¿Sería ideal para Venezuela implementar un sistema de crédito basado en la conducta?

De acuerdo a distintos profesionales y expertos en el mundo de los negocios, la situación actual de Venezuela ha llevado a que cada vez más personas se dediquen de lleno al comercio informal, en muchos casos realizando prácticas poco éticas que pueden afectar a la economía e incluso la salud de las personas.

Aunque se han idealizado múltiples soluciones para frenar esta situación, la realidad es que la falta de la tecnología adecuada, aunada a la coyuntura nacional, estaría haciendo que cada vez sea más complicado desarrollar proyectos adecuados para asegurar un trabajo ético, que no solo venga de parte de estos trabajadores informales, sino también de empresarios (de todos los tamaños).

Un sistema de crédito que mejora los negocios

Es por eso que en China han creado un sistema crediticio que va más allá de la ayuda financiera, ya que también funciona para registrar el grado de confiabilidad de su población a partir de distintas variables que midan el comportamiento en base a sus acciones.

Esto significa que cualquiera que esté registrado en el sistema, y que quiera tener la posibilidad de obtener un crédito de cualquier entidad bancaria, obligatoriamente tendrá que comportarse de manera ética si quiere ser considerado por las entidades nacionales.

En el caso del sistema aplicado en China se utilizan criterios como honestidad en multas y sanciones legales, responsabilidad de cara al pago de impuestos, integridad social, integridad comercial, y credibilidad judicial. Incluso variando de acuerdo a tus relaciones personales y los puntajes de estas personas.

Esto obligará a que cada comerciante se comporte de forma responsable y que incentive el buen funcionamiento de la sociedad de cara a sus necesidades económicas. Aunque pueda parecer que cada persona debe desempeñarse de forma ética por sí mismos, la realidad es que un sistema de esta naturaleza asegura el cumplimiento de las normas.

Su aplicación en el mundo

Esto no solo funcionaría para determinar una serie de beneficios bancarios y empresariales para aquellas personas que trabajen activamente por mejorar su país, sino que también puede imponer sanciones temporales a aquellos que las incumplan.

Al tratarse de un sistema que categoriza a los comerciantes por su comportamiento, ha generado un gran revuelo a su alrededor en los últimos años, cosa que no ha hecho que su aplicación en países donde se necesita una reestructuración social y empresarial sea menos valida.

Aunque pueda parecer una idea sacada de la ciencia ficción, la realidad es que la aplicación de un sistema de esta naturaleza puede incentivar no solo al desarrollo de nuevos negocios nacionales, sino también a un incremento en las inversiones para la mejora económica en la situación actual.