Los hermanos que innovaron en Venezuela con su masa comestible

La crisis vivida en los últimos años ha hecho que surjan nuevos emprendimientos que ofrecen productos y servicios al mercado, beneficiando tanto a clientes como a sus fundadores que ahora cuentan con mayores ingresos producto de una idea innovadora.

En la búsqueda de un nuevo nicho no siempre son problemas los que animan a iniciar un nuevo negocio sino el descubrimiento de una herramienta que podría adaptarse al mercado en cuestión. Esto fue lo que le sucedió a Fabiana y Gabriel Santos, que encontraron en la masa de galletas una oportunidad para crear un producto que para el momento no existía en Venezuela.

Los inicios de un proyecto innovador

Muchos emprendedores realizan sus proyectos sin que tenga que ver con lo que estudiaron o ejercían en ese momento. Un ejemplo de esto es Fabiana Santos, que para el momento de crear “The Cookie Cream” ejercía su carrera como arquitecto, mientras que su hermano era mecánico.

La primera vez que se les ocurrió la idea de negocio fue luego de ver un cono de helado en Instagram, pero se dieron cuenta que era masa de galletas, algo que no habían visto anteriormente. Después lo vieron envasado en un supermercado de Estados Unidos, donde lo compraron y les encantó el sabor.

A partir de aquí comenzaron a hacer las pruebas para determinar si un producto como este tendría cabida en el mercado venezolano. Rápidamente se percataron que no existía algo similar, así que se arriesgaron a crear algo que para el momento era desconocido para el público local.

Al principio todo era muy costoso, ya que la mayoría de ingredientes no se encontraban en el país, así que tenían que traerlos del exterior, así como los frascos, algo que eleva en gran medida el precio del producto. Fue un momento en el que dudaron si el proyecto podría tener éxito.

El proceso de validación de la idea de negocios

Uno de los pasos más complejos por el que transcurre cualquier emprendimiento es el de la validación de una idea de negocios, siendo un aspecto clave para entender si el proyecto es factible. En este caso tuvieron el apoyo profesional de su madre, quien es chef profesional y les dio recomendaciones para hacer la receta ideal.

Fueron muchos los test que tuvieron que hacer para encontrar el perfecto, tanto así que la última degustación que hicieron los fundadores fue la que tuvo más cabida. Los ingredientes siguieron siendo del exterior junto a una combinación de gotas de chocolate venezolanos que es lo que le ha dado ese sabor especial.

Una vez que tenían el producto listo comenzaron a promocionarlo mediante sus familiares y amigos cercanos. A través de la recomendación y el boca a boca fueron creando una reputación que con el pasar del tiempo se convirtió en una marca consolidada.

Las redes sociales como la plataforma ideal para vender el producto

Luego de darse cuenta que la masa de galletas era un producto viable llegó el momento de dar el salto cuántico, y una de las formas más reconocidas para llegar a la mente de los consumidores es a través de las redes sociales. Al principio lo crearon con poco profesionalismo, pero al darse cuenta del potencial decidieron darle un toque diferente.

Después de crear publicaciones con sentido donde mostraban fotos en diferentes ángulos del producto las preguntas comenzaron a llegar. En poco tiempo tuvieron más de 20 pedidos por Instagram que querían consumir la masa inmediatamente. A partir de allí se dieron cuenta que debían seguir por el mismo rumbo para aumentar la facturación.

El pico de ventas llegó cuando un bodegón de la capital les hizo un pedido de 30 unidades luego de dar unas muestras en su local. A partir de ese momento se convirtieron en clientes frecuentes que compran grandes cantidades en su negocio mensualmente.

La reacción a la llegada de la cuarentena

La llegada de la cuarentena produjo un duro golpe para The Cookie Cream, que tuvo que reinventarse para poder entregar los productos a sus clientes en el momento oportuno. La imposibilidad de moverse libremente por la ciudad capital hizo que tuvieran que apostar fuertemente por la publicidad en Instagram, además de tomar mejores fotos, innovar en las recetas para crear nuevos productos.

Buscaron motorizados de confianza para hacer entregas en zonas cercanas a su centro de producción los días de cuarentena flexible, lo que cambió por completo la modalidad de trabajo. Las ventas bajaron aproximadamente un 70% en los primeros meses de la pandemia.

Así fue como lanzaron nuevos productos al mercado, ampliando el menú de opciones para que la mayor cantidad de clientes puedan beneficiarse de las masas para galletas. Actualmente tienen menús con diversas combinaciones que se ajustan a diversos presupuestos.

Ventas actuales

Las ventas se nivelaron a partir del mes de septiembre, justo cuando cumplían un aniversario de su creación. Para esto hicieron campañas en las redes sociales para aumentar el alcance de sus publicaciones. Actualmente comercializan 15 pedidos semanales, lo que ha hecho que el negocio sea sostenible.

También venden sus productos en dos bodegones de la capital: Frescados, ubicados en Los Palos Grandes y en Los Samanes, lo que ha servido como plataforma para aumentar significativamente la facturación.

Planes a futuro

Los planes a futuro de The Cookie Cream pasan por la expansión del posicionamiento de la marca, así como  en la apertura de una tienda para vender masa para galletas en conos de helados, algo que le abriría un nuevo nicho de clientes.

Para Fabiana el miedo siempre estará presente, especialmente cuando se está dando los primeros pasos en el mundo del emprendimiento. La clave está en creer en el producto y tener disciplina para sortear los obstáculos que va presentando el negocio, sobre todo cuando se trata de un mercado tan complejo como el de Venezuela.