Crean herramienta para definir oportunidades estratégicas para emprendedores

Emprender es un proceso que tiene un gran número de fases, desde tener una pequeña idea con la que satisfacer una necesidad, hasta recaudar capital e incluso lanzarse al mercado de valores. Sin embargo, todas estas etapas deben cimentarse en el desarrollo de las estrategias empresariales que rijan el funcionamiento desde cierto punto en adelante.

Una de las tareas más importantes es la de identificar las oportunidades estratégicas, que en palabras simples no es más que definir todo lo referente a la selección de un público, el desarrollo de relaciones profesionales, la creación de productos o servicios, la consecución de recursos, entre otros.

Al ser una de las partes más importantes para crear una marca o empresa, es necesario valerse de herramientas especializadas como puede serlo el análisis DOFA, o en este caso, la denominada "brújula de estrategia emprendedora", un esquema recientemente explicado por Joshua Gans, especialista, escritor, y jefe en el área de innovación y emprendimiento de la Universidad de Toronto.

La herramienta

Esta herramienta está enfocada en la categorización de oportunidades estratégicas a través de dos grandes características: la actitud hacia el competidor (colaborar o competir) y la actitud hacia la innovación (ser pasivo o ser disruptivo). Con base en estas características, una empresa puede definir el camino a seguir a mediano y largo plazo. De estas surgen las siguientes aristas:

• Colaborar y ser pasivo

Para esto es importante tener en cuenta la propiedad intelectual, con el objetivo de desarrollar soluciones o sistemas que puedan ser utilizados por muchas empresas. Sin embargo, no se trata de obtener el protagonismo, sino de mejorar la tecnología existente y proveérsela a muchos actores de un mercado.

• Colaborar y ser disruptivo

Se basa en buscar la manera de crear valor agregado para trabajar en conjunto con otras empresas. No tiene que estar dirigido únicamente hacia una empresa, sino a la mejora general de todo un mercado, buscando soluciones que puedan ser adaptadas incluso por los competidores de nuestra empresa.

• Competir y ser pasivo

Se basa en crear y controlar una cadena de valor, la cual puede que no sea excesivamente innovadora, pero sí será única de nuestra empresa. Con base en esta, podemos crear sistemas para comercializarlo a distintos clientes, compitiendo directamente con los otros actores del mercado.

• Competir y ser disruptivo

Al contrario de la arista anterior, con esta idea no se busca ser amigable con el resto de los competidores, sino tomarlos por sorpresa para que no tengan tiempo de adaptarse a las soluciones que ofrece nuestra empresa. El objetivo es quitarle la mayor cantidad al resto de las empresas del sector.

Lo más importante de esta herramienta es que no solo da paso a un mejor entendimiento sobre cómo identificar las oportunidades estratégicas que puede capitalizar la empresa, sino que además brinda una mirada profunda sobre cómo se desarrollará la estrategia que elijamos, ya sea enfocada en la propiedad intelectual, la cadena de valor, la arquitectura de la empresa, o la disrupción.