El crecimiento de los bodegones en Venezuela. ¿Crisis u oportunidad?

Venezuela atraviesa una crisis económica sin precedentes desde aproximadamente el año 2013, cuando los ingresos petroleros empezaron a bajar dramáticamente hasta alcanzar mínimos históricos, y medidas gubernamentales le dieron un golpe significativo al empresariado nacional.

A partir de aquí una merma en la calidad de vida de los ciudadanos como nunca antes se había visto, por lo cual más de 4,7 millones de personas (según cifras del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados) han salido por las distintas fronteras y aeropuertos de la nación.

Sin embargo desde el año 2018, aproximadamente, surgió un nuevo modelo de negocios que al principio parecía no tener gran importancia, pero que poco a poco fue creciendo y hoy en día es el elegido por comerciantes en prácticamente todo el territorio nacional. Se trata de los bodegones.

Importar o producir, un dilema a resolver:

En un trabajo que hizo El Emprendedor en el mes de diciembre del 2019, se pudo constatar cómo está la situación actual en el sector ganadero del país, específicamente del queso, que en su momento llegó a pasar en precio a las carnes, que generalmente siempre estuvo por encima.

Entre el proceso de producción, la materia prima, delincuencia que azota a las queseras y mataderos, inflación, costo de transporte, autoridades que decomisan parte de la mercancía, más otros elementos  que afectan el precio del producto y quien lo paga es el consumidor final, la producción nacional habría perdido casi toda su competitividad.

Esto se puede constatar en la mayoría de procesos de distribución en el país, desde charcutería hasta productos bovinos. Los expertos señalan que es más económico y sencillo importar que producir en Venezuela, algo insospechable en otros tiempos, en el que se apoyaba primordialmente lo hecho en el país.

El economista Asdrúbal Oliveros ya lo reflejaba en una investigación publicada en mayo del 2019, en la que hablaba de las ventajas de la importación debido al tipo de cambio tan distorsionado. Casi un año después y aún no ha cambiado nada la situación.

 Modelo de negocios:

 El modelo de negocios de un bodegón es sencillo: Se importan diversos bienes desde el exterior, generalmente de los Estados Unidos, y se trae al país a través de servicios de encomienda o también llamados puerta a puerta. El negocio prácticamente se olvida de muchos de los trámites de transporte e importación

Por consiguiente su precio final está marcado en divisas y el cliente decide si lo paga en esa moneda o con su equivalente en bolívares. Los números dicen que más del 80% se paga en la moneda norteamericana, aunque hay quienes aún lo hacen por tarjeta de débito, ya que buena parte de los bodegones lo aceptan como método de pago.

Los bodegones se potenciaron luego de que el gobierno nacional decidiera liberar parcialmente el tipo de cambio mediante la derogación de la Ley de Ilícitos Cambiarios en el segundo semestre del 2018, haciendo que la tasa oficial fuera determinada mediante la oferta y demanda en el Banco Central de Venezuela.

Ante la situación de la producción local los empresarios han aprovechado la nueva decisión gubernamental para importar productos y ofrecerlos en puntos de venta a precios que en algunas ocasiones puede ser inferior a los venezolanos.

Según el portal Reuters que hizo un trabajo sobre este sector en diciembre del 2019, se flexibilizaron también algunos trámites de importación, tanto en la parte logística como en costos, haciendo el proceso más sencillo que en épocas anteriores.

Así  es como los propietarios de bodegones están comprando directamente a grandes mayoristas reconocidos a nivel mundial, como Wal-Mart, Costco, entre otros. ¿Cómo llegan a suelo venezolano? A través de empresas de envíos, ya que en el 2019 también hubo una exoneración de más del 100% de los impuestos a aduanas, según este medio de comunicación.

¿Qué productos están en venta?

Al haber iniciado la mayoría de estos negocios a finales del año 2018, los productos se empezaron a comercializar rondaban los de consumo masivo: lavandería, higiene personal, y limpieza del hogar. Con la flexibilización de las regulaciones la oferta en estos establecimientos se incrementó significativamente, a tal punto que hoy en día se pueden encontrar golosinas, alimentos congelados y mucho más.

Actualmente solo en Caracas el número de bodegones sobrepasaría los 120, según una investigación la agencia Reuters, distribuidas desde zonas de clase media en todos los sectores de la capital.

¿Hasta cuándo operarán?

Cabe decir que desde el punto de vista empresarial, todo nuevo negocio que abra en Venezuela se presentaría (a simple vista) como algo positivo para el país, sin embargo el hecho de que abran tantos bajo esta metodología sería en realidad un síntoma de la coyuntura actual, y uno una verdadera oportunidad para el desarrollo empresarial nacional.

Las dificultades para producir, la hiperinflación y las políticas estatales hacen que los bodegones sean una vía de escape para todos: los empresarios, distribuidores, clientes y el mismísimo gobierno. No obstante según información oficial las distintas exoneraciones de impuestos estaban planteadas hasta diciembre del 2019. A partir de allí se haría nuevos cambios que aún están a la espera.

Esto puede ser clave para el futuro de este modelo de negocios, que ha sobrevivido gracias a las ventajas fiscales que ha ofrecido el mismo gobierno. Ante todas las presiones financieras del exterior, es un gran alivio que hayan productos importados en los anaqueles.

El presidente de Consecomercio, Felipe Capozzolo señaló que se convirtió en toda una política de estado la propagación de los bodegones, así que no extrañaría que las exoneraciones sigan por un tiempo.

Queda esperar qué sucede en los próximos meses con el tema arancelario e impuestos. Allí está la clave para que estos negocios sigan prosperando en los diferentes estados del país. Mientras tanto siguen brindando soluciones a los clientes.