Experto revela el elemento más importante para crear una buena cultura organizacional

Aunque existen muchos factores que hacen que una persona se decida entre trabajar en una empresa u otra (como puede serlo el sueldo, la comodidad para transportarse, entre otros), la realidad es que hay uno que tiene más importancia que el resto: la cultura organizacional, que no es más que el grupo de valores, creencias y tradiciones que identifican a una compañía en su totalidad.

Es con esto en mente que Robert Glazer, fundador de Accelerator Partners, una empresa que ha recibido numerosos reconocimientos (de medios especializados como Entrepreneur e Inc.) por su cultura interna y ambiente laboral, reveló cuál es el elemento más importante para lograr que la cultura organizacional sea superior a la de la media.

Datos que se remontan a la Segunda Guerra Mundial

Glazer toma como base a un estudio, realizado luego de la segunda guerra mundial, en el que entrevistaron a una serie de personas que habían ayudado a grupos de judíos a salvarse de las diferentes amenazas que se presentaron durante dicho periodo de tiempo. La muestra estaba conformada únicamente por personas que no profesaban dicha religión.

En el estudio se separó a aquellos que pusieron su vida en riesgo por ayudar a otros, de los que se pusieron a sí mismos por encima de los demás. Cuando se le preguntó a estos "rescatistas" sobre la crianza y el funcionamiento de las reglas en su hogar de formación, estos eran tres veces más propensos a mencionar los valores, repitiendo con mayor frecuencia la palabra "explicar", haciendo referencia a que sus padres no solo se enfocaban en decirles porque algo estaba bien o mal, sino en explicarles por qué esto era así.

Los valores por encima de las reglas

Es así que Glazer llega a la conclusión de que estos valores no solo son más importantes que las reglas al momento de que una persona se enfrente de manera adecuada a una situación de vida o muerte, sino que es algo que puede extrapolarse al mundo empresarial a través de la creación de una sólida cultura organizacional.

Afirma que al sustituir las reglas por los valores adecuados, un empleado tiene un margen de crecimiento mucho mayor, permitiendo que reaccione de forma adecuada ante situaciones que nunca podrían haber sido contempladas por el sistema de reglas. Similar a quienes ayudaron durante la segunda guerra mundial, este capital humano será mucho más íntegro.

Esto no solo define el funcionamiento de la empresa a mediano y largo plazo, o el impacto que tendrá en un mercado o economía en específico, sino que también será fundamental al momento de lograr convencer a un posible empleado, aun cuando a este se le presenten otras oportunidades con mejores pagas o comodidades de transporte.

Es así como el estudio confirma que una empresa que realmente quiera formar una cultura organizacional efectiva no debe basarse en la buena actitud de su directiva, o en la creación de reglas estrictas que limiten al empleado, sino que deben enfocarse en crear valores con los que las personas puedan sentirse identificadas, y deben atenerse a estos a lo largo del tiempo.