16:26 en Emprendedores ¡Deja el primer comentario! Visto 156 veces
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    ¿Por qué tu cable de carga Modo 2 podría estar limitando la autonomía de tu vehículo eléctrico?
    ¿Por qué tu cable de carga Modo 2 podría estar limitando la autonomía de tu vehículo eléctrico?

    La popularidad de los vehículos eléctricos (VE) sigue creciendo gracias a su contribución a un futuro sostenible y su bajo coste operativo. Sin embargo, no todos los propietarios de estos vehículos comprenden el impacto que tiene el tipo de cable de carga que utilizan en el rendimiento diario de su VE, particularmente el cable Modo 2.

    En este post, exploraremos las características técnicas de los cables de carga Modo 2, sus limitaciones de potencia, en qué situaciones son más apropiados, y qué alternativas existen para optimizar la carga de tu vehículo. Además, incluiremos comparativas de tiempos de carga entre diferentes modelos y consejos prácticos para sacar el máximo provecho de tu sistema de carga.

    ¿Qué es un cable de carga Modo 2?

    El cable de carga Modo 2 es uno de los métodos básicos para cargar un vehículo eléctrico. Este tipo de cable incluye una unidad de control integrada denominada "caja de control" y permite cargar el vehículo desde un enchufe doméstico normal o tipo Schuko.

    El Modo 2 es una solución práctica, sobre todo para aquellos usuarios que necesitan cargar su vehículo en casa o en lugares donde no existe infraestructura específica para VE. A pesar de su versatilidad, este tipo de cable tiene limitaciones notables que podrían influir en la experiencia general de usar un vehículo eléctrico.

    Características clave de los cables Modo 2:

    • Compatibilidad con enchufes estándar: Perfecto para uso doméstico sin necesidad de instalación especial.
    • Potencia limitada: Normalmente ofrecen tasas de carga más bajas, de entre 2,3 kW y 3,7 kW, dependiendo de la configuración eléctrica de tu hogar.
    • Diseño portátil: Se puede transportar fácilmente en el maletero para emergencias o carga ocasional.
    • Caja de control integrada: Esta protege el vehículo de posibles sobrecargas o fallos eléctricos.

    Limitaciones de los cables Modo 2

    Aunque los cables Modo 2 son convenientes, no están diseñados para todas las situaciones. De hecho, utilizarlos regularmente podría estar limitando la autonomía y el rendimiento de tu vehículo eléctrico.

    1. Tiempo de carga prolongado

    La potencia limitada de un cable Modo 2 significa que los tiempos de carga pueden ser considerablemente más largos. Por ejemplo:

    • Un vehículo con una batería estándar de 40 kWh puede tardar hasta 18 horas en cargarse completamente usando un enchufe doméstico con un cable Modo 2 (2,3 kW).
    • Con un cable Modo 3 conectado a un punto de carga Wallbox de 7,4 kW, el mismo vehículo tardaría aproximadamente 6 horas.

    Esto representa una diferencia significativa, especialmente para conductores que necesitan utilizar su vehículo con frecuencia o tienen poco tiempo para recargar.

    2. Riesgo de sobrecalentamiento

    El uso continuo de cables Modo 2 puede causar sobrecalentamiento en enchufes estándar, que no están diseñados para manejar cargas prolongadas a alta potencia. Esto no solo afecta la seguridad, sino que también podría resultar en daños permanentes a la instalación eléctrica.

    3. Carga ineficiente

    Al operar con tasas de carga más bajas, los cables Modo 2 son menos eficientes. Parte de la energía se pierde en forma de calor, lo que puede incrementar ligeramente el consumo eléctrico y, a largo plazo, los costes asociados con la carga.

    ¿Cuándo utilizar un cable Modo 2?

    A pesar de sus limitaciones, los cables Modo 2 cumplen un propósito valioso en determinadas condiciones:

    1. Carga ocasional o de emergencia: Son útiles si necesitas cargar esporádicamente tu vehículo en casa o en un lugar sin un cargador específico para VE.
    2. Viajes largos: Llevar un cable Modo 2 en el maletero proporciona tranquilidad en caso de que no encuentres un punto de carga público y necesites recurrir a un enchufe estándar.
    3. Usuarios con bajas necesidades de autonomía: Si utilizas tu vehículo mayoritariamente para trayectos cortos, el tiempo de carga más largo podría no ser un inconveniente significativo.

    Alternativas mejoradas

    Aquellos que desean optimizar su experiencia de carga deben considerar opciones más avanzadas que los cables Modo 2.

    1. Puntos de carga Wallbox

    Un Wallbox Modo 3 puede instalarse fácilmente en hogares o lugares de trabajo, ofreciendo velocidades de carga mucho mayores (entre 7,4 kW y 22 kW). Estos dispositivos reducen drásticamente los tiempos de carga, lo que hace que la experiencia sea mucho más eficiente y cómoda.

    2. Estaciones de carga públicas

    Las estaciones de carga rápida o ultrarrápida son ideales para recargar tu batería en cuestión de minutos. Aunque el coste puede ser más alto que cargar en casa, ofrecen una solución rápida para viajeros frecuentes.

    3. Cables Modo 3

    Los cables Modo 3 están diseñados para trabajar con puntos de carga específicos y permiten aprovechar totalmente la capacidad de carga de estos sistemas. Esto no solo reduce los tiempos de carga, sino que también aumenta la seguridad y la eficiencia.

    Consejos para optimizar el rendimiento de los cables Modo 2

    Si decides utilizar un cable de carga Modo 2 como parte de tu rutina de carga, aquí tienes algunos consejos prácticos:

    • Realiza revisiones regulares de tu instalación eléctrica para garantizar su buen estado y evitar riesgos de sobrecalentamiento.
    • Carga durante la noche, cuando la demanda eléctrica suele ser menor, y verifica si tu proveedor de electricidad ofrece tarifas nocturnas reducidas.
    • Evita extensiones eléctricas, porque pueden generar caídas de tensión y aumentar el riesgo de sobrecalentamiento.

    Diseña tu experiencia de carga ideal

    Si bien los cables Modo 2 son útiles para ciertas situaciones, sus limitaciones pueden afectar la autonomía de tu vehículo eléctrico y la comodidad de la carga diaria. Optar por alternativas como un Wallbox o estaciones de carga públicas puede transformar significativamente tu experiencia como propietario de un vehículo eléctrico.

    Escrito el Martes, 18 Marzo 2025 10:42 en Estrategia ¡Deja el primer comentario! Visto 99 veces
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    Ella descubrió una fórmula para consumir el colágeno mientras combatía el ACV de su mamá
    Ella descubrió una fórmula para consumir el colágeno mientras combatía el ACV de su mamá

    La licenciada en Letras, Mayra Ladrón, comparte con El Emprendedor cómo nació Ecolágeno, una iniciativa que surgió al intentar ayudar a su madre a enfrentar los efectos de un ACV que había padecido.



    Mayra nunca imaginó que su amor por la cocina se transformaría en un negocio innovador. Lo que comenzó como una búsqueda personal para mejorar la salud de su madre y su perro, terminó convirtiéndose en un producto revolucionario que hoy se vende en supermercados y bodegones. Con una combinación de pasión, ciencia y perseverancia, logró crear un colágeno sin olor ni sabor, conquistando a clientes que buscan bienestar sin químicos añadidos.

    Una vida entre letras y sabores

    Antes de convertirse en emprendedora y fundadora de Ecolágeno, Mayra Ladrón de Guevara había explorado múltiples caminos. Estudió Letras y se dedicó a escribir para teatro, cine y artes, colaborando con la Compañía Nacional de Teatro y la Escuela de Cine. Sin embargo, su conexión con la cocina venía de mucho antes. “Mi papá tenía hoteles en Margarita, y mi abuela dirigía la cocina. Siempre estuve rodeada de chefs y buena comida”, recuerda.

    Aunque la literatura y el arte marcaron su vida, la pasión por la cocina se mantenía latente. Su primera incursión profesional en el mundo gastronómico fue en 2012, cuando participó como inversionista en un restaurante de Altamira, Caracas. Esto la llevó a estudiar barismo y mixología, hasta que en 2019 tomó la decisión de profesionalizarse y estudiar cocina en el Chef Campus Culinary Institute, institución que tiene alianzas con la Universidad Central de Venezuela y la Universidad Nebrija de España. “Decidí formalizar la relación con la cocina, como quien dice, ya era hora de dar el paso”, cuenta.

    Un accidente familiar: La parálisis facial

    El punto de inflexión llegó en 2019, cuando su madre sufrió un ACV que le causó una parálisis facial y pérdida de movilidad. “El geriatra nos recomendó caldo de huesos para proporcionarle colágeno de forma natural”, explica Mayra. Sin embargo, su madre no toleraba el olor ni el sabor, lo que la llevó a buscar formas creativas de incorporarlo en su alimentación sin que ella lo notara.

    Paralelamente, su perro Matías, de 12 años, fue diagnosticado con desgaste óseo e insuficiencia renal. “El veterinario sugirió darle colágeno en pastillas o en polvo, pero lo rechazaba porque tenía químicos conservantes”, cuenta. Fue entonces cuando decidió encontrar una fórmula natural de colágeno, sin olor ni sabor, para ayudar tanto a su madre como a su mascota. “Ahí me dije: yo tengo que buscar la manera de hacer esto sin químicos y sin ese olor tan fuerte”, afirma.

    El problema del olor

    El camino para crear Ecolágeno no fue sencillo. Mayra comenzó experimentando en su propia cocina, haciendo pruebas con diferentes temperaturas y procesos de hidrólisis para extraer colágeno puro y eliminar su olor. “Me sentía como cuando era niña y me regalaban un juguete; yo lo desarmaba para entender cómo funcionaba”, recuerda entre risas. Durante 2022 y 2023, convirtió a sus amigos en “ratones de laboratorio”, pidiéndoles que probaran distintas versiones del producto hasta que finalmente logró la fórmula ideal.

    Pero el reto no terminaba ahí. “En Venezuela, conseguir materiales de empaque es una odisea, y hacerlo sin recursos iniciales fue aún más difícil”, explica. En un principio, ella misma se encargaba de la producción y el empaquetado manualmente. “Era un trabajón, pero tenía claro que debía facilitarle al cliente una dosis exacta para que su consumo fuera sencillo”, dice.

    El poder de las redes sociales

    El gran salto ocurrió el 28 de diciembre de 2023, cuando decidió promocionar su producto en redes sociales. “Ese día tenía 800 mensajes en Instagram. No podía creer lo que estaba pasando”, relata. Lo que comenzó como una solución casera para su familia se convirtió en un producto con alta demanda. En solo unos meses, pasó de vender 10 paquetes semanales a 100 y de un negocio artesanal a uno semi-industrial.

    En mayo de 2024, tras registrar formalmente la empresa y superar la burocracia venezolana, logró entrar a supermercados y bodegones. “Cuando empezaron a llamarme de cadenas como Plan Suárez y Fresco Market, supe que esto iba en serio”, comenta.

    Actualmente, Ecolágeno se comercializa en más de 20 puntos de venta en Caracas, además de otros estados como Aragua, Miranda y Valencia. Además, ha logrado alianzas estratégicas con heladerías y pastelerías que incorporan su colágeno en sus productos. “A los helados les da cremosidad, y a los postres brillo y mejor conservación”, explica.

    La expansión a nivel nacional

    Para Mayra, el futuro de Ecolágeno es claro: expandir la marca a nivel nacional y mejorar el empaque con alternativas ecológicas. “¿Te imaginas un envase de colágeno hecho con colágeno? Eso sería un sueño”, dice con entusiasmo. También busca fortalecer su red de distribuidores, permitiendo que otros emprendedores comercialicen el producto. “Si hay alguien en La Guaira que quiera venderlo, nosotros lo apoyamos. La idea es crecer juntos”, asegura.

    Más allá del negocio, su mayor satisfacción es ver el impacto en la salud de las personas. “Cuando alguien me dice que ya no le duelen las articulaciones, que su piel ha mejorado o que su digestión está mejor, sé que todo este esfuerzo vale la pena”, afirma.

    Los consejos de la emprendedora

    Para quienes sueñan con iniciar un negocio, Mayra comparte tres consejos fundamentales:

    1. Cree en tu idea: “Muchas personas me dijeron que estaba loca cuando hablé de hacer colágeno sin olor ni sabor. Si yo les hubiera hecho caso, no estaría aquí”.
    2. Persevera, incluso cuando el camino es difícil: “Los obstáculos siempre estarán, pero si realmente crees en lo que haces, debes seguir adelante”.
    3. Haz lo que te apasiona: “Si te gusta lo que haces, lo harás bien. No será solo un negocio, será tu propósito”.

    La historia de Ecolágeno demuestra que las mejores ideas pueden surgir de los momentos más difíciles. Lo que comenzó como un acto de amor para su madre y su mascota, hoy es un emprendimiento en expansión, llevando bienestar a cientos de personas.

    Escrito el Lunes, 10 Marzo 2025 15:22 en Emprendedores ¡Deja el primer comentario! Visto 239 veces
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    El aprovechó la fiebre del fútbol y las pijamas en pandemia para arrancar con éxito su negocio de franelas personalizadas
    El aprovechó la fiebre del fútbol y las pijamas en pandemia para arrancar con éxito su negocio de franelas personalizadas

    Irwin Gutierrez, un comerciante especializado en el negocio de la charcutería cuenta a El Emprendedor, cómo pasó de tener un negocio próspero, a ser detenido por un supuesto acaparamiento y cómo resurgió de aquel devastador momento.



    En un país donde reinventarse es parte del día a día, Irwin Gutiérrez encontró en la personalización de franelas y productos estampados la oportunidad de construir un negocio desde cero. "Siempre he sido comerciante, pero después de lo que pasé con la charcutería, supe que tenía que hacer algo diferente. No quería rendirme, pero tampoco quería volver a lo mismo".

    Luego de años en el comercio de alimentos, una crisis inesperada lo llevó a cerrar su negocio de charcutería y frutas. Sin embargo, el Mundial de Rusia 2018 y la pandemia de 2020 se convirtieron en dos eventos clave que le permitieron arrancar Gekos Stores, una marca de franelas personalizadas que hoy sigue creciendo.

    De la charcutería a la personalización de franelas

    “Desde que era niño, siempre supe que me dedicaría al comercio, pero nunca imaginé que la vida me llevaría por este camino. Mi familia siempre tuvo negocios de alimentos, y ese fue mi mundo durante mucho tiempo”, contó Irwin.

    Irwin creció en una familia de comerciantes y desde joven aprendió el arte del negocio. Durante años, manejó una frutería y charcutería en El Junquito, donde fidelizó clientes y se convirtió en uno de los negocios más importante en su zona. Sin embargo, la crisis económica en Venezuela entre 2013 y 2015 hizo que su negocio comenzara a tambalear. La escasez, los controles de precios y la inestabilidad lo obligaron a buscar nuevas alternativas.

    En 2015, sufrió un golpe devastador cuando su depósito fue allanado por la Guardia Nacional bajo acusaciones de acaparamiento. Estuvo detenido 33 días, perdió toda su mercancía y tuvo que vender propiedades para cubrir los costos legales. Aunque intentó mantenerse en el negocio de alimentos, en 2018 decidió buscar un cambio.

    El Mundial de Rusia 2018: un golpe de suerte

    La oportunidad llegó cuando un amigo que tenía una tienda de personalización de franelas y tazas decidió emigrar y le ofreció venderle su negocio. Irwin aceptó sin pensarlo demasiado y, justo en ese momento, el Mundial de Rusia 2018 estaba a punto de comenzar.

    “Hicimos muchísimos trabajos con franelas del Mundial y el negocio empezó a surgir. La gente quería camisetas personalizadas con los equipos de fútbol y eso fue un empuje increíble”, indicó Irwin.

    Durante esa temporada, la demanda de franelas estampadas con los nombres de selecciones y jugadores se disparó, dándole la confianza de que este era el camino correcto. Aunque al principio aún mantenía su frutería, en 2019 decidió cerrar definitivamente para dedicarse por completo a la personalización de ropa.

    El impacto de la pandemia en 2020: pijamas personalizadas y ventas online

    Si el Mundial fue el primer impulso, la pandemia en 2020 consolidó su negocio de personalización. Con la cuarentena obligatoria, la gente pasó más tiempo en casa y la comodidad se convirtió en prioridad. Las pijamas personalizadas se volvieron una tendencia, y las franelas estampadas con frases, logos y mensajes especiales empezaron a venderse como nunca.

    “La gente no podía salir, pero quería personalizar su ropa para sentirse bien en casa. Ese fue mi mercado. Empecé a vender pijamas y franelas con diseños exclusivos, y las ventas se dispararon”, recordó Irwin.

    Usando Instagram y Marketplace, Irwin llevó su negocio al mundo digital, logrando captar clientes en toda Venezuela. La demanda creció tanto que en 2021 decidió mudarse de El Junquito a Caracas, donde encontró un mercado más amplio.

    Nacimiento de Gekos Stores: una marca con identidad propia

    En 2022, tras una separación sentimental, decidió darle un nuevo comienzo a su negocio y crear una identidad propia. Así nació Gekos Stores, con la idea de consolidarse como una marca reconocida en la personalización de ropa. “Sabía que debía seguir adelante, así que creé mi logo, organicé mi clientela y comencé de nuevo”, contó.

    Desde entonces, Gekos Stores ha crecido, ofreciendo estampados de alta calidad, colaboraciones con empresas y expandiendo su línea de productos más allá de las franelas y pijamas.

    Planes de expansión y crecimiento

    Irwin tiene claro que su visión va más allá de un simple negocio de franelas personalizadas. Su meta es convertir Gekos Stores en una franquicia con tiendas en centros comerciales y ventas online. “Quiero que la gente pueda personalizar una franela en minutos y llevarse un producto de calidad”, comenta Irwin.

    Además, está trabajando en alianzas con marcas para ofrecer colecciones exclusivas y ampliar su oferta a más productos de moda.

    Consejos de Irwin para emprender en el negocio de personalización

    1️⃣ Ofrece calidad sobre cantidad: “El 80% del éxito es ofrecer un producto que dure y que guste”.

    2️⃣ Dale importancia al servicio al cliente: “Los detalles importan. Un buen servicio marca la diferencia y fideliza clientes”.

    3️⃣ Rodéate de personas con experiencia: “Las alianzas estratégicas son clave para crecer y aprender del mercado”.

    4️⃣ Aprovecha las tendencias: “El Mundial de 2018 y la pandemia fueron oportunidades clave. Siempre hay que estar atento a lo que la gente quiere”.

    5️⃣ Digitaliza tu negocio: “Si no estás en redes sociales, no existes. La mayoría de mis clientes llegaron por Instagram y Marketplace”.

    Un negocio que nació de la necesidad y se convirtió en oportunidad

    La historia de Irwin Gutiérrez es un ejemplo de cómo la adversidad puede convertirse en una oportunidad de crecimiento. Lo que comenzó como una decisión impulsiva, hoy es un negocio sólido con una marca en crecimiento.

    Desde franelas del Mundial hasta pijamas personalizadas en pandemia, Gekos Stores ha sabido adaptarse a las tendencias y necesidades del mercado, consolidándose como una empresa emergente en el mundo de la personalización textil en Venezuela.

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    Escrito el Miércoles, 05 Marzo 2025 16:55 en Emprendedores ¡Deja el primer comentario! Visto 294 veces