Afirman que la era del "Producto Mínimo Viable" llegó a su fin

A lo largo de la historia empresarial moderna se ha posicionado el concepto del "Producto Mínimo Viable" (PMV), que habla sobre el desarrollo de productos con las características mínimas necesarias para satisfacer una necesidad, teniendo en cuenta su lanzamiento como el método más adecuado para obtener retroalimentación.

Aunque el mismo se ha convertido en una filosofía empresarial, de acuerdo a expertos, es momento de dejar de hablar del "Producto Mínimo Viable" para sustituirlo con algo mucho más significativo. Así lo aseguró Hemant Taneja, escritor y experto en el desarrollo de pequeñas y medianas industrias.

Reemplazar el PMV

Para Taneja, esta mentalidad de "moverse rápido y romper cosas" (como la habría catalogado Mark Zuckerberg hace varios años) ha llevado a que el concepto de disrupción se difumine, haciendo que muchos se enfoquen más en la velocidad de entrega de productos, que en el desarrollo de procesos éticos, responsables y racionales.

Esto estaría causando que el sistema empresarial muestre un desgaste real ante la opinión pública, con muchos oponiéndose directamente al concepto de las grandes empresas. Es con este fin de ciclo que estaría presentando el PMV que él propone un nuevo concepto: Producto Mínimo Virtuoso (en referencia a la virtudes del mismo).

Preguntas que debemos hacernos

Taneja explica que esto no es más que el desarrollo de productos que no se enfoquen en la velocidad de entrada al mercado, sino en ser razonables y responsables desde su concepción, buscando firmemente resolver un problema en todas sus facetas, y no escalar mediante el conocimiento que se adquiere a la vez que se mantienen clientes insatisfechos.

Por eso brinda una serie de preguntas que debemos hacernos para determinar si estamos yendo por el camino adecuado. Estas son:

1. ¿Qué cambio sistemático y social plantea tu producto?
2. ¿Cómo planteas que tu producto se mantenga positivo para la sociedad?
3. ¿Cómo impulsas el impacto de tu producto a nivel individual?
4. ¿Cuál es tu tasa de crecimiento óptima, y cómo te harás responsable de cualquier efecto que este crecimiento pueda tener?
5. ¿Cuál es tu referencia comparativa para manejardatos de forma responsable?
6. ¿Tu producto incentiva un ecosistema con lugar para la innovación?
7. ¿Cómo defines y promueves la diversidad en el contexto de tu negocio?
8. ¿Cómo evoluciona tu compañía de forma dinámica frente al surgimiento de regulaciones?

Gracias a esta información, un emprendedor que tenga la intención de adaptarse al "nuevo mundo de los negocios" tiene también las herramientas necesarias para sentar las bases de una empresa responsable y moderna.