El uso de Zelle como desahogo financiero para los venezolanos

Desde el 2019 Venezuela vive lo que se le ha denominado una “dolarización de facto”, donde más del 60% de las transacciones se realizan en divisas, bien sea en efectivo o vía electrónica, una alternativa que ha venido creciendo en los últimos meses debido a la devaluación del bolívar.

A raíz de esto múltiples herramientas han servido como procesadores de pago para agilizar el proceso de compra y venta de productos y servicios desde el dispositivo móvil, siendo Zelle la plataforma más usada en la actualidad. Emprendedores, comerciantes y profesionales independientes han tenido mayor liquidez con estas aplicaciones, algo que podría ser un atisbo de lo que vendría en los próximos años.

¿Es posible la dolarización en Venezuela? ¿Es posible que el dinero físico sea sustituido por las herramientas digitales?  Estas son algunas preguntas que se hacen las personas para saber lo que les depara el futuro económico, ya que cada día las transacciones en moneda local son menores en comparación con estas alternativas.

¿Por qué ha aumentado el uso de Zelle?

Zelle es una plataforma que permite movilizar dólares digitales mediante cuentas asociadas a múltiples bancos de Estados Unidos. El cliente solo necesita el correo electrónico y número telefónico para hacer la transacción, llegándole el monto inmediatamente al destinatario.

Se ha convertido en una de las formas preferidas por los venezolanos para ahorrar y procesar pagos a terceros gracias a su modo de uso y las nulas comisiones que cobran por cada transacción. Esta alternativa ha generado un contraste con el uso del dinero en efectivo, ya que cada vez es más complejo conseguirlo debido a la alta demanda que hay en el mercado, sumado a que aún no existen cajeros que dispensen divisas a los usuarios.

Los estudios son muy claros al respecto: 17% de todas las transacciones minoristas en la ciudad capital son hechas con Zelle, una cifra que pudiera ser similar en otros estados del país a falta de información oficial. La firma Datanálisis estima que más de un 60% de los pagos en Venezuela se efectúan en moneda dura, lo que podría confirmar que en la nación se está ejecutando una dolarización de facto.

Recientemente la agencia Bloomberg publicó un reportaje en que este tipo de comportamientos en el consumidor podría ser una prueba de cómo funciona una sociedad sin dinero en efectivo, siendo las transacciones digitales, billeteras móviles y criptomonedas las mejores aliadas para comprar y vender productos y servicios.

¿Una sociedad sin billetes?

El reportaje de Bloomberg refleja que aproximadamente el 8% de la población adulta cuenta con una billetera virtual o cuenta bancaria en el extranjero, algo que ha acrecentado las transacciones digitales a raíz de la situación que se está viviendo.  Algunas personas suelen prestar sus cuentas para ayudar a familiares y amigos a protegerse de la inflación y hacer pagos de una manera más sencilla, así que la cifra podría ser mayor.

¿Será esta una prueba para tener una sociedad sin dinero en efectivo? La devaluación en Venezuela ha llegado a tales niveles que las divisas han perdido su capacidad de compra de forma significativa si se toma en cuenta los valores de principios del 2020 o 2019, lo que se traduce en que los usuarios buscan formas de resguardarse de la pérdida de poder de su dinero.

El uso de las criptomonedas como alternativa para proteger el capital y hacer transacciones está más vigente que nunca, siendo Venezuela uno de los mercados que más dinero mueve en la plataforma LocalBitcoins, llegando a cifras récords en abril del 2020, cuando se tranzaron más de 595 bitcoins en tan solo una semana. Todo esto es el resultado de políticas económicas que han destruido el valor de la moneda en el mercado.

¿Se aproxima una dolarización?

Uno de los temas más tocados en los últimos meses en Venezuela es la posible dolarización como solución a la hiperinflación que ha puesto en jaque a la economía local. Sin embargo esta medida no es tan sencilla de llevar a cabo, teniendo que realizar una gran cantidad de acciones legales y financieras que podrían tomar tiempo, sin contar el coste político que podría ocasionar.

Con tal cantidad de divisas que hay en el mercado, que según la Superintendencia de Bancos para el mes de julio en la banca habían en depósitos 713 millones de dólares, aunque el 59% de todos los pagos se realizan en efectivo, el 25% a través de Zelle y el 14% por medio de tarjetas extranjeras, lo que significa que el sector bancario paulatinamente va ofreciendo productos y servicios que buscan reducir la cantidad de dólares físicos en la calle.

La realidad es que el bolívar como moneda es rechazada por toda la sociedad venezolana, aunque eso no significa que todos los ciudadanos perciban sus ingresos en una divisa diferente. Aún existe una gran mayoría que depende de sueldos y bonos percibidos en bolívares, lo que genera una desigualdad que se percibe en las calles de cualquier ciudad del país.

Alternativas para pagar de forma virtual

A pesar de tener un crecimiento en los últimos años, la exigencia de poseer una cuenta bancaria en Estados Unidos es una limitante importante para hacer uso de Zelle como plataforma de pago. Por este motivo es que las billeteras virtuales se han posicionado paralelamente como opciones para aquellos que quieren movilizar sus dólares digitales.

Paypal, Neteller, Payoneer y Skrill son algunos de los más utilizados en el momento, permitiendo abrir sesión sin necesidad de contar con alguna cuenta bancaria en el exterior. Paypal y Neteller se caracterizan por cobrar elevadas comisiones por cada transacción, aunque al ser las más populares se hace más sencillo usarlas en el día a día.

Para poder comprar algún producto o servicio solo se necesita tener dinero en las cuentas, pudiendo recibir capital de cualquier tercero, bien sea natural o jurídico. El único que posee condiciones diferentes es Payoneer, que exige que los montos sean transferidos por una empresa debidamente registrada.

Todas estas herramientas están permitiendo a los venezolanos sortear la crisis, recibir pagos en moneda extranjera y comprar productos desde cualquier parte. Todo parece indicar que la dolarización seguirá su curso mientras el bolívar no recupere su valor.