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¿Qué es lo que hace realmente exitoso el producto de una figura pública?

Generalmente se tiene la creencia de que las marcas de celebridades venden simplemente por tener “esa imagen”, algunos casos famosos demuestran que no es así


No son pocos aquellos artistas y personalidades públicas que han querido sacar un poco más de jugo a su fama ofreciendo algún servicio o producto asociado al público al que se proyectan.

En Venezuela uno de los casos de éxito más trascendentales es el de la actriz Ruddy Rodríguez, quien, con una amplia trayectoria en telenovelas, promovió una línea de trajes de baño y línea de cosméticos llamada "Ruddy Rodríguez Cosméticos”, hace poco desarrolló una serie de productos anti-edad para el cuidado facial y además tiene diversos centros de estética con su nombre en distintos estados del país.

No obstante, todo parece indicar que contar con una sólida imagen pública no es algo que asegure el éxito si algún artista desea sacar al mercado su propio producto. Al respecto Expansión, de CNN citó los ejemplos de “la ropa que pasa sin pena ni gloria de Lindsay Lohan y la estrella de Sex and the City, Sarah Jessica Parker (…) el juego de moda de las celebridades pocas veces es un negocio predecible”.

Asimismo, el experto en marcas, Tim Jeffrey, precisa que las marcas - en este caso de ropa - de los famosos son volátiles porque su éxito se asocia exclusivamente a un solo individuo —cuya popularidad puede decaer en poco tiempo.

¿Cuál es la alternativa?

Para los expertos esto se resume en dos palabras: agregar valor. “Como ejemplo está Fred Perry. Una estrella del tenis quien pudo llevar su conocimiento y experiencia para crear una marca de ropa deportiva creíble con una duración incluso mayor a su propia vida y carrera”, precisa Jeffrey.

En este orden de ideas, Bruce Ross, presidente y CEO de la consultora de mercadotecnia especializada Celebrity Fashion Group, precisó que “El éxito o el fracaso en esta industria se reduce a una sola palabra: Autenticidad (…) Los consumidores no son tontos y generalmente pueden distinguir cuando una celebridad sólo lo hace por dinero y realmente no le interesa el producto”.

Recientemente se difundió la noticia de la venta de la marca de tequila Premium Casamigos, propiedad del famoso actor y productor George Clooney, por la asombrosa cifra de mil millones de dólares, con lo cual fácilmente se embolsilló un mínimo de $233 millones.

¿Fue sólo su cara la que hizo el trabajo?

Casamigos comenzó hace cuatro años como un capricho, cuando la estrella de Hollywood comenzó el proyecto junto al empresario y marido de la mundialmente famosa supermodelo Cindy Crawford, Rande Gerber, y el promotor inmobiliario Mike Meldman.

Clooney reveló en una entrevista con CNBC, que debido a su fuerte gusto por el tequila les surgió la idea, por lo que en busca de lograr un producto Premium, pasaron dos años investigando la industria, reuniéndose con destiladores y además, probando alrededor de 700 diferentes tipos de tequila hasta hallar su sabor predilecto.

La idea era conseguir un tequila que no dejara un gusto desagradable y provocara resaca al día siguiente. Desde su comienzo, la marca ha sido muy bien aclamada por la crítica debido a su sabor superior y la suavidad de la textura, lo cual, evidentemente influyó en las ventas.

De manera pues, que desde los hoy mediáticos influencers a cualquier tipo de artista o emprendedor, lo anterior sugiere que antes de lanzar alguna marca o producto, debe tomarse el tiempo y hacer “la tarea” de estudiar la propuesta de valor, lo cual influiría poderosamente en el éxito de la misma.  

Modificado por última vez enViernes, 30 Junio 2017 12:13
Derwin Ramirez

Periodista de vocación y venezolano de nacimiento. Me gusta descubrir historias y transmitirlas a través mi teclado. También soy Dj y Locutor. Mi twitter @derwinramirezve

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