¿Realmente el proteccionismo es dañino para la economía mundial?

Hace un par de semanas, el presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció que impondría una serie de aranceles fijos para la importación de acero y aluminio, que no solo afectarían a todos los países del mundo, sino que serían incluso aún más fuertes en casos como el de Venezuela.

Esta medida fue catalogada de proteccionista, y muchos líderes mundiales aseguraron que lo único que se estaba logrando era una guerra comercial, por lo que el gobierno estadounidense tendría que estudiar la eliminación de estos aranceles si no querían dañar la economía global.

Aranceles globales con un par de excepciones

Dos de los países que aparentemente se verían más afectados por estas medidas eran México y Canadá. Los representantes de ambos, no solo se mostraron en contra de estos aranceles, sino en general de las políticas proteccionistas que estaba aplicando Trump en los últimos meses, asegurando en ambos casos que se buscaría incluso una retaliación.

Sin embargo, a los pocos días del anuncio de estos aranceles, el gobierno estadounidense anunció que se harían excepciones para estos dos países, siendo los únicos en "salvarse" de este arancel que aparentemente estaría causando tanto daño a la economía global.

Luego de este anuncio, los representantes del área comercial de ambos países procedieron a agradecerle al mandatario estadounidense por crear esta excepción, y no han hablado más del tema desde entonces, favoreciendo por el contrario las conversaciones del TLCAN. Esta actitud fue similar a la de la Unión Europea, que en vez de solicitar la eliminación general del impuesto, pidió también que solo se les eximiera del mismo.

¿Es realmente tan malo el proteccionismo?

Son estas reacciones las que obligan a cuestionarse si en realidad estas medidas son tan negativas para la economía global como muchos las hacen parecer, ya que si bien es cierto que los aranceles globales puedan ser excesivos, la realidad es que darle excepción a un par de países no hace un verdadero cambio.

Y es por eso que todo parece indicar que la aversión hacia el proteccionismo, en muchos casos, no es más que para apoyar una serie de políticas a favor del libre mercado, sin tomar en cuenta las variables económicas y productivas de cada país que pueden llevar al desarrollo de este tipo de meridas.

En muchos casos, las empresas aprovechan las cualidades geográficas del país en el que se ubican para realizar Dumping, una práctica conocida por ser dañina para las economías y los productores de las naciones en las que se adentran estas, y cuya respuesta más efectiva siempre ha sido la imposición de aranceles especiales.

Es por eso que estas reacciones de los dos países norteamericanos parecen indicar que, aunque casos como el de la más reciente imposición de aranceles no sea la forma adecuada de proteger a la industria nacional, la realidad es que la aplicación de tarifas arancelarias y de medidas proteccionistas no siempre deben verse como algo netamente dañino para la economía global.