La hiperinflación transforma el ahorro en divisas para las empresas

Desde hace casi un año que Venezuela habría entrado en lo que se conoce como un periodo hiperinflacionario, donde los precios aumentan de manera exponencial prácticamente todos los días, y donde tanto personas naturales como empresas se ven obligados a buscar todo tipo de alternativas financieras para mantenerse a flote.

La economía de las divisas ya no es suficiente

En el caso del empresariado venezolano, lo que recomendaban los expertos es que los gerentes se enfocaran en generar y ahorrar en divisas para así poder mantener la estabilidad, sin embargo, a medida que la inflación comienza a acelerar (como se ha visto en el último mes), este ahorro en divisas se estaría viendo afectado.

Así lo afirmó recientemente el economista y director de la firma Econométrica, Henkel García, quien aseguró que el actualmente un dólar compra ocho veces menos que en noviembre de 2017. Esto, a pesar de que a simple vista suene como algo positivo para muchos, realmente ha limitado exponencialmente el poder de ahorro del venezolano.

La "devaluación del dólar"

Esta pérdida en el valor del dólar no sería tal, sino que sería algo que perciben únicamente los venezolanos debido al proceso hiperinflacionario, que tan solo en el mes de agosto se calculó en alrededor de 230%, una cifra sin precedentes en la historia moderna de Venezuela (y de gran parte de la región).

Debido a que el incremento del dólar no se da únicamente por temas de confianza, sino también por oferta, demanda, y otros factores económicos, es casi imposible que pueda verse un incremento en su valor que supere la inflación de nuestro país. Cada vez vemos una debacle económica más veloz, tanto, que las divisas fuertes pierden valor.

Sigue siendo la principal alternativa

A pesar de que en la actualidad puedan existir métodos mucho más seguros para protegerse de la inflación (como puede serlo el mercado de valores), la realidad es que debido al fácil acceso que presenta el mercado de la compra y venta de divisas, aun cuando sea penalizado por el gobierno venezolano, se sigue manteniendo como una opción atractiva de cara al manejo empresarial.

Si bien es cierto que las empresas venezolanas deben tener como meta la generación de ingresos en divisas para poder mantenerse operativas, la realidad es que en muchas no han sido capaces de desarrollar estrategias para materializar este objetivo, lo que las hace propensas a depender por completo de este mercado negro.

Por el momento es complejo predecir si veremos una "devaluación" mayor en las divisas fuertes a causa de la hiperinflación venezolana, por lo que las empresas locales no solo tendrán que darse a la tarea de generar ingresos en moneda dura, sino que también tendrán la misión de detectar métodos de ahorro alternativos con los que puedan asegurar su funcionamiento.