Expertos revelan qué pueden hacer las empresas para adaptarse a la incertidumbre

A lo largo de los años, el manejo político de un país se ha ligado estrechamente con su desempeño empresarial, no solo por el desarrollo de políticas comerciales, sino también por la atracción de inversiones. Casos como el de Venezuela pueden ser ejemplos claros sobre situaciones de incertidumbre política que tienen un efecto directo en el desempeño empresarial.

Es con esto en mente que Ben Laker (asesor empresarial y escritor sobre asuntos extranjeros para Bloomberg) y Thomas Roulet (sociólogo y profesor en la Universidad de Cambridge) tomaron varios contextos de inestabilidad (incluyendo el de Venezuela) para explicar cómo las empresas pueden enfrentarse a la incertidumbre política, y cómo evolucionan gracias a esta.

Previsión en la incertidumbre

Los expertos explican que lo primero es estudiar el alcance de la incertidumbre, es decir, determinar si se trata de algo político, económico, coyuntural, internacional, es una amenaza directa al empresariado, etc. Del mismo modo, la empresa debe comprender su rol dentro del mercado, y su posición como entidad consolidada (no legalmente, sino dentro del Top-Of-Mind del consumidor).

Destaca dos estrategias: la de reserva, enfocada en invertir en la protección de la empresa (ya sea cambiando el país de sede, priorizando ciertas actividades y redistribuyendo el equipo humano); y la de rescate, enfocándose en "rescatar lo que pueda ser rescatado", invirtiendo solo en lo que es vital para las empresas.

En el caso de Venezuela, la mayoría de las grandes empresas ha hecho esto, disminuyendo la producción, e invirtiendo en imagen y responsabilidad social.

Evolución en la incertidumbre

Los expertos afirman que, de forma paradójica, los emprendedores suelen ser capaces de encontrar la estabilidad en la incertidumbre una vez que sobreviven los pasajes más complejos de la crisis. Afirma que normalmente las empresas se dividen en dos sectores: las que se paralizan ante el miedo, y las que son optimistas y triunfan.

Afirman que las empresas que tienen esta última mentalidad, son capaces de no solo ver oportunidades donde los demás no las ven, sino incluso de aprovechar la salida de competidores para llenar vacíos de mercado de forma rápida. Sin embargo, las únicas empresas capaces de triunfar con esta mentalidad, son aquellas que piensan a largo plazo.

El caso venezolano

A pesar de que pueda parecer que el caso venezolano es muy diferente, la realidad es que todas las crisis se basarían en elementos similares. La cuestión del tiempo es el diferencial principal en el caso local (cerca de dos décadas de incertidumbre, y varias más de desconfianza), sin embargo, incluso esta parece amainar.

Aunque el futuro político de nuestro país presente grandes niveles de incertidumbre, la realidad es que cada vez más especialistas y empresarios han comenzado a sentir mayor atracción hacia Venezuela, principalmente por las altas probabilidades de que haya un cambio de gobierno.

Puede que el futuro sea imprevisible, pero siempre debe recordarse que el riesgo es parte vital de los negocios.