El error fatal de Trump: manejar la Casa Blanca como un negocio

Desde que tomó el poder de Estados Unidos a inicios de este año, el mandato de Donald Trump ha estado plagado de polémicas y decisiones aparentemente dudosas en cómo ha decidido gestionar los poderes del país. Sin embargo todas sus medidas habrían llevado a una conclusión: Trump maneja EE.UU. como una simple empresa.

Desde el inicio de su campaña, Trump mostraba cómo sus habilidades empresariales harían que su gestión del país fuera la más efectiva de los últimos años, sin embargo, una falta total de protocolo al actuar, y desligue entre sus acciones de la política tradicional (que tanta popularidad le dieron en las elecciones) podría estar trayendo una serie de problemas a su mandato que no tendrían un buen final.

La polémica más reciente del mandatario fue cuando anunció que tiene como objetivo hacer un recorte en el presupuesto de la nación de más de 3 billones de dólares, lo que significaría una reducción de gastos de más del 50% con respecto al presente año. Con esta piensa eliminar todos los programas sociales que habría impuesto el mandatario anterior.

Si bien es cierto que el partido de Trump asegura que estos métodos habían sido impuestos por la gerencia anterior solo con la intención de controlar a la población, esta medida estaría eliminando una serie de beneficios en materia de salud, vialidad y educación, a una gran parte de la población, actuando como si se tratase de un simple recorte de presupuesto en una empresa y no de la vida de muchos ciudadanos.

A pesar de todo, manejar el país como un negocio podría no estar tan mal si no cometiera errores de gestión básicos como ocurrió con el despido del director del FBI, James Comey, a quien decidió alejar del puesto sin siquiera ser directo con él, y sin haber expuesto una razón de peso para llevar a cabo el despido.

Desde que se lanzó de candidato a la presidencia, Donald Trump ha estado en el ojo del huracán, y si bien es cierto que ha obtenido la aprobación de un pequeño sector en Estados Unidos, su gestión está siendo, cuando menos, turbulenta. Con gran parte de sus aliados alejándose de su lado, y muchas de sus iniciativas refutadas por los demás poderes del país, parece que Trump tendrá que aprender a funcionar según los protocolos políticos del país antes de que su gobierno se salga de control.