Revelan nuevas estadísticas sobre el emprendimiento en Venezuela

Desde hace varios años que Venezuela se ha dado a conocer en todo el mundo gracias a los altos índices de emprendimiento que pueden notarse en gran parte del país, sin embargo, desde el 2011 no se han emitido más cifras sobre lo que estaría atravesando realmente el emprendimiento local.

De acuerdo a Aramis Rodríguez, Coordinador del Centro de Emprendedores y profesor del IESA, se manejarían nuevas cifras sobre lo que representa el emprendimiento para la economía venezolana, y sobre algunos otros aspectos que deben tener en cuenta todos los emprendedores locales para poder mantenerse operativos.

Las cifras reveladas

Rodríguez afirma que actualmente, entre el 15 y 20 por ciento de los venezolanos mayores de edad, deciden iniciar un proyecto propio. Esto representaría alrededor de 2,5 millones de personas anualmente, sin embargo, debido a falta de datos recopilados por entidades oficiales, cada vez es más complicado determinar la cifra exacta.

También explica que la mayor parte de estas personas emprende con el objetivo de paliar la crisis económica y no porque detectan o estudian una oportunidad, por lo que también es complejo determinar cuántos de estos son proyectos que realmente entran bajo el concepto internacional de emprendimiento (altamente ligado a la innovación), y cuantos son pequeños negocios que simplemente capitalizan la carencia de competidores.

¿Qué significa esto?

Rodríguez explica que este no es un fenómeno de una sola capa, sino que es profundo, dejando entrever una situación positiva y una negativa. Por el lado de lo positivo, es que puede verse que el venezolano no es un gentilicio de cruzarse de brazos, ya que si bien es cierto que alrededor del 8% de la población ha emigrado, cerca del 20% decide iniciar negocios cada año.

Sin embargo, al tratarse de emprendimientos que no explotan una nueva oportunidad verdadera, sino que nacen de la necesidad o de la capitalización de la escasez, una buena parte suelen ser proyectos de baja calidad, que no solo son incapaces de comercializar bienes y servicios con estándares de calidad apropiados, sino que tampoco pueden mantenerse en el tiempo y escalar.

¿Hacia dónde debe apuntarse?

El experto asegura que esta situación suele verse en la mayoría de los países donde se nota una caída veloz del Producto Interno Bruto (PIB), por lo que es necesario que no solo se impulse el emprendimiento, sino que además se incentive a que el desarrollo de nuevos proyectos sea bajo un esquema profesional, generando verdaderas oportunidades para mejorar la situación del país.

Afirma que estos emprendedores deben aspirar, no solo a generar dinero o a materializar una idea, sino a lograr que el proyecto pueda constituirse realmente como una pequeña o mediana empresa (pyme) para que pueda adentrarse oficialmente en el sistema económico y empresarial del país.