China limita la inversión hacia el extranjero, pero ¿cómo la redirigen al país?

Siempre ha parecido que es ideal para las empresas lograr internacionalizarse y diversificar sus ingresos en muchos países y a través de diversas actividades. Sin embargo, en China parece que esta estrategia de expansión se salió de control, y ahora el gobierno de ese país quiere limitarlas.

La medida se hizo efectiva a finales de la semana pasada, donde el gobierno de Xi Jinping decidió ponerle un parado a las inversiones extranjeras que estaban realizando las empresas del país asiático. Esto se debe a que las mismas no lo estaban haciendo en base a dinero propio, sino a préstamos.

La eventual imposibilidad de pagar estos préstamos no solo pone en riesgo al desarrollo económico y empresarial del país, sino que de darse una crisis financiera, puede llevarse a la abrupta caída de todo lo que ha logrado el gigante asiático en los últimos 20 años.

Sin embargo, las empresas deben seguir invirtiendo su dinero y esto es algo que el gobierno sabe. Es por eso que han decidido incentivar a la inversión en los grandes proyectos que tiene el país. Se trata de una medida que tiene mucho sentido, y que por diversos motivos, muchos países (incluyendo a Venezuela) no lo hacen.

Estos incentivos no se basan en supuestos o promesas, sino en el seguimiento y aplicación de un plan específico denominado "Iniciativa del Cinturón y Ruta de la Seda", un proyecto propuesto en 2013 y que se ha convertido en una de las ideas más costosas en la historia del mundo.

El mismo busca crear una serie de "caminos" con los que conectar a China con gran parte de Asia y Europa. Este colosal proyecto tiene un costo que superaría los 900 millardos de dólares y haría que la economía mundial dé un enorme salto. Con esta premisa en mente, el gobierno ahora busca que estas empresas que invertían en el extranjero le dedique su capital a los proyectos internos.

¿Por qué sería atractiva esta inversión? Como se mencionó previamente, es uno de los proyectos más grandes de la historia, pero el mismo no puede ser financiado solo por entidades gubernamentales de China, además de necesitar ayuda de muchos vendedores de productos y servicios.

¿Cómo atraen a los inversionistas? No lo hacen netamente limitando sus posibilidades de inversión en el exterior, sino que activamente el gobierno ha estado realizando campañas para que empresas de distintos mercados se enfoquen en poner su capital en la realización de estas obras.

Pero como indican expertos en economía e inversión, lo que muestra el gobierno como una oportunidad atractiva para invertir, son los ingresos que pueden generar las empresas en base a este proyecto. Las mismas pueden ir desde construir puertos y ganar dinero con el comercio, hasta erigir plantes de energía que le den poder a nuevas zonas comerciales.

Pero para asegurar que el capital y el trabajo que se está poniendo sobre la mesa sean de China, el gobierno también está limitando la cantidad de empresas extranjeras que pueden formar parte del proyecto, sin importar que el mismo sea excesivamente costoso y complicado de llevar a cabo.

Su estrategia parece estar teniendo éxito, y empresas como la gigante del E-Commerce, Alibaba, ya han anunciado que formarán parte del proyecto. En el caso de esta empresa, lo hará construyendo almacenes a lo largo de estos enormes tramos, aprovechando las miles de oportunidades de inversión que dan este  tipo de proyectos en el país.

Con esto en mente cabe lo reflexión de por qué iniciativas de este tipo no se aplican con fuerza en países como Venezuela, donde la situación amerita a que el gobierno incentive a las inversiones dentro del país. Una movida de esta naturaleza, donde se invite de forma masiva al empresariado a formar parte de proyectos específicos y exactos que se estén desarrollando, podría generarle grandes beneficios a la economía nacional.