La estrategia de desarrollo turístico en Venezuela parece no estar funcionando

Recientemente se llevó a cabo la edición 2017 del reconocido evento Fitven, un llamado internacional en el que se busca atraer a turistas y prestadores de servicios de todo el mundo, con la finalidad de mostrar todas las bondades que presenta nuestro país, y buscar la inversión para el desarrollo del sector.

Al finalizar el evento, se hizo claro a través de distintos medios del país que esta ronda había sido un éxito, ya que se habían recaudado cerca de 9 millones de dólares para ayudar a desarrollar cientos de proyectos, además de habérsele dado financiamiento a los emprendedores del sector.

Esta cifra parece ser alta, sobre todo cuando se tiene en cuenta el valor del dólar para la actual sociedad venezolana, sin embargo, cuando se estudia a fondo, resulta ser una cantidad muy baja. Es importante recordar que con esta cifra se supone que se financiarán proyectos en el sector turístico de toda Venezuela.

¿Cómo puede saberse que es poco? porque hace menos de un mes, categorizara de "ser una tristeza", y en este el país caribeño logró recaudar por encima de un millardo de dólares para el desarrollo de este sector. Aunque no especificaron la cantidad exacta, puede inferirse gracias a recaudaciones pasadas, y a declaraciones de los representantes del mercado.

Eso quiere decir que el país que hasta hace poco estaba bajo un embargo comercial, cuya reputación aún se está recuperando, y que hace menos de 3 meses sufrió fuertes huracanes, ahora estaría recaudando casi 10 veces más de lo que hizo Venezuela este fin de semana.

¿Qué se puede hacer?

Como lo explicamos anteriormente, parece que el verdadero problema de Venezuela y su estrategia de atracción de la inversión, es que no se está enfocando en lo que realmente debería hacer. En primer lugar podemos ver la cantidad de eventos: en nuestro país se realizan apenas un par de eventos de esta naturaleza al año, mientras que en Cuba se realizan cada pocos meses.

Ferias como FitVen no demuestran a simple vista la misión de los mismos. Hay demasiado enfoque en promocionar el evento, pero no en lo que este debería buscar: la inversión. En cambio, los organizadores parecen más interesados en exhibir las bondades solo de algunas zonas especiales del país, pero no en localizar potenciales inversionistas.

Esta falta de interés generalizada para reactivar el sector hizo que incluso el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC), categorizara de "ser una tristeza" a lo que se ha permitido que le ocurra al turismo en Venezuela en los últimos años.

Este parece ser el principal problema de nuestro país al momento de desarrollar el turismo. Sin embargo, no todo está mal, ya que la iniciativa está ahí, y los beneficios no están más alejados de lo que está la creación de una estrategia de llamado a la inversión, demostrando que hay mucho potencial por explotar.

Como lo explicamos, tampoco debe obviarse que la legislación cubana es mucho más segura para los inversionistas que la de Venezuela, además de ser un destino de viaje cómodo y cercano para la mayor parte de la región. Aun así, la diferencia entre la recaudación de ambas naciones es abismal.

Por el momento solo puede esperarse a que el turismo comience a tomar una mayor relevancia para los encargados de lograr que el sector logre un repunte, y que se desarrolle una estrategia concreta para lograr que este mercado se vuelva un verdadero motor para la economía de nuestro país.